Quiero recuperarlos

Nora

—¡Te advertí que no te acercases a mi propiedad! —Rugió Ares, con los puños crispados —¡¿Qué demonios viniste a buscar?! —Sus hombros estaban tensos y respiraba con dificultad.

La voz del hombre que me acababa de besar, sonó demasiado fuerte en el silencio, haciéndolo estallar en miles de fragmentos.

¿Acaso sabía que Máximo estaba en Monte de Oro? ¿Por qué no me lo había advertido?

Estaba paralizada, como un conejo encandilado por los faroles de un coche, mientras sentía que la cabeza me daba vueltas sin parar.

—Mira, Ares. Sé que tenemos problemas —le dijo con un tono tenso y controlado —, pero no vine a hablar contigo, nuestro asunto seguirá su curso natural en la corte —. Respiró hondo —. Es a ella a quien estoy buscando —. Me miró y no pude evitar emitir un sonido ahogado.

Lo odiaba, como nunca antes había odiado a nadie, pero esos sentimientos estaban enredados, todo era confusión y caos. Porque todo en él me resultaba, familiar, además de doloroso.

Me ardían los ojos
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo