—Es Vicenzo… —murmura Sarahi por lo bajo, pero todos se giran a verla—. Dejen de mirarme.La familia entera se da cuenta de su imprudencia e inmediatamente se giran. Don Leo se acerca hasta donde Vicenzo y le saluda.—¡Un gusto verte, muchacho! —Extiende su mano y Vicenzo detiene su andar para saludar.Él está con una sola muleta que le ayuda a caminar, pues trae una bota férula en el pie, así que no batalla tanto al caminar como antes.—Igualmente, don Leo, —él le saluda con tota la cortesía y modales que su familia le ha inculcado—. Hemos venido con un propósito, pero antes, permítame saludar a todos.—Claro, pasen, están en su casa —don Leo se acerca a los acompañantes de Vicenzo, que no son nada más y nada menos que sus dos hermanos, Alessio y Stefano—. Mucho gusto, muchachos, soy Leonardo López Amor, para servirles.Ambos hermanos se acercan y saludan amablemente. Este los invita a pasar a su humilde morada mientras escudriña el actuar de los hombres. Se da cuenta de que ninguno
Al oír esas palabras, el corazón de la joven se acelera cuál ave en vuelo, el hormigueo en su piel le recorre entera y a su vez en su mente le es imposible creer que ella pueda gustarle a alguien. Menos sabiendo lo que le pasó.—Eso es imposible, no, yo no puedo gustarte, no debo gustarte —dice alarmada para luego sacar su mano de entre las de Vicenzo—. Por favor, deberían irse.Ella se para, pero sabe que necesitará ayudar a Vicenzo a que regrese por el camino, ya que de venida también tuvo que hacerlo. A pesar de la reacción que la joven tuvo, él sabe el motivo del porqué de su actitud y está decidido a todo por conocerla.—Sara, no te estoy pidiendo que seas mi novia o mi pareja, te estoy diciendo que me gustas y qué deseo conocerte ¿Es eso tan malo? —inquiere con la esperanza de que ella diga que no, pero no responde.La joven está dándole la espalda y una lágrima cae por su mejilla, intenta reprimir esas emociones.—¿Por qué me dijiste eso en la carta? Por qué tuviste que poner q
Vicenzo, que se volvió un espectador, se queda admirando tal escena con mucha devoción, siempre había visto el papel de padres como algo natural y sin mucho esfuerzo, pero al verlas se da cuenta de que no solo es eso. El ser padres es responsabilidad afectiva, velar por el bienestar de tus hijos y ver que no les falte nada. Prudentemente, él revisa toda esa área del cuarto y se da cuenta de que no hay nada que la niña no vaya a necesitar. Y aunque el material de la fachada no es extraordinario por fuera, por dentro todo es limpio, pulcro y bien ordenado. Entonces comprende lo que dicen “La limpieza no está peleada con la pobreza”.Sara baja a su hija y la invita a salir, pero esta no quiere y regresa a seguir dibujando en su mesita. Su madre deja la cortina de tela abierta y sale a la otra área que es dónde pasan la mayor parte del tiempo con su familia y que es el equivalente a la sala—comedor de una casa normal.—Ella se parece tanto a ti —afirma Vicenzo y al notar que Sara detiene
Para algunos de los miembros de la familia López Amor, era la primera vez que salían de los límites de su pueblo. Una de esas era Sara, quien solo había viajado a la capital de su estado cuando tuvo que interponer la demanda junto a sus padres contra sus agresores. A pesar de eso, los paisajes les parecían maravillosos, afortunadamente la niña de la joven durmió gran parte del camino o se entretuvo con algunos de sus juguetes. Aunque el primer destino era la ciudad de Durango, pues iban al Aeropuerto para de ahí viajar a Guadalajara.Está de más decir que ninguno de los López tampoco había viajado en avión, así que estaban nerviosos y también emocionados. Don Leo se preocupaba de que todo esto fuera demasiado exagerado, pero calmaba su ansiedad viendo a su hija feliz, solo esperaba que el joven no la lastimara de ninguna forma.Cuando llegaron, Vicenzo y sus hermanos fueron muy amables con ellos y les explicaron cómo es que se sentirían tanto al despegar como al aterrizaje. También, a
—Ella es Gaby, la enfermera que ayudó a intervenir a Vicenzo, y mi novia.Tal revelación hace que todos los miembros de su familia se giren a verlo, vaya momento para hacérselos saber, lo chistoso fue cuando Gaby también giró a verlo asombrada. Tal parece que la joven tampoco estaba enterada de tal cosa.—¿Y eso tú? —le pregunta por lo bajo.—Ni creas que te presentaré soltera, entretanto soltero aquí, además ya lo habíamos hablado —Le recuerda en el oído a lo que ella solo se ríe.—Fue solo una conversación, tienes que ser más romántico para la próxima vez —dice ella con una sonrisa en su rostro—. Y con eso me refiero a cuando me pidas matrimonio.Ahora es Lalo quien abre los ojos cuál búho en la tiniebla nocturna, haciendo que ahora su novia se burle de él.—Un paso a la vez, mujer ¿Qué no ves que me cago de nervios?Mientras la nueva pareja de enamorados prosigue su presentación, es Vicenzo, Sara y la hija quienes captan la atención de Anna y Giovanni. Ellos no habían tenido la opo
Cuando se pone de pie encuentra a Lita en un sofá dentro de la recámara con Mila en sus brazos.—Roncabas como tronco, agradece que le gustas al muchacho que si no lo espantabas —dice su abuela riendo.—Ay, Lita, necesitaba descansar… —se justifica.—Lo sé mi niña, Mila también, vine desde hace rato a verlas y estaba despierta aún, quiso cenar y en cuanto lo hizo se quedó dormida —añade Lita.—Ven, deja la acuesto, ¿sabes en donde es que vamos a dormir? —pregunta sin saber lo que sigue en el plan.—Tu futuro novio…—¡Lita! —la regaña su nieta mientras toma a su hija en los brazos—. No andes diciendo eso, solo somos amigos y nos estamos conociendo.Recuesta a su hija mientras Lita la sigue.—Como te decía tu “amigovio”—Ay, en serio, que, entre más años, más llevada te vuelves —amonesta divertida a su abuela.—Bueno… él ha dicho que nos quedaremos aquí, mañana temprano saldremos en esos cacharros voladores infernales de nuevo a Cancún —dice haciendo ademanes al aire—. Por momentos me a
Vicenzo teme que una vez que ella sepa ese pedazo de su historia no quiera nada con él, pero, aun así, sabe que debe ser sincero por el bien de una futura relación.—Bueno, no sé por dónde comenzar, pero supongo que por el final para que luego comprendas el inicio —sugiere sin en realidad saber cómo exponer todo sobre la mesa—. Ya serán cuatro años desde que me divorcié, estuve casado por cinco años con una mujer que creí, era el amor de mi vida, pero me engañó.Sara no esperaba que le dijese algo aí como tal, al inicio sintió sorpresa y luego empatía. Ella no sabía lo que era tener un gran amor que te llevara a querer casarte o a estarlo, lo más cercano a eso era cuando tuvo un pequeño enamoramiento en primaria por uno de sus compañeritos, pero este terminó cuando él se comenzó a burlar de ella y a decirle piojosa, que era más referente a su condición social que a que tuviera piojos.—Oh… lamento sinceramente que pasaras por eso —revela con sinceridad—. Me imagino que fue difícil par
Después de una armoniosa cena entre preguntas sencillas, sobre cosas que para muchos pueden parecer irrelevantes, pero para dos seres que se atraen son piezas claves en el proceso del cortejo.— ¿Te gustaría ir a dar un pequeño paseo por una plazuela aquí cerca? —pregunta Vicenzo a la chica que de a poco se ha ido convirtiendo en una persona importante.Ella asiente con la cabeza mientras él paga la cuenta del restaurante. Él le toma de la mano y salen de aquel lugar a paso lento. Vicenzo no se ha recuperado del todo. Después de las radiografías, el doctor le dijo que lo del pie no era nada grave, pero por precaución le dejaría la bota un par de días. Él en su desespero por querer caminar mejor se la quitó y solo se ha puesto un calzado cómodo.Las costillas afortunadamente no ha sido una rotura, sino una contusión que ha provocado hinchazón y un fuerte moretón. Cuando supo esto lamentó que en la clínica donde lo atendieron no hubiese mejores aparatos, prácticamente lo diagnosticaron