Durante todo el vuelo hacia Villa Hermosa, Victoria solo pensó en las palabras de Santiago, parecía estar viviendo en un sueño, no podía creer que la amaba tanto como ella a él, pensó que lo primero que haría al llegar a Comalcalco, sería visitar a Alfredo, quería romper ese contrato, ésta sería una boda por amor, solo por amor.
En cuanto el avión aterrizó, lo llamó para avisarle que iba hacia su oficina, Pedro, había enviado un chofer de la fábrica para recogerla en el aeropuerto así que, en menos de tres horas, ya estaba en el pueblo, le pidió al chofer que la llevara a la notaría y que la esperara para llevarla a la hacienda.
Entró en la notaria, y como siempre, la recepcionista frunció los labios al verla, no lograba entender por qué esa mujer no la toleraba, pero al menos ya había entendido que ella, era i
Victoria estaba muy preocupada, el tiempo pasaba y Santiago no le contestaba el móvil y ya comenzaba a pensar que efectivamente su madrastra tenía razón, no iba a llegar, pero ella no creía que lo hubiera hecho a propósito, estaba segura que algo le había pasado, incluso, llegó a pensar que Dinora lo había enviado a matar nuevamente y por eso, ella estaba tan segura, de que no llegaría.La boda estaba programada para las cuatro de la tarde, eran casi cuatro treinta y los invitados, comenzaban a murmurar, el juez del registro civil, estaba desesperado, tenía un compromiso para otra boda en pueblo y no quería seguir esperando, Victoria se quitó el velo y salió hablar con los invitados.—¡Señoras y señores! les agradezco mucho su presencia, pero al parecer no habrá boda, lamentablemente el novio no puedo llegar a tiempo, estoy segura, de que algo muy
Se amaron durante toda la noche, hasta que el cansancio los venció y se quedaron dormidos, desnudos abrazados, como dormirían de ese día en adelante, disfrutando de su amor plenamente.Victoria, abrió los ojos cuando el sol comenzó a entrar por la ventana, miró a Santiago, que dormía plácidamente, era muy feliz, nunca imagino que, al poner su anuncio para comprar un marido, iba a encontrar el verdadero amor.—Despierta dormilón, nos va a dejar el avión.—¡Buenos días mi preciosa! ¿Sabes amor? Soy el hombre más feliz del mundo, nunca imaginé siquiera, que podía ser tan feliz y tan afortunado por haber encontrado una mujer como tú.—¿Lo dices porque era virgen?—No, mi amor, no te niego, que me hizo muy feliz ser el primer hombre en tu vida, y por supuesto pretendo ser el único, pero tú sab
Regresaron a México, muy a su pesar, querían seguir viviendo la magia de la luna de miel, pero no la podían prolongar para siempre, no en este momento; antes de regresar a la hacienda, fueron a visitar a la tía Amelia, que debía sentirse muy sola en esa casa tan grande, ahora que Eva se había ido a estudiar a Canadá y estaría fuera por dos años, Victoria por supuesto, le compro algunos obsequios y también a Eva, para dárselos cuando volviera, en vacaciones.—¡Señor Santiago! ¡Señora Victoria! ¡Bienvenidos! Es un placer recibirlos en esta casa, felicitaciones por su boda.—Muchas gracias Polo, tu siempre tan amable. ¿Y mi tía?—Se encuentra en el invernadero señor, ahora que no está la señorita Eva, pasa más tiempo allí, hablando con sus flores.—Me imagino que debe sentirse mu
Victoria miró el rostro de Santiago desencajado, y un dolor en su pecho le dijo que él, no era lo que ella creía, su marido, ocultaba algo, y todo parecía indicar que no lo pensaba decir.—¿Qué pasa? Estoy esperando tu respuesta.—Victoria, por favor mi amor, te aseguro que no es lo que estás pensando.—Entonces dime lo que es, perdón tía Amelia, ¿Me dejas hablar con mi esposo?—Sí hija, Santi, por favor, sincérate con ella, no permitas que los secretos destruyan ese amor tan bonito que hay entre ustedes.Amelia salió de la cocina y ellos salieron rumbo al jardín, Santiago no quería poner en peligro la vida de Victoria, era mejor que no supiera nada, y ella, quería saber la verdad, aunque ya no sabía si le creería.—¿Y bien? Te escucho, y piensa muy bien lo que me vas a decir, porq
Llegaron a la hacienda y Victoria dibujó una sonrisa en su rostro, Santiago por su parte, no podía disimular que moría por besarla y tenerla en sus brazos, y ella lo trataba con toda la indiferencia que podía.—¡Niña Victoria!, perdón, señora Victoria, ¡Qué felicidad que hayan regresado! Ahora si, esta es su casa, como siempre debió ser, esa bruja de la señora Dinora, se va tener que acostumbrar.—¡Gracias nana! no te preocupes, dime como tu quieras, tú siempre serás mi nana. ¿Todo bien? ¿Alguna novedad?—No señora, ninguna novedad.—Mario, ¡Cómo está eso de “Señora”? Yo para ti sigo siendo la misma Victoria de siempre, por favor mañana lleva a Santiago a recorrer la hacienda y a presentarlo con los trabajadores, a partir de hoy, tienen que verlo como el patró
Victoria, entró en su habitación y observaba a la chica del servicio, acomodando la ropa de Santiago en el closet que laguna vez, usara su padre, estaba vacío, no había nada que hubiera pertenecido a él, seguramente, todo, estaba en la habitación de Dinora, se le hacía muy raro que ellos no hubieran utilizado la habitación principal de la casa, seguramente fue la única muestra de respeto que Santiago San Román, había tenido hacia la que fuera su esposa.Qué difícil iba a ser compartir esa habitación con Santiago, al menos, Mario se había encargado de meter el sofá que había pedido, así él no tendría que dormir en el piso, aunque ella, lo iba a extrañar en su cama, no podía dejar de pensar en sus mentiras y en su traición.Escuchó el ruido de un auto y se asomó por la ventana, la camioneta de Santi
Victoria se derrumbó por primera vez delante de Santiago, comenzó a llorar, no podía creer que se había dejado engañar de esa manera y había matado a su propio padre, a pesar de todo el resentimiento que sentía hacia él, ella nunca hubiera hecho algo como eso.Santiago la abrazó y ella sintió consuelo al apoyarse en su torso, ese pecho que la hacía sentir en calma y protegida, Santiago tenía ese don, la hacía sentirse protegida, a pesar de todo, aun cuando ella siguiera pensando que él si era un delincuente.—Tranquila mi amor, no te preocupes, ya verás que el abogado va a impedir que vayas a prisión, no vamos a permitir que esa arpía se salga con la suya.—Gracias por confiar en mí, y perdóname porque yo he pensado siempre lo peor de ti.—Mi amor, perdóname por favor, déjame demostrarte cuant
Santiago guardó las cartas y volvió a la habitación, el ruido de una puerta que se cerraba llamó su atención y recordó que Victoria le había dicho que a Dinora la visitaba su amante por las noches, así que salió rápidamente para ver si lograba ver algo.La silueta de un hombre saliendo de la habitación de la arpía, corría hacia lo cacaotales, decidió seguir a aquél hombre, para ver hacia dónde se dirigía, él todavía no conocía esa parte de la hacienda, así que no sabía que había más allá de los árboles de cacao y los frutales.Lo siguió a cierta distancia, solo había una franja de árboles que separaba la casa grande de las barracas de los empleados, pero no se trataba de los empleaos de la casa, ellos vivían en habitaciones detrás de la cocina, esas barrac