Las campanas de la tienda de mecánica sonaron cuando Noah y yo entramos, de inmediato me invadió un sentimiento de incomodidad. La charla del mecánico y el sonido de herramientas de fondo me recordaban lo que había sucedido. Todavía experimentaba una sensación de pesar en el corazón debido a haber provocado el incidente; me resultaba imposible contener las disculpas.—Lo siento tanto, Noah. —Repetí totalmente apenada con la cabeza baja mientras observaba a un mecánico que revisaba los daños del auto de Derek primero —No sé qué pasó con los frenos. Esto no tendría que haber ocurrido. Me siento horrible, de verdad.La mirada de Noah hacia mí fue tan delicada que casi logró reconfortarme un poco. —Eloise, está bien. los accidentes pasan. No te preocupes por eso —murmuro con total amabilidad con una mirada serena. Aunque su tono era calmante, no lograba liberarme del peso de la culpabilidad.El mecánico, un hombre de aspecto serio, se acercó a mí y comenzó a inspeccionar la parte delante
Salimos de la cafetería, yo tenia mi tercer vaso de cafe en mi mano, disfrutando del aire fresco que me azotaba el rostro. El atardecer ya era palpable por lo que nos daba a entender que habían pasado varias horas. Noah caminaba a mi lado, transmitiendo esa calma que siempre mostraba desde que nos encontramos en ese accidente. Tras tomar un sorbo de mi café, su mirada se volvió penetrante mientras atravesábamos la calle. Sus ojos verdosos me escudriñaban con intensidad, como si estuviera a punto de compartir un secreto. —Eloise, —comenzó, su voz serena —me gustaría pedirte tu número. Solté una risita sarcástica, incapaz de resistir la tentación de jugar con él. —Oh, ¿esto es parte de tu juego de ligue? ¿Funciona con otras mujeres? Noah me miró sin inmutarse y, en su tono calmado que combinaban con sus ojos serenos prosiguió a responder. —Te aseguro que sí. A pesar de que no es algo que pida con frecuencia. Misteriosamente, tienden a ofrecérmelo. Le regalé una sonrisa en forma d
Con pasos decididos entraba junto a Derek a la mansion de su padre que al parecer se llamaba Sebastian Brochetti. Derek me contó que conservaba el apellido materno porque al conocer a su padre ya era adulto.Al entrar en la casa del padre de Derek, me impresionó la sofisticación y elegancia que desprendía cada rincón. El suelo de mármol brillante reflejaba la luz que penetraba a través de grandes ventanales decorados con cortinas de seda, mientras que los diseños de los tapices en las paredes evocaban una era donde la riqueza era el principal estándar. De acuerdo a lo que me contó Derek, su padre era reconocido como uno de los magnates inmobiliarios más destacados de California. Sin embargo, él afirmó que decidió seguir un rumbo distinto al de su padre al aventurarse en el sector hotelero. Mientras paseábamos juntos por el pasillo, me detuve para apreciar minuciosamente todo a mi alrededor: una escultura de bronce brillaba en el centro de una mesa, una lámpara de cristal colgaba, ll
Durante la celebración, se escuchaba música de una orquesta con violines, chelos y violines, lo que creaba un ambiente de sofisticación.Mientras sonaba la música suavemente, la mayoría de las personas conversaban tranquilamente sin prestar atención a mi presencia, ya que me encontraba un poco apartada. Mi primera acción fue acercarme a uno de los camareros que tenía una bandeja con copa y vine, tomé una con mi mano derecha en la mano. Sentía que iba a ser una noche sumamente larga, así que debía relajarme. Sostenía la copa dándole un suave sorbo al vino que desprendía elegancia, saboreando cada sorbo mientras buscaba un lugar tranquilo y alejado solamente para evitar cualquier confrontación. Conocía mi personalidad impulsiva, y lo que meno quería era quedar aún peor con mi falso suegro. A pesar de estar alejada, Trevon no tardó en encontrarme.—Ah, Eloise, qué sorpresa verte aquí tan... radiante. —Mantenía una sonrisa arrogante. Su tono era inconfundible; el egocentrismo emanaba de
Se podía sentir la tensión entre nosotros claramente. Trevon me miraba con superioridad, cruzando los brazos y recorriéndome con la mirada con altanería. Tras unos segundos volvió a mirarme directamente a los ojos. Su sonrisa despectiva no hacía más que avivarle el ego.—Eloise, ¿por qué engañas? —dijo con una sonrisa llena de arrogancia— Pronto estarás suplicándome que regrese a tu lado. —Afirmaba con seguridad, inclinó la cabeza como si fuera el soberano de un territorio imaginario, alardeando —Sin mí, no eres nada.Me resultó inevitable contener una risa irónica. ¿Realmente estaba prestando atención a mis palabras? Me di cuenta de que la charla que había mantenido con él había sido en vano, ya que no había captado nada de lo que le dije. Su mente parecía no haber asimilado todavía que me encontraba en una situación más favorable sin él. Trevon se encontraba prisionero en su propia ilusión de grandeza.—Por supuesto, ya que todo en mi vida se relaciona contigo, Trevon —contesté, arq
Permanecíamos en total silencio congelados como si la mera presencia de Sebastian nos hubiera paralizado a todos, excepto por Derek. —Derek, se supone que esto es una celebración para conocer a mi nuera, guarda el arma.Derek me miro fijamente, como si pidiera mi permiso para hacerlo. Con un leve asentimiento fue más que suficiente para que el, con un rápido, elegante y eficaz movimiento guardara su arma en su saco. Derek, aparentemente solo un CEO de hoteleria, irradiaba un aura enigmática y sombría, como si el arma fuera una extensión de su ser. Trague ligeramente en seco pues no estaba acostumbranda a este tipo de armas. Tenía la intención de buscar venganza contra Trevon, hacerlo sufrir, quería causarle su vida un verdadero tormento, pero descartaba la idea de quitarle la vida. No sé en qué momento me vi atrapada en medio de esta tensión donde Derek no dejaba de mirar a Trevon con detenimiento. El aire comenzo a tensarse, convertirse en una enorme roca que no se podia digerir.
Tras aquella pequeña conversación, continuábamos caminando, su presencia, aunque imponente, me hacía sentir ligeramente a gusto.¿Acaso era algo hereritario?Me venía a la mente vagamente Derek. Lo miraba de reojo notando que algo en su mirada que me hacía sentir un leve cosquilleo de inquietud.Nos detuvimos junto a un banco de madera, un lugar que parecía estar esperando por nosotros. Dirigí mi mirada al firmamento, la centelleante luminosidad de las estrellas me brindaba una sensación de paz. No obstante, percibí la atmósfera tensa cuando Sebastian se giró hacia mí, su rostro adoptó una expresión seria.—Eloise, —empezó diciendo con un tono que no me agradó— deseo ofrecerte un consejo. Creo que eres una buena mujer.La manera en que se expresaba me hizo estar en guardia. Observé atentamente, aguardando a que prosiguiera. —Te aconsejo que te alejes de Derek. Te lo pido a ti porque se que mi hijo no va a desistir de ti, le gustas y no retrocederá hasta tenerte. —dijo, pausando cada
Tras la extraña conversación con Sebastián, toda la noche se torno más normal. Conocía a varios primos de Derek las cuales eran por una media hermana de Sebastián. Trevon y Allana no los vi en la fiesta, por lo que imaginé que Derek se había encargado de que se fueran. Durante toda la noche nos la pasamos relajados y pude ver una parte de Derek que nunca imaginé, una donde era más familiar.Aunque conoció a su padre en la adultez y era un hijo ilegítimo, mantenía una relación positiva con él. Al parecer, la madre de él huyó de su padre debido a diferencias de estatus social, sin que él supiera nada sobre la vida de Derek. En esa noche, experimenté una sensación de pertenencia familiar, a pesar de que Derek y Sebastián irradiaban una energía tan dispar, como la noche y el día.==========La mañana brillaba en mis ojos, y me sentía mejor y más llena de energía que nunca. Esa mañana comenzaba a revisar en mi computadora otro de los elementos cruciales del hotel de Trevon. Miler Hill, exp