P.O.V. Adriano Después de mi última discusión con mi supuesta esposa no he vuelto a buscarla, ni a molestarla; me la paso en mis asuntos del negocio familiar y al terminar me voy con las lindas chicas del club que me ayudan a olvidar todo lo ocurrido en mi casa. La verdad, no tengo ni la menor idea de lo que hace, ni me interesa saberlo y es que pensé que la fascinación que tenía por ella era algo más; tenía la esperanza de que quizá podría llegar más a fondo con ella; sin embargo, me alegro de que no fuera así. Durante este tiempo, me he entretenido con estas bellas mujeres, que me han ayudado a entender lo lindo que es no tener compromiso. Le llamo así porque no puedo decir soltería, ya que estoy unido a ella. Pero lo que me alegra es que al fin haya terminado la dichosa luna de miel; ya no me tengo que estar ocultando para hacer lo que me plazca. "Ya Adriano deja de pensar en ella", digo en mi mente, olvidándome de ella. Me enfoco en lo que verdaderamente importa, que es
P.O.V. Nicola Después de que el Padre de Tania me amenazara de esa manera, hice todo lo posible para llevármela, pero cada vez que la miraba andaba muy escoltada, así que intenté saber la dirección donde se casaría para robármela, sin embargo, no logré obtenerla. Cuando supe, ella ya estaba casada y el corazón se me partió mucho más al pensar en que ella besó a ese hombre. Pero fue pensar en que esa noche ella sería de él y me llenó de odio y rencor. Pero con ayuda de algunos contactos que me hice cuando trabajaba para la familia Mercier logré obtener la ubicación. No solo eso, me dijeron que estarían contratando un guardaespaldas para la esposa del señor, así que aproveché para meterme con la esperanza de que ese hombre no me conociera. El día llegó y entramos a la casa que está muy vigilada, así que me iba a hacer imposible entrar o salir si quisiera. Y el interior no es nada que no haya visto antes. Mientras somos escoltados, miro despistadamente en todas direcciones
P.O.V Tania Ahora que tengo a Nicola a mi lado el tiempo aquí ha pasado más rápido y me siento mucho mejor, cuando la bestia no está nos divertimos mucho pero no lo que no me gusta es que tenemos que estar ocultándonos para que nadie nos vea aunque eso lo vuelve muy emocionante. —¿Que piensas linda? —me pregunta Nicola que acaba de entrar. —Solo en cómo has hecho que todo esté mes sea más fácil. —Pues lo dices por ti porque a mi verte al lado de ese hombre en las cenas familiares o eventos me cae como patada de mula y más cuando te tiene que besar —me reprocha con algo de malestar. Aunque a mi me gusta verlo así de celoso. —Te dije que nos fuéramos que huyéramos juntos y no quiste —mencionó defendiéndome para que no me culpe solo a mi. —Lo se, pero he intentando buscar un plan y no lo encuentro en todos termino muerto o tú muerta y eso no lo quiero, pero tengo un nuevo plan —hace una pausa mientras camina hasta llegar a mi lado sentándose en el sofá. —¿Que tienes en ment
No pierdo de vista a Tania, que solo me mira con atención y yo cada vez más me desespero porque no me contesta. Eso me hace pensar que tal vez tenga razón. Aprieto mi quijada escuchando cómo crujen mis dientes debido a la presión.—¡CONTÉSTAME! —le gritó volviendo a golpear el escritorio y espantándola.—No hay nadie —dijo con una voz fuerte.—Mientes, ¿DIME QUIEN CARAJOS ES? —preguntó de nuevo con tono fuerte.—¡Ya te dije que no hay nadie! —me contesta en el mismo tono que estoy usando.—¡MIENTES! —le repito y me levanto de la silla, tomando la botella de coñac, arrojándola contra la pared, impactando, rompiéndose en miles de pedazos. —No es verdad, ¿por qué no me crees? —me exige una respuesta. Salgo de mi lugar caminando hacia ella y colocándome frente a ella. Pego mi espalda, recargándome en el escritorio y poniendo mis manos a los lados.—Verás, a mí me han entrenado desde muy joven a leer el lenguaje corporal de las personas para poder descubrir a un intruso o mentiroso —dije
P.O.V. Nicola Camino con desesperación al ver que mi mujer no sale de esa habitación. De la nada veo a Max y la mano derecha de Adriano salir con rapidez. —¿Qué ocurre, Max? —le preguntó para averiguar qué ocurre. —El señor me ha pedido a la doctora —me cuenta mientras continúa caminando. —¿Para qué? —indagó preocupado de que ese hombre no le haya hecho nada malo. —No lo sé; no me atreví a preguntarle, ya que se miraba muy molesto —dice y continúa caminando dejándome solo. Esas palabras solo me preocupan; cada vez más tengo miedo de que él le haya hecho algo; al decirle sobre el divorcio, empiezo a sentirme culpable con ganas de entrar a esa habitación y comprobar que ella está bien. Sin embargo, si lo hago sé que me veré muy sospechoso, así que mejor me quedo aquí. Pasan unos minutos, veo que regresa Max con la doctora, no digo nada, solo veo que se acercan a la puerta y Adriano deja entrar a la mujer. Intento ver si logro ver algo, pero es en vano, no miro nada. Tr
P.O.V Tania Me encuentro tan molesta al ver a esos hombre colocar cámaras en mi habitación así que decido mejor salir de ahí no puedo más con esto, bajo las escaleras para ir al jardín y tomar un poco de aire fresco pero para mi mañana suerte veo a Adriano acompañado de dos horripilantes perros. Yo odio a los perros son unos asquerosos que dejen pelos en todas partes, además de que son muy ruidosos detesto a los animales hago una rabieta pisando constantemente el pasto. Entro a la casa esperando librarme de todo esto y no tengo de otra más que encerrarme en mi habitación mientras que veo en el techo como esa cámara me enfoca. Le hago una seña con el dedo y me siento en el sofá sólo me falta esperar a que mi prima me llame. P.O.V Mia Salgo de la universidad en una ciudad de Canada a toda prisa y es que tengo que alcanzar el camión para lograr llegar a casa. Por suerte he llegado a tiempo y entro al vehículo. Me siento en un lugar libre mientras veo por la ventana los ca
P.O.V. Tania Al terminar de hablar con mi prima, me siento feliz y satisfecha de que ella haya aceptado. El plan va a la perfección. Rápido le mando un texto a Nicola. —Mi prima aceptó, prepara todo para dentro de una semana; yo me encargo de decirle a mi esposo —le pone así por si llevan a ver los mensajes, no se vea sospechoso. —Ok. Es lo único que me contesta; entretanto, dejaré que pasen unos días para que la bestia se tranquilice y poder decirle lo de mi prima sin que sospeche algo o que me vuelva a humillar de esa manera. Los días han pasado, Nicola ha preparado todo para que mi prima venga; la tensión en la casa ha bajado un poco, aunque creo que también se debe a que la bestia trajo a una mujer desconocida a la casa. Se la pasaron gran parte del día encerrados en la habitación de él; los ruidos obscenos no se hicieron esperar. No sé si él haga eso para causarme celos o de lo que me pierdo, pero si ese es su objetivo, está causando todo lo contrario porque a mí s
—¿Qué opinas sobre un compromiso entre mi hija y tu hijo? —soltó sin hacer tantos rodeos. El señor Felix se queda callado mirándolo con incredulidad a la vez que frunce el ceño pensando en lo que su socio le acaba de decir. Entiende que tal vez lo este usando para saldar la deuda que tiene. —Explícame por qué debería de aceptar: ¿qué tiene tu hija que pueda saldar tu deuda? —preguntó el señor Borbon, muy curioso de lo que él tiene que decir. —Quizá nada que no pueda encontrar en otra mujer, pero si mal no recuerdo, me comentaste que querías que tu único hijo se hiciera responsable y se preparara para dejarle tu imperio —hace una pausa Baltasar mirando al señor Felix, esperando que él entienda su indirecta, pero no lo hace, así que continúa—. Pues se me ocurre que se case con mi hija para que se haga responsable, además de que te beneficia a ti que sea con mi hija porque ella no lo conoce, así que no sabe la situación en la que está tu hijo, porque el inconveniente que tuvo ha