—si, si ese joven parecía poseído por el mismísimo diablo, se enseñó a golpes contra una pared, gritaba como loco, ella intentaba controlarlo, parecía no importante, se acercó y me levanto del cuello —dijo tomando aire—. Me estaba asfixiando, ella logró meterlo, me tiró al piso, me dijo que me largará antes de que me matará con sus propias manos, es por eso que hoy estoy aquí contando esta historia, recuerdo que me dijo que si me volví a ver en su camino él mismo me mataría con sus propias manos.—¿Qué paso entonces? —pregunte al verla callar de nuevo.—Dijo que para entonces no habría poder humano que me salvará, por eso me refugie en las calles, tratando de no volver a cruzarme en su camino, perdí a mi esposo, todo cambió, me quedé sola. Si tan solo no hubiera regalado esa bastarda que tuvimos, todo sería diferente —dijo—. Señorita, cómo el señor me había dicho que no son policías y ya le conté toda la historia, en qué más puedo ayudarle.Estaba en shock con lo que la señora me habí
Max lo que no entiendo es porque me mintió cuando estuvimos hablando aquella vez, me dijo que su familia había fallecido, la manera que lo dijo era diferente, su madre falleció al tenerlo, su padre en un accidente cuando tenía alrededor de 19 años, eso, recuerdo.Luego leí en los periódicos, decía que había sido un accidente, le pregunté de nuevo, pero no me contó nada al respecto. Ahora puedo entender que quizás le causaba mucho daño hablar sobre eso, es una historia horrible, haberlo presenciado debe haber sido espeluznante.Le conté como había descubierto su pasado, que lo peor de haberlo enviado a la cárcel, no había sido que hubiera desconfiado de él, sino que mi familia era la culpable de todo lo que había vivido, que yo era la hija de esa familia que le había trozado la vida, que había acabado con la vida de sus padres.Que lo habían hecho convertirse en el hombre tan duro que actualmente era, Max estaba tan sorprendido como yo, íbamos camino a declarar, él se había ido del hos
Había abrazado mi hijo fuertemente mientras dormía a su lado de esa noche, no quiso y ponerlo en la cuna, necesitaba sentir su calor, reconfortarme, durante muchas horas intenté dormir, pero el hecho de pensar en qué pasaría con Hades, si podría perdonarme, no me permitía dormir, entre lágrimas y pensar en que haría para lograr su perdón.Me había quedado dormida, pero el llanto de Ares me despertó, a como pude nos preparamos, estábamos llegando un poco tarde, nos subimos a un taxi y al llegar vimos que estaban esperando afuera, Betsy, Favio y su abogado.Llegue y saludé, el único que me respondió fue el abogado, Betsy y Favio parecían estar molestos conmigo, los entendía, no era para menos, lo que me hacía pensar, cuan molesto podría estar Hades.Tras unos minutos lo vimos salir, se acercó abrazo a todos allí y le pidió a Betsy llevarle a nuestro hijo, quería ser quien se lo llevara, me dio mucha tristeza ver qué le pidió a Betsy que fuera ella quién le hace acercará.No tenía forma
—¿Qué no vaya al club? Eso que significa Favio, Hades ha prohibido mi entrada al club. ¿Es eso lo que usted intenta decirme?—No, señorita Zia yo en realidad no sé las decisiones del joven Hades, solo estoy comunicando lo que él me ha ordenado, pero no creo que haya hecho eso, pues conmigo solo le ha mandado a decir estás cosas —dijo Favio—. Pero si me permite un consejo, dele tiempo, usted más que nadie conoce si carácter, buscarlo ahora sería como ponerle sal a sus heridas, dejé que se le pasé, por lo que vi está bastante decepcionado, ni siquiera es molestia, puedo asegurar.—Lo sé, pero tengo que intentarlo, él también ha cometido errores.—Debe comprender que él se enamoró de usted, lo conozco desde niño, fui el chófer de sus padres, lo que vivió no fue nada fácil, desde entonces cerro su corazón, usted señorita revivió parte de su pasado —argumento Favio —Póngase en sus zapatos, usted que la he visto molestarse con él por pequeñeces, ahora es tiempo de madurar, no me tomé las co
—Está bien Betsy, he venido a pedirte trabajo como bailarina en este club, sé que tú lo estás administrando, te pido que me des la oportunidad de trabajar, como sabes, ya no estoy con Hades, no quiero seguir dependiendo de él.—No, de ninguna manera, ¿te estás escuchando? ¿Tú quieres que Hades me despida verdad? Como se te ocurre que voy a ponerte a bailar aquí, sabes que es una de las cosas que él no permitiría jamás, aunque me ha dado el poder para contratar personal, no puedo contratarte a ti, no le gustará nada. No están juntos, pero eres la madre de su hijo y es evidente que te ama a pesar de todo.—Está bien, no quiero hacerlo por eso, quiero estar cerca de Hades, quiero ganarme su confianza, sé nuevo, quiero demostrarle que lo amo, no tengo otra opción, ayúdame, no creas que es fácil pedir ayuda y menos a ti, pero lo amo y eres mi única salida, Betsy por favor.—No puedo hacer esto, lo siento Zia, pero se sale de mis manos ayudarte, si no tienes más que decirme, por favor vete,
—Dime, ¿qué es lo que has creído? Que tienes el derecho de venir aquí, a decirme perdón, a creer que todo va a seguir igual después de lo que me hiciste. Estás muy equivocada. Zia las cosas no funcionan de esa manera. Te di todo de mí, confíe en ti, me abrí, hice todo lo que me pediste para que estuviéramos bien. ¿Querías imponer tus caprichos?Quería recordarle las veces que lo había perdonado, pero decidí quedarme callada.—Cuando me conociste no eras capaz de amar, no era capaz de doblegar mi orgullo, pero por ti hice eso y muchas cosas más que jamás hubiera hecho, todo por no perderte. Intenté ser un mejor hombre. Pero mira de qué sirvieron todos mis esfuerzos, si a la mínima me traicionaste, dejaste de confiar en mí, no me duele que seas la hija de los asesinos de mis padres, sé que no eres culpable de eso —dijo elevando la voz—. Me duele que hayas desconfiado de mí, que cuando no había pruebas en mi contra tú las hayas buscado, me duele que cuando te supliqué que confiaras en
El día había empezado mal y había terminado siendo muy tormentoso, no quería molestar a Karen, me acosté y sin darme cuenta me había quedado dormida, pero las horas de la noche ya no tenía sueño.No sabía qué hacer para dejar de pensar en Hades y lo bien que seguramente la estaba pasando con esa tal Esmeralda, los celos me consumían al recordar cómo lo había visto y que no le había importado, que me haya recordado lo que solía hacer en aquellos tiempos cuando fui su acompañante, pero no pensaba quedarme de brazos cruzados. Jugaría su juego también.Una de las chicas ingreso a la habitación para decirme que Hades estaba llamando al teléfono fijo de la casa, para despedirse de Ares antes de que se durmiera, le ordené que le dijera que si no llamaba a mi teléfono no iba a despedirse de él.—Señorita Zia, ha tirado la llamada y ha dicho que le dé un beso a su hijo, que le diga que lo ama mucho, no ha dicho nada más, con su permiso me retiro —dijo la niñera.Debí imagíname, era Hades, sien
—Estoy lista, Favio cómo le dije no me iba a demorar mucho. ¿Puedo irme delante con usted? No quisiera tener que compartir asiento con su acompañante.—Señorita Usted puede ir donde quiera, pero sería muy imprudente que se suba con el niño adelante, a no ser que quiera que la señorita Esmeralda sé a quién se lo lleve.—Por supuesto que no, en eso tiene razón Favio ¿Puede decirle a ella que se vaya adelante con usted? Así puedo ir con mi hijo en la parte trasera, sin ningún inconveniente ni nada que me incomode.Favio le había dicho a ella, parecía no dar importancia, estaba al tanto de mi historia con Hades, pero no sabía qué le había dicho él, que ella evitaba molestarse por lo que dijera.Ella le había pedido a Favio que pusiera música y yo le pedí que la apagará para no despertar al bebé, quería hacer todo para incomodarla, pero parecía que no la estaba logrando.Así continuamos todo el camino, yo tratando de incomodarla y ella no me daba importancia, cuando finalmente llegamos me