POV Derek MontenegroEl aroma de la sal se deslizaba con la brisa del mar, revelando antiguos misterios olvidados. Desde la penumbra de un contenedor antiguo en el puerto, vigilaba atentamente cómo los focos de mis secuaces perforaban la noche en busca de mi objetivo. Este informante del mercado negro había pensado que podía jugar con fuego y salir ileso. Se lo había buscado.Mis hombres lo capturaron con facilidad. Mientras lo llevaban, todavía confundido y sin aliento, las sombras se extendían hacia él, listas para envolverlo en su abrazo oscuro. Los lamentos de su angustia sonaban en mis oídos como una melodía, aunque no había venido aquí para deleitarme con su dolor... al menos no todavía.Una vez dentro del contenedor, la puerta se cerró de golpe, emitiendo un sonido opaco que parecía un eco de lo que le esperaba. El lugar carecía de una adecuada iluminación, era un ambiente frío con numerosas cajas apiladas y predominaba la oscuridad sobre la luz. Una trampa que puede resultar l
—¿Qué estás haciendo aquí en este preciso momento?—preguntaba con un tono sumamente cortante y desafiante, dejando en el ambiente una atmósfera cargada de tensión.La tensión entre nosotros era tan intensa que se podía sentirse en el aire, como si este deseara escapar de la confrontación que se avecinaba. Era abrumadora y densa. Observé con atención a mi padre, cuyo semblante mostraba un evidente tono rojizo debido a la furia intensa que lo invadía en ese instante. —¿Has pensado en volver con tu marido?—se notaba en su voz una mezcla de enojo y descontento.—¿Debería considerar la posibilidad de volver a estar en una relación con él? Ah, por supuesto, ¿cómo no iba a ser un sueño hecho realidad? —respondí con un sarcasmo tan evidente que casi se podía tocar. —En este preciso momento, siento una inclinación más fuerte por brindar mi apoyo y solidaridad a un individuo sin hogar y hacerlo mi pareja que por volver a relacionarme con esa persona que, a pesar de ser de la misma especie que y
Me golpeó con fuerza en la cara, lo que provocó una sensación de ardor en mi mejilla. El ruido resonó de forma estridente en el entorno, observé con mis ojos cómo me miraba como si fuera algo sin importancia. Observaba como me miró con desprecio —Nunca podrás hacer nada bien, eres una mujer cualquiera que solo sirve para atrapar hombres. Tu papel se limita a ser simplemente la esposa, sin más. —gritaba con fuerza.Con rabia contenida comenzaba a reír levemente grujiendo con fuerza —¡Nunca volveré a permitir que me cases con Trevon! Para estar con el prefiero ser asesinada ¡Asesinada! —repetía con rabia total. Furioso me ordenó que me callara y subiera al auto. Sin embargo, no me movía de allí. Me negué a moverme. Con desesperación en la mirada, mi padre se aproximó hacia mí con las manos abiertas, dispuesto a golpearme una vez más. Pero justo cuando estaba a punto de hacerlo, apareció Derek detrás de él. Su mano se cerró alrededor de la de mi padre, deteniéndolo.Derek me miró y me h
Mientras entrabamos aun sentia toda la tension de lo que habia pasado anteriormente. En el vestíbulo de su hogar, la luz apenas alcanzaba a iluminar el espacio, sin embargo, él se encontraba presente, mostrando en su rostro una evidente inquietud. Experimentaba cierta incomodidad a causa del bofetón que habia recibido por parte de mi padre, el cual aún me quemaba la mejilla, recordándome la dolorosa disputa que habíamos tenido. Con una mirada llena de intensidad, Derek me llevó hacia la sala. Se sentó más cómodamente en la silla y, con decisión, busco una bebida helada estuviera preparada en su nevera. Con tono serio, expresó: —Permíteme echar un vistazo —mientras intentaba disimular la inquietud latente en sus palabras. A medida que se aproximaba, mi corazón comenzó a latir más rápido. Tomé asiento en el extremo del sofá, tratando de mostrar coraje, mientras él agarraba el hielo de la bebida y lo envolvía en una tela. —No te preocupes, realmente me encuentro bien— traté de restarle
Nuestra cercanía era tan asfixiante que resultaba delirante. Su proximidad era tal que percibía el calor que desprendía su cuerpo. Su mirada, sombría y profunda se clavaban en la mía con una fuerza que me hizo estremecer por unos momentos—Derek, tu mirada me dice que tienes algo en mente—hablaba en un leve murmullo—así que mejor habla.—Si tengo algo en la mente, se que sonara insistente pero déjate llevar por mí gatita —susurro, acercándose más, su aliento tibio rozando mis labios. Era una invitación, un reto que erizaba cada fibra de mi ser. Pero en mi interior, algo se rebelaba.—No —logré articular, aunque mi voz sonaba como un eco lejano, confrontada con las llamas que amenazaban con consumirme. Todo mi cuerpo peleaba en contra de mi raciocinio. Mis piernas rogaban por dejarlas ser queridas por sus labios algo que me hizo carraspear.Así fue que, de pronto, la separación entre nosotros desapareció de manera fugaz.—Eloise lo siento mucho—acezaba levemente sin dejarme el poder re
Derek MontenegroMe bajaba del coche en medio del camino estrecho y oscuro, rodeado de árboles que parecen intentar asfixiarme con sus brazos nudosos. El conductor del auto se bajaba junto a mí, dejando ver un rastro de respeto en su mirada. Ambos caminabamos con lentitud hacia donde nos estaban esperando.En aquel rincón remoto, el ambiente se sentía denso, solo interrumpido por el susurro de las hojas agitadas por un viento frío. Avancé con determinación, escuchando el eco de mis botas golpeando el suelo mojado como una señal de precaución. Mis acompañantes aguardaban con sus miradas frias, sin sentimientos, eran perros de caza listos para acabar a mi minima orden. Mi paciencia se agota rápidamente ante la falta de habilidad, y en el día de hoy, estaba decidido a corregir cualquier fallo.Entrabamos a una cabana solitaria, la madera un poco desgatada además de que el sonido del viento la hacia sentir mas tétrica. Escudriñaba al hombre sujeto a una silla en un lugar desolado, con un
El ruido que producía el chico al teclear en su ordenador era una distracción ideal que alimentaba mi enojo. La manera tan ineficaz con la que me ignoraba me hacía plantearme si eso era parte de su protocolo en su empresa.—Señora ya le he dicho previamente de que no es posible proporcionar detalles sobre la presencia de su esposo en el hotel. —El joven explicó con calma— esa información es confidencial y debe respetarse la privacidad del cliente. Mientras tanto, seguía concentrado en la pantalla de la computadora, como si estuviera familiarizado con este tipo de situaciones. Llevaba unas uñas acrílicas las cuales hacian un estrepitoso sonido de tamboreo mientras toqueteaba en el escritorio de madera. Había arribado rápidamente al hotel de dos estrellas en California. ¿Cómo descubrí la presencia de mi esposo allí? De manera sencilla, coloqué un dispositivo de rastreo en su vehículo cuando este empezó a tener un comportamiento muy inusual hacia mí. Durante tres años de matrimonio, t
Después de medio año, viví seis meses intensos en los que mi expareja, quien solicitó me divorcio estando en prisión. El y su amante me denunciaron por diferente crímenes que debía estar más tiempo, pero la cereza del pastel fue mi padre Salvatore Rossi. Robo agravado, asesinato de un feto, vandalismo, maltrato intrafamiliar y trauma emocional, esa mezcla tan desafortunada me llevó aproximadamente medio año tras las rejas. ¿La parte más difícil de todo? El logró obtener un abogado financiado por ¡Mi padre! con el objetivo de arrebatarme todo. Al mencionar "todo", me refiero an mis bienes, mi posición en la empresa, los fondos que habíamos reunido, mi participación en el negocio de mi padre ¡Todo! Había sido abandonado en la calle sin un solo centavo. Lo positivo era que finalmente iba a poder salir, mi padre finalmente había decidido sacarme de esa horrible prisión infernal. Una de las guardias, de las pocas que se mostraron amables conmigo, me entregó mis pertenencias. Expresé mi a