Vuelvo a casa cuando el auto comienza a quedarse sin combustible. Después de hablar con el senador, me mantuve dando vueltas por la ciudad mientras las canciones en la radio cambiaban una tras otras; incluso, estuve tentada a viajar hasta Black rock en busca de Kenneth, pero rápido me deshice de la idea. ¿Qué se suponía que iba a decirle cuando lo encontrara? Ni siquiera había tenido el tiempo para pensar en eso; en mi mundo no existía el tiempo para malgastarlo en ilusiones y mucho menos en romances; en el mundo de la fama conseguir el amor era muy complicado. Quizás por eso me deje embaucar por la charla barata que Jair me vendió durante dos años. Me sorprende no ver a ningún periodista a las afueras de la mansión si cuando hui muchos otros hacían su aparición en el lugar. No quiero cantar victoria pero, tal parece que rendir declaraciones a la prensa al fin tuvo su parte buena. Abro la puerta principal con mucho cuidado, todas las luces de la planta baja están apagadas, me quit
Mi madre se mantiene de pie viéndome con mucha fijeza, el gato en mi regazo como si presintiera la tensión del momento alzo sus ojos grises hacia mí y maúlla; paso saliva, nerviosa.—Puedo explicarlo —digo rápidamente.—Estoy esperando por eso —responde con voz plana.Y como si ya la situación no fuera complicada, el minino salta con mucha agilidad hasta el piso de mi habitación y camina hasta encontrarse con los elegantes zapatos de tacón alto de mi madre, peor que eso, comienza a frotar su blanca y peluda cola contra su pierna cubierta por unas medias de nylon beige.— ¡Shu, shu, gato! ¡Fuera de aquí! —me levanto con torpeza y corro hasta ella intenta echar al gato.No quiero que lo patee.— ¡Ya basta, Gigi! —Me sorprende con un grito y para agrandar mi asombro, se agacha y toma al felino en sus brazos—. Tú no eres un simple gato callejero.Me quedo callada viendo como mi madre examina al animal, e incluso lo acaricia.¿En qué luna estamos? Esto no es para nada normal en Úrsula.—Ja
— ¡¿Cómo que firmaste un nuevo contrato!?El grito histérico de Nina me obliga a taparme los oídos, miro alrededor y varias personas nos miran; hemos venido a tomar un café a pocas cuadras de la casa de modas. Gracias a Dios que la mañana paso en un parpadeo mientras la prueba de colores y tela se llevaba a cabo. Después de varios gritos y algunas maldiciones por parte de mi madre, logro encontrar las combinaciones perfectas para su obra maestra; para Úrsula todas sus colecciones eran arte y sin duda lo eran, los críticos no mentían.—Por favor, no pierdas los papeles. Los periodistas nos están observando —en efecto, al estar sentadas en una de las terrazas que hay en el lugar en plena calle Chapel—. No quiero salir de nuevo en primera plana.Tomo mi taza de café y bebo un poco.—Pero en qué demonios estabas pensando Gigi, ¿Por qué firmaste un nuevo contrato? —se inclina hacia sobre la mesa y se quita sus gafas de sol—. Se supone que después de lo hecho, quedarías libre del yugo de Úr
— ¡Oh, demonios! ¿En serio estas aquí? —Suelto los zapatos que sostenía en mi otra mano y me tapo la boca—. ¡Eres tú! —Sonrió y luego muestro gesto de confusión—. Pero, ¿de dónde saliste?Kenneth sonríe travieso y mira donde nuestras manos continúan unidas.—Te dije que cualquier cosa que quisieras yo podía cumplirlo —me guiña y ojo, lo que provoca que me sonroje furiosamente—. Querías verme y aquí estoy, muñeca —tira de mi mano y me pega contra su pecho; me observa fijamente, sus ojos grises lucen hipnóticos bajo el reflejo de los últimos rayos del sol—. Pero, no pareces muy emocionada.Mi mano abierta ahora está contra su pecho, muy cerca de su corazón y casi puedo jurar que palpita acelerado. Lleva puesta una gorra negra sobre su cabeza pero algunos mechones oscuros escapan de ella, lo miro de igual forma que él a mí, con mucha fijeza e intensidad, gracias a mi estatura estamos casi al mismo nivel.Le sonrió.—Aunque debo admitir que me parece demasiado extraño encontrarte aquí —em
—No termino de creerlo, ¿en serio eres una modelo famosa?Me rio de su reacción pero asiento por décima vez desde que lo dije.—Sí, lo soy —respondo nuevamente y lo observo—. ¿Saberlo cambia en algo las cosas entre nosotros?Eleva ambas cejas y abre la boca, todavía no supera la sorpresa.—Pero por supuesto que sí, que seas famosa cambian abismalmente las cosas entre nosotros —mi gesto se descompone al instante, mi boca se frunce; él lo nota y se tensa—. Oye no, no de la forma en que piensas. No me mal entiendas.Se quita la gorra y posa sus manos en su cabeza, exhalando ruidosamente.—Explícamelo entonces porque justo ahora estoy pensando lo peor —le digo viendo a nuestro alrededor; hay menos personas que hace diez minutos atrás y ya comienza a oscurecer.—Guao, yo… es que jamás pensé que algún día conocería a alguien famoso. ¿Si entiendes? —Niego y tuerzo una de las comisuras de mi boca.—No, la verdad es que no entiendo —me pongo de pie y cojo mis zapatos. Ni siquiera me molesto en
Desde que llegue a casa, traigo una sonrisa un poco idiota pintada en el rostro que ni siquiera el humor sarcástico de Úrsula pudo borrar durante la cena; tanto así, que quiso saber cuál era la causa de tal estado de felicidad, pero obviamente no me moleste en contarle nada.¿Para qué?Hacía mucho tiempo que a ella no le importaba lo que pasaba con mi vida.Mientras me bañaba, me vi varias veces en el espejo que había en una de las paredes de mi ducha y me di cuenta que me sentaba de maravilla sonreír así, lucia radiante, vivaz; incluso más joven… y llegue a la conclusión de que si estar cerca de Kenneth me causaba tal estado de euforia, entonces procuraría tenerlo lo más cerca posible de mí.— ¡Vaya, vaya, hermanita! —la voz de Jared se escucha dentro de mi habitación, estoy recostada sobre mi cama con mi cabello húmedo colgando del borde mientras espero que desaparezca el exceso de humedad—. ¿Por qué tan sonriente?Abro mis ojos y su rostro aparece en mi campo de visión, inclinado s
No puedo dormir, eso es un hecho.No tengo de idea de la hora que es pero debe ser muy tarde.Llevo mucho tiempo dando vueltas sobre mi cama intentando conciliar el sueño pero me es imposible; no he podido dejar de pensar en lo que Jared le dijo a Nahúm.“Por favor, hermano, solo una llamada para él. Patrick ya es un hombre bastante mayor y no sabemos por cuánto tiempo más lo tengamos con nosotros.”¿Acaso el abuelo sabe algo que nosotros no?No quiero ni imaginarlo, me niego; el solo pensamiento de que él ya no este hace que las lágrimas acudan a mis ojos. No soportaría una perdida más y me partiría el alma saber que no contare más con la única persona que siempre se ha preocupado incondicionalmente por mí.Abro los ojos y me incorporo viendo hacia el balcón abierto, todo se ve muy oscuro. La brisa fría invade mi habitación y cuando logro afinar mi oído, reparo es que está lloviendo suavemente. Cuando voy a salir de la cama veo a mi gato muy acurrucado sobre el cobertor, al fin Jared
Estoy a nada de perder la poca paciencia que me queda y cuando eso sucede, realmente me convierto en una persona muy poco racional; incluso doy algo de miedo. —Gigi, cariño puedes darme más que eso —exige por millonésima vez, Junior, el fotógrafo a cargo de la sesión de fotos a la que tuve que asistir por ordenes de Úrsula—. Quiero más pasión, más fuego cariño... tu mirada esta muy apagada. ¡Maquillaje, rápido! —y casi quiero gritar porque el maquillaje no lograra que mi mirada cambie y mucho menos mi animo. — ¡Suficiente, ya no quiero más maquillaje! —grito manoteando al aire, abandonando el set—. ¡Se acabaron las fotos por hoy! Comienzo a quitarme las joyas que me han hecho utilizar; todos en el sitio me miran conteniendo el aliento. Las chicas de maquillaje me miran sin saber bien que hacer al respecto y Junior se pone una mano en la cabeza mientras camina de un lado a otro, intentando controlar su respiración. —Cielito, corazón, reina hermosa... no puedes dejarme el trabajo tir