Capítulo 61

Cuando el joven pudo levantarse comenzaron a escuchar la voz de Leila que no paraba de gritar en la planta principal. Ambos subieron las escaleras, fue Amber quien intentó abrir la puerta que se encontraba con llave desde afuera.

—No podrán salir —vociferó por encima del llanto de los pequeños acto que desesperó a la niñera.

—¡Leila no hagas una locura! —vociferó Dustin del otro lado de la puerta mientras la golpeaba.

—Despidanse de su padre, será la última vez que lo escuchen —espetó ella a los pequeños que no paraban de llorar.

—¡Quiero a mi mami! —Lloriqueó Siena.

—A partir d

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