La tarde era gris y el viento soplaba con una rabia contenida cuando Derek y yo llegamos a la casa de Trevon. La incertidumbre se había instalado en lo más profundo de mi ser, como un pájaro inquieto revoloteando sin descanso. No estaba completamente segura de lo que nos aguardaba detrás de aquella puerta, pero en mi interior sabía que enfrentarnos a Trevon, con su astucia y determinación, nunca sería una tarea sencilla. Estaba totalmente enfurecida pues el se había llevado todos mis logros, mis méritos, y mi trabajo duro siendo apoyado solo por el dinero que me dio mi padre. Deseaba quitarle todo, hacerlo sufrir, quería que rogara por su perdon pero mas que nada que no pudiera levantarse con todo lo que me hizo.
Derek,en medio de esta intensa tormenta emocional, mostraba una determinación inquebrantable. Su penetrante mirada se encontraba inmutablemente fija en la imponente puerta de madera maciza, como si poseyera la capacidad sobrenatural de traspasarla y descifrar meticulosamente los enigmáticos y siniestros designios urdidos por el astuto Trevon. Por un breve instante, experimenté una sensación de seguridad y resguardo, como si la inmensidad del mundo que nos rodeaba no tuviera la capacidad de perturbarnos en la unión que compartíamos en ese momento. Sin embargo, en el fondo de su ser, tenía plena conciencia de que esa situación efímera no perduraría en el tiempo. Tocaba la puerta pues ni siquiera me habian dado llave, pues segun el no la merecia. Cuando Trevon abrió la puerta de su casa, su rostro se iluminó con una sonrisa burlona que revelaba su satisfacción por la travesura que estaba a punto de cometer. Sus penetrantes ojos azules buscaban los míos con una mirada llena de desprecio y desdén. — Mira a quién tenemos aquí, — exclamó con un tono de voz lleno de prepotencia y superioridad, dejando en claro su actitud altanera y despectiva hacia la persona que acababa de llegar. Cruzaba sus brazos sin dejar de mirarme de manera burlesca— mi primo incompetente que sabe Dios que hace para sobrevivir que está tratando de conquistar el corazón de mi esposa. ¿Qué te hace pensar que Eloise te pertenece?"
Mi estómago comenzó a revolverse intensamente, provocando una sensación de malestar que me invadió por completo.
— ¿Te pertenezco?— hablaba de manera burlesca— eres un idiota y te recuerdo que tú me pediste el divorcio. — Eso fue antes, ahora tu estas viviendo conmigo, mi querida Eloise, así que cállate y entra ahora mismo. Trevon nunca había sido especialmente hábil para disimular su egoísmo, y esa pregunta no solo resultaba provocativa, sino también profundamente desgarradora. En ese momento, experimenté una sensación de opresión en el ambiente, como si la atmósfera misma se cargara de una densidad inusual. — Agradece que no te mate ese día Trevon, debí hacerlo. Además, no te pertenezco— respondí con determinación, intentando mantener mi postura firme, quería arrastrarlo pues de solo verlo mi colera y mi odio comenzaban a vislumbrarse.Derek, sin embargo, se encontraba en un estado de ánimo notablemente frío y distante en ese momento. Su profundo y perturbador silencio era gélido, y pude observar claramente cómo apretaba con fuerza su mandíbula, reflejando así la intensidad de sus emociones contenidas. — No tienes ningún derecho absoluto a dirigirte de esa manera hacia mi prometida—expresó con firmeza, su tono de voz tranquilo pero cargado de una clara advertencia. Era un aspecto de su personalidad que no había tenido la oportunidad de presenciar ya que no habíamos socializado, y debia admitir que me tomó por sorpresa.
Trevon soltó una risa burlona y despectiva, como si la situación absurda y ridícula que se presentaba ante él fuera parte de una comedia de enredos sin fin. —¿Prometida? Apenas es una mujer que ni siquiera tiene claridad sobre sus propios deseos y necesidades. Ademas es mi esposa ¿En serio piensas comerte mis sobras?
Una intensa chispa de furia cruzó velozmente por el rostro de Derek, y en un fugaz instante, la atmósfera circundante experimentó un drástico cambio. En un movimiento sorprendentemente fluido y escalofriante, sacó rápidamente un arma de fuego de su elegante chaqueta y la apuntó amenazadoramente directamente hacia Trevon, quien quedó petrificado ante la situación.
Mis grandes ojos se abrieron sin poder entender la situacion que estaba pasando, como si fuese una pelicula. El intenso terror me invadió por completo, dejándome completamente paralizado en ese instante. —No me tiembla la mano para acabar contigo.—expresó con una frialdad tan intensa que me dejó completamente helado y sin aliento. Su voz, firme y serena, no mostraba ni un ápice de vacilación; al contrario, resonaba en el ambiente con una claridad impactante, como si la complejidad ética que lo envolvía fuera simplemente un eco lejano en su conciencia.—¡Derek, detente! no puedo creer lo que estás haciendo!— grité con todas mis fuerzas, pero mis palabras se perdieron en el furioso rugido de la tormenta que nos rodeaba. Era tan inesperado pues no sabía que el tuviera un arma. —Derek, por favor, te pido que no hagas esto, no puedes tomar una decisión tan precipitada.
El tiempo parecía detenerse por completo en aquel instante mágico y etéreo. La tensión era extremadamente palpable; podía claramente escuchar el latido acelerado de mi corazón resonando fuertemente en mis oídos. Trevon levantó lentamente las manos, confuso por la situación pero también ligeramente divertido, como si estuviera disfrutando plenamente del espectáculo que se desarrollaba ante sus ojos. —Mira cómo se pone esto. ¿Te empiezas llevar a la inútil ya y me dejas en paz?
Un estruendo ensordecedor de emociones intensas y profundas, largamente contenidas, estalló de repente en lo más profundo de mi ser. Era como si de repente el aire a mi alrededor se hubiera transformado en una vorágine de llamas incandescentes, me vi sumida en una profunda confusión, sin tener la más mínima idea de cuál sería la mejor forma de proceder ante semejante situación. —No soy ninguna de las cosas que dices. ¡Si quieres puedo golpearte de nuevo para que lo veas!—ladeaba levemente la cabeza levantando mi mano mostrando mi anillo de compromiso —el es mi prometido, lo amo así que lo que pase entre nosotros dos no es de tu incumbencia, Trevon.
Derek nunca apartó la mirada de Trevon, pude percibir claramente la determinación reflejada en su rostro. Sin embargo, en su interior también se albergaba un sentimiento de melancolía, una angustia intensa que permanecía oculta bajo esa apariencia de indiferencia. —Espero que respetes a mi prometida Trevon, asi que cuidado con lo que dices sobre ella—susurró con voz firme y decidida.
La situación en la que nos encontrábamos era completamente insostenible y parecía no tener fin. Se generaba un ambiente tenso y lleno de incertidumbre. Tenía que hacer algo.
—Por favor, baja el arma, Derek, —le supliqué con un tono de voz lleno de angustia y preocupación, sintiendo la desesperación crecer en mi interior. Tenía la certeza de que, si queria irme de su casa no podia darme el lujo de hacer mas revuelo, las circunstancias no podían ser de esa manera. —Esto no terminará bien para ninguno de nosotros.Ambos hombres me observaron detenidamente, cada uno inmerso en su propio universo de pensamientos y emociones. En ese preciso momento, una revelación impactante se apoderó de mi ser: el amor y el odio, dos fuerzas aparentemente opuestas, podían coexistir y manifestarse de manera simultánea. Me percaté de que, en ocasiones, la senda de la venganza se presentaba ante mí con una atracción irresistible, superando con creces mis más profundas expectativas.
Derek bajaba su pistola con una expresión implacable mientras Trevon mostraba una sonrisa burlona. Empecé a andar, pasando junto a el con la intención de localizar mi equipaje, momento en el que me topé con Allana. Ignoré por completo la sonrisa burlona con la que me miraba, pues tenia decidida en hacerla pagar por ello.—Vaya, parece que no tienes nada que hacer que andas meneandole el culo a un hombre.—Tu mente es tan carente de ideas y pocas neuronas que crees que seguiré tu ejemplo —interrumpió sin siquiera dirigirle la mirada después de subir las escaleras —la diferencia entre tú y yo radica en que yo no vacilo en deshacerme de lo que me estorba —con una mirada implacable la dejó paralizada mientras se encaminaba hacia mi habitación. Permanecí en la diminuta habitación que solo tenía una cama, sin nada más. Mientras organizaba mis escasas posesiones en la maleta, bajaba por las escaleras donde Derek y Trevon permanecían inmóviles, como si estuvieran atrapados en un terreno pa
Se dirigió lentamente a la cocina, desde donde emergía con una botella de vino tinto destapada y dos copas de cristal relucientes. El vino tinto coloreaba elegantemente las copas de cristal, absorbiendo la suave luz que emanaba de las lámparas que decoraban con esplendor el frio apartamento de Derek. Todo en ese maravilloso lugar era un fiel reflejo de la complejidad de su personalidad: elegante, refinado y sofisticado, pero también con un misterioso y enigmático toque oscuro que despertaba mi curiosidad y me llevaba a preguntarme qué secretos intrigantes podían estar ocultos tras esas imponentes paredes. Me sentí como un pez en un acuario, encerrada en una belleza inquietante.Mientras él elegantemente servía el exquisito vino tinto en las copas de cristal, una cálida y encantadora sonrisa se dibujaba en sus labios, dejándome completamente cautivada y embriagada por su encanto. Su penetrante mirada, llena de intensidad y persuasión, parecía tener el poder de traspasar la vasta dista
Los rayos del sol poniente se colaban por los amplios ventanales de la vivienda de Derek, generando una atmósfera dorada que chocaba con la incomodidad que me provocaba la situación pues era un constraste diferente al ambiente frio que tenia en su vivienda. Mientras nos encontrábamos en la sala, un lugar sofisticado que reflejaba su triunfo y determinación, mi mente solo se enfocaba en la falsa promesa que habíamos forjado juntos.—Derek,—comencé, llevándome las manos a la cintura en un gesto que trataba de mostrar firmeza, alzaba levemente una de mi ceja para mostrar mi personalidad fuerte.Volteó su rostro hacia mí, mostrando una sonrisa misteriosa que me causaba escalofríos. Resultaba molesto la cantidad de confianza que mostraba.— ¿Si? Eloise. Soy todo oídos. —Esto… lo nuestro… no es real. Nuestra relación es pura apariencia. No quiero que nada más suceda entre nosotros —dije, con la mirada firme, aunque en el fondo sabía que la tensión en el aire estaba cargada de algo más.Der
POV Derek MontenegroAl anochecer, Los Ángeles se cubría con un velo de oscuridad, y al recorrer el corredor de mi hotel, percibía cómo la tensión se iba intensificando en el ambiente. Se consideraba el sitio donde todos debían sentirse protegidos, donde las sonrisas eran imprescindibles y se brindaba en honor a la alegría. Nadie sospechaba del verdadero poder que se escondía tras aquellos brillantes cristales. Era Derek Montenegro, conocido como el cerebro detrás de todo, dirigía en secreto una influyente y temida organización criminal, siendo la fuerza implacable detrás del éxito de una reconocida red de hoteles.Sin embargo, la noche en cuestión presentaba una singularidad. Mi autoridad se vio debilitada por una filtración, un individuo desleal reveló mi secreto, lo que motivó mi convocatoria. Era consciente de que era momento de enfrentar los remordimientos, y estaba decidido a no permitir que la traición quedara sin consecuencias. Con serenidad, me encaminé hacia la habitación do
Tras bañarme bajaba hacia la cocina pues el trato con Derek era que cocinara. Al bajar, miro que la cocina con una amplia sonrisa, experimentando una agradable tranquilidad y alegría que no había experimentado en bastante tiempo. Planeaba hacer una cena especial para Derek, así que planeaba hacerlo lo mas deliciosa posible para que supiera que era buena en eso, aunque no quisiera admitirlo quería ver su expresión de deleite cuando comiera. Recordaba haber asistido a clases de cocina con la intención de alegrar a mi ex marido Trevon, sin embargo, él nunca valoró todo lo que hice. En esta ocasión, lo estoy haciendo por que quiero preparar algo para mi y Derek, pues usualmente yo no cenaba con Trevon.Empiezo a cocinar un risotto de camarones, que es uno de mis platos predilectos, y lo sirvo junto a un exquisito estofado de ternera con hongos. La cocina de Derek estaba surtida, asi que se me hizo totalmente facill tener ingredientes. Disfruto de cada momento, dedicando tiempo a apreciar
Esa mañana me desperté temprano con la intención de ir tras los líderes de la industria para poner fin al negocio hotelero de Trevon. Después de desayunar apenas, me puse mi traje de ejecutiva y respiré hondo antes de bajarme del auto que Derek me prestó. Mi objetivo al llegar al campo de golf era reclutar a un contribuyente fundamental de la empresa de Trevon. Este hombre, reconocido por su destreza en el manejo de las finanzas hoteleras, resultó ser la pieza clave que necesitaba para convertir mi emprendimiento en algo tangible.Con una expresión alegre en mi rostro, caminé hacia la entrada principal del club de golf y me acerqué a la recepción para saludar. Después de un breve intercambio de palabras, fui dirigida hacia la zona de juegos donde esperaba encontrar a mi objetivo.Mientras me dirigía hacia el área asignada, notaba la tensión en mi cuerpo. Era consciente de que esta era una excelente oportunidad para mí, aunque también me preocupaba que el pudiera rechazar ser persuadi
La tarde estaba oscureciendo y el aire era pesado, como si el mundo mismo estuviera tratando de aplastarme junto con cada uno de mis pensamientos. Allí estaba yo, recostando mi cabeza en el volante del auto, con las manos aferradas a ese frío metal, mientras el motor seguía rugiendo suavemente. Estaba cerca del restaurante de mi segunda presa. Intentaría entrar de la manera mas sigilosa para traer su atención. Apagaba el auto, me dirigía hacia el restaurante donde notaba a mi presa sentando con tranquilidad en una mesa. Si esperar que me indicara sentarme, solo lo hacia al frente de el. Carter se encontraba al frente, observándome con desprecio, y su desdén era palpable sin necesidad de expresarlo verbalmente.«Si sólo pudiera demostrarle que irse conmigo es la mejor opción»Pensaba mientras repasaba las cuentas del hotel de mi ex esposo en mi mente. Las opciones eran infinitas; una inversión acertada, los extensos libros llenos de cifras que detallaban beneficios y desventajas. Tra
En la cocina, Derek y yo nos movíamos como un reloj suizo de una manera tan esplendida que se notaba nuestra quimica alli. Me sorprendió saber que el sabia cocinar aunque nunca tenia tiempo. Al terminar, juntos preparamos la mesa. Mientras yo me ocupaba de servir con cuidado las albóndigas con arroz que había cocinado, él se encargó de colocar las copas. La fragancia de la salsa de tomate se fundía con la del arroz, creando una sensación acogedora que me envolvió por completo. Al sentarnos finalmente, una sonrisa se dibujó en mi rostro al observar a Derek probando una porción de las albóndigas. La mirada radiante que tenía me hizo sentir que había conseguido conectar con algo en su interior.—¡Guau, qué delicia! —dijo con entusiasmo, al tiempo que saboreaba nuevamente. —Me trae a la mente las acciones de mi madre. Ella solía hacerme estos platos en España.—hablaba con un ligero aire de nostalgia.Las palabras que me dijo me llegaron al alma. No solo por el placer que le causó la comid