Culmino mi jornada de trabajo con una sensación de zozobra desalentadora. El día ha estado agotador. Las parejas que he consultado durante mi jornada laboral se dejaron absorber por problemas remediables, que con comunicación desaparecían. Los primeros, tan diferentes entre sí, no aceptaban las diferencias, produciéndose, en la unión, una lucha entre la naturalidad y la arrogancia, que le planteó un desafío que solo los días se encargaría de revelar. El segundo matrimonio estaba consumido por la rutina, afectando hasta la intimidad de ambos. ¿Por qué las parejas se niegan a compartir vivencias que propician la comunicación entre los miembros del matrimonio? Recojo mis objetos de uso personal y salgo del consultorio con urgencias. Estoy exasperada, por lo que me dirijo hacia la casa a descansar, sin embargo, al llegar, la soledad nuevamente me golpea. Siento el tono de llamada de mi teléfono celular, desbloqueo la pantalla y...número desconocido. - Diga - respondo en tono bajo.
- Buenos días - saludo viendo a los primeros pacientes de la mañana. He llegado tarde, pues, por el cansancio, no he escuchado el sonido de la alarma del teléfono y apenas he tenido tiempo para acomodarme y revisar las anotaciones que, mi secretaria, ha puesto encima del escritorio. - Buenos días - responden con una sonrisa en los labios. Con una seña les indico las sillas que se encuentran frente a mi escritorio. Leo sus datos personales, con cierta curiosidad, Magda y Kieran Grey, 20 y 26 años respectivamente, apenas 5 meses de casados y dos meses de embarazo. Me siento, me acomodo en la silla y me preparo para iniciar mi discurso. - Soy la Doctora Nicole Jonson, psicóloga, sexóloga y especialista en terapia de parejas. Quiero agradecerles que escogieran este consultorio para resolver los problemas que atentan contra su relación, si están aquí, es porque desean salvar la unión de la pareja, por lo que, necesito que, con sinceridad me expongan por qué ustedes creen que ne
- Buenos días - saludo a la pareja que ha entrado a mi consultorio y, que sin pensarlo dos veces, ha ocupado las sillas que se encuentran en la estancia. - Buenos días - responden al unísono. Esa extraño sincronía al hablar me deja totalmente impactada. Parece fluir la comunicación entre ambos y, durante algunos minutos, me encuentro preguntándome las causas de su visita a mi local de trabajo. Sonriendo, los detallo con la mirada, son jóvenes pero ambos han pasado la barrera de las dos décadas, por lo que poseen experiencia acumulada. - Soy la Doctora Nicole Jonson - comienzo mi discurso - psicóloga, sexóloga y especialista en terapias de pareja. Si están aquí es porque quieren salvar su matrimonio y les agradezco que escogieran mi consultorio para exponer los problemas que aquejan a su relación. Necesito que con sinceridad me digan las causas por la que creen necesitar ayuda especializada para lidiar con estas situaciones que afectan el sano desarrollo de la unión. Observo
Miro el reloj un poco desconcertada, son las 8:30 de la noche y Max no ha llegado aún al momento íntimo, a nuestro escape romántico. Las dudas comienzan a invadirme. ¿Vendrá? Me pregunto, mientras aliso mi cabello. Quizás se dio cuenta que no podía estar con una mujer como yo, tan cansada, pero a la vez tan predispuesta a las segundas oportunidades, a pesar de que, mi vida profesional se basa precisamente en ello, en restaurar matrimonios que necesitan nuevas oportunidades. Recuerdo que, en la mañana, precisamente fui yo quien lo llamó, desafiando las tradiciones. ¿He estado presionando las cosas? De repente siento el timbre de la puerta principal y respiro aliviada. Corro a abrirla para descubrir al atractivo joven con un ramo de rosas. - Pensé que no vendrías - digo un poco recelosa. - Es que... - No importa - digo risueña interrumpiéndolo - estás aquí. Tomo el regalo, lo llevo al interior de la vivienda y me incorporo a su lado. - ¿Cómo estuvo tu día? - pregunto. - Te
Miro al matrimonio que se ha sentado frente al escritorio y, que vestidos con un estilo gótico, se preparan para exponer las razones por la que requieren terapia de pareja. Debido al silencio incómodo que se ha extendido por el recinto, decido romper el hielo y preguntar a la joven. - ¿Por qué consideras que necesitan de ayuda especializada para salvar su matrimonio? - Doctora nosotros teníamos una relación abierta y... Todo era consensuado, hasta que... Nos enteramos del embarazo Los miro asombrada, por el poco tiempo que tienen de relación nunca hubiera considerado la posibilidad de que necesitaran brindarle motivación a la misma, normalmente las relaciones abiertas son propuestas de matrimonio que tienen años de convivencia y la rutina los ha golpeado, pero en el lugar de ellos, están en pleno proceso de limar asperezas. - A ver, vamos por parte - digo - yo necesito entender qué los llevó a tomar la decisión de una relación abierta. Verana me mira un poco inquieta, se acl
- Buenos días - digo saludando al matrimonio que se encuentra en el umbral de la puerta de la oficina. - Buenos días - responde el joven moreno que me mira sonriente y con expresión esperanzadora. Ella apenas se mueve, solo sigue a su esposo y, ante una señal, se sientan ambos en las sillas que se encuentran frente a mi escritorio. Reviso el registro que Isabel ha dejado en mi mesa, Emilia y Ransés Hamilton, 27 y 29 años respectivamente, 20 meses de casados, sin hijos. Los miro y comienzo mi discurso. - Yo soy la doctora Nicole Jonson, psicóloga, sexóloga, especialista en terapias de pareja. Agradezco que escogieran mi consultorio para lidiar con los problemas que afectan su relación. Asumo que si están aquí es porque quieren salvar el matrimonio, por lo que necesito que sean sinceros y me expliquen por qué requieren de ayuda especializada para ello. Ransés me mira un poco incómodo. Observa a su esposa, quien se ha mantenido sería desde la llegada, aclara su garganta y com
Después de una noche increíblemente especial, de cena romántica con mi chico, donde compartimos experiencias y recuerdos me levanté con energías renovadas, dispuesta a comenzar una jornada, donde predominara el optimismo y la vitalidad. - ¿Tienes que irte? - pregunto adoptando una posición graciosa. - Sí, amor - responde mi chico con ternura - tengo que trabajar, pero te lo compensaré mañana. Salió dejando un beso breve en mis labios y Yo comencé mi protocolo diario para dirigirme al consultorio. Una hora más tarde entro a mi lugar de trabajo con una radiante sonrisa en los labios. - Buenos días Doctora, feliz esta mañana - dice mi secretaria apenas me ve entrar a la consulta. - Buenos días - respondo con amabilidad. - ¿Buena noche? - Excelente. Escucho el sonido de la puerta principal y me doy cuenta de que acaban de llegar los primeros pacientes. Miro a Isabel y le digo: - Guíalos al local de consulta. Ella asiente y yo me dirijo a mi despacho, donde se encuen
- Buenos días - saludo mirando a las parejas que tengo frente a mí. - Buenos días - responden al unísono. Reviso en el escritorio los papeles con los datos personales de los cuatro que, ante una indicación mía, se sientan en el sofá del saloncito de consulta. Sucet y Andy Hardy, Vania y Joss Urial, los primeros con 24 y 25 como edad respectivamente y los segundos 27 y 32 años, ambas parejas sin hijos. - Yo soy la Doctora Nicole Jonson, psicóloga clínica, sexóloga y especialista en terapia de parejas. Primero, quiero agradecerles que escogieran este consultorio para resolver los problemas que hoy aquejan a sus relaciones. Debo decirles que esto es novedoso para mí, nunca he lidiado con una relación de cuatro personas, pero si están aquí es porque de alguna forma quieren salvar la unión que tienen, por lo que necesito que, con sinceridad y sin reservas, me expongan por qué requieren de ayuda especializada para ello. - Doctora - comienza a hablar Sucet - esto es difícil para no