Capítulo 5

Seguí buscando a Ethan con la tonta ilusión de que aun se encontraba en esa fiesta, escondido en algún rincón. Pero no, definitivamente ya se había ido. Me sentía cansada y confundida, por suerte los efectos del alcohol ya se había ido por completo. Solo quería irme de aquí, acostarme y darle vueltas a lo que Ethan había dicho hasta encontrarle alguna lógica, aunque eso se me hiciera imposible. Decía conocerme, pues yo estaba segura de que no era así, nunca antes lo había visto ni siquiera de lejos 

A causa de la música fuerte sentía como si mis pensamientos salieran de mi cabeza quedando suspendido en el aire, mis ideas no estaban claras. Decidí ya irme a mi casa, necesitaba encontrar a Lili y salir de ese lugar. Pero al igual que Ethan, Lili no se encontraba en la planta baja.

Termine saliendo al jardín nuevamente a causa de la frustración, para mi suerte ahí se encontraba Lili junto a Josh. La cara de Lili era de poema, sus mejillas se encontraban completamente rojas al igual que su cabello y su cara de enamorada demostraba lo mucho que le gustaba Josh. En ese momento entendí porque había insistido tanto en venir, la había visto muchas veces compartir miradas desde lejos en los pasillos del instituto pero nunca los había visto hablar como ahora.

Me quede mirándolos desde lejos un rato, sin querer interrumpir el momento de mi amiga. Pude sentir la emoción de Lili en el momento que Josh le dio un ligero beso en la mejilla antes de entrar a la casa nuevamente. Apresurándome me acerque a ella su cara de enamorada daba mucha ternura, era imposible no sonreír a ver la alegría que desprendía

– ¿Bajaras del país de Joshilandia? – al percatarse de mi presencia se recupera rápidamente, frunciendo su ceño levemente sin podes quitar del todo la felicidad que brincaba su cara

– No se dé que hablas – respondió rápidamente evitando mi mirada

– Ajam, vamos a hacer como que creo tu papel de desentendida – me lanzo una mala mirada negando con la cabeza, me fue imposible no reírme – Yo ya me voy, pero si quieres tu puedes quedarte un poco mas y quizás termines liándote con Josh – la cara de Lili fue épica, entre la vergüenza y la ilusión para después recomponerse rápidamente y negar con la cabeza algo indignada

 – ¡Pero qué dices Becca! Es solo un amigo nada más. Y en todo caso de que me gustara aunque no es así – remarco muy segura – Él no se fijaría en mí

– Ay querida Lili. Si que eres ciega amiga. Estás loca si no te das cuenta que le gustas al cara de pez.

 – Ey no le digas así, es muy lindo – Quise reírme por como se había delatado. En ese momento la vista de ambas fue hacia Josh que se encontraba dentro de la casa junto a un grupo de chicos riéndose, al ser las puertas de vidrio permitía la visibilidad de lo que sucedía dentro de la casa

Sin percatarse Lili soltó un suspiro de enamorada, al mismo tiempo que yo niego con la cabeza. Teníamos gustos completamente diferentes. No niego que Josh sea lindo, tenia lo suyo, cabello rubio de ojos claros y de estatura normal todo un niño bueno, y desde ya uno de los chicos ricos del pueblo. Sin embargo no era mi tipo de chico.

– Si, si. Lo que digas – era darle la razón antes de discutir sobre gustos –  ¿Entonces te quedas o nos vamos? – Después de pensarlo un momento me contesto.

– Vamos, mañana tengo que cuidar a Saly – y tras eso caminamos hacia la salida, no sin antes que Lili le diera una última mirada a Josh.

– Hubo un momento en donde te perdí de vista – pregunto algo intrigada sin mirarme ya que tenía la vista en la carretera

– ¿En el momento que te perdiste en los ojos de Josh? – es obvio que iba a seguir molestándola con eso por mucho tiempo. Ella rodeo los ojos pero no dijo nada, solo esperaba a que contestara – Solo salí a dar una vuelta.

– ¿Por el bosque? ¿Sola? – Pregunto algo incrédula, solo asentí. Prefería no decirle nada de lo que había sucedido esa noche. Muchos menos de Ethan.

Al llegar a casa ambas subimos despacio las escaleras, Lili se quedaría en casa esta noche y mañana temprano se tenía que ir a cuidar a su hermanita Saly de ocho años. Había conocido a la niña y podría decir que es una de las niñas más dulce y hermosa que había podido conocer en la vida. Deja a Lili cambiarse tranquila en la habitación, necesitaba un vaso de agua.

Al pasar por el pasillo la puerta de Lisa se encontraba entreabierta, me asome un poco para comprobar que estaba dormida. Me arrepentía de no haber traído mi cámara, pues el cuerpo de Lisa estaba acomodado de una forma extraña, su cabeza casi salía de la cama y las mantas se encontraban en el piso. Lentamente me adentre al cuarto para poder acomodarla

– Becca – Susurro Lisa sin abrir los ojos

– Shh, ya volvimos. Sigue durmiendo aun falta para ir a trabajar – Acomode su cuerpo lo mejor que pude y después de darle un beso en la frente. Me susurro un pequeño gracias y como pudo me lanzo un beso antes de volver a caer del todo dormida. Amaba a Lisa

Últimamente ha estado trabajando mucho y se nota en su cara lo cansada que eso lo dejaba, pero Lisa amaba lo que hacía, siempre tuvo ese intensión de ayudar a los demás. Todos sabíamos que iba a terminar la carrera siendo una de las mejores estudiantes. Los desvelos, las largas horas de llanto por la frustración que le generaba algunas materias, y la poca vida social no importaron a la hora en la que se recibió con honores

Una vez cerrada su puerta y después de buscar un poco de agua camine hacia mi habitación, Lili ya se encontraba durmiendo. Entre al baño me cambie y me acomode despacio en mi parte de mi cama sin despertarla, mi mirada estaba sobre la ventana que como costumbre tenia las cortinas abiertas, dándome la vista de algunos árboles del bosque. Los ojos rojos volvieron a mi cabeza, inconscientemente me quede viendo hacia afuera buscándolos. A mi espalda Lili se removía, por suerte la cama era grande y cabíamos las dos tranquilamente

Termine dando vueltas en la cama, el sueño aun no llegaba y me comenzaba a molestar. Tenía una leve incomodidad como cuando alguien te observa. Pero eso era absurdo en la habitación no había nadie más que Lili y yo, y por la ventana no se veía a nadie y sería imposible ya que es un segundo piso. Eran alrededor de las cinco de la mañana cuando el cansancio comenzó a ganarme.

Se me hizo sentir una respiración cerca de mi rostro y como una mano acariciaba suavemente mi mejilla, como cuando acaricias una rosa o algo frágil y temes a que se rompa. Sin embargo me fue difícil abrir los ojos, me recorrió una sensación de paz y vértigo a la vez. Sin poder evitarlo el sueño me consumió durmiéndome al instante.

 El molesto sonido del reloj me despertó, había olvidado desactivarla la noche anterior. Ahora a cauda de eso estaba despierta un sábado a las ocho de la mañana, no había podido dormir mucho, pero extramente no me sentía cansada, los sueños con él chico desconocido no habían aparecido anoche, había podía dormir tranquila, sin esos sueños raros atormentándome al despertar.

Sin embargo lo sucedido hace unas horas golpeo en mi cabeza, la respiración, la caricia no sabía si había sido por efecto del sueño o había sucedido realmente. Preferí no darle tantas vueltas a esos y simplemente quedar con el pensamiento que se había tratado de un sueño, un extraño sueño. Me duche rápido, me puse cualquier cosa para andar en casa y baje al desayudar algo.

Para mi sorpresa Lisa aun se encontraba en casa ya estaba desayudando, al verme entrar sonrió lanzándome un beso. Me senté frente a ella y comencé a comer como si no hubiera un mañana.

– Buenos días – Dijo ella alegremente, solo Lisa era feliz a estas horas de la mañana.

– Buenos días, ¿y Lili? – Pregunte al darme cuenta que no se encontraba en la habitación ni en el comedor.

– Salió hace un rato, al parecer tenía que ir rápido a su casa y no quería despertarte – solo asentí – Llegaron tarde anoche, no las escuche entrar

– Si, no estuvo mal – evite contarle muchas de las cosas que habían pasado realmente – Así que nos quedamos un poco mas y después vinimos para acá. Era muy tarde y como se que estuviste trabajando mucho decidí no molestarte y dejarte dormir tranquila – ella sonrió agradecida, y soltó un leve suspiro.

– Si tuve unos días bastante atareados en el hospital – y si como ya había dicho su cara de cansancio lo decía todo – Hace unos días llego al hospital un caso de dos chicos con heridas demasiado profundas, es sorprendente que una sigan con vida. Los oficiales de la policía dicen que los encontraron en el bosque, al parecer estaban de camping cuando algo los ataco brutalmente 

 – ¿Un animal? – Pregunte sacando conclusiones de lo que pudo pasar con esos jóvenes, ya el desayuno había pasado a un segundo lugar, mi atención estaba puesta completamente en Lisa, la cual ignoraba mi desesperación por saber del caso. Ella solo se preocupada en seguir comiendo

– Aun no saben. Y no han despertado como para obtener su versión de los hechos. Solo que hay algo raro en el caso de los chicos.

– ¿Qué? – pregunte rápidamente

– Que las heridas son demasiado raras, como si fueran precisas. El hospital descarto la idea de un animal. Un animal rasgaría la piel sin importarle donde corte, sin embargo, parecía como si no quisieran matarlos, solo lastimarlos – confeso confundía

– Quizás fueron atacados por algún delincuente o algún pacto suicida – seguía buscando una absurda respuesta –  Aunque por lo que escuche y tengo entendido es que en este lugar esas cosas no pasan, dicen ser un pueblo tranquilo.

– Si lo sé, aun no lo entiendo. El departamento de policía va a poner un anuncio. Al menos por ahora va a haber una especie de toque de queda hasta se solucione este caso. No quiero que andes hasta tan tarde sola por la calle, y si van en salir no salgas sola – Solo asentí, Lisa se había puesto demasiado seria, sabía que esto le preocupaba.

El ambiente se sentía tenso, ambas terminamos de desayunar en silencio. Cada una sumergida en nuestros pensamientos. A la media hora Lisa tuvo que volver al trabajo dejándome nuevamente sola en la casa. No podía sacarme el caso de los chicos de la cabeza, una sensación extraña recorría mi cuerpo al imaginar que pudo haber pasado ese día.

 No entendía porque el recuerdo de los ojos rojos apareció nuevamente en mi cabeza. Me daba escalofríos el pensar que estuve en el mismo bosque una noche anterior. Si se trataba de un animal también pudo atacarme esa noche.

 No quería pensar más en eso así que termine llamando a Lili para saber cómo se encontraba cuidando a su hermana Saly era tranquila sin embargo a veces le gustaba hacer enojar a Lili, jugándole bromas un tanto pesadas, a veces la pequeña me llamaba para que intentara calmar a su hermana, era divertido interactuar con las hermanas.

En eso paso mí fin de semana, estar en casa, cenar con Lisa y hablar por teléfono con Lili. Algo tranquilo al fin. Los sueños también habían desaparecido junto a la sensación de ser observada algo que realmente lo agradecía. El anuncio de los chicos encontrados en el bosque fue dado el domingo dictando así que el toque de queda comenzaba a las siete de la noche, prohibiendo salir o incluso que algunos negocios abrieran después de esa hora.

El pensamiento de que el lunes volvería a ver a Ethan me ponía nerviosa, aun tenía preguntas que hacerle. Solo quería que me las respondiera y alejarme de él,  pero algo dentro de mi cabeza me decía que eso iba a ser imposible…

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