Salto raíces salidas y ramas caídas. Los pulmones se me queman por el esfuerzo. Evito tener un rasguño con cada hojarasca que encuentro en el camino. Disminuyo la velocidad al por fin escuchar voces. Una algarabía, más bien. Lo primero que diviso son espaldas y personas de medio lado con los brazos cruzados. Discuten algo, no de manera agresiva, sino agradecida y estupefacta. Camino hacia el primer grupo. Son todos los habitantes del bosque, incluso los que viven en el sur. A tirones y empujones logro llegar al centro. Busco con la mirada esa cabellera rojiza de mi padre, pero no la encuentro. Desisto entonces. Sin embargo, me pongo a hallar la de Lion o la de Tiger, ¡la de cualquier conocido! No encuentro a nadie.
Me empujan por la espalda.
Maldigo por lo bajo.
El portón del cuartel está cerrado. Con esfuerzo, me acerco a la rejilla y mediante el metal logro examinar a un guardián encapuchado y enmas
PARTE VIFamilia arrebatadaPapá me observa desde su asiento al otro lado de la mesa redonda. Comparte asiento con uno de los entrenadores y un viejo hechicero. A mi costado está Crow rígido sin saber qué pensar. Lo he metido en esto y no se ha quejado. Se lo agradezco.Hemos dado toda la información que recaudamos, incluso sobre el atento que los vampiros planean. Por ello, guardianes estarán en los alrededores de las cuevas de las brujas, así como Eva lo aceptó unos minutos Ella descansa perpendicular a mí. Ingiero saliva. Estoy cansada, necesito dormir. No obstante, esto es prioridad.El general mantiene la barbilla recta sin ánimos de dejarse humillar por los demás de la conferencia.—Es estúpido —alega la líder guardiana del este. Están todos los líderes present
Los analizo; Briz y Bear me muestran los dientes, Priscila tiene su atención puesta en sus botas y Tree —vaya suerte, qué apodo tan lindo— reposa sus antebrazos a la altura de su pecho. Mientras tanto, Zelig está encorvado con su hombro apoyado en el mío. Somos suficientes para este encargo. Según me dijeron, la líder del este es demasiado buena en combate cuerpo a cuerpo y en manejo del arco, casi como Briz, mas no tanto. Con ella estamos hechos. Muchísimo mejor si tenemos a alguien que es estratega, veloz y ágil como lo es Green —prefiero el apelativo que le di—. Les hago la seña. No tardan en ocultar sus rostros tras las máscaras.Estamos a unos diez metros del centro de ganado. Desde aquí se oye la algarabía de dicho lugar; pasos pesados, susurros casi imperceptibles, algún que otro gruñido. Sonrío hasta que las mejillas me duelen. Nos agazapamo
Su mirada asustada a través de las ranuras de su máscara se dirige detrás de mí. A mis espaldas, luces rojizas parpadean difusas por la torrencial lluvia, pero el pitido de la alarma no es cobarde ante el ruido de las gotas caer. La mandíbula se me desencaja. ¿Crow habrá sido el culpable? ¿Acaso lo fueron Bear y Briz? ¿Nos vieron? ¡No! Ladeo la cara hacia mi derecha, justo en el rincón. En lo alto de él hay una cámara que se enfoca en nosotros. ¿Qué mierda? ¿En qué momento…?Soy halada. Casi me tropiezo por la manera en que me lleva por las escaleras que parecen no tener fin. Me alejo de su apretón. Tenemos poco tiempo, de modo que no tenemos que dudar en ningún instante. Mis tímpanos tienen otro síntoma: el de mi corazón atropellándose contra ellos. Abajo se oyen las fuertes pisadas de quizá diez vampiro
Asimilo esa situación como puedo mientras ayudo a Green, que se hallaba atado al final del pasillo. Los dos muchachos tiemblan a nuestro lado, cansados y hambrientos. Asimilo, engullo ese momento, mas no logro entender con suficiente pericia por qué se fue sin más, sin darme la respuesta más grande que he necesitado durante estos diez años sin mi mellizo. En sus facciones alcancé a captar disculpas e incluso un atisbo de esperanza. Así como se fue, cesaron los fulgores rojizos y las pisadas apresuradas de los vampiros. ¿Qué habrá hecho? Habrá dado una buena coartada y… Mi interés conecta con un chupasangre descabezado a unos tramos de nuestra ubicación. Ese cadáver no estaba allí antes. Se deshizo de los suyos. La cabeza fue arrancada con furia, así que mi camarada no fue quien lo hizo.Entonces la humanidad tiene otro posible aliado: uno de los herm
No dejes que ningún vampiro te hinque el diente.Me estiro para alcanzar la cantimplora a unos centímetros de Tiger.Él ha vuelto al mundo semiinconsciente y no podrá presenciar lo que haré después.—¡¿Es que estás loca?!Zelig se levanta de un salto para agarrarlo y mantenerlo quieto. Vuelvo a pasar de él. Ya lo odio. Debería estar agradecido porque me arriesgué por salvarlo.—Es decisión de ella, no mía ni tuya —rechina mi otro amigo.Echo la cabeza hacia atrás en el momento en que la hoja lacera mi palma. Es esto o dejarlo morir en mi regazo. Prefiero mil veces la maldita segunda opción. No dejaré que nadie más muera. No dejaré que se repita una muerte. No quiero que él acompañe a Ivonne de nuevo, porque debe permanecer a mi lado en todo momento, hasta en aquel en dond
La quemazón en mi mejilla no me hace retroceder, ni tan siquiera trastabillar. Recibo la indignación mediante ese gesto. Ingiero saliva y no titubeo, mantengo el mentón firme y muestro serenidad, aunque en realidad estoy nerviosa. Hace mucho que no me pegaba, es más, nunca llegó a tocarme. Siempre fueron regaños verbales por parte de ambos, de mamá y papá, pero rebosé un límite, así que lo entiendo.—¿Por qué, Autumn? —Me duele que emplee mi nombre y no "princesa" o "mi niña", como suele hacer todo el tiempo—. Le diste tu sangre dentro de la protección. Eso por una parte es bueno, pero por la otra no. Esa acción pudo haber debilitado el muro. ¿Lo sabías? ¡Estás llevando la poca humanidad que queda a la mierda!De soslayo busco a Eva, que está cruzada de brazos.—¿Es eso verdad? —le
El mayor me sonríe.Luego de una reunión de tres horas, por fin estamos en su oficina. Él entendió mi arrebato, así como los demás, pero los otros tomaron en cuenta algo peo: trener a Tiger como otra arma contra los enemigos, así como lo soy yo. No obstante, en menor medida, dado que es un recién convertido. La cuestión de su alimento ya llegó a una conclusión. No entendí muy bien ni cómo lo harán, pero le darán tres bolsas de sangre por semana. Al parecer, esa es la dieta estricta para un neófito, dado que se alimentan con más, pero para mantener sus ansias a raya y para que pueda controlarlas será así. En cambio, con Zelig es otra cuestión, ya que es un hibrido convertido; podrá digerir alimento humano sin ningún problema y no necesita mucho de la sangre.No me habla.Su silencio es suficiente.Aunque
—¿Quieres mermelada de zarzamora? Me gustaría que viese la sonrisa infantil que tengo justo ahora. —Sí, por favor, pero en un frasco. Me encantaría compartirla con mi padre. —Se ríe—. Por cierto, Eva, no tienes que hablarme. Me distraes de mi labor. —Eh, que solo vine a ofrecer un dulcecillo. —Me palmea el abdomen—. Además, necesitas engordar. Antes de recibir contestación, se va con una fina carcajada a su paso. Niego. Este lugar es hermoso; el bosque se torna casi cómico, pues a los alrededores de las cuevas, matorrales de flores amarillentas y naranjas tienen el lugar avivado. No solo eso, los pinos tienen más vida en su follaje, los troncos son más claros y el moho que los cubre parece una prenda en su corteza. Con el tiempo te acostumbras a mantener de pie por horas. Falta mucho para tener un relevo. Daño mi compostura luego de unos segundos y empiezo a dar vueltas por el sitio con el ojo pegado a cada cosa