Hoy es lunes y el inicio de un nuevo día escolar, después de lo que sucedió en el hospital mis amigos no se despegan ni un solo minuto de mí, en especial Bastian y Milan, podía decir con seguridad que prácticamente Bastian vivía en mi casa, por otro lado mi madre sigue buscando nombres para la bebé, cuando nos dieron de alta y la cargué por primera vez, supe que siempre la protegería, no importaba que o de quien, siempre estaría para mi hermanita menor, ella había sacado los ojos de Brandon pero el carácter fuerte de las Bellowk, no era muy llorona, de hecho era muy tranquila y cuando Bastian la cargó por primera vez, mi hermanita se carcajeó, estaba segura que cuando creciera sería una coqueta empedernida como lo era yo en el fondo.
Cuando bajo para desayunar me encuentro con
Aquel chico Alto, tez clara, ojos café oscuro y de sonrisa encantadora olía a menta fresca, mezclada con una loción que no supe descifrar, me puse de pie y pude darme cuenta de que venía acompañado con otro chico igual de alto, tez clara pero de ojos grises y usaba lentes, se veía serio y muy intelectual aparte de guapo.—Debes tener más cuidado, no es seguro andar corriendo por los pasillos para evitar este tipo de accidentes —me dice el chico que me detuvo.—Lo lamento, estaba buscando a alguien, si me disculpan me voy —sonrío y me doy la media vuelta.— ¡Espera! —Me grita aquel chico y doy la media vuelta — ¿cómo te llamas?
Cuando escuché la voz de Bastian no pude evitar sentirme tranquila, sabía que todo estaría bien al menos para mí, pero también pude ver el rostro de los hermanos Ferrer, el mayor se puso un poco rojo, y el segundo pálido, eso me dio a entender que si conocían a Bastian.—Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí —dice en tono burlón Martin mientras se da la vuelta para estar cara a cara con Bastian— el grandioso Woodwryn, me preguntaba a qué hora y en que momento saldrías.—Martin Ferrer —Bastian sonríe de oreja a oreja— ¿cómo sigue tu prima, está bien?—Sobrevivirá, después de que la usaste como una puta comenzó a olv
Bastian me devolvió la sonrisa y me tomó de la mano mientras nos acercábamos a Chuck, quien de inmediato apagó su cigarro.—Te encargo a Crys, no dejes que esos idiotas se acerquen a ella —Bastian lo mira fijamente.—Despreocúpate, nada pasará mientras esté con ella —le asegura Chuck— es mejor darnos prisa antes de que mi viejo se moleste.Me despedí una vez más de Bastian y me alejé con Chuck a la oficina del director, se veía algo despreocupado y molesto a la vez.— ¿Te sucede algo? —le pregunto antes de llegar.—Nada importante Crys, solo no te alejes
No puedo evitar ver lo guapo que se veía Bastian con aquel traje de gala, por lo que nos contó Chuck, aquel evento era no solo para ver inversiones o tratar asuntos de las Universidades, también era para conocer a las chicas de la sociedad con dinero, Bastian no era rico como lo era mi madre o Milan, a nosotros nos consideraban en el pueblo como los nuevos ricos, pero para no hacer menos y quedar mal con la gente, el padre de Chuck propuso invitar a los demás miembros del consejo estudiantil, y eso incluía a Bastian, quien su familia tenía un nivel económico muy bueno pero no los suficientemente rico, lo positivo del asunto era que todos lo respetaban.— ¿Por qué me ves tanto? —me pregunta con su típica media sonrisa.—Veo lo que es mío, &ique
La sangre me hervía del coraje, no podía creer lo que estaba pasando, esa chica estaba besando a Bastian, pero él de inmediato la alejó y casi la empuja sin querer, lo bueno era que casi nadie vio lo sucedido, y enseguida llegaron los hermanos Ferrer, Martin en especial se veía molesto ya que al parecer la chica estaba borracha.— ¡Carajo! —Suelta Bastian limpiándose el beso con la manga del saco— deberían controlar más a su prima.— ¡Bastian, te amo y sé que estás aquí por mí! —Grita la chica tambaleándose— eres mi novio, ¡escuchen!, Escuchen todos, Bastian y yo somos novios.—Te equivocas, mi novia es ella —Bastian me toma de la
Es viernes, y hoy era el inicio del fin de semana que estaba esperando al lado de mis amigos y de Bastian, después de ver aquel video que por un momento nos destrozó a Saskia y a mí, fuimos a ver a los chicos para que nos explicaran las cosas, nos debían una mucho, aún recordaba lo que pasó esa noche como si hubiera pasado hace cinco minutos atrás.—¿Adónde vas? —le pregunto a Saskia mientras veo como se quita el pijama y comienza a vestirse.—Voy al antro, Erick me va a explicar esto y después lo terminaré.—No te alteres, recuerda que estás embarazada y...—Crys, tu deberías hacer lo mismo, Bastian también
El sol estaba en lo alto regalando sus cálidos rayos de luz, ella no lo dejaba de ver, era imposible no admirar tanta belleza humana en aquel chico que le había robado el corazón, pero solo podía permitirse verlo de lejos, las reglas que establecieron las porristas, chicas de alto nivel tanto económico como social, eran simples; no tocarlo a menos de que él lo permita y así lo quiera, nunca desear ser su novia, Bastian Woodwryn no tenía novia, era famoso por andar con una y con otra, aunque muchos decían que después de la dolorosa separación de la única chica que consideró su novia, se volvió frío y distante, de hecho muchas chicas albergaban la esperanza de llegar a cambiarlo o conquistarlo. Querían que volviera a creer en el amor, pero era complicado, Bastian ya no tomaba a nadir en serio.
La luz de la luna se filtraba en aquella habitación oscura, dando como resultado una vigilancia celestial, era espectadora de aquel romance extraño y teñido de odio, rencor y mentiras.—Quiero hacerlo, aquí, ahora —dijo agitadamente aquella chica rubia.Él se quedó inmóvil, observándola, cada gesto, cada movimiento que hiciera quedaría grabado en su mente, por primera vez en su vida, él podía observar como su pecho se movía ligeramente con su respiración agitada, en efecto, estaba ida. Se acercó a ella y le quitó aquella bata de seda que cubría su cuerpo, el simple hecho de deslizar despacio la tela por sus brazos, lo embriagó, era una chica muy hermosa. Sus párpados se cerraron y aspiró su olor.—Hueles deliciosamente —él murmuró con un suspiro.Ella sonrió de oreja a oreja, le gustaba que todos los hombres le pusieran atención, ella tenía que ser la única para quien eligiera, nadie era mejor que ella, o al menos eso pensaba.—Es vainilla, con algo mez