Mientras tanto en el parqueo del complejo de departamentos. La expresión en el rostro de Dunca es indescifrable, Alonso está preocupado por su compañero que tiene la mirada perdida. El frío es abrumador a pesar de estar cerradas las puertas. ¡Biiip, Biiip! Dunca observa el mensaje entrante. Una pequeña sonrisa de satisfacción se dibuja en su rostro. Teclea con gran velocidad. En el piso 15, Halia escucha su móvil. -Disculpen un momento- Les dice levantándose de la butaca que está al lado de señor Fajardo. Se dirige a la sala donde se encuentra su bolso, al fondo escucha las voces de los hombres que continúa con la conversación. Liam la mira con el rabillo del ojo, tratando de no ser tan evidente. Mensaje: - “Halia tu padre desea que llegues cuanto antes a la casa”- Remiten Duncan. Halia da un suspiro de frustración. Y se dirige de nuevo al cuarto, desde la puerta les dice: -Disculpen señores, Señor Ortega me temo que debo marcharme. Señor Boromir pude venir conmigo para darl
Halia llego a la mansión Koyama pocos minutos después, al entrar nota que Belinda no está en casa como tampoco Atsushi. Da un suspiro de frustración.- «Entonces, para que me apresuraron tanto, será que Liam tiene razón y fue inventó de Dunca»- Mediata por un momento Halia.-No lo creo capaz, debe ser que está por llegar- Aprovecha para subir después de darse un baño relajante, se arropa con una ligera pijama.Toma el teléfono y marca a Mónica.- “Hola, amiga ¿Cómo estás? - Le dice Halia sentada en el diván.- “Mala amiga, me tienes abandonada, porque me contesta hasta esta hora? - Le dice molesta Mónica.- “He estado con mucho trabajo, no tienes idea como trabaja ese hombre”- Suspira Halia al recordarlo.- “Un segundo, escuche bien ¿Suspiraste?- “No solo estaba tomando aire”- Halia le sorprende la perspicacia de su amiga.- “Si claro, a otro perro con ese hueso”- “Ja, ja, deja de hacer conjeturas, en cuanto a tu mensaje, les estaría más que agradecía que me ayuden. Mónica las neces
Regresando a la Mansión Koyama.¡Ra-ta-tan!Halia está de pie entre llamas y destrucción, disparos, sangre por todas partes camina descalza entre los escombros enardecidos, como si no pertenecería a esa escena. Con un vestido ligero de color papaya claro traslucido.A lo largo puede ver una espalda conocida, más delgada de la que ella recuerda pero su cabello y cuello son iguales tenía las manos cruzadas hacia atrás observando la escena como inspeccionado su obra.Halia se acerca para tocarlo.Cuando una mano calaverita la voltea con fuerza, Halia puede ver su rostro, es un hombre de tez blanca, demacrado hasta los huesos, sus ojos café miel llenos de furia, un destello rojizo cubre su iris.- ¡Traidora!Halia despierta sobre saltada, el vapor blanco sale de su boca con cada respiración, siente como su lengua no tiene saliva,Al percibir estas incomodidades se sienta en el borde de la cama observa todo a su alrededor, la oscuridad le provoca una sensación glacial que cala hasta los hu
-Buenos días, señores, es un gusto tenerlos en nuestras instalaciones- Se les acerca Bárbara con una Tablet en la mano.-Buenos días, Señora Valverde, es interesante como ha transformado esta galería en tan pocos años, se nota que es una mujer emprendedora- Le dice el hombre canoso, robusto, de nariz ancha.-Muchas gracias. Mi asistente me informa que desea hacer inversiones para el desarrollo de la galería- Dice Bárbara.Decide averiguar sus intenciones de primera entrada. Estaba cansada de los pretenciosos hombres de negocios que buscan una oportunidad para pasarse de listos.- ¡Vaya! Mi señora, usted sí que va al grano- Le dice el otro hombre que vestía una camisa blanca ajustada que remarcaba su área abdominal, un poco más alto que el hombre canoso.-Tanto, tanto como de hablar de la galería no, venimos por otro asuntito que le puede interesar mi señora. - Le sonríe el hombre canoso mostrando sus dientes blancos.Bárbara está que arde, detestaba que le dijeran mi señora con tanta
Muchas horas después…Doña Bárbara se armó de tolerancia y se bañó de paciencia para soportar al hombre que la siguió todo el día, incluso hizo ventas y recomendaciones a los clientes.Tenía que admitirlo la galería se triplico de afluencia, gracias a la noticia de que el señor Koyama estaba en la galería. La información se corrió como una avalancha atrayendo personajes importantes.¡Obvio! todos llegaron con las intensión de poder acceder al enigmático Señor Koyama. El rey que nunca baja de su torre, Nadie podía creer que se encontraba en una pequeña galería en crecimiento.Bárbara ahora más que nunca, comprendía porque Halia le costaba tanto hablar con él. El hombre era autoritario, y a pesar de su incuestionable educación, jamás cedía.- ¡Señora! ya son las dos y media debería alistarse- Le informa Gema.-Tranquila Gema, la estética está en el piso de arriba, En quince minutos llego.- ¡Disculpe mi intromisión! Pero considero que es mejor irnos ya. Halia está acostumbrada a llegar
Volviendo al centro comercial. Bárbara ya está en un punto de quiebre. Le desagradaba la mirada inquisidoras de las personas que caminan cerca de ellos, y la extrema seguridad que las acompañan. Es demasiado para esta pequeña empresaria, que por su reputación ha tratado de permanecer en el anonimato el mayor tiempo posible. -Halia, me temo que nosotras debemos despedirnos. Recordé que tengo comida preparada en casa. Sin embargo ustedes pueden aprovechar tiempo padre e hija fuera de casa- Dice Bárbara. -Pensé que iba a comer con nosotros- Le dice Halia volviendo a ver a Mónica. Ambas habían planeado atiborrarse de comida chatarra como usualmente lo hacen. -Lo que pasa es que no quiero que se heche a perder la comida- Le acaricia el brazo como consolándola. Bárbara en realidad desea, necesita relajarse y la única forma de lograrlo es librándose de la presencia de Atsushi como sea. -Si es poca pueden comerla mañana o descartarla- Dice Atsushi interviniendo al ver que Halia se puso tr
A unas calles de la casa de la señora Bárbara, el auto negro permanece estacionado, el hombre sin expresión baja la ventanilla como para ventilar el auto. Enciende un cigarrillo. Tomando varias bocanadas para luego sacar su móvil.- “Señor le tengo información sobre la chica, está ahora en una residencia de casa media. Lo interesante es que el Señor Koyama esta con ellas”El hombre del auto escucha con atención el teléfono y asiente.- “Cómo ordene”- Enciende el auto y sale del lugar.Mientras tanto, en el comedor de las Valverde, Barbara les sirve las cena de sus invitados que constaba de estofado de carne, con plátano y zanahoria, una ensalada cesar, acompañada con arroz blanco y papas asadas. Usan los refrescos que las chicas compraron en el super.-Vaya esto se ve muy bueno- Dice Halia. Que se encuentra sentada al lado de Atsushi. Halia se las arregló para dejar a Mónica al lado de Alonso.Atsushi se sentó como siempre a la cabecera, a pesar de la mirada de Bárbara por lo que no l
Volviendo al compañía Lombardo en el piso 70, Liam observa melancólico con llega el ocaso, un hermoso espectáculo de la naturaleza, Halia le había enseñado a admirar ese paisaje la semana pasada.Durante todos los años de trabajar en esa oficina no se había percatado del increíble show que le brindaba la naturaleza cada tarde hasta que llegó Halia a trabajar con él.Llegado el atardecer Halia tomaba unos minutos de su día para observarlo pensativa.¡Toc- toc!¡Pase! - Se escucha la voz masculina de Liam.-Señor. Creo que debe ver esto- Adrián entra a largos paso y le entrega el expediente a Liam.-Los ortegas haciendo trato con los Durán, esto no me parece nada bueno. Contando con lo que me dijo mi padre- Liam se queda un momento pensativo.Liam conocía las forma de trabajar de los Durán, una familia que se había posicionado entre las primeras familias, con métodos poco ortodoxos, sin contar que tenía un equipo de lujo de crackers.En cuanto a la compañía Lombardo por las políticas ce