No puedo dormir, eso es un hecho.No tengo de idea de la hora que es pero debe ser muy tarde.Llevo mucho tiempo dando vueltas sobre mi cama intentando conciliar el sueño pero me es imposible; no he podido dejar de pensar en lo que Jared le dijo a Nahúm.“Por favor, hermano, solo una llamada para él. Patrick ya es un hombre bastante mayor y no sabemos por cuánto tiempo más lo tengamos con nosotros.”¿Acaso el abuelo sabe algo que nosotros no?No quiero ni imaginarlo, me niego; el solo pensamiento de que él ya no este hace que las lágrimas acudan a mis ojos. No soportaría una perdida más y me partiría el alma saber que no contare más con la única persona que siempre se ha preocupado incondicionalmente por mí.Abro los ojos y me incorporo viendo hacia el balcón abierto, todo se ve muy oscuro. La brisa fría invade mi habitación y cuando logro afinar mi oído, reparo es que está lloviendo suavemente. Cuando voy a salir de la cama veo a mi gato muy acurrucado sobre el cobertor, al fin Jared
Estoy a nada de perder la poca paciencia que me queda y cuando eso sucede, realmente me convierto en una persona muy poco racional; incluso doy algo de miedo. —Gigi, cariño puedes darme más que eso —exige por millonésima vez, Junior, el fotógrafo a cargo de la sesión de fotos a la que tuve que asistir por ordenes de Úrsula—. Quiero más pasión, más fuego cariño... tu mirada esta muy apagada. ¡Maquillaje, rápido! —y casi quiero gritar porque el maquillaje no lograra que mi mirada cambie y mucho menos mi animo. — ¡Suficiente, ya no quiero más maquillaje! —grito manoteando al aire, abandonando el set—. ¡Se acabaron las fotos por hoy! Comienzo a quitarme las joyas que me han hecho utilizar; todos en el sitio me miran conteniendo el aliento. Las chicas de maquillaje me miran sin saber bien que hacer al respecto y Junior se pone una mano en la cabeza mientras camina de un lado a otro, intentando controlar su respiración. —Cielito, corazón, reina hermosa... no puedes dejarme el trabajo tir
— ¡Vamos, muéstrame todo lo que tienes! Sedúceme con tus ojos, Gigi, conviérteme en hombre con tu sonrisa —me alienta Junior y no puede evitar sonreír con total soltura—. ¡Eso es, justo así! ¡Enamórame!Junior baja un momento el lente de su cámara y me sonríe, cómplice de sus palabra; cada una de ellas lleva un doble sentido y lo sé muy bien al tener la mirada penetrante de Kenneth sobre mi.Hay un estrago en mi estomago desde que él apareció y no es precisamente por él hambre porque ya hemos comido. Muy amablemente mi ángel de ojos grises trajo pizza para todo el equipo y aunque para mi era un alimento prohibido, igual me comí un pedazo antes de mi ensalada de verduras hervidas.Desde que llego no hemos tenido tiempo de intercambiar palabras pero las miradas yendo y viniendo por parte de ambos no han parada y ese me tiene un poco frenética y emocionada. Él parece encantado con lo que hago y yo estoy que doy saltos como chiquilla de quince por tener todo su atención. Se supongo que so
— ¡Basta, para ya con eso! —me quejo entre risas sonoras que me obligan a tomarme la barriga—. ¡Ya no me hagas reír que me duele!Pido con ojos llorosos y Kenneth alza sus manos inocente; hemos salido hace una hora del set de grabación y él no ha parado de bromear con el asunto de nuestra boda falsa.—Bueno, bueno ya no digo nada, esposa —bromea una ultima vez y toma su copa para beber un poco de whisky—. Que rápido avanzo nuestra relación. De amigos a novios en un solo día. ¡Increíble!Meneo la cabeza y sonrío un poco más relajada que antes.—Junior es muy loco y todos siempre le siguen la corriente —explico tomando un poco de mi copa de vino blanco.Hemos venido a un bar al limite del barrio Prahran, y hemos pedido bebidas un poco fuertes para ser apenas las tres de la tarde, solo porque Kenneth insistió en celebrar nuestra boda falsa.Y es que por locuras de Junior, un de los chicos del equipo se disfrazo de cura y Kenneth por su parte se puso un traje de novio y entre los tres pro
Estoy bastante animada y debo reconocer que en gran parte es mi culpa; me bebí yo sola la botella completa de vino blanco y sin duda eso dejo consecuencias en mi cuerpo, por lo que todo a mi alrededor da vueltas. Pero también contribuyo a mi estado actual que Kenneth me estuviera coqueteando de forma tan descarada, sus miradas me tenían cardíaca a punto de un colapso. Y yo que había pensado que hablarle de Liza le haría bajar los humos pero resulto al contrario, sus ganas de seducirme aumentaron.Y eso me llevaba a pensar hasta que punto todo esta tensión entre nosotros era real. ¿Acaso él podía estar mintiendo? Pero la verdad es que cada vez que estábamos juntos la química entre ambos hacia de las suyas.—No quiero que Mike me vea en este estado —murmure con dificultad sintiendo la lengua un poco pesada.Deje caer mi frente sobre mis antebrazos que estaban apoyados sobre la mesa.—Creo que en eso estamos de acuerdo —escucho decir—. Si te ve así, seguro piensa que yo lo hice a propósi
En estos momentos no podría expresar con palabras todo lo que estoy sintiendo al ser besada por Kenneth. Es algo que raya entre lo absurdo e irreal porque, ¿cómo se puede sentir tanto y tan profundo por alguien a quien apenas estas conociendo? No encuentra una explicación lógica a toda este amasijo de emociones que él despierta en mi y si antes solo una mirada me ponía frenética, ahora sus labios terminarían por enloquecerme.La noche ha caído por completo pero nosotros seguimos tirados en la manta sobre la arena con el ruido de las olas ambientando la escena; su cuerpo encima del mio y mis manos presas por las suyas por encima de mi cabeza. Mi respiración es errática por el ritmo sin tregua que llevan sus labios pero no me importa, porque cada una de sus lamidas a mis labios me llenan de oxigeno, me llenan de vida. Mi piel arde en cada rincón y mis manos queman de ansias por tocarlo, por acariciarlo. Quiero enredar mis dedos en sus cabellos negros, quiero sentir su cuerpo sin reparos
— ¿Estas segura de querer quedarte aquí esta noche?Veo a mi alrededor y asiento.—Mi hermano pondrá el grito en el cielo porque no llegue a dormir y mi madre ni siquiera notará mi ausencia —respondo tomando la taza de té que me ofrece. Estoy sentada en uno de los sofás de su bungalow, envuelta en la misma cobija del otro día—. Es muy tarde para que manejes de vuelta al south Yarra.Toma asiento junto a mí con una taza de chocolate caliente para él; hago un puchero y ríe de mí.—Deberías por lo menos avisar que te encuentras bien —bebo de mi taza y él igual—. El pobre de Mike debe estar muy preocupado por ti. —Querrás decir por su trabajo que es muy distinto —rectifico y se encoge de hombros—. Aunque dudo mucho que Úrsula lo eche por haberme perdido de vista.—Sigo sin poder creer que tu madre y tú se lleven tan mal.—Créeme, yo tampoco lo hacía hasta que después de muchos desplantes y su gran desamor, deje de luchar por algo imposible —lo mire—. Mi madre no me ama y yo he
Desde que conocí a Kenneth Lawler los recuerdos de mi relación con Jair se anularon completamente de mi mente, pero al estar así de forma tan intima con mi ángel de ojos grises, tirados sobre el piso de madera de su sala, respirando agitados y satisfechos luego de habernos masturbado; no puedo evitar pensar: ¿Qué fue lo que realmente sentí por Jair Garrett?Por mucho tiempo me convencí de que lo amaba, que por él seria capaz de dar mi vida sin pensar en las consecuencias; en mi necesidad de afecto y aprobación cometí el grave error de idealizar la atención que me daba. Y solo basto con un error para que su imagen perfecta se me cayera del pedestal tan alto al que yo misma lo subí y como si nunca hubiera sido real, mi amor por él desapareció.Quizás reprimía mis pensamientos sobre él porque recodar su traición dolía y quemaba mi orgullo herido.¿Acaso no valía la pena amarme?—Estas muy callada, princesita —la voz de Kenneth me saca de mis pensamientos—. ¿En qué piensas?Una de sus man