Capítulo 5

Yo volteé a verlo, Milan cruzó una rápida mirada conmigo, sonrió y después se acercó a mi madre para tomar asiento a su lado, frente a la familia Woodwryn.

—Nada de importancia, le di una paliza a unos cobardes —dice observando fijamente a Bastian, retándolo con la mirada.

—Más bien parece todo lo contrario, creo que es a ti a quien le dieron una verdadera paliza —sonríe Bastian.

Milan guardó silencio, lo conocía tan bien, que sabía la razón por la cual no iniciaba una nueva pelea, no quería ocasionarle ningún enojo a mi madre en su estado.

—Bueno, calmemos el ambiente, lo que les diremos los pondrá de buen humor —mi madre observa la hora en el reloj— solo falta...

—¡He llegado! —Saskia entra muy sonriente— lamento la tardanza, pero me pasé por el cine y no saben de lo que me enteré.

Me puse en alerta al igual que Bastian y que Milan, ya que los tres volteamos a verla como resortes, aunque a ella no le importó mucho, ya que con una enorme sonrisa tomó asiento al lado de Milan.

—¿Qué sucedió en el cine? —pregunta mi madre muy angustiada— espero que no se trate de un accidente.

—Oh, no señora, más bien fue una pelea de niñatos —Saskia soltó una carcajada muy típica de ella— verán, al parecer dos chicos se pelearon a golpes por el amor de una chica, ¿pueden creerlo?.

Yo me sentí incómoda, Saskia estaba muy pegada a Charlotte, y ella se debió haber enterado por alguien que vio todo, lo que significa que a esta hora ya toda la universidad debía estar enterada.

—¿Y se sabe quiénes son los chicos? —pregunta el padre de Bastian con voz severa, y aventándole una mirada de sentencia a Bastian.

—De eso no me enteré, pero deben de ser unos bobos e inmaduros, ya que...¿de qué sirve pelearse a golpes por la chica?, si la realidad es que ambos saben a quién de los dos ella ama —Saskia me miró con un brillo en los ojos— ¿o tú qué piensas Crys?.

Todos colocaron sus miradas en mí, cosa que me revolvió el estómago, todos excepto Bastian, quien no quiso voltear a verme desde que tomó asiento junto con su familia.

—Pienso que es mejor dejar ese tema que no nos importa, y concentrarnos en lo que nos tienen que decir nuestros padres —puse los ojos en blanco.

—Está bien, pero... —Saskia volteó a ver a Milan burlonamente— Oh, Milan, no te había visto bien, tienes un moretón en el ojo, te ves muy mal, ¿no me digas qué tu eres uno de los chicos que se peleó en el cine?.

—¿Qué? —saltó mi madre sorprendida.

—No sé de qué hablas, yo no me peleé en el cine —Milan le aprieta una mejilla a Saskia en forma cariñosa, lo que me hace sonreír un poco— pero lo que si sé, es que tienes una gran boca.

—Bueno, ya dejemos esos temas para después —mencionó mi madre— les tenemos una súper noticia que les va a alegrar la noche.

—¿De qué trata? —Bastian enarca una ceja.

—Pasaremos la navidad juntos, aquí, los Woodwryn han decidido que pasaremos juntos las últimas fechas festivas del año —dice mi madre toda entusiasmada.

—No puede ser —susurro.

—Pero eso no es lo mejor, al día siguiente, después de la noche buena, todos nos iremos a acampar hasta llegar a nuestro destino —habla la señora Woodwryn.

—¿Y cuál es ese destino? —le pregunta Saskia.

—Esa es una sorpresa queridos —mi madre nos guiña el ojo— sean pacientes.

Bastian seguía sin verme, de hecho estaba serio, Milan suspiró en modo molesto, mientras que Saskia parecía muy divertida con esta situación. Por mi parte iba a ser complicado, malo, desafortunado y todo lo que le venga peor, pasar unos días con Milan y con Bastian, era una completa locura, iban a ser unas vacaciones muy largas, contando que yo no quería saber nada de él.

—¿No dirán algo muchachos? —nos preguntó el padre de Bastian.

—Serán unas vacaciones muy interesantes —dice Saskia mostrándose misteriosa.

—Yo me reservo todo, si va Crys, iré —dice Milan sin voltear a verme.

—¿Y tu Crys, que dices? —me pregunta la señora Woodwryn fijamente.

—Yo... —tenía un bloqueo mental— yo...

—No voy —la voz de Bastian retumba por toda la estancia como un eco infernal.

—¿Qué dices? —su padre lo mira con desapruebo.

—Dije que yo no voy, tengo mucha tarea y trabajos, contando las prácticas de fútbol —Bastian explica poniéndose de pie— si me disculpan, me retiro, ha sido un día muy largo y el cansancio me mata.

Bastian se dirige a la salida pasando a mi lado, su olor era algo que me gustaba cuando era su novia, pero las cosas habían acabado, debía concentrarme en Milan, y al no ir Bastian, me facilitaría las cosas, tendría unos días a solas con él para que me gustara y verlo como hombre, en especial, comenzar a tratarlo como lo que es, mi novio.

—Espera un segundo hijo —lo detiene su madre— ¿por qué tienes los nudillos de las manos rojas?.

—No tengo idea, supongo que debe ser alguna alergia o algo por el estilo —Bastian encoge los hombros.

—Es una lástima, yo quería que pasáramos un fin entero todos juntos, como la gran familia que somos —mi madre hace pucheros.

—Me disculpo señora Bellowk, tal vez en otra ocasión —Bastian le sonríe a mi madre.

—Si, tal vez —dice mi madre en un tono apagado y mirando a la señora Woodwryn con tristeza.

Bastian se retira y detrás de él sale corriendo la pequeña Lauren.

—No se preocupen, estoy segura de que mi Bastian irá —me sonríe la señora Woodwryn y no sé porqué.

—Si que se va a poner bueno —dice Saskia sarcásticamente— si me disculpan, yo igual me retiro, estoy algo cansada, que pasen buena noche, por cierto Milan, deberías ponerte algo en ese ojo, para bajar un poco lo hinchado.

—Ya vete —le dice Milan con una media sonrisa.

Saskia se retira y yo solo puedo pensar en todo lo mal que me he comportado con Milan, lo conocía desde siempre, y yo lo traicionaba todo el tiempo. Milan se despide de todos y pasa de mí como si yo no existiera.

—También me voy —me despido y corro detrás de Milan.

Cuando llego a su habitación intento abrir pero tiene pasador por dentro, por lo que me veo en la penosa necesidad de tocar.

—Milan, abre por favor —digo tocando varias veces.

—Vete Crys —me dice sin abrir la puerta— no quiero hablar contigo.

—Por favor —le suplico— por favor, déjame entrar.

Milan ya no me respondió, solo abrió y se volvió a recostar en su cama.

—¿Podemos hablar? —le pregunto con cautela.

—No hay nada de que hablar Crys.

—Si, hay mucho de que hablar.

Milan cerró los ojos y tragó saliva, lo conocía tan bien, estaba pensando en algo.

—No lo sé Crys...yo no sé que pasa contigo.

—¿Conmigo?.

—Si, escucha, yo sé, todos sabemos que sigues enamorada de Woodwryn, y aún sabiéndolo me arriesgué todo este tiempo a pedirte que seas mi novia —Milan abrió los ojos de golpe— solo te pedía una oportunidad para que dejaras que yo te enamorara, pero nunca lo permites, sigues aferrada a Woodwryn, ni siquiera has querido hacer el amor conmigo nuevamente.

Milan tenía razón en todo, yo no dejaba a Bastian en el pasado, y si realmente quería ser feliz y estar bien con Milan, debía hacer un esfuerzo.

—Lo sé —susurro— y lo lamento, yo solo quiero que estemos bien.

Milan me observó detenidamente, luego me sonrió y con una mano me indicó que me sentara a su lado.

—Crys —suspira— es increíble el poder que tienes sobre mí, no puedo enfadarme contigo, yo fui el primero en presenciar muchas de tus cosas, desde tu primera bicicleta, hasta tu primer reporte escolar.

—Dame una nueva oportunidad, quiero enamorarme de ti, verte como un hombre y no como un hermano —tomo su mano— inténtemoslo.

Milan me vio con ternura y después sonrió.

—Con una sola condición —me dice en tono neutro.

—Lo que sea.

—Quiero que me cuentes que pasó exactamente entre tú y Woodwryn en el cine.

Yo guardé silencio unos segundos, si quería que las cosas funcionaran entre Milan y yo, tendría que comenzar a ser honesta, tal y como lo era siempre con él.

—Nos besamos —dije por fin— yo iba por la soda cuando él me jaló y me adentró a una sala vacía, y ahí fue cuando me beso.

—Tu...¿correspondiste a su beso? —me pregunta y puedo notar un aire de dolor en sus palabras.

—Al principio si, pero después no pude —lo miro fijamente— por ti.

—¡Carajo, Crys! —Milan se incorpora nuevamente y se pasa una mano por su cabello— ¿te das cuenta de lo que acabas de hacer, y de lo que hiciste?.

—En verdad lo siento.

—¿Qué fue lo que te dijo al oído en el cine? —me preguntó Milan con aire dolido.

—Dijo... —agarré valor para decirle todo— que yo era una de sus chicas, que con ese beso comprobó que me tiene en sus manos.

—Hijo de... —Milan comenzó a caminar de un lado para otro.

—Si te cuento todo esto es porque no quiero secretos entre tú y yo, quiero que las cosas vuelvan a ser como antes —le digo por fin.

—¿Cómo antes? —Milan frunce el ceño— ¿me estás diciendo qué quieres que volvamos a ser amigos?.

—No, lo que quiero decir es que quiero enamorarme de ti, que ya no quiero saber nada de Bastian, yo quiero amarte —le digo mordiéndome el labio inferior— ¿lo intentamos una vez más?.

—Crys —suspira y se sienta a mi lado— yo nunca dejaré de intentarlo, eres tu, la que debe intentar por primera vez en la vida.

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