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Capítulo 4 un mal momento

Los baños más cercanos están ubicados cerca del lobby. Halia agradece la compañía de Brenda, su presencia la ayuda a calmar su agobio.

Ambas chicas tratan de abrirse paso en la multitud de gente que están en pequeños grupos conversando sobre distintos temas. Parecía un panal de abejas.

- ¡Gracias Brenda! creo que me hubiera tardado un mundo encontrarlos con tanta gente- dice con una sonrisa sincera, su respiración un poco agitada. Tratando de mantener el control.

-No te preocupes para eso son las amigas- le dice guiñando un ojo.

Por fin las mujeres llegan donde están los servicios sanitarios, entrado al correspondiente de las chicas.

En comparación con el ambiente de afuera este era menos aterrador, si había bastante personas, sin embargo, el espacio era ancho y constaba de bastantes módulos para su disposición.

Por fortuna para ambas estaba limpio, no presentaba mal olor, en el área de lavamanos contaba con grandes espejos, mostrando ser lujoso y moderno.

Ambas sin pensarlo entran cada una en un cubículo para hacer sus necesidades. La primera en salir fue Halia. Acercándose al lavamanos se mira al espejo por un momento y luego se lava sus manos para luego refrescar su rostro.

Al sentir que no mejora decide meter sus manos debajo del chorro del agua, había escuchado de esta técnica, de una de las psicólogas que Atsushi había contratado para ayudarla. Halia por más que intento nunca pudo abrirse con este tipo de profesional.

- «Usted puede Halia, no eres la hija del gran Atsushi Koyama, un poco de gente no es gran cosa»- saca su equipo de aseo dental de la mochila, y comienza a lavarse los dientes.

Brenda se acerca para lavarse las manos también.

-Halia viste el montón de chicos guapos que hay aquí, tal vez salgamos con algún novio ¿No crees?

Halia le devuelve una sonrisa, seca su rostro con pequeños golpecitos con la servilleta para luego colocarse un poco de brillo en los labios.

Brenda continúa hablando de los chicos mientras retoca su maquillaje. Halia la mira con detenimiento.

- «Esta chica parece extrovertida tal vez pueda aprender algo de ella, no hay duda alguna debo salir más seguido»

Halia espera paciente que Brenda termine con su sección de belleza, pero recuerda que el tiempo es oro y mira su reloj inteligente. Abre bien sus ojos.

-Mira la hora debo apurarme, no llegare a tiempo a mi clase de modelos y simulación, y créeme estaré en problemas con mi padre.

Halia sin esperar a Brenda salen apresurada del baño, con la mochila todavía abierta, mientras camina va introduciendo sus cosas.

¡Cataplam!

¡Clof!

Halia se queda fría, tuvo la mala suerte, de tropezar con una mujer y los vasos con tapa que llevaba en cada mano.

El choque fue tan fuerte que el líquido se salió de sus contenedores manchado el pulcro y ajustado uniforme de la chica.

Halia por instinto retrocede como si aquel líquido fuera acido evitando ser ensuciada.

- ¿Eres estúpida o qué? - La mujer mira su ropa, sus manos tensan sosteniendo los envases. Con la mirada quería despellejarla.

- ¿No puede ver por dónde vas? ¿Eres imbécil? Le grita histérica la mujer de unos veintitantos años, sus ojos verdes oscuros despedían rayos de ira. Si no estuviera tan enojada se podía decir que es muy hermosa. Utiliza fuerte maquillaje.

Brenda que venía unos pasos atrás de Halia. Se detuvo en seco, conmocionada por la escena. No sabía con reaccionar ni que decir.

- ¡Lo siento mucho!, ¡De verdad lo Siento no la vi! - expresa Halia apenada - «Trágame tierra por favor»

- ¡Ha! ¡Ahora también eres ciega! – le grita la mujer acortando el espacio entre ellas.

Como si Halia y el resto de las personas a su alrededor, no pudieran escucharla. Pronto un grupo de gente detuvo sus conversaciones, para no perderse el espectáculo.

- ¿Crees que con una disculpa vas a solucionar esto?

- ¡Je, Je! - una risa sarcásticas

- ¿Así quieres trabajar aquí? – dice mientras tira los vasos al suelo.

- ¡Claro! gente con tu coeficiente, no puede comprender- la mira con las manos en las cintura.

- ¿Sabes quién soy? Vocifera la mujer.

Las mejillas calientes y enrojecidas de Halia vislumbran claramente sus emociones, sin embargo, tragando grueso con la cabeza contesta que no.

La chica contorsionada la cara en una mueca de desprecio solo eso le faltaba, que no la reconociera.

- ¡Largo! - señalado la salida.

- ¿Y porque va a hacer eso? - Interrumpe una voz masculina.

Acercándose con pasos firmes, el tumulto de gente le abre paso se detiene cuando esta frente a las dos mujeres.

Su mirada penetrante fija en el rostro de Halia. Hace que el corazón de esta se contraiga y sostenga la respiración.

Liam presencio la escena desde la distancia, él se encontraba conversando con los organizadores del evento.

No pudo evitar prestar atención al hermoso rostro de la chica de cabello castaño cobrizo oscuro que estaba siendo intimidada por una de sus asistentes.

- ¡Fue un accidente señor! - afirma mirándolo a los ojos y luego voltea a la chica - ¡Señorita! - Menciona con la voz quebrada, sus ojos llenos de lágrimas sin derramar.

- «Vaya forma de iniciar, ¿Porque no le hice caso a Nana?, ¿Por qué siempre tiene razón?». Un vacío presente en su estómago.

- ¡Astrid! estas exagerando, la señorita ya se disculpó- le dice Liam con voz firme.

- ¡Señor! No puedo trabajar así. Está… Arruino mi uniforme- le explica con una voz melosa.

- ¡Tomate el día!… Ve al departamento de recursos humanos por otro uniforme, y asunto olvidado- le ordena viéndola de frente.

- ¡Señor yo! - Liam levanta la mano en señal de silencio. Mirándola a Halia afirma- ¡Asunto olvidado! - le asiente con la cabeza a Halia.

-En verdad lamento mucho lo sucedido- habla Halia apenas saliendo sus palabras.

En el fondo siente que esto fue un desastre, mejor despedirse de su ingenioso plan, como iba a dar la cara otra vez aquí.

-Señorita no se preocupe, los accidentes pueden pasar. -Y sin más se dirige al ascensor seguido de su asistente personal y mano derecha, un joven alto, delgado, ojos marrones, cabello marrón oscuro corto, con un lunar visible en su ceja izquierda.

- «Estúpida mujer gracias a ella quede como una bruja frente a Liam, ¡Mi Liam!, por su culpa, heche a perder todo mi trabajo de imagen que he levantado con tanto esfuerzo frente a él» Mira la espalda de Liam con frustración.

- «Esta estúpida ni sueñe por quedarse aquí de eso me encargo yo»

Astrid le da a Halia una mirada de intenso odio y resentimiento.

Halia sintió un escalofrío, que le recorrió todo el cuerpo.

Astrid ha vivido enamorada de Liam desde que ingreso a la empresa, ha trabajado para crear una imagen de devota y cariñosa compañera de trabajado para poder acercarse más a Liam.

Para mala suerte de ella, Liam no ha demostrado ningún interese hacia ella, en todo el tiempo que tiene de trabajar en la compañía.

Brenda se acerca a Halia y la toma del brazo para alejarla de lugar.

-Creo que mejor nos apresuramos o llegaras tarde a tu clase- le menciona Brenda, con la intención de sacarla de su trance y salir lo más rápido posible.

Por otro lado, Liam y su asistente entran en el ascensor. Adrián no puede evitar decir:

-Creo que a Astrid se le paso la mano con esa chica. ¡Como compadezco a su pareja imagina! Lo que debe aguantar el hombre. Una mujer ¡Con ese carácter! - se ríen los dos del comentario.

-Bueno si es que tiene- dice moviendo los hombros.

-Opino lo mismo. La dejo atemorizada…. No es bueno que se lleve esa impresión de nosotros se quede o no- Menciona Liam pensativo.

En la mente de Liam la imagen de Halia estaba presente, le impresiono su belleza, la frescura de su rostro sin maquillar era exquisito, la mayoría de las mujeres que lo rodeaban siempre andaban bien maquilladas, pero ella tenía una simpleza sexi

- «Que chica más interesante, podría perderme en sus ojos, en esos hermosos labios»- Una leve sonrisa en sus labios.

- ¡Adrián! Averigua sobre la chica- le expresa mirándolo.

- ¿Qué? – Adrián no le pareció haber escuchado bien. Su jefe no es de los que nadan averiguando sobre mujeres, de hecho, la mayoría del tiempo las evita.

-Que averigües ¿Quién es la chica?, creo que debo recompensarla por el mal rato que paso.

- ¡Oh! ¡Claro! – le contesta y con una ceja levantada.

- ¿Quieres que lo haga de inmediato o después de la reunión con los proveedores? -lo mira fijamente como tratando de leer sus facciones.

Liam no quiere demostrarle sus pensamientos y controlando sus sentimientos le ordena- puedes hacerlo después.

Minutos más tarde en el gran parqueo de la compañía Lombardo las dos chicas salen en un silencio sepulcral. Se quedan viendo el parqueo una al lado de la otra. Por fin Brenda decide romper el hielo

- ¿Intercambiamos números de teléfonos? - pregunta Brenda.

- ¡Claro! ¿Porque no? -menciona con una voz apena audible. Halia agradece que Brenda no comento nada de lo sucedido.

Se entrega los números de teléfono.

-Brenda muchas gracias por tu ayuda- dice Halia subiendo a su moto.

-Fue un placer, yo en verdad espero verte en los resultados, en todos lados hay gente histérica y poco educada- suspira

- Este es un buen trabajo tiene Muchas garantías sociales, además tiene oportunidades de crecimiento personal- agrega Brenda

-Si lo sé, ¡Adiós Brenda! - Sin más se aleja del lugar.

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