Bastian me devolvió la sonrisa y me tomó de la mano mientras nos acercábamos a Chuck, quien de inmediato apagó su cigarro.
—Te encargo a Crys, no dejes que esos idiotas se acerquen a ella —Bastian lo mira fijamente.
—Despreocúpate, nada pasará mientras esté con ella —le asegura Chuck— es mejor darnos prisa antes de que mi viejo se moleste.
Me despedí una vez más de Bastian y me alejé con Chuck a la oficina del director, se veía algo despreocupado y molesto a la vez.
— ¿Te sucede algo? —le pregunto antes de llegar.
—Nada importante Crys, solo no te alejes
No puedo evitar ver lo guapo que se veía Bastian con aquel traje de gala, por lo que nos contó Chuck, aquel evento era no solo para ver inversiones o tratar asuntos de las Universidades, también era para conocer a las chicas de la sociedad con dinero, Bastian no era rico como lo era mi madre o Milan, a nosotros nos consideraban en el pueblo como los nuevos ricos, pero para no hacer menos y quedar mal con la gente, el padre de Chuck propuso invitar a los demás miembros del consejo estudiantil, y eso incluía a Bastian, quien su familia tenía un nivel económico muy bueno pero no los suficientemente rico, lo positivo del asunto era que todos lo respetaban.— ¿Por qué me ves tanto? —me pregunta con su típica media sonrisa.—Veo lo que es mío, &ique
La sangre me hervía del coraje, no podía creer lo que estaba pasando, esa chica estaba besando a Bastian, pero él de inmediato la alejó y casi la empuja sin querer, lo bueno era que casi nadie vio lo sucedido, y enseguida llegaron los hermanos Ferrer, Martin en especial se veía molesto ya que al parecer la chica estaba borracha.— ¡Carajo! —Suelta Bastian limpiándose el beso con la manga del saco— deberían controlar más a su prima.— ¡Bastian, te amo y sé que estás aquí por mí! —Grita la chica tambaleándose— eres mi novio, ¡escuchen!, Escuchen todos, Bastian y yo somos novios.—Te equivocas, mi novia es ella —Bastian me toma de la
Es viernes, y hoy era el inicio del fin de semana que estaba esperando al lado de mis amigos y de Bastian, después de ver aquel video que por un momento nos destrozó a Saskia y a mí, fuimos a ver a los chicos para que nos explicaran las cosas, nos debían una mucho, aún recordaba lo que pasó esa noche como si hubiera pasado hace cinco minutos atrás.—¿Adónde vas? —le pregunto a Saskia mientras veo como se quita el pijama y comienza a vestirse.—Voy al antro, Erick me va a explicar esto y después lo terminaré.—No te alteres, recuerda que estás embarazada y...—Crys, tu deberías hacer lo mismo, Bastian también
El sol estaba en lo alto regalando sus cálidos rayos de luz, ella no lo dejaba de ver, era imposible no admirar tanta belleza humana en aquel chico que le había robado el corazón, pero solo podía permitirse verlo de lejos, las reglas que establecieron las porristas, chicas de alto nivel tanto económico como social, eran simples; no tocarlo a menos de que él lo permita y así lo quiera, nunca desear ser su novia, Bastian Woodwryn no tenía novia, era famoso por andar con una y con otra, aunque muchos decían que después de la dolorosa separación de la única chica que consideró su novia, se volvió frío y distante, de hecho muchas chicas albergaban la esperanza de llegar a cambiarlo o conquistarlo. Querían que volviera a creer en el amor, pero era complicado, Bastian ya no tomaba a nadir en serio.
La luz de la luna se filtraba en aquella habitación oscura, dando como resultado una vigilancia celestial, era espectadora de aquel romance extraño y teñido de odio, rencor y mentiras.—Quiero hacerlo, aquí, ahora —dijo agitadamente aquella chica rubia.Él se quedó inmóvil, observándola, cada gesto, cada movimiento que hiciera quedaría grabado en su mente, por primera vez en su vida, él podía observar como su pecho se movía ligeramente con su respiración agitada, en efecto, estaba ida. Se acercó a ella y le quitó aquella bata de seda que cubría su cuerpo, el simple hecho de deslizar despacio la tela por sus brazos, lo embriagó, era una chica muy hermosa. Sus párpados se cerraron y aspiró su olor.—Hueles deliciosamente —él murmuró con un suspiro.Ella sonrió de oreja a oreja, le gustaba que todos los hombres le pusieran atención, ella tenía que ser la única para quien eligiera, nadie era mejor que ella, o al menos eso pensaba.—Es vainilla, con algo mez
—¡Crys!.Aquel grito deBastianme erizaba la piel, no pude evitar recordar su rostro lleno de furia, lleno de odio y confusión, apretando los puños al ver comoMilany yo nos besábamos.Intenté hablar, articular alguna palabra, había tanto que quería decirle, reclamarle, mentalmente lo culpé por lo que estaba pasando conMilan, con mi vida, esos breves momentos en los que nuestras miradas se cruzaron, fueron suficientes para saber que entre él y yo las cosas jamás volverían a ser las mismas, ambos estábamos rotos, ya no podíamos hacer nada. Incluso temí que iniciara una pelea conMilan, pero no fue así, solo se dio la media vuelta y siguió su camino, cuando lo observé, poco a poco sentía como si mi vida se fuera con él.—Estarás bienCrys—puedo escuchar la voz deMilan, que aunque sé que está a mi lado, lo escucho lejano— has tomado la mejor decisión, ahora yo me encargaré de amarte, respetar
—¿Estás seguro de la decisión que has tomado? —le preguntóErick, quien estaba recostado en la cama bebiendo una cerveza.—Estoy seguro —contestóBastianobservando por la ventana, en dirección a la casa deCrys— es lo mejor que puedo hacer.—Pues yo creo que ambos deberían dejarse de bobadas y regresar, las razones no importan si hay amor de verdad —Erickse escuchaba relajado pero con unligerotoque de preocupación.—¿Acaso estás escuchando lo que dices? —Bastianfrunció el ceño— se acostó conMilan, ese estúpido que se hizo pasar como su mejor amigo gay.
El leve viento provocaba que los árboles del bosque, incluyendo el gran árbol de cerezos, bailaran una melodía silenciosa que solo la naturaleza era capaz de escuchar, observaba como incluso algunas hojas caían, estábamos en invierno, pero aquí no había rastros de nieve, las vacaciones aún no llegaban a su fin y solo tenía en mente a alguien, aBastianWoodwryn, cada vez que mi mente acudía a todos los momentos que había vivido con él, sentía una fuerte opresión en mi pecho, me daba rabia, sentía dolor, angustia, y más de una vez tuve unas ganas inmensas de querer volver atrás, cambiar muchas cosas, y que todo fuera como antes, pero no era así,Bastiany yo jamás estaríamos juntos de nuevo, yo no podía perdonar lo que me hizo, y estaba segura de que él nunca me perdon