Mi padre me miró por encima de sus espejuelos en cuanto entré a su oficina y me senté frente a él. En su mirada pude darme cuenta de que sabía a qué había ido. Para nadie es un secreto que no me agradó la idea de que ese idiota haga parte de todos los sueños que nuestros padres construyeron hace muchos años, sencillamente porque cuando debía estar aquí siendo parte de ellos, decidió irse a otro país.
—Te escucho, antes de que explotes con eso que tienes atorado en la garganta —dijo mi padre, dejando caer sobre el escritorio los papeles que tenía en la mano—. ¿Por qué tu inconformidad?—Estoy inconforme con la decisión de Henry, aunque la respeto y no tengo más opción que aceptarla.—¿Por qué, mi amor? Hunter es su hijo y, así como yo te elegí a ti, era de esperar que lo eligiera a él. Hay cientos de candidatos que son muy buenos y debo confesar que me vi tentado por Ethan, pero sabemos que la compañía no va a estar en mejores manos que en las de ustedes, nuestros hijos.—Está Dakota, ella ha hecho parte de este equipo por varios años. Alexia está a punto de culminar la universidad y es una chica bastante inteligente, que cuenta con liderazgo y sabe desenvolverse con las personas. Ese... Idiota, por no alabarlo tanto, ¿qué ha hecho? Se fue del país, por ende, no sabe nada de la compañía. Él ha vivido ajeno a todo lo que ha sucedido aquí por cinco años, papá. Puede ser todo un as en su campo, pero ¿qué sabe él de los procesos que se llevan a cabo en el área de producción? No debe tener ni la menor idea de cómo hacer una minuta para los transportadores o de los implementos de seguridad que deben utilizar los operadores de carga —suspiré exasperada—. Ese inútil no sabe ni siquiera dónde está plantado. No quiero formar un equipo con él, tú más que nadie sabes que no saldrá bien.—No voy a entrar en discusión contigo, hija. Henry y yo concertamos que sean ustedes los que nos sustituyan, no solo porque sean nuestros hijos y deseemos que el legado familiar no desaparezca, sino porque ambos poseen gran inteligencia y habilidad para los negocios. Estoy de acuerdo con Henry, entre tú y Hunter se crearía un equipo invencible. Lleva la fiesta en paz con él. ¿Qué pasó con el cariño y aprecio que le tenías? Recuerdo que cuando eran niños eran uña y mugre, querían estar todo el día jugando juntos. Incluso tú parecías un chicle pegado a él. En lugar de discutir y amargar los días que vienen ahora en adelante, haz que la amistad que había entre ustedes vuelva a florecer.En mi vida sería capaz de tener una amistad con ese idiota. De niña era tonta y no tenía con quién más jugar, pero ahora que soy adulta, ese tipo de hombre entre más lejos esté de mi vida mucho mejor.—Lo acepto porque no tengo más opción, pero no se hagan ideas en la cabeza de que seremos los mejores amigos, papá....***...Todo estaba de maravilla en mi vida, me sentía tan bien y era tan feliz, pero siempre debe existir la m****a en medio del camino.Hunter Goldberg, el tipo de hombre que toda mujer sueña en medio de sus piernas y bajo sus sábanas cada noche. Alto, musculoso, de sonrisa perfecta y mirada atrayente. Es ese tipo de hombre arrogante y mujeriego que muchas desean doblegar a sus pies, pero que no tienen ni la menor idea la clase de calaña que es.Ese idiota no me cae ni un poco bien. Desde hace nueve años, cuando tuvimos esa última discusión antes de que se marchara a estudiar a otro país, no sé nada de él. Lo he visto en algunas fotos que Henry me ha mostrado, pero siendo sincera, no me importa saber cómo está ni cómo es su vida, por lo que no tengo ni la menor idea a lo que se ha dedicado todo este tiempo que ha estado fuera del país.Suspiré fastidiada, sacando de mi mente a ese idiota. Lo que me faltaba, que ahora se haga dueño de mis pensamientos. Sacudí la cabeza con fuerza y salí del ascensor, caminando por el pasillo hasta llegar al final y doblar en dirección a la recepción.—¿Cómo es? El Sr. Goldberg siempre ha hablado de su hijo, pero nadie lo ha visto nunca.Con disimulo, presté total atención a la conversación de las recepcionistas.—Llegó desde muy temprano y es... —la chica por poco se tuerce al doblarse mientras se mordía los labios—. Es la perfección hecha de carne y hueso. En mi vida había visto algo tan hermoso como él. Su porte, su altura, sus músculos, sus ojos. ¡Son iguales a los de su padre! Y tiene una sonrisa que te deja en mate ipso facto. Es una cosita bien hecha. Me enamoré, que me perdone mi Dios y mi marido, pero es que ese es el hombre que toda mujer sueña —soltó un suspiro de ensueño mientras la otra chica soltaba una risita.—Ese tipo de hombre jamás se fijaría en alguien como nosotras.—Lo sé, pero soñar no cuesta nada...—Buenos días, señoritas —quedaron rectas y borraron la sonrisa en cuanto me escucharon—. No quiero ser una entrometida, pero ustedes se encuentran en horas laborales por si se les está olvidando. Cuando salgan de la empresa o estén en su respectivo descanso, pueden hablar de la cosa horrorosa que sus ojos han visto como lo más hermoso de este mundo, mientras tanto, sigan trabajando. El teléfono está sonando desde hace unos minutos y ninguna de las dos se ha despabilado.—Srta. Cooper...—El teléfono —le indiqué a la chica y se apresuró a levantar la bocina—. ¿Vienen a trabajar o a echar chisme?—A trabajar, Srta. Cooper.—¿Y qué están esperando para cumplir con sus deberes?—Los conejos se transformaron en brujas, qué cosas, ¿no? —esa voz, esa ironía y esa burla son inconfundibles—. ¿Siempre eres así con las pobres chicas? Te recuerdo que tienen el derecho de hablar. ¿O acaso en esta empresa hay prohibiciones? Hasta donde tengo entendido, ni mi padre ni Bastián son chapados a la antigua. No me digas que tú sí.Todo mi interior ardió por dentro. Hace años no escuchaba a ese idiota hablar y he de confesar que sigo sintiendo esa misma molestia en el estómago. No soporto ni siquiera el olor de su perfume.Di media vuelta y lo encaré, encontrándome con un hombre más maduro y atractivo. Esa mirada juguetona y penetrante, más esa sonrisa tan descarada y sensual revolvió todas mis tripas. Ellas tienen razón, es un hombre que acapara la atención a dónde quiera que vaya porque simplemente es perfecto, pero si en realidad lo conocieran, entenderían que su apariencia física es mera fachada.—Ellas pueden hacer lo que les venga en gana, pero en horas laborales tienen el deber de cumplir con sus responsabilidades —lo miré de arriba abajo y su sonrisa se hizo más maliciosa—. Hablar de lo que no eres y no tienes, dejando de lado su trabajo, no hace parte de sus labores.—Noto algo de envidia y celos en tu comentario.Solté una carcajada que resonó en todo el recibidor.—¿De ti? Por favor —enarqué una ceja, dando un paso hacia él—. Si a esto viniste a la compañía, será mejor que te devuelvas por donde mismo viniste, porque no voy a tolerar que fomentes el desorden y pases por encima de las reglas como si no existieran. Acaban de cometer una falta al no estar en su lugar de trabajo y no responder la llamada entrante.—Ya entiendo por dónde va el agua al molino —se acercó hasta quedar a centímetros de mi rostro—. Quieres que me vaya para quedarte con la presidencia, ¿no es así? Déjame informarte que aquí me quedaré, así que no tienes más opción que morderte esa lengua viperina que tienes, guardar las dagas llenas de veneno en lo más profundo de ti y aceptar que necesitas de mí para poder cumplir las expectativas de nuestros padres. Así cantes misa, no me iré de la compañía solo porque no puedes con mi presencia. Si no te aguantas y no estás de acuerdo con la decisión de mi padre, ¿por qué no te vas tú?—Puedo con tu estúpida y maloliente presencia, cretino. No te creas tan importante e indispensable. He trabajado arduamente por cinco años y no voy a permitir que un recién llegado que no sabe absolutamente nada arruine todo mi esfuerzo y las metas que me he propuesto a alcanzar. No te cruces en mi camino y no te involucres de más, Hunter.—¿O qué? —sonrió malicioso—. Quiero saber lo que la princesita grosera, prepotente, orgullosa y testaruda es capaz de hacerme si me cruzo en su camino. Siempre has sido una lengua larga.—No me provoques, porque si la última vez fue una tierna caricia en la mejilla, el golpe más bajito te los daré en los huevos, idiota.Una sonrisa burlona apareció en sus labios y fue inevitable no verlos, pues en una mínima fracción de segundo recordé cuando su boca se apoderó de la mía de una manera que me arrebató hasta el aliento. Me costó mucho borrar de mi memoria ese beso, como para ahora volver recordarlo y sentir que todo mi interior arde de furia.¿Qué dia
—Mira, pedazo de mierda —puse mi dedo índice sobre su pecho—. Limítate a hablarme únicamente de trabajo, ¿entendiste? Hace nueve años olvidé que existías, por lo que mantente lo más lejos posible de mí. No eres nadie, simplemente el imbécil con el que debo establecer una sociedad y no por voluntad propia.—Entendido —sonrió torcido.Lo empujé con fuerza y seguí mi camino en dirección al ascensor. No lo soporto, no tolero ni un segundo estar cerca de él. Su voz me irrita y su presencia me fastidia en demasía. Henry no debió pedirle que viniera a arruinar mis días, más cuando me costó tanto tener paz conmigo misma.No tenía ni un poco de ganas de ir a la cena con mis padres y los Goldberg, porque lo último que quiero es volver a verle la cara a ese inútil bueno para nada, pero no podía dejarlos plantados. Todos vamos a estar allí como en los viejos tiempos, como si nos tratáramos de una gran familia. Además, no puedo estar ignorando su presencia, si ya está aquí y debo trabajar de su ma
Durante la cena me mantuve en completo silencio mientras el resto de los presentes hablaban entre sí y reían por las diferentes anécdotas que Hunter había vivido en el Reino Unido. En mi cabeza seguían rondando sus palabras y esa forma de mirarme tan extraña y fija me mantenía tensa.Han pasado nueve años, entre nosotros ya no existe ningún tipo de sentimiento. Quizás si hubiese aparecido hace unos años cuando mi corazón todavía sentía y latía por él, hubiera existido una oportunidad entre nosotros. Pero lo veo y no siento más que desagrado y malestar. Hunter es un cínico, no puede ilusionarme, subirme a la nube más alta, dejarme caer y romperme en pedazos y volver como si nada. Aunque sé que todo lo que dijo ha sido para fastidiarme.No quería estar más en ese lugar, menos estando con ese inútil que no ha dejado de incordiar desde que apareció. No sé qué bicho le picó, pero no ha parado de tomarme de la mano y pellizcar mis muslos por debajo de la mesa. Está colmando mi paciencia.—¿
HunterMe marché de casa para cumplir mis sueños y metas personales, más no porque no fuera feliz con lo que tenía a mi alrededor. Anhelaba mi independencia y conocer un poco más sobre el mundo, así como también crear mi propia empresa.Mis padres nunca se opusieron a mis sueños, todo lo contrario, desde el primer instante que les hablé de ellos siempre me brindaron todo su apoyo.Me sentía bien y a gusto con la vida que llevaba en el Reino Unido, después de todo, ya había construido mis metas y no hacía más que expandir mi empresa en diferentes partes del mundo. Pero la felicidad nunca fue completa. Realicé mis sueños, sin embargo, mis padres y mi familia no estaban a mi lado viéndome triunfar.No tuve una relación estable y duradera, más bien estaba enfocado en cumplir mis sueños que no me tomé en serio las pocas parejas que tuve. Además, de manera inconsciente en mi mente siempre estuvo esa prepotente, grosera y obstinada mujer de cabellos dorados y ojos grises. Esa filosa daga y v
IslaLos días se han vuelto tortuosos en la oficina. A donde quiera que vaya, tengo la desdicha de encontrarme con ese idiota. Procuro pasar de él y cuando nos estrellamos de frente por algún pasillo o coincidimos en el ascensor hago como si no existiera. Es todo un fastidio que esté como mosco en leche, cuando lo único que deseo es que se vaya por donde mismo vino.En cuanto terminé de redactar y revisar los contratos de un nuevo cliente, se los hice llegar a Hunter con Nahia. Aunque debí haber ido yo y hablar con él, lo cierto es que estoy huyendo de él, porque ese sentimiento que creía hecho cenizas está ardiendo en mi interior, algo que me confunde y me enoja al mismo tiempo.—El Sr. Goldberg no está de acuerdo con algunos de los parámetros que están establecidos en el contrato —me informó mi asistente tan pronto entró a la oficina.—¿Cómo? —miré a Nahia de inmediato, desconcertada por sus palabras.—Eso fue lo único que me dijo, Srta. Cooper. Que no iba a firmar un contrato donde
Hunter—Así que te salió el tiro por la culata, ¿eh? —mi hermana menor no dejaba de burlarse de mí, luego de escuchar todo lo que Isla me había dicho en la mañana—. No te pases de listo con una mujer como Isla, porque no tienes ni la menor idea de toda la ventaja que te tiene. Una chica lista, inteligente y audaz no come cuento tan fácilmente de una cara bonita.—Solo quería hacer una prueba.—¿Y cómo te salió esa prueba? ¿De qué te querías dar de cuenta? ¿Acaso pensabas que Isla no era capaz de hacer su trabajo correctamente? Gracias a ella hemos conseguido proyectos muy importantes a lo largo de todos estos años, donde todos salimos beneficiados. Esa mujer no solo es preciosa, sino que tiene una cabeza brillante que sabe usar a su favor cuando le plazca. En lugar de ganarte su corazón, te estás ganando su odio. Pensé que eras más inteligente, hermanito, después de todo, la conoces mejor que yo, pero me doy cuenta de que no es así.—No entiendo por qué tú y papá piensan que quiero ga
Isla—Pensé que te habías olvidado definitivamente de mí —inquirió el hombre en cuanto llegué al bar. —Por supuesto que no, sabes que eres difícil de olvidar —dejé un beso en su mejilla y me senté a su lado—. He estado ocupada en la compañía, últimamente he tenido más trabajo de lo habitual. —¿Te ascendieron? —¿Cómo lo sabes? —Los chismes vuelan, querida. Un pajarito me contó que tu padre y su socio se habían retirado, por lo que no es difícil deducir que eres tú la nueva presidenta de la compañía. —¿De casualidad ese pajarito no te dijo que me tocó dirigir la compañía con el inepto hijo mayor de los Goldberg? Abrió los ojos de par en par, luciendo realmente sorprendido ante mi declaración. —¿Me estás hablando del mismo que lastimó tu negro corazón? ¿Hunter regresó? —Regresó y no tienes ni la menor idea de las ganas que tengo de matarlo y enterrarlo tres metros bajo tierra para no tener que verlo nunca más en mi santa vida. No lo soporto.—Uy, ¿qué sucedió con el amor que le t
Las ganas de ir al baño se me quitaron ipso facto, por lo que regresé a toda prisa con Louis, dejando a Hunter con la palabra en la boca. Mi corazón latía apresurado y sentía que por mis venas corría adrenalina pura. Acabo de decir una mentira y, aunque soy consciente de que hice muy mal en decirle, debo confesar que me gustó esa expresión desconcertante que puso Hunter.—¿Qué sucede? —Louis se puso de pie en cuanto me vio llegar casi corriendo y me colgué de su cuello, acercándome tanto a su rostro que se congeló por unos instantes—. ¿Qué pasó contigo en el baño? ¿Por qué estás tan alterada y extraña?—No digas nada, solo sígueme la corriente.Me acerqué un poco más a él y sus labios quedaron muy cerca de los míos.—¿Vas a besarme?—¿Te molestarías conmigo si lo hiciera?Soltó una risita nerviosa, abrazando mi cuerpo entre sus brazos para apartarme, pero afiancé mi agarre, pidiéndole con la mirada que no me soltara.—¿El licor te atrofió el cerebro o qué? ¿Qué te pasa? Estás actuando