—¡Qué patético! — Hazel negó mientras alzaba su tarro de cerveza. —Nash Phillips es el ser más egocéntrico y cobarde que haya conocido.—¿Cómo diablos te hiciste amiga de dos personas así? — Dante parecía igual de indignado que Hazel. —Claro que sin ofender Hazel.—No te preocupes, Aila será mi hermana de sangre, pero nunca la vi de esa forma. Siempre fue egoísta y malvada. La quiero, pero como un familiar lejano. — Kerrie hizo una mueca para luego darle un sorbo a su soda.—Es que soy mala leyendo a las personas. Siempre fui molestada y ellos eran los únicos que me defendían. — Dante y Hazel suspiraron con fuerza.—No te preocupes, no nos leíste mal. Seremos fieles.—Hasta la muerte. — Okay, Hazel ya estaba borracha y Dorian se dio cuenta.—Creo que la cerveza ya no es para ti.—¿Cómo que no? Hay que seguir bebiendo, mira que Kerrie ni siquiera ha tomado.—No soy muy buena con el alcohol. ¿Recuerdas lo de la fiesta?—Cierto, entonces beberé en tu honor. — Iba a tomar otra botella de
—Necesito un frappé. — Kerrie se levantó y Hudson iba a acompañarla, pero Ciel se levantó antes que él y siguió a la joven. Hudson miró a Ciel como si lanzara miles de dagas con sus ojos. Patrick lo notó y no pudo evitar soltar una pequeña risa.—Así que Hudson. — El muchacho miró al hombre frente a él. —¿Por qué no protegiste a Kerrie?—Lo siento. — Patrick suspiró al ver el arrepentimiento en el rostro del muchacho. Patrick se sentía de la misma forma. Kerrie era como su hermana menor, una chica que había dado más de lo que su familia le dio, conocía a la madre que los había abandonado, ella conocía a su esposa e hijos y se llevaban como una familia. Por esa misma razón no podía evitar sentirse culpable al no haber podido advertir a Kerrie de la maldad y el peligro del mundo al cual ella ya se había enfrentado más veces de lo que hubiera querido.—No te disculpes. Sin embargo, me hubiera gustado enterarme de que Kerrie se fue de viaje con un chico. — Hudson de pronto se sintió acusa
Cuando sus hermanos vieron a Hudson, Molly fue la primera en correr a sus brazos. Kerrie se llevó una sorpresa ya que no pensó que ella lo adorara tanto, pero era evidente de que si lo hacía. Con respecto a Dylan, buen él aun se mostraba reacio. Abrazó a su hermana mayor y ella no se opuso. De hecho, se sintió bien abrazarlo, luego de su momento íntimo y raro con Hudson, sintió algo extraño. Nunca creyó que podría llegar a ser cercana de esa forma con el chico que afirmó no agradarle.En fin, ahora estaba con sus hermanos y podía pasar un rato con ellos y en parte era gracias a Hudson. Los niños se subieron en la parte de atrás del auto y se aseguró de que usaran sus cinturones, luego se acomodó en el asiento del copiloto y una vez listos, Hudson emprendió el viaje. Mientras iban de camino a casa, Kerrie recibió un mensaje, era de Ciel.“¿Estás ocupada?”“Voy de camino a casa con mis hermanos.” Respondió ella.“Verás, he encontrado algo. ¿Podemos reunirnos mañana?” Ella sonrió y acept
Kerrie llegó al teatro luego de que Luther la llamara para pedirle un favor, que lo ayudara a cuidar de los actores. Kerrie no se negó ya que de cierta forma se lo debía a Luther luego de haber cuidado a sus hermanos. Por esa razón no se negó. Además, ahora tenía más tiempo libre ya que no cubría los turnos en el restaurante todos los días, más bien tres veces a la semana. El dinero que Hudson pagaba por sus servicios era más que suficiente. Así que al salir de la universidad corrió hacia el teatro.Luther la esperaba en la entrada y cuando la vio la saludó con un abrazo.—¿Estás bien? — La joven asintió mostrando una sonrisa. —¿Qué te hiciste? Te ves más guapa. — Ella le mostró una sonrisa ladina. Luther era un tipo muy caballeroso. La joven le dio un golpe en el brazo.—No bromees así.—Pero no bromeo. — Comenzaron a caminar hacia dentro. —Eres una chica muy guapa.—¿En serio? Llevo gafas que cubren más de la mitad de mi cara y soy muy flacucha. No creo ser un buen prospecto.—Tiene
Kerrie despertó en un lugar oscuro. Ni siquiera sabía dónde estaba, no podía ver absolutamente nada, sintió miedo y pánico, pero sabía qué un ente malvado la había arrastrado hasta ese lugar. No podía mostrarse tan débil frente a ese ente, especialmente cuando tenía a sus hermanos esperando por ella. Se levantó con dificultad. Sentía el cuerpo pesado y al estar de pie intentó adaptar sus vista al lugar. Una luz blanquecina apenas perceptible por encima de donde estaba lograba iluminar a cierto alcance el espacio.Kerrie notó que se trataba de una especie de cobertizo o algo parecido. Había telones doblados, sacos que servían como contrapeso en algunas partes del teatro, utilería vieja como disfraces, incluso un maniquí se encontraba medio vestido e inclinado en una esquina―¿Dónde diablos estoy? ― Rascó su cabeza preocupada. Había una puerta frente a ella, por lo que caminó hacia ella para abrirla, pero parecía estar atrancada con algo. Intentó empujarla y nada. Luego decidió embestir
Kerrie y sus hermanos se encontraban en la casa de Hudson. Una casa que él había comprado hace un tiempo y no usaba, según las palabras de Luther. Luego de que aquella noticia se disparara por redes sociales, la prensa se volvió loca. Por suerte, Luther fue capaz de sacar a sus hermanos de la casa sin que esta lo notara. Kerrie se sentía mal por tener que huir de la prensa junto con sus hermanos, quienes no eran responsables de absolutamente nada.―Esto es genial. ― Molly y Dylan admiraban la enorme pantalla plana que se ubicaba en uno de los muros de la sala. ―¿Podemos ver películas en línea?―Claro, vean lo que sea que su hermana les permita ver. ―Hudson le dio el control remoto a Dylan y luego junto con su hermanita tomaron asiento en el sofá.Kerrie los veía a una distancia prudente desde la mesa de la cocina. Se sentía culpable, se sentía enferma y preocupada. Todo esto se estaba volviendo una total locura no solo para ella, si no que también para sus hermanos. Agradeció a Hudson
Sus hermanos se encontraban jugando por el resto de la casa. Kerrie se sentía mal por estar escondida ahí. Debía buscar un nuevo lugar para ella y sus hermanos. No podía aprovecharse del gesto de Hudson, quien no se había presenciado en lo absoluto durante los últimos cuatro días. Ella lo llamó, pero no respondió. Simplemente le envió un mensaje de texto diciéndole que podía descansara ya que él estaría ocupado. Volvió a llamarlo ya que no podían pasar su investigación, no a esas alturas, pero él fue claro.―¡Mira Kerrie! ¡Es Hudson! ―Molly señaló la televisión que estaba encendida desde que hace un rato. La joven enfocó su mirada en la pantalla. Hudson estaba ahí parado, el noticiero mostraba que se trataba de las declaraciones del actor respecto a su supuesta relación.―Buenas tardes a todos. Agradezco mucho su presencia en este lugar. ― Tomó aire. ―Últimamente han surgido demasiados rumores debido a unas fotografías que fueron tomadas sin mi permiso. Por ello quiero aclarar dos cos
Kerrie estaba preocupada. Había pensado sobre las notas que sus amigos habían recibido y eso le daba mal augurio. Siendo honesta consigo misma, estaba poniendo en peligro a sus amigos. Pero para advertirles, debía de contarles su secreto, pero no estaba segura de poder hacerlo. Si lo hacía, podrían tacharla de loca o peor de mentirosa.―Esto es una pesadilla― Murmuró para sí misma mientras se dejaba recostar sobre la mesa. La dejar su mejilla pegada a esta pudo divisar a una chica que parecía perdida. Llevaba unos jeans y una sudadera rosa grande. Sin embargo, eso no fue lo que llamo su total atención, la chica tenía las manos blancas, demasiado como si la sangre ya no corriera por su cuerpo y entonces giró su vista a ella mostrándole unos ojos completamente negros. Kerrie ahogó un grito y miró hacia enfrente mientras intentaba convencerse de que no había visto a ese fantasma. Sin embargo, la fría presencia llegó a su lado. Se sintió nerviosa y con un nudo en el estómago.“No por favo