—¡No te creo Sebastián...!— ella se cruza de piernas, dejando en vista su desnudes, puede ver cómo la mirada de su ex esposo se torna oscura—debes... Creerme ¡Ay Ana me estás matando!— confiesa al verla tan sensual, en la isla —¿Qué quieres, Sebastián?— pregunta susurrando, erizando la piel de SebastiánElla lo mira de pies a cabeza y puede ver lo erecto que está, ella recuerda en aquel tiempo cuando era su mucama, y lo vio desnudo, aquella grande anaconda que le atemorizó, pero cuando entró en ella, aunque al principio dolió, luego quería más y más, y solo ha sido su único hombre.—deseo hacerte mía, recorrer cada parte de tu piel— a Sebastián se le hace agua la boca —besar tus labios e ingresar mi lengua para navegar en tu boca— ella pasa saliva —y de esa manera, lamer y succionar tu feminidad, que te corres en mí boca y yo deleitarme de tus orgasmos— Ana siente su intimidad palpitar por el deseo de ser atendida—¿Así...?— pregunta ella con sensualidad, lleva su dedo índice a s
La pequeña Aurora, al no oír respuesta se regresa a su habitación, pero no puede dormir, mientras que sus padres están en la plenitud del placer.—eres perfecta Ana— Susurra con dificultad Parrow —no tengas misericordia— pidió ella, dando a entender, que sea una bestia, y así fue, sienten que no pueden parar porqué quieren más y másAnastasia está en un mundo del cual no quiere salir, el que la haga sentir mujer, la hace sentirse más viva.Parrow busca los labios de Ana, los cuales están rojos e hinchados por su causa, pero no sé inmuta a parar o ser cuidadosos, son unas bestias infernales entregándose en cuerpo y alma.Ana se corre empañando el torso de Sebastián, que al sentir aquel líquido caliente, se corre dentro de ella mientras se besan para ahogar sus gemidos.—quiero pasar toda la noche a tu lado— súplica SebastiánElla niega con la cabeza. —no, no confundas las cosas —¡Aún sigues con lo mismo, Ana!— Sebastián frunce el entrecejo—soy mujer, yo quería tener sexo, y ya pasó
Anastasia mira fijamente a su hijo, la réplica de su ex esposo Sebastián Parrow, ella cierra y abre los ojos, para luego sonreír levemente mientras sus ojos cristalinos, reflejan la tristeza.—¿Mamá?— Massimo no es pacienteElla se acerca a su hijo y acaricia su cabello. —escucha hijo un, te amo, es un sentimiento muy profundo, es de esos que... Es muy difícil sentir, no todo el mundo se gana ese "te amo" no puedo decir que amó a tu padre, pero siento que... Lo único que le puedo agradecer, es que los tengo a ustedes, los cuales sí amó con toda mi alma ¿Entiendes pequeño?—¿Entonces por qué estás triste mamá?Anastasia suspira. —porque mami y papi, tuvieron una discusión, y a veces hay palabras o recuerdos que duelen, pero estoy bien mi amor, es hora de que te vayas a dormir —duerme conmigo madre, no me gusta verte así—esta bien mi amor, vamos a dormir juntitos, pero me prometes que no le volverás a hablar de esa manera a tu padre, se que me amas, que me quieres proteger, pero mam
—si mi madre no quiere estar con él, no hay por qué intervenir— habla Massimo y luego se dispone a desayunar—¿Acaso no quieres que seamos una familia completa?— pregunta Miguel mirándolo con el ceño fruncido—hermano, madre ha sido excelente, si nuestro padre quiere estar con nosotros y hacer lo que le corresponde, bienvenido sea, pero que no le atormente la vida a mi madre, y se porque lo digo —¿Sabes? Entonces cuéntanos— Pidió Miguel —tu no lo entenderías, y no quiero discutir, algo debo admitir y es que nuestro padre cocina muy bien— sonríe Massimo y continúa su desayuno—su hermano tiene razón niños, y gracias, mi princesa, pero quizás podré conquistar a tu madre— sonríe Sebastián, pero realmente esta preocupado por la actitud de Anastasia—Sebastian quita esa cara, terminemos de desayunar para jugar con Zeus, debemos educarlo, si le daña todo el jardín a Anastasia ella se pondrá muy furiosa y luego lo va a echar a la calle— aconseja Leandro Anastasia llega a la habitación de
—¿Qué sería? Y bájate de mi cama— ordena ella —de los niños Ana, quiero que ellos se queden el fin de semana conmigo, en mi casa— pidió Sebastián suavizando su voz —esta bien, solo los días Domingos— ella se retira la camisa y Sebastián traga grueso, Anastasia deja sus pechos al aire libre, en vista de su depravado ex esposo —¿Entonces sí...?— pregunta él tartamudeando —¿Estás sordo o qué? ¡Ahora sal de mi habitación!— señala ella hacia la puerta, para luego quitarse la mini falda dejando atontado a Sebastián, por el hilo rojo que tiene puesto, está súper sexy —¡Vete Sebastián!— lo reprende ella —¿Por qué te has desnudado frente a mí?—¿Cuál es el problema?—¿No será que lo de anoche te dejo con ganas?— sonríe malicioso sin poder dejar de mirarla —¡Deja de estar pensando con tus pelotas! Y si me desnudo, es porque ya conoces mi cuerpo, así que no me pienso atrasar por tí, tengo cosas importantes por hacer— Anastasia ingresa al bañoElla sonríe en silencio y luego abre la llave,
—nada, señorita Parker ¿Nos vamos?— pregunta Calvo sin determinar a Sebastián, el cual está furioso por ello—por supuesto, y tú Sebastián, cuidado con mis hijos—nuestros hijos, quisiste decir— sonríe el forzadamenteAna se marcha dejándolo sólo, por lo que Sebastián suspira, al voltear sus hijos juegan muy felices, pero falta algo. Y es Anastasia, para que la familia esté completa.Anastasia va camino hacia el punto de encuentro. —¿Qué ha pasado con María?— pregunta Anastasia mientras revisa su celular móvil—usted tenía razón, ella no está recibiendo ningún medicamento—¿Quién carajos la está ayudando?—la madre, al morir el viejo Hernández, toda la herencia quedó para la señora Hernández, y déjame decirle que está feliz de la vida —lo supuse, me molesta tanto que María esté en un lugar que alguien realmente lo necesita, pero lo que más furiosa me tiene, es que no esté pagando sus delitos, y que Sebastián la está protegiendo después de todo lo que pasó, esa mujer me hizo sufrir m
—¡Ana!— Sebastián se va detrás de ella, pero en eso, Cáceres aparece con una sexy lencería, la cual Anastasia vió, pero no la determina aunque Careces tenía una sonrisa de oreja a oreja —¿Sebastián a dónde vas?— pregunta Cáceres al ver que camina hacia la salida —¡Maldición! ¡Colócate ropa, y te vas de aquí! ¡No entiendo qué carajos haces aquí!— él sale corriendo, y al salir, Anastasia ya sea marchado —¡Anastasia!— gritó con todas sus fuerzas, ella pudo escuchar su rígido, pero no dió marcha atrás—¿Se encuentra bien?— pregunta Calvo al verla entristecida—estoy perfecta— responde ella sarcástica —vamos al bar— pidió con arrogancia—lo que usted diga señorita— Calvo aumento la velocidad—¡Maldito Parrow! Te vas arrepentir por volverme a lastimar, que estúpida fuí al volver a creer en tí— Ana en sus pensamientosParrow ingreso nuevamente a su casa.—¿Por qué me hablas así?— Cáceres se acerca —¡No te acerques! Lo mejor es que te vayas, tú y yo no tenemos nada ¡Entiéndelo!Sebastián
Anastasia siente furor al ver el descaro de Sebastián, pero no puede reclamarle, después de todo, no tienen una relación, lo único que los une son sus hijos. —¿Qué tiene la niña?— se acerca Sebastián en totalidad—fiebre alta— responde Anastasia—Gracias por haberme informado, si hay algo que pueda hacer por mí hija, lo hago, ¿Te han dado alguna información?—debemos esperar— Anastasia se cruza de brazos—es una niña, quizás una leve infección, pero ojalá sea solo eso, no quiero que le pase nada a tus hijos— interviene Cáceres en la conversación—disculpa Ana, dame un momento— Sebastián agarra a Cáceres del brazo y se hacen a un lado —¡Me estás lastimando!— se suelta ella de su agarre—dijiste que tenías que venir a esta clínica, ya estás aquí, te puedes ir, déjanos a solas —¡Increíble tu falta de conciencia Sebastián! Pero algún día te vas arrepentir de todo lo que me haces y vendrás a pedirme perdón y que te dé una oportunidad— Cáceres se marcha, lo bueno es que Anastasia no los