— Everybody go to Varsovia! –grita Alana West sosteniendo un megáfono a la puerta de nuestro dormitorio.Por ende el estruendo de su voz nos despierta a las tres y vemos a Xavi hacerle compañía. Él nos anima a levantarnos; Alana corre a ver a su hermana. La cual tiene sus heridas ya atendidas pero anda algo paranoica, de manera que este viaje es lo mejor: para dejar a Italo atrás y con ello a esa persona que la molesta.— ¿Por qué dormían?— West puso una alarma –le cuento a Xavi.— En realidad lo olvidé...— Por eso vine a despertarlas: ¡arriba!Junto a dos mil estudiantes nos arrimamos al Centro. Alana se va junto a Vino y otros diez profesores que suman veinte entre colaboradores y los asistentes de KIMKA. Misma chica que lleva más de una docena de maletas como si fuera lo más normal. Ella da órdenes de que las cuiden porque llevan material delicado, en tanto Alana empieza a formar una hilera de estudiantes. Otros la siguen, para tenernos en fila, y así comenzar el pase de lista.—
Alana está decidida a darlo todo por Theo frente a papá. En círculos como estamos, ella saca la cuchara de su pote de helado y puntea con ella para decirnos:— Le voy a decir: lo amo. No me voy a casar nunca con nadie por conveniencia Tanto Xavi, como T-Chi y yo la vemos con aprobación. — Si esperas eso de mí; pues es tiempo para que lo olvides. No pasará papáAplaudimos dándole alabanzas por su decisión.— ¿Hermana y él sabe de esto?— No. Técnicamente no pero le dije: Varsovia es especial: hace revivir los romanticismos.Ella da una mueca extraña, seña de que se lo inventó. Xavi retiene un grito con el ánimo que le da este tipo de chismes. — ¡Lo sabe! Si sabe leer entre líneas ¿cierto?— Of curse –aporta T-Chi una vez le traduzco.— Claro...quiero darle algo oriundo de aquí — ¿Un regalo? –cotilleo. — Es una especie de promesa: yo le dije una vez: el día que te regale algo en Varsovia; tú y yo no volveremos a escondernos. Pero en el último viaje que dimos, en mi último año...no
El último día en Varsovia cambiaron los planes. A causa de ser tantos y tan comprometidos estudiantes, acabamos con antelación los trabajaos de las casitas. Por ende Alana consiguió que los colaboradores aceptasen llevarnos a esquiar. Tiempo en el cual también aprovechó para escabullirse con Theo. Dio su regalo y nosotros como los cupidos execraos que fuimos los espiamos. Agazapados detrás de una puerta que entreabrimos.Mientras, Jalin Benson captura el momento. Con su cámara. Algo que supimos hace muy poco, es que le apasiona la fotografía. Nuestro hermoso profesor ve con recelo el trabajo artesanal. Para entonces mirar a la mayor de las West y verla reteniéndose las ganas de hacer algo más. — ¿Esto significa...qué todavía estoy a tiempo de pararme ante tu padre con mi título de profesor universitario y decirle: yo amo a su hija con locura? — Mejor aún; nos paramos los dos. De la mano.Al tiempo en que Vino rodea a Alana sin soltar su regalo, para arrojar sus labios sobre los de
La sutura me duele un poco y más cuando me salto mis reposos. Como ahora. Que evalúo el panorama nocturno mientras recorro el Campus en donde todos duermen. Sucede que la herida en las noches molesta y el cuerpo me pide aire natural. Así que ando el camino hasta el lago para darme de buces visuales con la silueta de Beck. — Hola...–saludo, pues no tengo intenciones de darme la media vuela. — Hola. Su respuesta es por educación. Ya que nada más verme, regresa la vista al lago. Permanece callado y casi tan distante como las estrellas. Tomo lugar en donde mis pies se han detenido, sentándome junto a él, por tomarlo como compañero de trasnoche. — ¿Todo bien? –me intereso. Él niega. — Si hay algo en lo que— No, no lo hay –me acalla– No creo que te vayas a retirar ¿o sí? — No. Este lago no es propiedad privada. — Que noche tan excéntrica y llena de negativas...— ¿Negativas? –repito sin comprender. — Olvídalo, me hablaba a mí mismo. — Quizá ello te ayude a conciliar el sueño –s
Actualmente en cada dormitorio, grupos de amigos como nosotros elijen sus pinturas para la fiesta Happy New Neón. La cual es toda una locura de máscaras, sexo y alcohol.— ¡Hermana que sí voy a ir en tanga! –replica Jalin.— Te he dicho que no, y ya basta con la cantaleta que me harás confundirme y arruinaré el maquillaje de Lia.Hace dos horas que pelean sin parar. Bueno, unos cinco o seis minutos pero a mí me ha durado por más. A consecuencia, ahora comprendo porqué Orquídea pidió cambio de dormitorio: para controlar a su hermana menor.La fiesta Neón no es en biquinis pero sí se va muy cortos de tela para exhibir los trazos de pinturas sobre los cuerpos. La mayoría de las chicas van en tanga, cosa que quiere Jalin pero la otra gran mayoría va en short, cosa que quiere Quidi.— Te he dicho que no; Jalin, deja de hacerle muecas a Lia.— Quidi yo iré en tanga, deja que Jalin también...— No.— ¡Qué renuente eres!, ya casi preces una vieja...— Me da igual lo que digas, sigo sin dejart
La fiesta no está mal pero me aburro haciéndole compañía a Orquídea Benson.Ella junto con estudiantes de la Molina, habla o coquetea. Jalin se nos escapó hace un rato y me di cuenta pero hice como que no. Ahora solo oigo a la única chica aparte de nosotras que está en el grupo. Sin embargo, el cotilleo no me interesa en absoluto.— Entonces tú eres la novia de Beck Becker— No, ya no –comento por educación aunque el tono cansino es palpable–, hemos roto— Wao que mal...pero ¿también estuviste con Calen Sanders?— Así es.— Como te envidio, joder— Lo sé.Ella ríe porque no esperaba esa respuesta.— Quidi –la llamo por el hombro; ella voltea–, iré a dar una vuelta.— Dale bien. Ten el móvil cerca. Y si ves a mi hermana tráemela aquí por una oreja— Claro...Camino hasta llegar sin previa elección pero a consecuencia de mis pasos, cerca de una piscina. Y al ver la similitud con un estanque limpio, recuerdo que Beck en algún momento me dijo que podría nadar en esta pisciana: porque el m
Tomo sitio al bode de la piscina para mojar mis pies y alejar el recuerdo. Sin embargo, él aparece. Calen. — Ese mini vestido es toda una tentación — Y aún más cuándo no hay absolutamente nada debajo. — ¡¿Cómo?! –se escandaliza. Porque no esperaba esa respuesta. — Andas muy afiladita esta noche; ya me he enterado que el novio la dejó. Pobre...— No molestes, Calen. Vete. — ¿Recuerdas? La última vez que me dijiste "vete", acabaste desando que te follara. Aunque en ese entonces yo no quería romper una relación, tan solo buscaba que se comprendieran algunos aspectos fundamentales de ella.— Que caritativo...pues ya lograste que Beck terminara de nuevo con alguien importante para él. Que sepas que esa envidia que le tienes es una porquería. — ¿Envidia? –bufa– Eso creé él. — Sé todo lo de Mackenzie, lo que me ocultaste y lo que hiciste con KIMKA. — Por favor sé más específica, mira que llevo meses esperando para saber que piensa Becker sobre esos asuntos.— ¿Sabías que me iba a c
André a media pista me toquetea de forma indecente.Y ¡joder! como me gusta; tanto, que el coño me late de ganas porque sea otra parte suya la que irrumpa en mí. Como él lo sabe, no detiene el baile, ni su tacto abandona mi piel.— ¿Dónde está Amber? –cuestiono.Dejo caer mi cráneo en su pecho y el movimiento de caderas no cesa.— Encabronada...–dice a mí oído.Y mantiene la pose en donde con la espalda toco su pectoral.— ¿Por qué?— Por tú causa. Siempre eres tú la que nos separa...— No yo no soy; eres tú que me amas y no puedes ocultarlo...— Va a ser que sí –acepta.Sonrío por ello con suficiencia.Entonces, a la par de muchos, o casi todos, nuestro baile se detiene. Como si una corte militar fuese a desfilar, quedamos fijos en nuestros sitios mientras la pista entera se baña de verde. O mejor dicho, del Duende.Cada pantalla en lo alto le pertenece al momento que, estudiante por estudiante, voltea a un lado pregustando qué rayos está pasando. Al contrario nuestro, los Directivos