Los baños más cercanos están ubicados cerca del lobby. Halia agradece la compañía de Brenda, su presencia la ayuda a calmar su agobio.
Ambas chicas tratan de abrirse paso en la multitud de gente que están en pequeños grupos conversando sobre distintos temas. Parecía un panal de abejas.
- ¡Gracias Brenda! creo que me hubiera tardado un mundo encontrarlos con tanta gente- dice con una sonrisa sincera, su respiración un poco agitada. Tratando de mantener el control.
-No te preocupes para eso son las amigas- le dice guiñando un ojo.
Por fin las mujeres llegan donde están los servicios sanitarios, entrado al correspondiente de las chicas.
En comparación con el ambiente de afuera este era menos aterrador, si había bastante personas, sin embargo, el espacio era ancho y constaba de bastantes módulos para su disposición.
Por fortuna para ambas estaba limpio, no presentaba mal olor, en el área de lavamanos contaba con grandes espejos, mostrando ser lujoso y moderno.
Ambas sin pensarlo entran cada una en un cubículo para hacer sus necesidades. La primera en salir fue Halia. Acercándose al lavamanos se mira al espejo por un momento y luego se lava sus manos para luego refrescar su rostro.
Al sentir que no mejora decide meter sus manos debajo del chorro del agua, había escuchado de esta técnica, de una de las psicólogas que Atsushi había contratado para ayudarla. Halia por más que intento nunca pudo abrirse con este tipo de profesional.
- «Usted puede Halia, no eres la hija del gran Atsushi Koyama, un poco de gente no es gran cosa»- saca su equipo de aseo dental de la mochila, y comienza a lavarse los dientes.
Brenda se acerca para lavarse las manos también.
-Halia viste el montón de chicos guapos que hay aquí, tal vez salgamos con algún novio ¿No crees?
Halia le devuelve una sonrisa, seca su rostro con pequeños golpecitos con la servilleta para luego colocarse un poco de brillo en los labios.
Brenda continúa hablando de los chicos mientras retoca su maquillaje. Halia la mira con detenimiento.
- «Esta chica parece extrovertida tal vez pueda aprender algo de ella, no hay duda alguna debo salir más seguido»
Halia espera paciente que Brenda termine con su sección de belleza, pero recuerda que el tiempo es oro y mira su reloj inteligente. Abre bien sus ojos.
-Mira la hora debo apurarme, no llegare a tiempo a mi clase de modelos y simulación, y créeme estaré en problemas con mi padre.
Halia sin esperar a Brenda salen apresurada del baño, con la mochila todavía abierta, mientras camina va introduciendo sus cosas.
¡Cataplam!
¡Clof!
Halia se queda fría, tuvo la mala suerte, de tropezar con una mujer y los vasos con tapa que llevaba en cada mano.
El choque fue tan fuerte que el líquido se salió de sus contenedores manchado el pulcro y ajustado uniforme de la chica.
Halia por instinto retrocede como si aquel líquido fuera acido evitando ser ensuciada.
- ¿Eres estúpida o qué? - La mujer mira su ropa, sus manos tensan sosteniendo los envases. Con la mirada quería despellejarla.
- ¿No puede ver por dónde vas? ¿Eres imbécil? Le grita histérica la mujer de unos veintitantos años, sus ojos verdes oscuros despedían rayos de ira. Si no estuviera tan enojada se podía decir que es muy hermosa. Utiliza fuerte maquillaje.
Brenda que venía unos pasos atrás de Halia. Se detuvo en seco, conmocionada por la escena. No sabía con reaccionar ni que decir.
- ¡Lo siento mucho!, ¡De verdad lo Siento no la vi! - expresa Halia apenada - «Trágame tierra por favor»
- ¡Ha! ¡Ahora también eres ciega! – le grita la mujer acortando el espacio entre ellas.
Como si Halia y el resto de las personas a su alrededor, no pudieran escucharla. Pronto un grupo de gente detuvo sus conversaciones, para no perderse el espectáculo.
- ¿Crees que con una disculpa vas a solucionar esto?
- ¡Je, Je! - una risa sarcásticas
- ¿Así quieres trabajar aquí? – dice mientras tira los vasos al suelo.
- ¡Claro! gente con tu coeficiente, no puede comprender- la mira con las manos en las cintura.
- ¿Sabes quién soy? Vocifera la mujer.
Las mejillas calientes y enrojecidas de Halia vislumbran claramente sus emociones, sin embargo, tragando grueso con la cabeza contesta que no.
La chica contorsionada la cara en una mueca de desprecio solo eso le faltaba, que no la reconociera.
- ¡Largo! - señalado la salida.
- ¿Y porque va a hacer eso? - Interrumpe una voz masculina.
Acercándose con pasos firmes, el tumulto de gente le abre paso se detiene cuando esta frente a las dos mujeres.
Su mirada penetrante fija en el rostro de Halia. Hace que el corazón de esta se contraiga y sostenga la respiración.
Liam presencio la escena desde la distancia, él se encontraba conversando con los organizadores del evento.
No pudo evitar prestar atención al hermoso rostro de la chica de cabello castaño cobrizo oscuro que estaba siendo intimidada por una de sus asistentes.
- ¡Fue un accidente señor! - afirma mirándolo a los ojos y luego voltea a la chica - ¡Señorita! - Menciona con la voz quebrada, sus ojos llenos de lágrimas sin derramar.
- «Vaya forma de iniciar, ¿Porque no le hice caso a Nana?, ¿Por qué siempre tiene razón?». Un vacío presente en su estómago.
- ¡Astrid! estas exagerando, la señorita ya se disculpó- le dice Liam con voz firme.
- ¡Señor! No puedo trabajar así. Está… Arruino mi uniforme- le explica con una voz melosa.
- ¡Tomate el día!… Ve al departamento de recursos humanos por otro uniforme, y asunto olvidado- le ordena viéndola de frente.
- ¡Señor yo! - Liam levanta la mano en señal de silencio. Mirándola a Halia afirma- ¡Asunto olvidado! - le asiente con la cabeza a Halia.
-En verdad lamento mucho lo sucedido- habla Halia apenas saliendo sus palabras.
En el fondo siente que esto fue un desastre, mejor despedirse de su ingenioso plan, como iba a dar la cara otra vez aquí.
-Señorita no se preocupe, los accidentes pueden pasar. -Y sin más se dirige al ascensor seguido de su asistente personal y mano derecha, un joven alto, delgado, ojos marrones, cabello marrón oscuro corto, con un lunar visible en su ceja izquierda.
- «Estúpida mujer gracias a ella quede como una bruja frente a Liam, ¡Mi Liam!, por su culpa, heche a perder todo mi trabajo de imagen que he levantado con tanto esfuerzo frente a él» Mira la espalda de Liam con frustración.
- «Esta estúpida ni sueñe por quedarse aquí de eso me encargo yo»
Astrid le da a Halia una mirada de intenso odio y resentimiento.
Halia sintió un escalofrío, que le recorrió todo el cuerpo.
Astrid ha vivido enamorada de Liam desde que ingreso a la empresa, ha trabajado para crear una imagen de devota y cariñosa compañera de trabajado para poder acercarse más a Liam.
Para mala suerte de ella, Liam no ha demostrado ningún interese hacia ella, en todo el tiempo que tiene de trabajar en la compañía.
Brenda se acerca a Halia y la toma del brazo para alejarla de lugar.
-Creo que mejor nos apresuramos o llegaras tarde a tu clase- le menciona Brenda, con la intención de sacarla de su trance y salir lo más rápido posible.
Por otro lado, Liam y su asistente entran en el ascensor. Adrián no puede evitar decir:
-Creo que a Astrid se le paso la mano con esa chica. ¡Como compadezco a su pareja imagina! Lo que debe aguantar el hombre. Una mujer ¡Con ese carácter! - se ríen los dos del comentario.
-Bueno si es que tiene- dice moviendo los hombros.
-Opino lo mismo. La dejo atemorizada…. No es bueno que se lleve esa impresión de nosotros se quede o no- Menciona Liam pensativo.
En la mente de Liam la imagen de Halia estaba presente, le impresiono su belleza, la frescura de su rostro sin maquillar era exquisito, la mayoría de las mujeres que lo rodeaban siempre andaban bien maquilladas, pero ella tenía una simpleza sexi
- «Que chica más interesante, podría perderme en sus ojos, en esos hermosos labios»- Una leve sonrisa en sus labios.
- ¡Adrián! Averigua sobre la chica- le expresa mirándolo.
- ¿Qué? – Adrián no le pareció haber escuchado bien. Su jefe no es de los que nadan averiguando sobre mujeres, de hecho, la mayoría del tiempo las evita.
-Que averigües ¿Quién es la chica?, creo que debo recompensarla por el mal rato que paso.
- ¡Oh! ¡Claro! – le contesta y con una ceja levantada.
- ¿Quieres que lo haga de inmediato o después de la reunión con los proveedores? -lo mira fijamente como tratando de leer sus facciones.
Liam no quiere demostrarle sus pensamientos y controlando sus sentimientos le ordena- puedes hacerlo después.
Minutos más tarde en el gran parqueo de la compañía Lombardo las dos chicas salen en un silencio sepulcral. Se quedan viendo el parqueo una al lado de la otra. Por fin Brenda decide romper el hielo
- ¿Intercambiamos números de teléfonos? - pregunta Brenda.
- ¡Claro! ¿Porque no? -menciona con una voz apena audible. Halia agradece que Brenda no comento nada de lo sucedido.
Se entrega los números de teléfono.
-Brenda muchas gracias por tu ayuda- dice Halia subiendo a su moto.
-Fue un placer, yo en verdad espero verte en los resultados, en todos lados hay gente histérica y poco educada- suspira
- Este es un buen trabajo tiene Muchas garantías sociales, además tiene oportunidades de crecimiento personal- agrega Brenda
-Si lo sé, ¡Adiós Brenda! - Sin más se aleja del lugar.
De camino a la universidad Halia va en su motocicleta pasando por un bullicioso y pintoresco mercado, al lado de la acera, visualiza un familiar cabello pelirrojo acolochado, en unos de los puestos de ventas. Su corazón dio un brinco y no puede evitar dejar de respirar por un instante. - «¿Será ella?» piensa emocionada. Con facilidad encuentra un lugar para estacionar su motocicleta, y con el casco en la mano se acerca al puesto donde cree vio a la pelirroja. Hoy sin duda era un día difícil, estaba bastante concurrido pero el interés de confirmar sus sospechas le ganaba a su fobia. Frente al puesto de bisutería, Halia observa a la joven de tez clara, nariz perfilada, alta, delgada, muy hermosa. Deja escapar el aire de sus pulmones con fuerza. Los rasgos de la niñez ya no se asomaban por ningún lado, en ese instante a Halia le sobreviene el recuerd
Mientras tanto a unos kilómetros de ahí.Kano camina por la compañía Lombardo acompañado por Atsushi y su abuelo. Se podía ver como los tres caballeros andaba con gran gracia y elegancia.Marcus se acerca a Atsushi y le da un mensaje al oído, su rostro se oscureció, dándole una mira a Marcus, el asiente y se retira.-Pasa algo Señor Koyama- se percata Kano al ver su rostro.-No, en realidad es algo fácil de resolver- dice sin dar largas al asunto.-Si es así, entonces creo que este viejo necesita restablecer su energía sino quiere que desvanezca por la hipoglicemia- les sonríe Marcelo a los dos.-Me temo Señor Koyama que será mejor que acompañe a mi abuelo almorzar, su salud no es como la de antes.- ¡Vamos mocoso!, diciéndolo así me hace parecer frágil. – Le regala una mirada de censura.-Eso significa que no planeas comer con nosotros- le confirma
En la universidad Altas cubresHalia de inmediato estaciona su motocicleta recoge sus cosas, sube corriendo hasta el 3er piso, del imponente edificio color café.Al llegar a su salón, entra rápido y silenciosa como un ratón, se sienta junto a Mónica una chica de cabello negro en coleta, utiliza anteojos grandes que ocultan sus ojos marrones, tez blanca.La profesora esta de espalda escribiendo la práctica que van a realizar.Mónica le escribe en un papel “invente que te cayo mal la comida y que estabas en el baño, que pronto te pasaría ¿Por qué tardaste tanto?” la mira enfadada.Halia le contesta por medio del mismo papel: “me desvíe por algo importante. Gracias por ayúdame” sonriendo en agradecimiento.Mónica pone los ojos en blanco &
Viajaron en un silencio incomodo. Halia se sentía arrepentida, nunca pensó que se lo tomaran tan apecho. Detiene el auto en un gran centro comercial.- ¡Llegamos! - Le dice Dunca bajándose del auto.Escolta a Halia hacia el tercer piso, en total silencio. Entran en un amplio complejo de tiendas. Llegando a la zona donde existen innumerables afiches con fotografías de hermosas modelos, un gran rotulo “Estilista Chiqui Dubois”, cruzando la puerta de vidrio son recibidos por una señorita de cabello negro, ojos cafés claro que no apartaba la vista de Duncan.- ¡Buenas tardes! disculpe la inconveniencia, pero hoy no hay espacio, está reservado. -Le informa moviendo sus pestañas de muñeca.Halia se extraña porque desde donde ella se encontraba, podía ver que estaba completamente vacío.-Ella es la señorita Koyama- Le informa Dunca con un tono de voz serio.La chica abre bien los ojos. El
Mientras tanto en la compañía Lombardo en el piso 70.- ¡Toc, toc!- ¡Pase! - Contesta Liam.- ¡Señor! Su hermano lo convoca a presidencia quiere le informe sobre los contractos de Vestock Company- informa Adrián acercándose al escritorio semiele color caoba hecho de madera fina, en su rostro rastro de frustración.Liam que estaba sentado trabajando con su computador levanta la mirada, una mueca de desagrado aparece en su hermoso rostro, respira profundo y a la vez enderezando su tórax. En sus labios aparece una sonrisa sarcástica y moviendo la cabeza de un lado a otro, declara.-Me convoca hasta ahora- se frota las sienes -Esa gente es muy difícil de tratar, pero su alianza difundirá a la compañía Lombardo a niveles inimaginables.-Al señor Kano, no le parece tan importante- opina Adrián con la mano dentro de su bolsillo, de pie frente al escritorio de Liam.- ¡No!
Ha varios kilómetros de distancia en las zonas alejadas de la gran ciudad en una zona montañosa dos Rolls-Royce azul oscuro llegan uno detrás del otro a una empinada colina. En ambos lados de la carretera se aprecia la gran variedad de vegetación. Entre plantas con grandes hojas como las pequeñas con hermosas flores, no faltaba los altos árboles que brindaba una refrescante sombra, muchas zonas parecían ser todavía selva virgen, no se evidenciaba asentamientos cerca por varios kilómetros hasta que llegan a la entrada de la propiedad. El automóvil que conduce Bruno es el primer en encontrarse con dos portones altos que se abren en forma simultánea para dar paso a los automóviles. El auto donde viaja Halia permanecía en silencio. Con su mente en silencio Halia continuaba recostada en el hombro de Atsushi contemplando el paisaje y disfrutando de su presencia. Su esencia varonil la tranquilizaba.
A muchos kilómetros de distancia, las concurridas voces de mujeres llena el espacioso camerino del Night Club La Rosa Dorada, la mayoría concentradas en arreglarse para iniciar sus laborares, otras se encontraban aseándose para continuar con sus jornadas, las más afortunadas y ajenas del mundo vil que viven las chicas de la organización se prepararan para presentaciones artísticas.El ambiente de este Night Club es muy variado en la primera planta se encuentra un restaurante- bar de estilo moderno su barra es larga, del lado de los Bartender están en exhibición una gran variedad de licores en la parte más alta están las pantallas planas.En la parte externa cuenta con inmensos ventanales justo a su lado, se encuentra las mesa para los comensales y en el exterior un hermoso balcón que cuenta con otras mesas para los que gustan del aire fresco, además poseen un
Regresando a la mansión Lombardo.¡Mmm!, Pero no puedes negar que tu madre ha sido una excelente administradora, no hemos tenido perdidas- Le dice con una fuerte mirada.¡Je, Je! Si tu lo dices abuelo, pero en realidad no hemos tenido ganancias sustanciales- Menciona con su imponente presencia.¡Bueno, bueno corazones hoy es un día especial! No quiero que hable más de trabajo- Ordena Laura en un tono firme.Ambos se miran y sonríe a la señora de la casa.Esta sin disimular su alegría le muestra una sonrisa, mira hacia el recibidor. Laura anhelada poder gozar pronto de pequeños niños en su casa, estaba fascinada con Halia, de primera entrada la juzgo como una chica prudente y educada.-Ven querido Atsushi y su hija están por acá- Tomándolo del brazo lo guía frente a la pare