23. ESPOSO

Hugo se detuvo en seco al escuchar la voz de Trinidad y giró para verla. Estaba sentada con su hermoso cabello cayendo por el lado de su cara que le cubría parte de ella. Se acercó y con cuidado trató de acomodarlo, viendo como ella se alejaba asustada. Dejó su mano en el aire y cuando la vio regresar a dónde estaba dijo.

—Solo quiero mirar tus ojos, tus cabellos te lo cubren, los pondré detrás de tu oreja —y sin esperar su respuesta lo hizo.

—Hugo, debemos hablar

Volvió a decir esa frase Trinidad que ya a él le estaba pareciendo odiosa. De seguro iba a tratar de volver a escapar del matrimonio. Lo cual no iba a permitir, Trinidad Muñóz se le había regalado aquel día en que le pidió ser su esposa. No la había buscado, ella sola había venido a él, y no la iba a dejar escapar sin importar todas las imperfecciones que tuviera. Ella era su esposa y lo seguiría siendo el resto de su vida.

—Tienes razón, ya Viví regresa hoy —comenzó a hablar de otra cosa para no dejarla decir lo que querí
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP