— ¡Oh, demonios! ¿En serio estas aquí? —Suelto los zapatos que sostenía en mi otra mano y me tapo la boca—. ¡Eres tú! —Sonrió y luego muestro gesto de confusión—. Pero, ¿de dónde saliste?Kenneth sonríe travieso y mira donde nuestras manos continúan unidas.—Te dije que cualquier cosa que quisieras yo podía cumplirlo —me guiña y ojo, lo que provoca que me sonroje furiosamente—. Querías verme y aquí estoy, muñeca —tira de mi mano y me pega contra su pecho; me observa fijamente, sus ojos grises lucen hipnóticos bajo el reflejo de los últimos rayos del sol—. Pero, no pareces muy emocionada.Mi mano abierta ahora está contra su pecho, muy cerca de su corazón y casi puedo jurar que palpita acelerado. Lleva puesta una gorra negra sobre su cabeza pero algunos mechones oscuros escapan de ella, lo miro de igual forma que él a mí, con mucha fijeza e intensidad, gracias a mi estatura estamos casi al mismo nivel.Le sonrió.—Aunque debo admitir que me parece demasiado extraño encontrarte aquí —em
—No termino de creerlo, ¿en serio eres una modelo famosa?Me rio de su reacción pero asiento por décima vez desde que lo dije.—Sí, lo soy —respondo nuevamente y lo observo—. ¿Saberlo cambia en algo las cosas entre nosotros?Eleva ambas cejas y abre la boca, todavía no supera la sorpresa.—Pero por supuesto que sí, que seas famosa cambian abismalmente las cosas entre nosotros —mi gesto se descompone al instante, mi boca se frunce; él lo nota y se tensa—. Oye no, no de la forma en que piensas. No me mal entiendas.Se quita la gorra y posa sus manos en su cabeza, exhalando ruidosamente.—Explícamelo entonces porque justo ahora estoy pensando lo peor —le digo viendo a nuestro alrededor; hay menos personas que hace diez minutos atrás y ya comienza a oscurecer.—Guao, yo… es que jamás pensé que algún día conocería a alguien famoso. ¿Si entiendes? —Niego y tuerzo una de las comisuras de mi boca.—No, la verdad es que no entiendo —me pongo de pie y cojo mis zapatos. Ni siquiera me molesto en
Desde que llegue a casa, traigo una sonrisa un poco idiota pintada en el rostro que ni siquiera el humor sarcástico de Úrsula pudo borrar durante la cena; tanto así, que quiso saber cuál era la causa de tal estado de felicidad, pero obviamente no me moleste en contarle nada.¿Para qué?Hacía mucho tiempo que a ella no le importaba lo que pasaba con mi vida.Mientras me bañaba, me vi varias veces en el espejo que había en una de las paredes de mi ducha y me di cuenta que me sentaba de maravilla sonreír así, lucia radiante, vivaz; incluso más joven… y llegue a la conclusión de que si estar cerca de Kenneth me causaba tal estado de euforia, entonces procuraría tenerlo lo más cerca posible de mí.— ¡Vaya, vaya, hermanita! —la voz de Jared se escucha dentro de mi habitación, estoy recostada sobre mi cama con mi cabello húmedo colgando del borde mientras espero que desaparezca el exceso de humedad—. ¿Por qué tan sonriente?Abro mis ojos y su rostro aparece en mi campo de visión, inclinado s
No puedo dormir, eso es un hecho.No tengo de idea de la hora que es pero debe ser muy tarde.Llevo mucho tiempo dando vueltas sobre mi cama intentando conciliar el sueño pero me es imposible; no he podido dejar de pensar en lo que Jared le dijo a Nahúm.“Por favor, hermano, solo una llamada para él. Patrick ya es un hombre bastante mayor y no sabemos por cuánto tiempo más lo tengamos con nosotros.”¿Acaso el abuelo sabe algo que nosotros no?No quiero ni imaginarlo, me niego; el solo pensamiento de que él ya no este hace que las lágrimas acudan a mis ojos. No soportaría una perdida más y me partiría el alma saber que no contare más con la única persona que siempre se ha preocupado incondicionalmente por mí.Abro los ojos y me incorporo viendo hacia el balcón abierto, todo se ve muy oscuro. La brisa fría invade mi habitación y cuando logro afinar mi oído, reparo es que está lloviendo suavemente. Cuando voy a salir de la cama veo a mi gato muy acurrucado sobre el cobertor, al fin Jared
Estoy a nada de perder la poca paciencia que me queda y cuando eso sucede, realmente me convierto en una persona muy poco racional; incluso doy algo de miedo. —Gigi, cariño puedes darme más que eso —exige por millonésima vez, Junior, el fotógrafo a cargo de la sesión de fotos a la que tuve que asistir por ordenes de Úrsula—. Quiero más pasión, más fuego cariño... tu mirada esta muy apagada. ¡Maquillaje, rápido! —y casi quiero gritar porque el maquillaje no lograra que mi mirada cambie y mucho menos mi animo. — ¡Suficiente, ya no quiero más maquillaje! —grito manoteando al aire, abandonando el set—. ¡Se acabaron las fotos por hoy! Comienzo a quitarme las joyas que me han hecho utilizar; todos en el sitio me miran conteniendo el aliento. Las chicas de maquillaje me miran sin saber bien que hacer al respecto y Junior se pone una mano en la cabeza mientras camina de un lado a otro, intentando controlar su respiración. —Cielito, corazón, reina hermosa... no puedes dejarme el trabajo tir
— ¡Vamos, muéstrame todo lo que tienes! Sedúceme con tus ojos, Gigi, conviérteme en hombre con tu sonrisa —me alienta Junior y no puede evitar sonreír con total soltura—. ¡Eso es, justo así! ¡Enamórame!Junior baja un momento el lente de su cámara y me sonríe, cómplice de sus palabra; cada una de ellas lleva un doble sentido y lo sé muy bien al tener la mirada penetrante de Kenneth sobre mi.Hay un estrago en mi estomago desde que él apareció y no es precisamente por él hambre porque ya hemos comido. Muy amablemente mi ángel de ojos grises trajo pizza para todo el equipo y aunque para mi era un alimento prohibido, igual me comí un pedazo antes de mi ensalada de verduras hervidas.Desde que llego no hemos tenido tiempo de intercambiar palabras pero las miradas yendo y viniendo por parte de ambos no han parada y ese me tiene un poco frenética y emocionada. Él parece encantado con lo que hago y yo estoy que doy saltos como chiquilla de quince por tener todo su atención. Se supongo que so
— ¡Basta, para ya con eso! —me quejo entre risas sonoras que me obligan a tomarme la barriga—. ¡Ya no me hagas reír que me duele!Pido con ojos llorosos y Kenneth alza sus manos inocente; hemos salido hace una hora del set de grabación y él no ha parado de bromear con el asunto de nuestra boda falsa.—Bueno, bueno ya no digo nada, esposa —bromea una ultima vez y toma su copa para beber un poco de whisky—. Que rápido avanzo nuestra relación. De amigos a novios en un solo día. ¡Increíble!Meneo la cabeza y sonrío un poco más relajada que antes.—Junior es muy loco y todos siempre le siguen la corriente —explico tomando un poco de mi copa de vino blanco.Hemos venido a un bar al limite del barrio Prahran, y hemos pedido bebidas un poco fuertes para ser apenas las tres de la tarde, solo porque Kenneth insistió en celebrar nuestra boda falsa.Y es que por locuras de Junior, un de los chicos del equipo se disfrazo de cura y Kenneth por su parte se puso un traje de novio y entre los tres pro
Estoy bastante animada y debo reconocer que en gran parte es mi culpa; me bebí yo sola la botella completa de vino blanco y sin duda eso dejo consecuencias en mi cuerpo, por lo que todo a mi alrededor da vueltas. Pero también contribuyo a mi estado actual que Kenneth me estuviera coqueteando de forma tan descarada, sus miradas me tenían cardíaca a punto de un colapso. Y yo que había pensado que hablarle de Liza le haría bajar los humos pero resulto al contrario, sus ganas de seducirme aumentaron.Y eso me llevaba a pensar hasta que punto todo esta tensión entre nosotros era real. ¿Acaso él podía estar mintiendo? Pero la verdad es que cada vez que estábamos juntos la química entre ambos hacia de las suyas.—No quiero que Mike me vea en este estado —murmure con dificultad sintiendo la lengua un poco pesada.Deje caer mi frente sobre mis antebrazos que estaban apoyados sobre la mesa.—Creo que en eso estamos de acuerdo —escucho decir—. Si te ve así, seguro piensa que yo lo hice a propósi