La joyería era un lugar verdaderamente mágico, repleto de destellos resplandecientes que reflejaban la luz de una manera absolutamente hipnótica y fascinante. El silencio absoluto, únicamente interrumpido por el suave y delicado sonido de los transeuntes a la afuera de la tienda se filtraba en el aire, la soledad de nosotros dos en esa tienda, se convirtió en un telón de fondo perfecto y enigmático para lo que estaba a punto de acontecer en ese misterioso lugar.
Derek, con su inconfundible y encantadora sonrisa que provocaba en mí una amalgama de sensaciones que iban desde la ansiedad hasta la euforia, se aproximó lentamente hacia mí tomando con delicadea mi barbilla.Todo lo que ocurrió en ese momento sucedió de una manera tan vertiginosa y acelerada que apenas pude procesar lo que estaba pasando. La distancia que separaba nuestros cuerpos se desvaneció por completo en un instante, y en un abrir y cerrar de ojos, sus carnosos labios se posaron delicadamente sobre los míos. Fue un beso tan intenso y apasionado, una explosión de emociones tan abrumadora que me dejó completamente sin aliento y sin capacidad de pensar con claridad.
Como si el implacable transcurrir del tiempo se viera interrumpido de repente, experimenté una aceleración descontrolada en las pulsaciones de mi corazón, un temblor incontrolable en mis piernas y una difuminación progresiva de la realidad circundante. Sus labios carnosos y tentadores eran suaves al tacto, pero el intenso fuego que ardía en ellos era innegable y cautivador. Cada suave caricia, cada dulce susurro de la piel, parecían desdibujar el mundo que nos rodeaba, dejándonos solos a nosotros dos, inmersos en un torbellino de emociones y sentimientos.Cuando finalmente nos separamos, después de un intenso forcejeo por regresar a la cotidianidad, un profundo suspiro de alivio y nostalgia se escapó de mis labios entreabiertos. Derek, con esa encantadora sonrisa traviesa que provocó que mi corazón latiera con más intensidad, se inclinó lentamente hacia mí, acercando su rostro al mío con una mirada llena de complicidad. — En este momento, solo puedo ofrecerte un breve vistazo de lo que está por venir— , expresó con entusiasmo, su tono rebosante de expectativas y posibilidades. — Si en algún momento decides llevar todas las cosas que te gustan a la cama, te prometo solemnemente que me esforzaré al máximo para que disfrutes de una experiencia inolvidable como nunca antes la hayas experimentado.
Las palabras que pronunció resonaron en lo más profundo de mi ser, como un eco persistente que se negaba rotundamente a desaparecer. Nunca imaginé que pudiera surgir algo significativo de mi interacción con él, un individuo que en realidad era poco más que un completo extraño en este complicado y enigmático entramado de mi vida. Sin embargo, en ese preciso instante, era plenamente consciente de que me había dejado arrastrar por la vorágine de sentimientos que él acarreaba consigo. En ese preciso instante, pude percatarme de que, quizás, este apasionado beso no se limitaba únicamente a una simple diversión. Podría ser el comienzo de algo realmente grandioso y extraordinario.
Experimenté la sensación de que todas las personas a mi alrededor desaparecían, quedando únicamente la calidez de su cuerpo junto al mío.
Traté de mantener una actitud firme, como si no me impactara en lo más mínimo. —Vaya, eso estuvo… —Comencé a hablar, pero mis palabras se perdieron en un murmullo. Era consciente de que sería una locura seguir adelante después de ese beso, sin embargo, en mi interior, la posibilidad de entregarme a algo más resultaba tentadora me seducía en silencio.
Derek se alejó ligeramente, clavando en mí una mirada intensa y ardiente. —Eloise, ¿podrías simplemente relajarte y disfrutar? —dijo con una voz seductora y sugerente. Sus ojos brillaban con un anhelo tan tangible como el mío, era evidente para mí.Con un esfuerzo consciente, respondí con un tono abrupto—No estamos aquí para eso. Solo es un juego, una fachada de compromiso falso recuerda. —Mis palabras resultaron ser la fachada menos persuasiva que había expresado nunca. Dentro de mí, una intensa emoción me invadía, colmando todo mi ser con una llama que no podía pasar por alto.
Su rostro se iluminó con una sonrisa enigmática que sugería misterios y emociones ocultas, mientras mi mente debatía entre la racionalidad y el intenso anhelo de entregarme a su abrazo.
¿Realmente podría dejarme llevar? Aquella pregunta resonaba en el aire, y al cruzar nuestras miradas, una parte de mí intuía que permitirme ser vulnerable podría llevarme a vivir una experiencia más apasionante de lo que había previsto.Aunque en realidad no quisiera admitirlo, mis piernas aún temblaban intensamente debido a la fuerza del beso que acababa de recibir. Mis areolas se endurecían notablemente, mientras que mis pantis experimentaban un marcado aumento de humedad que resultaba imposible de ignorar. Aunque en mi interior era consciente de que nuestro compromiso carecía de autenticidad, aquel beso despertaba en mí la urgencia de emprender una acción más significativa.
Involuntariamente, me encontré anhelando experimentar lo mismo que él le hizo a la mujer en su oficina. Gritaba descontroladamente, gemía con intensidad y gimoteaba de placer, ansiosa por descubrir si la experiencia era realmente tan satisfactoria. Mis piernas, aclamaron, me suplicaron que le permitiera el acceso, que le extendiera una amable invitación para adentrarse en ellas y me hiciera enloquecer.
Por unos breves segundos, juraría que sus profundos y enigmáticos ojos se oscurecieron sutilmente, al tiempo que revelaba una encantadora y ligeramente pecaminosa sonrisa. Me observaba detenidamente, fijando sus ojos en mis labios, y luego, simplemente, me dedicó un coqueto guiño que provocó un ligero estremecimiento en mí. Durante unos breves instantes, percibía cómo sus ojos adquirían un brillo lujurioso y provocador, reflejando un deseo intenso en su mirada. Ambos teniamos las ganas, ambos queriamos hacerlo, pero yo decidi detenerlo pues sabia que el y yo solo queriamos una cosa, vengarnos de Trevon y quitarle todo lo que el nos quito a nosotros.—Muy bien, Eloise, ha llegado el momento de ir a recoger todas tus pertenencias, a partir de hoy te mudarás a vivir a mi casa.
La tarde era gris y el viento soplaba con una rabia contenida cuando Derek y yo llegamos a la casa de Trevon. La incertidumbre se había instalado en lo más profundo de mi ser, como un pájaro inquieto revoloteando sin descanso. No estaba completamente segura de lo que nos aguardaba detrás de aquella puerta, pero en mi interior sabía que enfrentarnos a Trevon, con su astucia y determinación, nunca sería una tarea sencilla. Estaba totalmente enfurecida pues el se había llevado todos mis logros, mis méritos, y mi trabajo duro siendo apoyado solo por el dinero que me dio mi padre. Deseaba quitarle todo, hacerlo sufrir, quería que rogara por su perdon pero mas que nada que no pudiera levantarse con todo lo que me hizo. Derek,en medio de esta intensa tormenta emocional, mostraba una determinación inquebrantable. Su penetrante mirada se encontraba inmutablemente fija en la imponente puerta de madera maciza, como si poseyera la capacidad sobrenatural de traspasarla y descifrar meticulosamente
Derek bajaba su pistola con una expresión implacable mientras Trevon mostraba una sonrisa burlona. Empecé a andar, pasando junto a el con la intención de localizar mi equipaje, momento en el que me topé con Allana. Ignoré por completo la sonrisa burlona con la que me miraba, pues tenia decidida en hacerla pagar por ello.—Vaya, parece que no tienes nada que hacer que andas meneandole el culo a un hombre.—Tu mente es tan carente de ideas y pocas neuronas que crees que seguiré tu ejemplo —interrumpió sin siquiera dirigirle la mirada después de subir las escaleras —la diferencia entre tú y yo radica en que yo no vacilo en deshacerme de lo que me estorba —con una mirada implacable la dejó paralizada mientras se encaminaba hacia mi habitación. Permanecí en la diminuta habitación que solo tenía una cama, sin nada más. Mientras organizaba mis escasas posesiones en la maleta, bajaba por las escaleras donde Derek y Trevon permanecían inmóviles, como si estuvieran atrapados en un terreno pa
Se dirigió lentamente a la cocina, desde donde emergía con una botella de vino tinto destapada y dos copas de cristal relucientes. El vino tinto coloreaba elegantemente las copas de cristal, absorbiendo la suave luz que emanaba de las lámparas que decoraban con esplendor el frio apartamento de Derek. Todo en ese maravilloso lugar era un fiel reflejo de la complejidad de su personalidad: elegante, refinado y sofisticado, pero también con un misterioso y enigmático toque oscuro que despertaba mi curiosidad y me llevaba a preguntarme qué secretos intrigantes podían estar ocultos tras esas imponentes paredes. Me sentí como un pez en un acuario, encerrada en una belleza inquietante.Mientras él elegantemente servía el exquisito vino tinto en las copas de cristal, una cálida y encantadora sonrisa se dibujaba en sus labios, dejándome completamente cautivada y embriagada por su encanto. Su penetrante mirada, llena de intensidad y persuasión, parecía tener el poder de traspasar la vasta dista
Los rayos del sol poniente se colaban por los amplios ventanales de la vivienda de Derek, generando una atmósfera dorada que chocaba con la incomodidad que me provocaba la situación pues era un constraste diferente al ambiente frio que tenia en su vivienda. Mientras nos encontrábamos en la sala, un lugar sofisticado que reflejaba su triunfo y determinación, mi mente solo se enfocaba en la falsa promesa que habíamos forjado juntos.—Derek,—comencé, llevándome las manos a la cintura en un gesto que trataba de mostrar firmeza, alzaba levemente una de mi ceja para mostrar mi personalidad fuerte.Volteó su rostro hacia mí, mostrando una sonrisa misteriosa que me causaba escalofríos. Resultaba molesto la cantidad de confianza que mostraba.— ¿Si? Eloise. Soy todo oídos. —Esto… lo nuestro… no es real. Nuestra relación es pura apariencia. No quiero que nada más suceda entre nosotros —dije, con la mirada firme, aunque en el fondo sabía que la tensión en el aire estaba cargada de algo más.Der
POV Derek MontenegroAl anochecer, Los Ángeles se cubría con un velo de oscuridad, y al recorrer el corredor de mi hotel, percibía cómo la tensión se iba intensificando en el ambiente. Se consideraba el sitio donde todos debían sentirse protegidos, donde las sonrisas eran imprescindibles y se brindaba en honor a la alegría. Nadie sospechaba del verdadero poder que se escondía tras aquellos brillantes cristales. Era Derek Montenegro, conocido como el cerebro detrás de todo, dirigía en secreto una influyente y temida organización criminal, siendo la fuerza implacable detrás del éxito de una reconocida red de hoteles.Sin embargo, la noche en cuestión presentaba una singularidad. Mi autoridad se vio debilitada por una filtración, un individuo desleal reveló mi secreto, lo que motivó mi convocatoria. Era consciente de que era momento de enfrentar los remordimientos, y estaba decidido a no permitir que la traición quedara sin consecuencias. Con serenidad, me encaminé hacia la habitación do
Tras bañarme bajaba hacia la cocina pues el trato con Derek era que cocinara. Al bajar, miro que la cocina con una amplia sonrisa, experimentando una agradable tranquilidad y alegría que no había experimentado en bastante tiempo. Planeaba hacer una cena especial para Derek, así que planeaba hacerlo lo mas deliciosa posible para que supiera que era buena en eso, aunque no quisiera admitirlo quería ver su expresión de deleite cuando comiera. Recordaba haber asistido a clases de cocina con la intención de alegrar a mi ex marido Trevon, sin embargo, él nunca valoró todo lo que hice. En esta ocasión, lo estoy haciendo por que quiero preparar algo para mi y Derek, pues usualmente yo no cenaba con Trevon.Empiezo a cocinar un risotto de camarones, que es uno de mis platos predilectos, y lo sirvo junto a un exquisito estofado de ternera con hongos. La cocina de Derek estaba surtida, asi que se me hizo totalmente facill tener ingredientes. Disfruto de cada momento, dedicando tiempo a apreciar
Esa mañana me desperté temprano con la intención de ir tras los líderes de la industria para poner fin al negocio hotelero de Trevon. Después de desayunar apenas, me puse mi traje de ejecutiva y respiré hondo antes de bajarme del auto que Derek me prestó. Mi objetivo al llegar al campo de golf era reclutar a un contribuyente fundamental de la empresa de Trevon. Este hombre, reconocido por su destreza en el manejo de las finanzas hoteleras, resultó ser la pieza clave que necesitaba para convertir mi emprendimiento en algo tangible.Con una expresión alegre en mi rostro, caminé hacia la entrada principal del club de golf y me acerqué a la recepción para saludar. Después de un breve intercambio de palabras, fui dirigida hacia la zona de juegos donde esperaba encontrar a mi objetivo.Mientras me dirigía hacia el área asignada, notaba la tensión en mi cuerpo. Era consciente de que esta era una excelente oportunidad para mí, aunque también me preocupaba que el pudiera rechazar ser persuadi
La tarde estaba oscureciendo y el aire era pesado, como si el mundo mismo estuviera tratando de aplastarme junto con cada uno de mis pensamientos. Allí estaba yo, recostando mi cabeza en el volante del auto, con las manos aferradas a ese frío metal, mientras el motor seguía rugiendo suavemente. Estaba cerca del restaurante de mi segunda presa. Intentaría entrar de la manera mas sigilosa para traer su atención. Apagaba el auto, me dirigía hacia el restaurante donde notaba a mi presa sentando con tranquilidad en una mesa. Si esperar que me indicara sentarme, solo lo hacia al frente de el. Carter se encontraba al frente, observándome con desprecio, y su desdén era palpable sin necesidad de expresarlo verbalmente.«Si sólo pudiera demostrarle que irse conmigo es la mejor opción»Pensaba mientras repasaba las cuentas del hotel de mi ex esposo en mi mente. Las opciones eran infinitas; una inversión acertada, los extensos libros llenos de cifras que detallaban beneficios y desventajas. Tra