—¿Qué no vaya al club? Eso que significa Favio, Hades ha prohibido mi entrada al club. ¿Es eso lo que usted intenta decirme?—No, señorita Zia yo en realidad no sé las decisiones del joven Hades, solo estoy comunicando lo que él me ha ordenado, pero no creo que haya hecho eso, pues conmigo solo le ha mandado a decir estás cosas —dijo Favio—. Pero si me permite un consejo, dele tiempo, usted más que nadie conoce si carácter, buscarlo ahora sería como ponerle sal a sus heridas, dejé que se le pasé, por lo que vi está bastante decepcionado, ni siquiera es molestia, puedo asegurar.—Lo sé, pero tengo que intentarlo, él también ha cometido errores.—Debe comprender que él se enamoró de usted, lo conozco desde niño, fui el chófer de sus padres, lo que vivió no fue nada fácil, desde entonces cerro su corazón, usted señorita revivió parte de su pasado —argumento Favio —Póngase en sus zapatos, usted que la he visto molestarse con él por pequeñeces, ahora es tiempo de madurar, no me tomé las co
—Está bien Betsy, he venido a pedirte trabajo como bailarina en este club, sé que tú lo estás administrando, te pido que me des la oportunidad de trabajar, como sabes, ya no estoy con Hades, no quiero seguir dependiendo de él.—No, de ninguna manera, ¿te estás escuchando? ¿Tú quieres que Hades me despida verdad? Como se te ocurre que voy a ponerte a bailar aquí, sabes que es una de las cosas que él no permitiría jamás, aunque me ha dado el poder para contratar personal, no puedo contratarte a ti, no le gustará nada. No están juntos, pero eres la madre de su hijo y es evidente que te ama a pesar de todo.—Está bien, no quiero hacerlo por eso, quiero estar cerca de Hades, quiero ganarme su confianza, sé nuevo, quiero demostrarle que lo amo, no tengo otra opción, ayúdame, no creas que es fácil pedir ayuda y menos a ti, pero lo amo y eres mi única salida, Betsy por favor.—No puedo hacer esto, lo siento Zia, pero se sale de mis manos ayudarte, si no tienes más que decirme, por favor vete,
—Dime, ¿qué es lo que has creído? Que tienes el derecho de venir aquí, a decirme perdón, a creer que todo va a seguir igual después de lo que me hiciste. Estás muy equivocada. Zia las cosas no funcionan de esa manera. Te di todo de mí, confíe en ti, me abrí, hice todo lo que me pediste para que estuviéramos bien. ¿Querías imponer tus caprichos?Quería recordarle las veces que lo había perdonado, pero decidí quedarme callada.—Cuando me conociste no eras capaz de amar, no era capaz de doblegar mi orgullo, pero por ti hice eso y muchas cosas más que jamás hubiera hecho, todo por no perderte. Intenté ser un mejor hombre. Pero mira de qué sirvieron todos mis esfuerzos, si a la mínima me traicionaste, dejaste de confiar en mí, no me duele que seas la hija de los asesinos de mis padres, sé que no eres culpable de eso —dijo elevando la voz—. Me duele que hayas desconfiado de mí, que cuando no había pruebas en mi contra tú las hayas buscado, me duele que cuando te supliqué que confiaras en
El día había empezado mal y había terminado siendo muy tormentoso, no quería molestar a Karen, me acosté y sin darme cuenta me había quedado dormida, pero las horas de la noche ya no tenía sueño.No sabía qué hacer para dejar de pensar en Hades y lo bien que seguramente la estaba pasando con esa tal Esmeralda, los celos me consumían al recordar cómo lo había visto y que no le había importado, que me haya recordado lo que solía hacer en aquellos tiempos cuando fui su acompañante, pero no pensaba quedarme de brazos cruzados. Jugaría su juego también.Una de las chicas ingreso a la habitación para decirme que Hades estaba llamando al teléfono fijo de la casa, para despedirse de Ares antes de que se durmiera, le ordené que le dijera que si no llamaba a mi teléfono no iba a despedirse de él.—Señorita Zia, ha tirado la llamada y ha dicho que le dé un beso a su hijo, que le diga que lo ama mucho, no ha dicho nada más, con su permiso me retiro —dijo la niñera.Debí imagíname, era Hades, sien
—Estoy lista, Favio cómo le dije no me iba a demorar mucho. ¿Puedo irme delante con usted? No quisiera tener que compartir asiento con su acompañante.—Señorita Usted puede ir donde quiera, pero sería muy imprudente que se suba con el niño adelante, a no ser que quiera que la señorita Esmeralda sé a quién se lo lleve.—Por supuesto que no, en eso tiene razón Favio ¿Puede decirle a ella que se vaya adelante con usted? Así puedo ir con mi hijo en la parte trasera, sin ningún inconveniente ni nada que me incomode.Favio le había dicho a ella, parecía no dar importancia, estaba al tanto de mi historia con Hades, pero no sabía qué le había dicho él, que ella evitaba molestarse por lo que dijera.Ella le había pedido a Favio que pusiera música y yo le pedí que la apagará para no despertar al bebé, quería hacer todo para incomodarla, pero parecía que no la estaba logrando.Así continuamos todo el camino, yo tratando de incomodarla y ella no me daba importancia, cuando finalmente llegamos me
Estuve allí todo el día practicando con Samuel, también tuve que presenciar el romance entre Hades y Esmeralda, andaban con mi hijo para arriba y para abajo lo llevaban, lo traía, él disfrutaba saber que me estaba molestando. Si me molestaba demasiado, intentaba concentrarme para poder aprender bien la coreografía, pero parecía que no lo iba a lograr, los celos me consumía, quería correr hacia ella y agarrarla por el cabello, Pero sabía que él no lo permitiría, no estaba en la posición para hacerlo.A la hora del almuerzo le pedí que me dejara compartir con mi hijo y que en esas horas que me permitirá darle los alimentos, estar con en unos minutos, ya que no podría estar durante la noche, esa noche saldría a bailar.Estaba segura de que se estaba haciendo el indiferente ante la idea de que me tendría que ver bailar para otros hombres, que no fuera él, ya me había demostrado antes que no le gustaba que lo hiciera, me valdría de esto para ponerlo celoso y así aprovecharía para llevar a
—Te quedará experiencia así lo pensarás dos veces para la próxima y discúlpame que sea tan directo y es que solo a ti como mujer enamorada se te ocurre hacer una cosa de esas, no estoy queriendo decir que una mujer enamorada tenga que cegarse ante las maldades de un hombre —argumentó—. Pero tú más que nadie conoces a Hades, sabes que no es el tipo de hombre que va por allí ocultando lo que hace, si hubiese tenido motivos para mandar a golpear a tu amigo lo hubiera hecho y te lo hubiera hecho saber, Así que no entiendo que te llevo a pensar que había sido él.—Ya por favor. No sigamos con el tema, no tengo ninguna explicación para lo que hice, me dejé llevar, no sé qué me hizo caer en ese profundo error, estaba ciega aunque aún no comprendo por qué, pero dejemos el tema porque si no voy a llorar y no voy a poder salir a formar parte del espectáculo y arruinaría lo que tengo planeado.—Como tú quieras linda. Termina de organizarte, has los retoques que te faltan, porque en unos minutos
Esa vez me dolía mucho, pero no podía reclamar ni nada porque no tenía nada con él, no era su pareja, no era nada de su vida, de eso me había encargado yo. El día que lo metí preso le dije que no quería volver a verlo, qué hiciera cuenta que estaba muerto para mí, pero parecía que ahora la muerta era yo para él.Lo amaba demasiado, pero seguía siendo el maldito infeliz que un día conocí, sus mismas actitudes, su arrogancia porque simplemente no era capaz de entender que lo que hice no lo hice con la intención de lastimarlo, que estaba confundida, ni siquiera podía explicar por qué había llegado a esos extremos.Iba camino a la habitación de mi hijo, ya me había calmado en el camino, me encontré nuevamente a Samuel, me dijo que si tenía unos minutos para hablar y le dije que en ese momento no me sentía en los ánimos para hablar.Él lo entendió y nos despedimos, me fui a la habitación de mi hijo, me retiré el maquillaje y me metí a la cama junto a él, acariciaba su pequeño cuerpecito mi