Uso de nuevo la bata de arabescos al salir del baño. Luego de habernos adentrado juntos en la ducha: cosa rara, pues si bien hubo coqueteo no llegamos a nada más aparte de, literal; ayudar a bañarnos. E incluso él me lavó el cabello y después fue mi turno de lavarle yo a él. Ahí necesité la ayuda que me dio. Porque eso si tiene André: siempre está ahí, nunca falta, siempre está cerca, pendiente, perfecto. — ¿Eso que decías antes? –sondea meneado su cabeza al llegar a donde estoy.— ¿Mmm? ¿Qué? No recuerdo...Sus brazos alrededor de mi cintura se refuerzan. — ¿Sí? ¿Sabes qué pasa? — ¿Qué? Dime...— Te estás dando cuenta que el amor tuyo, soy yo.— ¿Sí? –rio. — A paso suave...yo no tengo prisa...ya no. Otro beso. — ¿Dormimos? –propone. — No es hora de dormir. — ¿Y qué? Un ratito, nada más.— Bueno...Reviso el móvil pero nadie me ha llamado, aunque sí es hora de la cena cuando me alejo del abrazo de André. Quien duerme tan placido que me da pena despertarle. No obstante, más frí
Alguien sostenía mi cabello como si tirasen de una maza. Era imposible comprender mucho, pues tenía la venda en mis ojos pero de a poco, me jalaban como un proyectil: para lanzarme de nuevo al agua. El cuerpo se me removía como si hubiese tenido un choque con la electrizad y de repente me sacaron la venda. En consecuencia vi ante mí un cubo rectangular lleno de agua. Muy fría. Lo supe cuándo esa misma agua salpicó fuera del recipiente, después de que me cargasen y tirasen dentro de él. Nadé. Me detuvieron; por tanto subí las manos para notar otra que me hundía. Fue horrible y no fue hasta hace poco que entendí. A seis metros estaba Calen. Atado de manos a una silla pero no de pies, con algunos golpes pero comenzaba a despertarse y no le dolían demasiado. Entonces, esa mano que me hundía, flexionó sus dedos para tirar de mi cabello como si arrancase una mala hierba del patio de su casa. Grité. Recuperé el aire en tanto suspiraba una y otra vez mientras iba en busca de aclarar mi visi
Calen gritó que no volvieran a tocarme. De modo que regresé al taburete en frente de él mientras comenzaba a dar contraseñas. Garmendia sonreía; Calen estaba rojo...y algo descontrolado. Entonces, Sberna timbró. Todos vimos en silencio el móvil de Calen con ese contacto: «Sberna» y como yo Garmendia lo notó: habían dos contactos.«Sberna uno» y « Papá otro »— Más te vale que no me estés jugando una treta...— No sé de qué hablas.— ¿Por qué tienes dos contactos de tu padre?— ¿Qué? Garmendia golpeó a Calen hasta hacerlo caer de lado. Pero enseguida lo repuso. — ¿No querías contraseñas? –recordó en tono adusto– Te las iba a darCuando Garmendia vio abajo Calen me dio un giño instantáneo. No entendí nada la verdad más allá de que repentinamente ambos teníamos puntos bono en el altercado. Razoné en lo que notó Calen luego de ese instante: Sberna tenía mucho que ver con todo lo sucedido pero para él ese nombre no sonaba muy familiar. En absoluto; por lo cual me dije que ¿y si Calen n
Carson termina su relato y todos la apapachamos en un abrazo algo sofocante. Estamos consternados pero Alana rompe el hielo del pasmo al anunciar su retirada. Carson le agradece a través de sus ojos y mi hermana sostiene sus mejillas para darle un beso en la frente.— Chicas –nos dice al resto–, cuiden de ellos, y manténgame informadas de cualquier avance. Mañana intentaré darles el nombre del hospital a donde llevaron a Calen.No lo dudo. Si alguna capacidad tiene Alana esa es la de conseguir todo tipo de información sin gastar muchos recursos. Tan solo dándole usos a los acertados dentro de su alta gama de contactos. Ella, sin mucha ambición y con mayor libertad, era la Grace de su tiempo.Luego de Alana se retira T-Chi con eso de que tiene tareas pendientes. Aunque se encarga de comprarnos meriendas para la noche y mejorar el botiquín de Xavi para curar sus raspones. Las Benson cotillean en DUDO para estar al tanto de por dónde van los chismes. En suma: Micaela Lance lleva horas d
Por azares notables de la vida ahora yo estoy más pendiente de DUDO que West.En los momentos en que la cabeza no me da para el estudio hago lo que enfrente de cualquiera negaría: voy del escritorio hasta el closet de Calen. Abro para en acto de desespero oler su ropa. Lo cual me parece muy fuera de lugar pues mamá olía la ropa de papá y eso me suena a que estoy dando por sentado que Calen se irá. Yo quiero que vuelva porque así como mamá a papá, yo extraño Calen. Mucho.Su lejanía de dos semanas me pasa factura como si fuera un mes.Entonces DUDO me envía la notificación que espero y no creo:« ¡Sorpresa a la Sociedad Italina! ¡Calen Sanders ha vuelto!»Repito el post una y otra vez hasta que me muevo y corro fuera del edificio de los pedestales. Detengo a un carrito de golf que no se niega a llevarme. Creo que porque también se dirige a la entrada de la Universidad. Al parecer junto con Sberna mantuvieron en secreto su estado de recuperación, pues según Alana, el hospital en donde l
Alguien me odia y no sé por qué. Comprendí que los atentados a papá fueron producto de un malentendido con su socio cuando me llamaron a media noche a la enfermería. Porque mi auto fue truncado para que me estampase contra algo que resultó ser una moto. Me le fui encima cuando iba a ver a Xavi para que me ayudase con unos deberes dado que Carson anda de novia desde la mañana. Me falló el timón y los frenos: así que perdí la dirección del vehículo y tuve un pequeño pero notable accidente. En consecuencia, Dirección avisó a mis progenitores y cuelgo para dormir una vez los dejo a ambos convencidos de que fue mi error. En la mañana las Benson me recogen y a media tarde preparo mi equipaje para Varsovia. Volamos mañana, cosa que ya me preocupa pues no quiero olvidar nada. Carson por su parte anda con Beck en el campo de tiro y él sigue posponiendo sus ensayos conmigo. Tuan Chi y Xavi se han ido a una cita de DUDO. Más que nada es una iniciativa para animarlo ya que el odio contra él no
— Everybody go to Varsovia! –grita Alana West sosteniendo un megáfono a la puerta de nuestro dormitorio.Por ende el estruendo de su voz nos despierta a las tres y vemos a Xavi hacerle compañía. Él nos anima a levantarnos; Alana corre a ver a su hermana. La cual tiene sus heridas ya atendidas pero anda algo paranoica, de manera que este viaje es lo mejor: para dejar a Italo atrás y con ello a esa persona que la molesta.— ¿Por qué dormían?— West puso una alarma –le cuento a Xavi.— En realidad lo olvidé...— Por eso vine a despertarlas: ¡arriba!Junto a dos mil estudiantes nos arrimamos al Centro. Alana se va junto a Vino y otros diez profesores que suman veinte entre colaboradores y los asistentes de KIMKA. Misma chica que lleva más de una docena de maletas como si fuera lo más normal. Ella da órdenes de que las cuiden porque llevan material delicado, en tanto Alana empieza a formar una hilera de estudiantes. Otros la siguen, para tenernos en fila, y así comenzar el pase de lista.—
Alana está decidida a darlo todo por Theo frente a papá. En círculos como estamos, ella saca la cuchara de su pote de helado y puntea con ella para decirnos:— Le voy a decir: lo amo. No me voy a casar nunca con nadie por conveniencia Tanto Xavi, como T-Chi y yo la vemos con aprobación. — Si esperas eso de mí; pues es tiempo para que lo olvides. No pasará papáAplaudimos dándole alabanzas por su decisión.— ¿Hermana y él sabe de esto?— No. Técnicamente no pero le dije: Varsovia es especial: hace revivir los romanticismos.Ella da una mueca extraña, seña de que se lo inventó. Xavi retiene un grito con el ánimo que le da este tipo de chismes. — ¡Lo sabe! Si sabe leer entre líneas ¿cierto?— Of curse –aporta T-Chi una vez le traduzco.— Claro...quiero darle algo oriundo de aquí — ¿Un regalo? –cotilleo. — Es una especie de promesa: yo le dije una vez: el día que te regale algo en Varsovia; tú y yo no volveremos a escondernos. Pero en el último viaje que dimos, en mi último año...no