A miles de kilómetros de ahí En unos amplios calabozos de concreto reforzado Marcus esta colgado de las muñecas, sus pies apenas tocan el piso, su cuerpo posee las marcas de las horas de penalidad. A escasos dos metros frente a él, se encuentra el cuerpo inconsciente de Atsushi, el hombre está sentado en una silla metálica amarrado, con los brazos hacia atrás. Marcus puede ver leve movimiento en su jefe, el caballero sacude su cabeza tratando de recupera la conciencia. Es evidente su aturdimiento. -Lamento no haber podido evitar que lo capturarán- Se escucha la voz roca Marcus en la celda. Atsushi deja ver una pequeña sonrisa. A pesar de las circunstancia agradece que Marcus este vivo. -Nos atacaron por todas partes, ni el mejor de los Kanunsuz hubiera podido escapar de esto, sin embargo, buen trabajo muchacho, protegiste lo importante- Atsushi levanta la cabeza para mirar el cuerpo semi desnudo de Marcus. -Señor… - ¡Señor!... Interrumpe Atsushi -Nunca dejarás de llamarme así, en
- ¡Ja! ¡Ja! Vaya muchacho que susto me diste- Le dice Hakim recuperando la compostura. Atsushi observa a Marcus - ¿No me digas que nunca los has visto así? – Le dice a Atsushi. Hakim se siente más que satisfecho con sus reacciones. -Si… La lastimas, no habrá poder humano que te libre de mí- Lo interrumpe Marcus -Le pediré a Gnowee que me permita perseguirte- A Hakim se le borra al sonrisa de la cara. El ha notado en los años de convivir con Marta que dicha entidad, si suele manifestarse, en especial cuando a tratado de sobre pasarse con Marta. Él sabía que dicha entidad todavía no le había hecho daño, debido a que Marta siente amor incondicional por él. -Para hacer eso, debes estar muerto, y creeme que no permitiré que eso pase- Le contesta Hakim ocultando su preocupación. -Marcus, él lo está haciendo para martirizarte, no le hagas caso. Hakim siempre ha sido un gran bocón- Le dice Atsushi en forma sarcástica - ¿Bocón? - Hace señal a uno de los guardas que también se oculta en la
Muchas horas después… Pablo entra con el policía a cargo de las celdas, caminan por un pasadizo que posee en ambos lados celdas, la mayoría están vacías. A Kano lo tenían en la comisaria, en esta zona donde los reclusos están de paso, ya sea, para ser trasladados a una cárcel o darles libertad. El oficial se detiene con las llaves en las manos, Pablo puede ver en su interior, al ganador del premio al mejor empresario de la península. El hombre está recostado en la pared, sobre una butaca desgastada, una de sus piernas sobre la banca, su codo sobre la rodilla de la pierna que esta sobre la butaca, a pesar de su aire de derrota, parecía un modelo de apariencia rebelde. Pablo nunca en la vida, se imaginó ver a su jefe en tal condición. No puede evitar sentir pesar por él. -Señor Lombardo, vienen por usted- Le dice el oficial abriendo la celda- Ya puede salir Kano se levanta con su acostumbrada aura de imponencia, a pesar de haber estado encerrado no cambio su actitud en lo absoluto.
Volviendo a los vehículos Blindados en dirección al muelle, la pareja de amigos se fija en todos los que están a su alrededor, observa la forma de expresarse de Halia a través del teléfono, el brillo de su ojos, para ellos no había duda de lo enamorada que esta, ambos no pueden evitar escapar un suspiro de enamorados, reconociendo sus propios sentimientos. Recostados cerca de la puerta del vehículo Dunca observa con cara de pocos amigos a Halia, en cuanto Alonso que está a su lado, Sergio lo pesca mirando a Mónica de vez en cuando. O Alonso está enamorado de mi piensa Sergio algo divertido o definitivamente está viendo a Mónica. En cuanto a Bruno se encuentra concentrado con el general Ivanov y otros hombres, por otro lado, Bárbara se encuentra sentada con la espalda recostada al metal con los ojos cerrados. La mujer se ve abatida en cierta medida agotada, Bárbara nunca imagino encontrarse atrapada en la vida de Atsushi, el no saber si está bien o no, la está matando, no se dio en q
Volviendo al carro blindado… La mirada de Bárbara es de desaprobación para los jóvenes, que no pueden evitar cohibirse ante su presencia. -Señora Bárbara- Interrumpe la voz ronca de Bruno -Perdone que intervenga, pero conozco perfectamente al señor Salinas, estoy seguro de que él le explicará con lujos y detalles; el porque de su actuar- Bruno trata de ayudar a Mónica, sentía que era su deber protegerla mientras Marcus no este cerca. Bárbara que le ha tomado aprecio a Bruno decide dejar la fiesta en paz por el momento. -Espero que así sea Señor Montenegro- Mónica no puede evitar encogerse al ver la mirada de su madre. En el fondo siente un gran alivio por la intervención. Pero a la vez un gran pesar, se sentía egoísta, ya que, por su deseo de sentirse amada violó todas las enseñanzas que le había dado su madre sobre la decencia, ahora no tenía idea de cómo contárselo sin desilusionarla. -Halia tenemos que ponernos de acuerdo quienes se quedarán a frente de la compañía- Interviene D
Capítulo 223 Resoluciones difícilesPara ese momento Kano ya está en la cubierta, al lado de Halia está Liam que obvio no iba a ceder para nada su posición. Dunca y Alonso cada uno al lado de la pareja.-Tomo las atribuciones que me corresponde, nosotros siempre hemos estado a cargo de la seguridad de la Señorita Koyama en especial en la ausencia del señor Koyama- Le responde con firmeza Dunca.-Para ser un ex te tomadas demasiados atribuciones- Interrumpe Liam molesto.- ¿Y a ti quien te metió? Crees que por despreciar tus raíces ahora eres un gran señor ¡Liam Lombardo! - Le dice con cinismo. Metiendo el dedo en la llaga.-De los dos, soy quien tengo más derecho de usar este apellido. Me he esmerado por proteger a la familia Lombardo En cambio tu ¿Que has hecho? Solo desprestigiarla con tus acciones, y por una mujer que no vale la pena- Le dice con sorna -O vas a negar que llevaste a tu amante a la supuesta fiesta de compromiso- Remata Liam dando en el clavo. Kano de inmediato vuelve
Muchos kilómetros de ahí…. - ¿Lo encontraron? - Dice Hakim sentado en una terraza con un coctel en la mano. -Si señor, ese hombre es inmortal- Deja escapar el comentario el secretario de Hakim un hombre de mediana edad, se ve algo agotado y ansioso. - ¿Dónde está? - Dice mientras mueve el coctel. -En la embarcación que está a dos horas de aquí, Hay otro problema señor- Hakim lo vuelve a ver con los ojos sombríos. El secretario traga grueso antes de continuar - Señor, inteligencia cree… cree que… nos están siguiendo- Dice el secretario entrecortado. Hakim se levanta de inmediato dejando caer el coctel, empuja al secretario que está en su camino, los hombres armados que están en el pasillo lo vuelven a ver, con una mirada entiende de inmediato su mensaje. Todos bajan a las celdas donde están Marcus y Atsushi. Ambos hombres están en silencio, el ruido que el provoca la puerta al entrar hace que ambos fijen su mirada en él, Hakim los inspecciona primero a Marcus de arriba abajo, el
Mientras tanto en el puente de mando. -Señorita Koyama, comunicaciones informa, que perdieron el rastro del señor Koyama- Le informa el joven oficial de cubierta. ¿Y el de Marcus? - Le pregunta de inmediato. ¿El otro rastro? - Pregunta por el intercomunicador mirando a Halia. -Si señorita todavía tienen su rastro- Le dice aliviado al igual que Halia. -Señorita Koyama, los buzos de reconocimiento encontraron a un hombre suyo- Le informa el otro oficial que está sentado en la cabina con auriculares. ¿Dónde lo tienen? – Su corazón se llena de esperanza. Halia desea que sea, el hombre al que estaba esperando y que había dejado atrás. Cuando eran más jóvenes, Justin siempre fue el hombre indicado para tomar el papel de vigía, ya que cuenta con la figura adecuada, posee una gran velocidad y ni hablar de su habilidad sobre humana para escabullirse. -En la cubierta inferior, al parecer tiene signos de hipotermia y deshidratación- Le dice el cadete abriéndole paso por la cubierta, los do