Bastian me jala haciendo que cayera en la cama y se coloca encima de mí, con sus manos aprieta cada una de mis muñecas impidiéndome movilidad de ambas manos.
—Crystalle —me susurra al oído— te destruiré.
—No si yo te destruyo antes, Woodwryn.
—Ah, sí... se me olvidaba que soy una tortura, eh, soy muy tedioso —me vuelve a decir pero en el otro oído, rozando su boca con mi cuello— te enseñaré lo que es algo tedioso, niña.
Bastian se baja y se dirige a la puerta para salir, mientras yo me siento furiosa, pero con los sentimientos a flor de piel por Bastian.
La delgada línea entre amar y odiar a alguien, a veces puede ser un poco estrecha, aún no podía creer queBastianse atreviera a traer a mi casa aReachelsabiendo todo lo que ha pasado y todo lo que me ha hecho, pero la realidad de las cosas es que ya estaba harta de sus juegos, poco a poco él convertía mi amor en odio. Cuando me gritó argumentando que dejara en paz a su chica, ella sonrió de oreja a oreja, y pude ver su cara de satisfacción, en efecto, ella había ganado.—¿Sucede algo, por qué tardan tanto? —preguntaMilan, quien al ver aBastiancambia totalmente la expresión de su rostro.—HolaMilan, te dije que tu novia estaría en buenas manos —diceBastiansonriendo y
Milanse disculpa con todos y se marcha conBrandon, yo me tomo otro caballito y comienzo a sentirme relajada y risueña.—¡Pues que siga la fiesta! —habla la madre deBastian.El señorWoodwrynsube el volumen de la música, y comienzan a platicar mientras la pequeñaLaurense comienza a acomodar en uno de los sillones de la sala para dormir. Yo volteo a ver aSaskia, se ríe como una boba al leer algo en su celular.—¿Con quién temensajeas? —le pregunto con curiosidad.—Con un chico con el que estoy saliendo —responde feliz.—Me alegro por ti &
—¿Seremos cómplices por siempre?.—Crys, por supuesto que si, yo siempre te protegeré.—Eso espero, porque realmente me mataría perderte —le doy un abrazo.—Jamás me perderás, mientras nuestros destinos sigan enlazados, ningún problema podrá mantener esto alejado.Aquellas palabras las recordaría siempre como un tatuaje en la piel, esos ojos negros, y aquella sonrisa pícara solo podían pertenecer a una sola persona, aSaskia, quien al vernos con los ojos abiertos, caí en cuenta de lo que estaba pasando, yo le estaba siendo infiel aMilan,Bastiansalió demí, se dio la media vuelta y
Las voces, inconexas y alteradas de todos me daban vuelta, resonaban por mi cabeza como un remolino de sensaciones difíciles de explicar y contradictorias. Aquel disparo que aventóMilaniba directo aBastian, pero sin pensarlo yo me interpuse para que aquella bala no lo tocara, me dolía el hombro como si millones de pequeños piquetes de abejas, se introdujeran en mi piel a la fuerza, me sentía como si un gigante me hubiera aplastado con una roca, ¿esto era real?, ¿de verdadMilantenía la intención de matar aBastian?, esto iba más allá de una simple riña de amoríos juveniles, él estaba pisando ligas mayores, aquel dolor en mi hombro, aquella enorme incomodidad al ver a los dos chicos que más he querido en el mundo, no era nada comparada con el dolor infernal de mi pecho, ¿por quéMilan
Bastiansoltó una pequeña risa, y yo no pude evitar sonreír ante la idea de lo que hacía, y recordé lo que me había mencionadoSaskia, lo hacía pormí, tomé casi por una fuerza interiordescontrolablesu mano, y le di un ligero apretón,Bastianentrelazó sus dedos con los míos y me sentí contenta de estar tomada de la mano de mi gran amor. ¿Cómo puede pasar de estar segura de quererenamorarmedeMilan, y ahora estaba decidida a luchar por lo que yo quería?.Creo que en el fondo estaba cansada de fingir, tal vez si hablara conBastian, podríamos arreglar las cosas.El doctor que me atendió era muy amable y cuidadoso en su trabajo, tanto que al final de la curación, me regaló una paleta. Yo p
La velocidad en la que latía mi corazón después de haber roto ese lazo que tenía conBastian, se había esfumado para siempre al toparme conChuckHerboll, hijo del director de la universidad, y enemigo deBastian, pero supongo que eso ya no importaba, ya que no eramos nada.—Vaya, encontrarte tan guapa juega a mi favor —concedióChuck.La experiencia que ya tenía tratando con imbéciles como él, me decía que me alejara rápidamente, siempre era lo mismo durante las conversaciones imprudentes y sin sentido conChuck, él siempre revelaba sus intenciones con tan solo mirarlo, aunque muchas de esas pasaban desapercibidas incluso para él.—Bueno —pon
Aquella sensación extraña volvía a hacer presencia enmímás profundo ser, el mensaje era deTony, tenía mucho tiempo que no sabía nada de él, lo último que supe fue que cambió sus planes, se fue aLondresa estudiar unos meses idiomas, o al menos eso era lo que me había comentado en uno de sus tantos mensajes que me mandaba al inicio de su partida,Bastianhabía terminado por siempre conmigo, estábamos en guerra, ya no eramos nada, ya no tenía que atarnos ningún sentimiento, toda esperanza de algún día poder regresar, se había esfumado, perdiéndose en el viaje del viento.Y por otra parteMilan, mi novio, el que se suponía sería mi mejor amigo toda la vida, se marchó, me terminó, y con jus
Bastiantenía una meta fija, sabía lo que quería que pasara esa noche, todo estaba planeado en su mente, cada detalle había sido estudiado minuciosamente, y de pronto se le vino a la mente aquella conversación que tuvo con su amigo, ese que de vez en cuando se convertía en la sombra de todos en la escuela, pero en especial en su sombra.—¿Estás seguro de que quieres hacer eso? —le pregunta su amigo inseguro de la decisión que estaba a punto de tomar, después de todo lo respetaba pero no estaba de acuerdo con muchas cosas que él hacía.—Sí, estoy completamente seguro de lo que quiero hacer.—Sabes perfectamente que te apoyo, y quiero que seas consiente de las consecuen