Lo que me faltaba tener a uno de los ángeles mayores encima todo el tiempo. Sabía que la presencia de Miguel iba a estar todo el tiempo en esta celda, solo se iba a limitar a molestarme, aun no entendía el por qué de su obsesión hacia mí. – Uf, mira a quien tenemos aquí ¿ahora qué quieres Miguel? – dije con disgusto, no me gustaba su presencia. Me ponía incomoda, me molestaba. Y él lo sabía, ya que su sonrisa aumentaba a cada segundo que pasaba.– Creí que querías un poco de compañía, después de todo aquí es tan solitario – cerró la puerta a su espalda y se coloco a mi lado de la cama. Rápidamente me aleje de él colocándome al otro lado, casi pegándome a la enorme pared blanca– Lo que menos me interesa en este momento es tu compañía – la sonrisa del ángel no se borro en ningún momento, por el contrario solo aumentaba– Pero para tu mala suerte yo aun quiero hablar contigo, no todos los días tenemos a la hija de uno de los demonios mayores por aquí –– No hablare absolutamente nada d
– Así que solo se trataba de un engaño – No sabía por qué, pero de alguna forma no me sorprendía, en lo poco que conocía al ángel había llegado a entender cómo funcionaba en general. No se comparaba o igualaba con la bondad que los caracteriza a un ángel, solo había malicia en él, buscaba su propio bien. Lo que a él le podría funcionar, ese egoísmo no era propio de un ángel. Si no de un demonio. – Si lo fue. Aunque tengo que darte merito eh. Es increíble que llegaras hasta aquí solo por la pluma – No sabía si lo decía con burla o con un toque de admiración, aun así la gracia estaba presente en toda su cara. Ya que había caído por completo en su trampa– Lo haría nuevamente si se trata de mi pareja – sabia que ese tema le dolía, le molestaba. Por eso lo remarcaría cada que pudiera. Mi estadía en ese lugar no iba a ser placentera para ninguno de los dos.– Por tu pareja o no, no me importa. Lo realmente importante para mi es que caíste en mi engaño, por eso te tengo aquí – dijo soberb
Tengo una extraña obsesión sana de dibujar todo lo que veo. Bueno quizás no todo, si no lo que llama mucho mi atención, lo que creo que es necesario plasmar con una hoja y lápiz para no olvidar. Puedo perderme al dibujar, mi mente vuela y no presto atención a lo que sucede a mí alrededor – ¿Becca me estas escuchando? – A eso me refería estaba tan concentrada viendo los arboles que nos rodeaban que no preste atención a lo que decía Lisa – mi querida hermana mayor – – Si, perdón ¿Qué decías? – Lisa solo sonrió un poco sin quitar la mirada de la carretera, una que se encontraba vacía, era de esperarse ya que literalmente nos estábamos adentrando a lo que parecía ser un especie de bosque – Esto va a ser emocionante ya lo veras. Podemos empezar de nuevo en este lugar – Simplemente asentí, quizás en el fondo compartía al menos un poco de su emoción. En realidad era una mezcla de sentimientos, emoción, miedo, entre otras cosas. Mi mirada fue nuevamente a lo que nos rodeaba, los arboles
Sentía la molestia de los rayos de sol dándome directo en la cara. Me senté en la cama algo confundida, juraba haber cerrado las cortinas antes de acostarme. Unos golpes a la puerta me terminaron de despertar– Pase – Lisa se adentro a la habitación ya preparada para salir a trabajar. Apenas podía abrir bien los ojos estaba demasiado cansada. Me volví a acostar tapándome con las mantas hasta la cabeza, yo solo quería dormir. Estúpido sueño que no me dejo dormir parte de la noche.– Te venia a despertar pero te me adelantaste. ¿Y ese milagro a que se debe? – odiaba despertarme tan temprano para cualquier cosa, por eso Lisa siempre es la encargada que hacer que me levante de mi cama, aunque tenga que arrastrarme de la cama. Sin contestar mis ojos se iban cerrando nuevamente – Becca, Becca despierta - las manos de Lisa intentaron quitarme las mantas– Cinco minutos más Liz – me negaba a levantarme – Rebecca Smith te quiero ver fuera de esta cama en dos minutos– No – refunfuñe– Perfe
En las siguientes clases se me fue imposible prestar atención a algo de lo que decían los profesores, no podía sacarme de la cabeza esos ojos dorados, su voz tan profunda, como tampoco de cómo había prenunciado mi nombre. No entendía esa sensación extraña que tuve al tenerlo cerca, fue una sensación rara. Por un momento ese pequeño sentimiento de conocerlo también rondaba en mi cabeza, pero no sabía bien de dondePara mi suerte la semana volvió a transcurrir tranquila y bastante rápida, el tal Ethan no se me había vuelto a acercar el en instituto. Aun que siempre lo encontraba viéndome a lo lejos, fuera donde fuera siempre estaba él detrás de mí. Pero preferí no tomarle tanta importancia, después de todo no se me había acercado o molestado.Estaba en la última clase del día, a nada de quedarme dormida sobre el escritorio. Solo quería llegar a casa y dormir todo el fin de semana ese simple pensamiento me hacia feliz. Para mi suerte – y para el resto de la clase – la campana sonó dando
La espesa niebla no me dejaba ver hacia donde me dirigía, sin embargo sentía que algo me guiaba. Que estaba yendo en la dirección correcta, esa sensación extraña de que algo me llamaba y mi cuerpo la buscaba sin razonar, como si mi fuerza de voluntad se hubiera ido junto a la cordura, dándole paso a que mi cuerpo haga lo que quiera. Las piernas no me respondían y andaban por sí solas, también la curiosidad de saber que era esa cosa cada vez se hacía más grande.Aun que algo en mi cabeza me gritaba que me diera media vuelta y me volviera a la fiesta, dejando toda esa curiosidad detrás, no lo podía hacer algo me lo impedía. Así que si, seguí adentrándome en la oscuridad del bosque, tanta tranquilidad, y silencio era abrumadora, casi escalofriante pero eso aun así no me detuve. Llevaba alrededor de treinta minutos caminando entre la oscuridad. Solo pequeños destellos de la luz que brindaba la luna cuando se colaba entre los arboles me permitía ver donde estaba.– Joder Rebecca, solo a
Seguí buscando a Ethan con la tonta ilusión de que aun se encontraba en esa fiesta, escondido en algún rincón. Pero no, definitivamente ya se había ido. Me sentía cansada y confundida, por suerte los efectos del alcohol ya se había ido por completo. Solo quería irme de aquí, acostarme y darle vueltas a lo que Ethan había dicho hasta encontrarle alguna lógica, aunque eso se me hiciera imposible. Decía conocerme, pues yo estaba segura de que no era así, nunca antes lo había visto ni siquiera de lejos A causa de la música fuerte sentía como si mis pensamientos salieran de mi cabeza quedando suspendido en el aire, mis ideas no estaban claras. Decidí ya irme a mi casa, necesitaba encontrar a Lili y salir de ese lugar. Pero al igual que Ethan, Lili no se encontraba en la planta baja.Termine saliendo al jardín nuevamente a causa de la frustración, para mi suerte ahí se encontraba Lili junto a Josh. La cara de Lili era de poema, sus mejillas se encontraban completamente rojas al igual que s
Ese lunes por la mañana se sentía incluso más raro de lo normal. La casa estaba con mucho silencio algo que terminaba siendo raro, después de todo Lisa se encargaba de llenar cada silencioso espacio de la casa con música o incluso cantando ella misma.– ¿Lisa? – su cuarto estaba vacío y impecablemente ordenado. Nada comparado con el mío, baje trotando las escaleras esperando encontrar a mi hermana en el comedor, pero tampoco esa allí sin embargo el desayuno estaba servido en la mesa junto a una notaMe llamaron del hospital era urgente. Te dejo el desayunoLamento no poder llevarte, pero tranquila que el instituto no esta tan lejosTe quiero. Probablemente nos veamos para la hora de la cena, pediré pizza.– Ahora entiendo porque el silencio hermanita – el desayuno fue aburrido, estaba acostumbrada a que Lisa estuviera la mayor parte del tiempo fuera de la casa pero para el desayuno siempre estábamos juntas, solo deseaba que no se volviera un habito.Desayune a las apuradas. El que tuv