Mientras tanto, a varios kilómetros al oeste de la compañía Koyama, el grupo de jóvenes llegan con sus respectivos autos al parqueo del edificio de departamentos, como era la segunda vez que lo visitaban, él portero abre la aguja permitiéndoles el paso.

Se acerca a los autos para corroborar identidades de los ocupantes.

- ¡Buenas noches, Señor Ortega! - Le dice indicándose un poco.

- ¡Buenas noches, Isaac! - Le contesta Liam que estaba recostado en los asientos.

Alonso estaciona el auto de Liam próximo al Rolls Royce, baja con premura en sus manos lleva las bolsas de compras, abre el maletero del Rolls Royce para sacar algunas cosas incluyendo un pequeño maletín color café claro.

Camina en dirección al ascensor junto a los otros, Alonso le entrega en las manos de Halia el malet&