Hunter—Así que te salió el tiro por la culata, ¿eh? —mi hermana menor no dejaba de burlarse de mí, luego de escuchar todo lo que Isla me había dicho en la mañana—. No te pases de listo con una mujer como Isla, porque no tienes ni la menor idea de toda la ventaja que te tiene. Una chica lista, inteligente y audaz no come cuento tan fácilmente de una cara bonita.—Solo quería hacer una prueba.—¿Y cómo te salió esa prueba? ¿De qué te querías dar de cuenta? ¿Acaso pensabas que Isla no era capaz de hacer su trabajo correctamente? Gracias a ella hemos conseguido proyectos muy importantes a lo largo de todos estos años, donde todos salimos beneficiados. Esa mujer no solo es preciosa, sino que tiene una cabeza brillante que sabe usar a su favor cuando le plazca. En lugar de ganarte su corazón, te estás ganando su odio. Pensé que eras más inteligente, hermanito, después de todo, la conoces mejor que yo, pero me doy cuenta de que no es así.—No entiendo por qué tú y papá piensan que quiero ga
Isla—Pensé que te habías olvidado definitivamente de mí —inquirió el hombre en cuanto llegué al bar. —Por supuesto que no, sabes que eres difícil de olvidar —dejé un beso en su mejilla y me senté a su lado—. He estado ocupada en la compañía, últimamente he tenido más trabajo de lo habitual. —¿Te ascendieron? —¿Cómo lo sabes? —Los chismes vuelan, querida. Un pajarito me contó que tu padre y su socio se habían retirado, por lo que no es difícil deducir que eres tú la nueva presidenta de la compañía. —¿De casualidad ese pajarito no te dijo que me tocó dirigir la compañía con el inepto hijo mayor de los Goldberg? Abrió los ojos de par en par, luciendo realmente sorprendido ante mi declaración. —¿Me estás hablando del mismo que lastimó tu negro corazón? ¿Hunter regresó? —Regresó y no tienes ni la menor idea de las ganas que tengo de matarlo y enterrarlo tres metros bajo tierra para no tener que verlo nunca más en mi santa vida. No lo soporto.—Uy, ¿qué sucedió con el amor que le t
Las ganas de ir al baño se me quitaron ipso facto, por lo que regresé a toda prisa con Louis, dejando a Hunter con la palabra en la boca. Mi corazón latía apresurado y sentía que por mis venas corría adrenalina pura. Acabo de decir una mentira y, aunque soy consciente de que hice muy mal en decirle, debo confesar que me gustó esa expresión desconcertante que puso Hunter.—¿Qué sucede? —Louis se puso de pie en cuanto me vio llegar casi corriendo y me colgué de su cuello, acercándome tanto a su rostro que se congeló por unos instantes—. ¿Qué pasó contigo en el baño? ¿Por qué estás tan alterada y extraña?—No digas nada, solo sígueme la corriente.Me acerqué un poco más a él y sus labios quedaron muy cerca de los míos.—¿Vas a besarme?—¿Te molestarías conmigo si lo hiciera?Soltó una risita nerviosa, abrazando mi cuerpo entre sus brazos para apartarme, pero afiancé mi agarre, pidiéndole con la mirada que no me soltara.—¿El licor te atrofió el cerebro o qué? ¿Qué te pasa? Estás actuando
Sus labios siguen teniendo la misma suave textura y ese poder único de despertar una oleada de mariposas que revolotean sin cesar en mi interior. Mi mente se encontraba en blanco, mi piel ardía de ansias y deseos, y mi corazón no se hallaba en mi pecho con lo rápido y fuerte que latía. Todas esas sanciones que se encontraban dormidas renacían con fuerza, delatando mi verdadero sentir.En un roce de labios desenfrenado y apasionado, me olvidé de todo, incluso del odio que decía sentir por el hombre que más he amado y sigo amando en mi vida. No podía separarme de su boca y, siendo completamente honesta, tampoco quería alejarme de él.—Tu boca me insinúa tantas cosas, pero tu maldito orgullo las mata —murmuró, estirando mi labio inferior con sus dientes—. Estos labios tan ricos y suaves han estado en mi mente por tanto tiempo. Saben mucho mejor que hace nueve años. Hunter no me permitió rebatirle, pues volvió a besarme con total desesperación, tomando mi cabello en su mano y acercándome
HunterNo me quería levantar del lado de Isla, pero corría el riesgo de que pronto despertara y enloqueciera si me llega a ver. Ahogué un quejido antes de levantarme a la fuerza de la cama y me quedé un rato contemplando su hermoso rostro a la hora de dormir.Sigue durmiendo boca abajo y haciendo los mismos gestos que cuando era una niña. Se ve tan tranquila, como si se tratase de un bello ángel retratado. Pero es todo lo contrario, una demonia de lengua filosa, que escupe veneno por doquier.Una sonrisa se dibujó en mis labios ante el recuerdo de anoche. Su piel es tan suave y exquisita. No sé cuántas veces la devoré a mis anchas, lo único que tengo claro es que los deseos que siento por ella siguen intactos en mi pecho, es más, se hicieron más fuertes que antes. No fue suficiente con doblegarla y someterla a mí, porque ella es una adicción y es difícil que pueda pasar de ella como si no hubiese significado nada en mi vida.Tantos años deseándola, queriendo ser uno con su ser y dele
IslaMe miré en el pequeño espejo de mano que siempre llevo conmigo en el bolso y maldije entre dientes a Hunter. ¿Cómo se atreve a marcarme la piel de esa manera tan horrible? Lo peor del caso no es eso, ¿cómo es posible que yo se lo permitiera? ¿Por qué no lo detuve a tiempo?Es un desgraciado que lo hizo adrede para que no olvide tan pronto lo que sucedió entre los dos, aunque sin necesidad de dejarme chupones voy a recordar lo de anoche por el resto de mi vida.Es imposible que olvide la forma en que sus besos me desnudaron y sus caricias me encendieron en llamas. Soñé muchas veces con Hunter tocándome y haciéndome el amor, pero la realidad superó cada uno de esos húmedos sueños que tuve con él.Mi cabeza quiere explotar, no solo por la resaca que pretende acabar conmigo sino también con el recuerdo de ese hombre que acaparó desde mi piel hasta mi alma en un solo beso. Me siento confundida, porque entre sus brazos toqué el cielo y no pude bajar de allá arriba después de que la bru
Ocho horas de vuelo y diez días hospedados en el mismo piso de hotel no son cosas de otro mundo, ¿verdad? Vamos de viaje juntos por cuestiones de trabajo, no por gusto ni decisión propia. Si por mí fuera, estaría muy lejos de él y toda su presencia, porque no soporto estar cerca de él.Discutir con mi padre y Henry no tenía caso alguno, por lo que no tuve más opción que aceptar a regañadientes y volver a mi apartamento a hacer mis maletas, así como dejarle las indicaciones a mi asistente para que se hiciera cargo de todos los pendientes que tenía mientras regresaba.La noche fue larga e inquietante, fue muy poco lo que dormí realmente. No he podido dejar de pensar en todos esos días que voy a estar a solas con ese inútil bueno para nada, y más malestar e inquietud siento en el pecho.¿Por qué tengo que tener tan mala suerte? Es como si el destino quisiera juntarme a juro con ese hombre que no tolero ni un poco. Desde que Hunter apareció mi mundo se puso patas arriba.Llegué a la pista
HunterQuiero poder cumplir con mi palabra y darle el gusto a Isla de estar lo más lejos posible de ella, pero simplemente no puedo hacerlo. Su piel llama a gritos a mis manos, sus labios suplican los míos y su mirada me pide en medio del silencio y de una falsa indiferencia que solo la contemple a ella.No tenía contemplado besarla, pero ahí me encontraba, en medio de una espaciosa recepción de hotel degustando una vez más de sus dulces y adictivos labios. Es imposible que me resista a su boca, si por años la he tenido en sueños y en mis más íntimos pensamientos. La he deseado como un maldito loco y ahora que tengo la dicha de tenerla, ¿por qué debo alejarme de ella? ¿Por qué seguir perdiendo el tiempo si podemos darle incio a lo que nunca se dio?Isla me correspondió el beso con total locura y desenfreno, cerrando sus ojos para mayor satisfacción. El suave y frenético roce de nuestras bocas me tenía delirando y con la piel ardiendo. Sabía que debía detenerme antes de que cometiera u