Escándalo"Millonario Dante Beaumont Acusado de Brutal Agresión: ¡La Violencia de los Poderosos!"Un testigo presencial denuncia que Dante Beaumont, acompañado de sus custodios, golpeó brutalmente a un hombre inocente en la noche de ayerLa prensa londinense se llenó de titulares escandalosos sobre el millonario Dante Beaumont, conocido por su fortuna y su estilo de vida lujoso y lleno de excesos. Sin embargo, hoy su imagen se ha visto nuevamente empañada por una acusación grave.Según un testigo presencial, Dante y sus guardias agredieron brutalmente a un hombre en la noche de ayer en el centro de Londres. La víctima, identificada como Andrew Martins, fue llevada al hospital con heridas graves."Vi cómo Dante y sus hombres golpeaban a ese pobre hombre sin piedad", declaró el testigo anonimo. "Era como si disfrutaran de la violencia."La policía ha iniciado una investigación sobre el incidente y ha solicitado a Dante que se presente para declarar.¿Sera esta el tipo de impunidad de la
Dante observó el periódico, mientras desayunaba, eso le pasaba por bajarse a ayudar lo cierto es que si no fuese porque era una mujer y estaba siendo agredida no se hubiera bajado.¿ Quién en su sano juicio podría creer que tendría un romance con la mujer ojos de cachorro?.Bueno mujer era una palabra demasiado grande, Allegra Murphy no era una mujer.Dante miró fijamente la fotografía y se dio cuenta de que detrás de aquella fachada aniñada podía haber una mujer atractiva. A él le gustaban las mujeres femeninas, muy femeninas. Y aquella era ordinaria, desaliñada y tenía ojos de cachorro, y siempre estaba mirándolo. Ya lo había notado siempre lo observaba desde la barra.Allegra tenía el pelo de color caramelo, y sus ojos verdes siempre brillaban como los de un cachorro como esperando una palmadita de aprobación.Ella era tan amistosa, tan simpática con todo el mundo, tan ingenua.Incluso sus compañeras de trabajo lo habían notado y hacían comentarios.Dante dejo el periódico sobre la
Dante miro hacia el techo.—¡Cállese! –le repitio él.–¿Usted y qué ejército van a mantenerme callada? –replicó Allegra, poniéndose muy recta.–¿Qué quiere? –le preguntó Dante a su jefe de seguridad, como si ella no estuviese allí.–Le sugiero que hablemos del tema en su despacho –respondió Roberto Marino jefe de seguridad.–Siento haberle insultado –mintió Allegra haciendo un esfuerzo con la esperanza de ganarse la posibilidad de una conversación –. No tenía que haberlo hecho...–Ha sido muy grosera –le respondió él antes de dirigirse a los guardias de seguridad–. Suéltenla. Y sáquenla de aquí en cuanto haya terminado con ella.Allegra apretó los dientes, se estiró la chaqueta y se pasó las manos por los vaqueros.Dante estudió brevemente su rostro ovalado, fijando la atención en los labios generosos, rosados y no pudiendo evitar pensar en lo que podría hacer con ellos. Se le encogió el estómago y eso lo puso todavía de peor humor. — Le daré cinco minutos de mi valioso tiempo.—Qué g
Al cabo de un par de minutos la vio, caminando con la cabeza gacha y los hombros caídos, como si estuviera a punto de desmayarse.–Para aquí. Dante bajo del coche,¿Quiere morir?. Se va del hospital en contra de las instrucciones de los médicos. ¿Qué le pasa? ¿Por qué tiene que hacer lo contrario de lo que le dicen?–¿Dante ?Al darse la vuelta, Dante vio su pelo manchado de sangre y una marca morada a un lado de su cara.–Maldita sea ¿La han golpeado? Desorientada, lo miró a él y luego a la limusina.–¿Qué está haciendo aquí?, pregunto Allegra confundida.–Me dijeron que había tenido un accidente.–¿Y qué tiene que ver con usted?.–Naturalmente, me fui de inmediato al hospital.–¿Por qué naturalmente? ¿Por qué iba a preocuparle que fuera al hospital? No es familiar mío.Molesto porque se cuestionara su decisión, Dante se pasó la mano por el pelo.–Tuvo un accidente en la puerta de mi edificio y no podía dejarla sola después de lo que le ha ocurrido.–Suelo ocuparme de las cosas yo so
–No cierre la puerta. Si se desmaya, quiero enterarme.Sintiéndose peor que nunca, Allegra entró en el cuarto de baño, cerró la puerta y echó el pestillo.Mojó el borde de la toalla y se la llevó a la cabeza, tratando de analizar por qué se sentía tan deprimida. Estaba acostumbrada a cuidarse ella sola, ¿no? Siempre lo había hecho. No necesitaba que Dante Beaumont acudiera en su rescate.Cuando salió, la habitación estaba vacía. Sobre la cama estaba su bolso, en la que estarían las cosas que había anotado en la lista. Aquel Roberto trabajaba rápido. En la mesilla de noche había una jarra de agua y un bote de analgésicos. El que se lo hubiera dejado lo hacía más considerado.Se tomó un par de pastillas y se puso los pantalones cortos y la camiseta de algodón que solía usar para dormir.Con una copa de whisky en la mano, Dante vio el reportaje de las noticias desde el hospital. Mostraron unas imágenes de Allegra llegando en una ambulancia, con sangre en la cara, y una entrevista con la
Allegra observaba a través de la ventana, perdida en los recuerdos del beso de Dante lo cierto es que no lo entendía.Dante Beaumont era un montón de contradicciones. Doce horas antes se había negado a ayudarla, y luego la había ayudado. Había cuidado de ella y la había besado.Estaba seguro de que sería más fácil entender un libro de Física Nuclear que a Dante Beaumont.****************Mientras zigzagueaba por las calles de Londres, Dante pensó en lo ocurrido en el ascensor. ¿Es que había perdido la razón?, ahora ojos de cachorro pensaría que tenía una oportunidad con él, debía cortar el asunto de una vez por todas ...Él llegó a su nueva oficina, le esperaba un día lleno de reuniónes.—¿Dante? –uno de sus directores ejecutivos entró con un ordenador portátil bajo el brazo–. Tengo algo divertido que enseñarte, ¿estás de humor?Él no estaba de humor, pero Richard era un buen amigo, Dante enarco una ceja al ver una caricatura de él junto a sus custodios golpeando al tal Andrew...Esa
Allegra miraba la fotografía mientras bebía su café, por lo visto Dante solo la había besado para burlarse de ella. Estaba realmente molesta, era la vieja historia de su vida, había sido insignificante para su madre y lo era para Dante. Molesta consigo misma por ser tan idiota tomó el periodico y lo arrojó al cesto de basura junto con la tarjeta que le había dado Roberto.— Budy si vuelvo a pensar en él me muerdes, no te regañaré exclamó Allegra hablándole a su perro. Budy se puso a su lado para que Allegra lo acariciara.Al día siguiente Allegra salió de su casa con una idea en mente si bien sabía que no la despedirían ya no quería volver a Esparta y volver a ver al cerdo arrogante. De solo saber que tendría que regresar y Kelly estaría ahí le molestaba. Así que fue a una agencia de empleos y comenzó a buscar trabajo.Mientras tanto Kelly si disfrutaba de la atención de la prensa lo había aprovechado al máximo para que su carrera como modelo despegará.****************Dante se encon
Dante ingreso a la casa de su hermana en Grecia, esa noche villa Thalassa brillaba más que nunca para recibir a la familia y amigos.En donde miraras había un Beaumont, Christopher se acercó a su primo y lo palmeo.— Pero sí llego el revoltoso de la familia dijo Christopher.— No todos podemos ser tan correctos como tú, exclamó Dante.— Pero si son dos viejas chismosas en el rincón dijo Cesare Saracco riéndose.— Cómo te gusta pasar tiempo en Grecia exclamó Dante.— Las mujeres griegas son muy linda dijo Cesare. Dante observó a su alrededor.— A decir verdad algunas son muy lindas dijo Dante mirando una castaña que estaba conversando con Ella y Anastasia esposa de Christopher.Angelos Rosaukis se acercó a su yerno Christopher.— Buenas noches dijo él.— Angelo, ¿recuerdas a mi primo Dante?, pregunto Christopher.— Por supuesto, es un gusto volver a verte dijo Angelo.— Estamos conversando de las mujeres griegas, según Cesare las mujeres griegas son muy lindas.— Estoy de acuerdo, pero