Al amanecer comenzamos a arreglarnos junto con KIMKA que viene a socorrerme gracias a Calen, con mi maquillaje. Le agradezco por las ropas que hace días me compró y digo que no tenía tiempo para ir a su dormitorio en persona. Con todo, lo cierto es que prefiero no toparme con ella si Calen no está presente. Sin embargo, horas después ansío la presencia de KIMKA porque temo a la proximidad de Calen.Yo que me veo al espejo detrás del tocador noto su tacto a palma abierta en mi espalda. Que baja hasta halagar mis caderas con el toque de sus manos. De manera que cierro mis ojos para sentirlo mientras inhalo por mi nariz. — Estás bellísima, Sirena. Trago y absorbo el gusto a menta que desprenden sus palabras.— ¿Sirena? ¿Ahora me llamarás así? –río al verle a través del espejo.— ¿Te molesta? Curiosea inclinándose junto a mí que engarroto los dedos de mis manos para responder.— No me respondas con una pregunta...–repongo– pero no. Creo que no...— Pues sí. Te llamaré así: Sirena. Dic
Ya van dos veces que me lanzan piedras dentro del dormitorio. Una total rareza pero hoy al llegar del cumpleaños con André, cierro la ventana. Nada más que lo despido, mando a Amber el audio al que ella no contesta y sonrío en son maquiavélica llena de complacencia. «Por mis peces», le testeo después. Acto seguido: me voy a dormir.En la mañana me despertó con la noticia de que Calen y Carina, según DUDO, fueron anoche a Estambul para la boda de Dimitri Urem. En el comedor junto a T-Chi se me quita el hambre al decirme que yo debí haber ido a Estambul en lugar de ella. No obstante, recuerdo a André diciéndome eso de que estoy obsesionada. No lo estoy pero sí muy ocupada como para hablar con el Duque, pues Beck solicita verme y corro. Más o menos, voy en auto pero sí troto dentro del edifico de los pedestales. En resumen: es para ensayar. Lo cual marcha demasiado bien hasta que oímos un grito. No muy lejos. En absoluto. Al contrario es justo en el dormitorio de Micaela, pues troto d
Uso de nuevo la bata de arabescos al salir del baño. Luego de habernos adentrado juntos en la ducha: cosa rara, pues si bien hubo coqueteo no llegamos a nada más aparte de, literal; ayudar a bañarnos. E incluso él me lavó el cabello y después fue mi turno de lavarle yo a él. Ahí necesité la ayuda que me dio. Porque eso si tiene André: siempre está ahí, nunca falta, siempre está cerca, pendiente, perfecto. — ¿Eso que decías antes? –sondea meneado su cabeza al llegar a donde estoy.— ¿Mmm? ¿Qué? No recuerdo...Sus brazos alrededor de mi cintura se refuerzan. — ¿Sí? ¿Sabes qué pasa? — ¿Qué? Dime...— Te estás dando cuenta que el amor tuyo, soy yo.— ¿Sí? –rio. — A paso suave...yo no tengo prisa...ya no. Otro beso. — ¿Dormimos? –propone. — No es hora de dormir. — ¿Y qué? Un ratito, nada más.— Bueno...Reviso el móvil pero nadie me ha llamado, aunque sí es hora de la cena cuando me alejo del abrazo de André. Quien duerme tan placido que me da pena despertarle. No obstante, más frí
Alguien sostenía mi cabello como si tirasen de una maza. Era imposible comprender mucho, pues tenía la venda en mis ojos pero de a poco, me jalaban como un proyectil: para lanzarme de nuevo al agua. El cuerpo se me removía como si hubiese tenido un choque con la electrizad y de repente me sacaron la venda. En consecuencia vi ante mí un cubo rectangular lleno de agua. Muy fría. Lo supe cuándo esa misma agua salpicó fuera del recipiente, después de que me cargasen y tirasen dentro de él. Nadé. Me detuvieron; por tanto subí las manos para notar otra que me hundía. Fue horrible y no fue hasta hace poco que entendí. A seis metros estaba Calen. Atado de manos a una silla pero no de pies, con algunos golpes pero comenzaba a despertarse y no le dolían demasiado. Entonces, esa mano que me hundía, flexionó sus dedos para tirar de mi cabello como si arrancase una mala hierba del patio de su casa. Grité. Recuperé el aire en tanto suspiraba una y otra vez mientras iba en busca de aclarar mi visi
Calen gritó que no volvieran a tocarme. De modo que regresé al taburete en frente de él mientras comenzaba a dar contraseñas. Garmendia sonreía; Calen estaba rojo...y algo descontrolado. Entonces, Sberna timbró. Todos vimos en silencio el móvil de Calen con ese contacto: «Sberna» y como yo Garmendia lo notó: habían dos contactos.«Sberna uno» y « Papá otro »— Más te vale que no me estés jugando una treta...— No sé de qué hablas.— ¿Por qué tienes dos contactos de tu padre?— ¿Qué? Garmendia golpeó a Calen hasta hacerlo caer de lado. Pero enseguida lo repuso. — ¿No querías contraseñas? –recordó en tono adusto– Te las iba a darCuando Garmendia vio abajo Calen me dio un giño instantáneo. No entendí nada la verdad más allá de que repentinamente ambos teníamos puntos bono en el altercado. Razoné en lo que notó Calen luego de ese instante: Sberna tenía mucho que ver con todo lo sucedido pero para él ese nombre no sonaba muy familiar. En absoluto; por lo cual me dije que ¿y si Calen n
Carson termina su relato y todos la apapachamos en un abrazo algo sofocante. Estamos consternados pero Alana rompe el hielo del pasmo al anunciar su retirada. Carson le agradece a través de sus ojos y mi hermana sostiene sus mejillas para darle un beso en la frente.— Chicas –nos dice al resto–, cuiden de ellos, y manténgame informadas de cualquier avance. Mañana intentaré darles el nombre del hospital a donde llevaron a Calen.No lo dudo. Si alguna capacidad tiene Alana esa es la de conseguir todo tipo de información sin gastar muchos recursos. Tan solo dándole usos a los acertados dentro de su alta gama de contactos. Ella, sin mucha ambición y con mayor libertad, era la Grace de su tiempo.Luego de Alana se retira T-Chi con eso de que tiene tareas pendientes. Aunque se encarga de comprarnos meriendas para la noche y mejorar el botiquín de Xavi para curar sus raspones. Las Benson cotillean en DUDO para estar al tanto de por dónde van los chismes. En suma: Micaela Lance lleva horas d
Por azares notables de la vida ahora yo estoy más pendiente de DUDO que West.En los momentos en que la cabeza no me da para el estudio hago lo que enfrente de cualquiera negaría: voy del escritorio hasta el closet de Calen. Abro para en acto de desespero oler su ropa. Lo cual me parece muy fuera de lugar pues mamá olía la ropa de papá y eso me suena a que estoy dando por sentado que Calen se irá. Yo quiero que vuelva porque así como mamá a papá, yo extraño Calen. Mucho.Su lejanía de dos semanas me pasa factura como si fuera un mes.Entonces DUDO me envía la notificación que espero y no creo:« ¡Sorpresa a la Sociedad Italina! ¡Calen Sanders ha vuelto!»Repito el post una y otra vez hasta que me muevo y corro fuera del edificio de los pedestales. Detengo a un carrito de golf que no se niega a llevarme. Creo que porque también se dirige a la entrada de la Universidad. Al parecer junto con Sberna mantuvieron en secreto su estado de recuperación, pues según Alana, el hospital en donde l
Alguien me odia y no sé por qué. Comprendí que los atentados a papá fueron producto de un malentendido con su socio cuando me llamaron a media noche a la enfermería. Porque mi auto fue truncado para que me estampase contra algo que resultó ser una moto. Me le fui encima cuando iba a ver a Xavi para que me ayudase con unos deberes dado que Carson anda de novia desde la mañana. Me falló el timón y los frenos: así que perdí la dirección del vehículo y tuve un pequeño pero notable accidente. En consecuencia, Dirección avisó a mis progenitores y cuelgo para dormir una vez los dejo a ambos convencidos de que fue mi error. En la mañana las Benson me recogen y a media tarde preparo mi equipaje para Varsovia. Volamos mañana, cosa que ya me preocupa pues no quiero olvidar nada. Carson por su parte anda con Beck en el campo de tiro y él sigue posponiendo sus ensayos conmigo. Tuan Chi y Xavi se han ido a una cita de DUDO. Más que nada es una iniciativa para animarlo ya que el odio contra él no