Durante la cena me mantuve en completo silencio mientras el resto de los presentes hablaban entre sí y reían por las diferentes anécdotas que Hunter había vivido en el Reino Unido. En mi cabeza seguían rondando sus palabras y esa forma de mirarme tan extraña y fija me mantenía tensa.
Han pasado nueve años, entre nosotros ya no existe ningún tipo de sentimiento. Quizás si hubiese aparecido hace unos años cuando mi corazón todavía sentía y latía por él, hubiera existido una oportunidad entre nosotros. Pero lo veo y no siento más que desagrado y malestar. Hunter es un cínico, no puede ilusionarme, subirme a la nube más alta, dejarme caer y romperme en pedazos y volver como si nada. Aunque sé que todo lo que dijo ha sido para fastidiarme.No quería estar más en ese lugar, menos estando con ese inútil que no ha dejado de incordiar desde que apareció. No sé qué bicho le picó, pero no ha parado de tomarme de la mano y pellizcar mis muslos por debajo de la mesa. Está colmando mi paciencia.—¿Qué sucede, Isla? —la pregunta de Henry me hizo mirarlo—. Has estado muy callada. ¿Estás bien?Todas las miradas se posaron en mí y en mi plato que seguía intacto. Es que hasta el apetito me quitó este desgraciado.—Sí, estoy bien.—No has comido nada, conejita. Vas a enfermar si no comes.—No tengo tanta hambre. Y deja de decirme así, no me gusta.—¿Por qué? Nunca te molestó que te dijera así cuando éramos niños.—Por si no te has dado cuenta, ya no somos ningunos niños, idiota.—Pero parece que fueran unos —dijo mi padre, en medio de risas—. Pensé que sus peleas y discusiones se quedarían en la niñez, pero han llegado a adultos e incluso discuten más.—Culpa de ella, que no puede quedarse con la boca cerrada por un momento.—¡Ja! ¿Y quieres que me quede callada cuando eres todo un fastidio?—¿Ven? Es orgullosa y terca, siempre le gusta llevar la contraria a todo.—Si siguen fastidiando los voy a encerrar en un pequeño cuarto durante todo un día —habló Dakota y la miré con el ceño fruncido—. No me mires así, que estoy hablando muy en serio. No han hecho más que tirarse a matar desde que se volvieron a encontrar.—¿Sabes? Eso no sería ni tan mala idea —Henry le siguió la corriente y todos rieron excepto Hunter y yo—. Con eso aprenden a convivir, porque de ahora en adelante serán uno solo.—Tú solo dime cuándo y cómo y los encerramos, papá.Reí, negando con la cabeza. Pese a todo y el tiempo que ha pasado, seguimos siendo esa gran familia unida y alegre de hace años.—Favor que me harían si me encierran contigo —Hunter susurró en mi oído y lo miré enseguida, por alguna razón, sintiendo una sensación extraña en mi interior.—¿Qué diablos quieres? —pregunté, pero el muy cínico volteó la tortilla.—Tengo una larga lista de lo que quiero, pero no te la puedo decir porque es confidencial.—Idiota —aparté la mirada y me centré en mi plato de comida.Pese a que choqué todo el tiempo con Hunter, la cena estuvo increíble. Hace mucho no nos divertíamos en familia y pasábamos un rato agradable. Debo confesar que no es lo mismo cuando uno de nosotros falta en la mesa y ese idiota hacía falta, así fuese para discutir con él.No tengo ni la menor idea de cuánto tiempo vaya a quedarse en el país o si definitivamente se va a radicar aquí, lo único cierto es que me siento feliz al ver la sonrisa que Henry y Scarlett han mantenido en su rostro. Después de tanto tiempo, al fin su hijo está con ellos. Eso era lo que tanto deseaban, que Hunter estuviera aquí.HunterMe marché de casa para cumplir mis sueños y metas personales, más no porque no fuera feliz con lo que tenía a mi alrededor. Anhelaba mi independencia y conocer un poco más sobre el mundo, así como también crear mi propia empresa.Mis padres nunca se opusieron a mis sueños, todo lo contrario, desde el primer instante que les hablé de ellos siempre me brindaron todo su apoyo.Me sentía bien y a gusto con la vida que llevaba en el Reino Unido, después de todo, ya había construido mis metas y no hacía más que expandir mi empresa en diferentes partes del mundo. Pero la felicidad nunca fue completa. Realicé mis sueños, sin embargo, mis padres y mi familia no estaban a mi lado viéndome triunfar.No tuve una relación estable y duradera, más bien estaba enfocado en cumplir mis sueños que no me tomé en serio las pocas parejas que tuve. Además, de manera inconsciente en mi mente siempre estuvo esa prepotente, grosera y obstinada mujer de cabellos dorados y ojos grises. Esa filosa daga y v
IslaLos días se han vuelto tortuosos en la oficina. A donde quiera que vaya, tengo la desdicha de encontrarme con ese idiota. Procuro pasar de él y cuando nos estrellamos de frente por algún pasillo o coincidimos en el ascensor hago como si no existiera. Es todo un fastidio que esté como mosco en leche, cuando lo único que deseo es que se vaya por donde mismo vino.En cuanto terminé de redactar y revisar los contratos de un nuevo cliente, se los hice llegar a Hunter con Nahia. Aunque debí haber ido yo y hablar con él, lo cierto es que estoy huyendo de él, porque ese sentimiento que creía hecho cenizas está ardiendo en mi interior, algo que me confunde y me enoja al mismo tiempo.—El Sr. Goldberg no está de acuerdo con algunos de los parámetros que están establecidos en el contrato —me informó mi asistente tan pronto entró a la oficina.—¿Cómo? —miré a Nahia de inmediato, desconcertada por sus palabras.—Eso fue lo único que me dijo, Srta. Cooper. Que no iba a firmar un contrato donde
Hunter—Así que te salió el tiro por la culata, ¿eh? —mi hermana menor no dejaba de burlarse de mí, luego de escuchar todo lo que Isla me había dicho en la mañana—. No te pases de listo con una mujer como Isla, porque no tienes ni la menor idea de toda la ventaja que te tiene. Una chica lista, inteligente y audaz no come cuento tan fácilmente de una cara bonita.—Solo quería hacer una prueba.—¿Y cómo te salió esa prueba? ¿De qué te querías dar de cuenta? ¿Acaso pensabas que Isla no era capaz de hacer su trabajo correctamente? Gracias a ella hemos conseguido proyectos muy importantes a lo largo de todos estos años, donde todos salimos beneficiados. Esa mujer no solo es preciosa, sino que tiene una cabeza brillante que sabe usar a su favor cuando le plazca. En lugar de ganarte su corazón, te estás ganando su odio. Pensé que eras más inteligente, hermanito, después de todo, la conoces mejor que yo, pero me doy cuenta de que no es así.—No entiendo por qué tú y papá piensan que quiero ga
Isla—Pensé que te habías olvidado definitivamente de mí —inquirió el hombre en cuanto llegué al bar. —Por supuesto que no, sabes que eres difícil de olvidar —dejé un beso en su mejilla y me senté a su lado—. He estado ocupada en la compañía, últimamente he tenido más trabajo de lo habitual. —¿Te ascendieron? —¿Cómo lo sabes? —Los chismes vuelan, querida. Un pajarito me contó que tu padre y su socio se habían retirado, por lo que no es difícil deducir que eres tú la nueva presidenta de la compañía. —¿De casualidad ese pajarito no te dijo que me tocó dirigir la compañía con el inepto hijo mayor de los Goldberg? Abrió los ojos de par en par, luciendo realmente sorprendido ante mi declaración. —¿Me estás hablando del mismo que lastimó tu negro corazón? ¿Hunter regresó? —Regresó y no tienes ni la menor idea de las ganas que tengo de matarlo y enterrarlo tres metros bajo tierra para no tener que verlo nunca más en mi santa vida. No lo soporto.—Uy, ¿qué sucedió con el amor que le t
Las ganas de ir al baño se me quitaron ipso facto, por lo que regresé a toda prisa con Louis, dejando a Hunter con la palabra en la boca. Mi corazón latía apresurado y sentía que por mis venas corría adrenalina pura. Acabo de decir una mentira y, aunque soy consciente de que hice muy mal en decirle, debo confesar que me gustó esa expresión desconcertante que puso Hunter.—¿Qué sucede? —Louis se puso de pie en cuanto me vio llegar casi corriendo y me colgué de su cuello, acercándome tanto a su rostro que se congeló por unos instantes—. ¿Qué pasó contigo en el baño? ¿Por qué estás tan alterada y extraña?—No digas nada, solo sígueme la corriente.Me acerqué un poco más a él y sus labios quedaron muy cerca de los míos.—¿Vas a besarme?—¿Te molestarías conmigo si lo hiciera?Soltó una risita nerviosa, abrazando mi cuerpo entre sus brazos para apartarme, pero afiancé mi agarre, pidiéndole con la mirada que no me soltara.—¿El licor te atrofió el cerebro o qué? ¿Qué te pasa? Estás actuando
Sus labios siguen teniendo la misma suave textura y ese poder único de despertar una oleada de mariposas que revolotean sin cesar en mi interior. Mi mente se encontraba en blanco, mi piel ardía de ansias y deseos, y mi corazón no se hallaba en mi pecho con lo rápido y fuerte que latía. Todas esas sanciones que se encontraban dormidas renacían con fuerza, delatando mi verdadero sentir.En un roce de labios desenfrenado y apasionado, me olvidé de todo, incluso del odio que decía sentir por el hombre que más he amado y sigo amando en mi vida. No podía separarme de su boca y, siendo completamente honesta, tampoco quería alejarme de él.—Tu boca me insinúa tantas cosas, pero tu maldito orgullo las mata —murmuró, estirando mi labio inferior con sus dientes—. Estos labios tan ricos y suaves han estado en mi mente por tanto tiempo. Saben mucho mejor que hace nueve años. Hunter no me permitió rebatirle, pues volvió a besarme con total desesperación, tomando mi cabello en su mano y acercándome
HunterNo me quería levantar del lado de Isla, pero corría el riesgo de que pronto despertara y enloqueciera si me llega a ver. Ahogué un quejido antes de levantarme a la fuerza de la cama y me quedé un rato contemplando su hermoso rostro a la hora de dormir.Sigue durmiendo boca abajo y haciendo los mismos gestos que cuando era una niña. Se ve tan tranquila, como si se tratase de un bello ángel retratado. Pero es todo lo contrario, una demonia de lengua filosa, que escupe veneno por doquier.Una sonrisa se dibujó en mis labios ante el recuerdo de anoche. Su piel es tan suave y exquisita. No sé cuántas veces la devoré a mis anchas, lo único que tengo claro es que los deseos que siento por ella siguen intactos en mi pecho, es más, se hicieron más fuertes que antes. No fue suficiente con doblegarla y someterla a mí, porque ella es una adicción y es difícil que pueda pasar de ella como si no hubiese significado nada en mi vida.Tantos años deseándola, queriendo ser uno con su ser y dele
IslaMe miré en el pequeño espejo de mano que siempre llevo conmigo en el bolso y maldije entre dientes a Hunter. ¿Cómo se atreve a marcarme la piel de esa manera tan horrible? Lo peor del caso no es eso, ¿cómo es posible que yo se lo permitiera? ¿Por qué no lo detuve a tiempo?Es un desgraciado que lo hizo adrede para que no olvide tan pronto lo que sucedió entre los dos, aunque sin necesidad de dejarme chupones voy a recordar lo de anoche por el resto de mi vida.Es imposible que olvide la forma en que sus besos me desnudaron y sus caricias me encendieron en llamas. Soñé muchas veces con Hunter tocándome y haciéndome el amor, pero la realidad superó cada uno de esos húmedos sueños que tuve con él.Mi cabeza quiere explotar, no solo por la resaca que pretende acabar conmigo sino también con el recuerdo de ese hombre que acaparó desde mi piel hasta mi alma en un solo beso. Me siento confundida, porque entre sus brazos toqué el cielo y no pude bajar de allá arriba después de que la bru