Allegra salió temprano de la casa, no había nada que comer así que realizó las compras, a diferencia de la vez anterior que se había apartado de Dante, hoy no tenia deseos de llorar, se sentía en paz consigo misma y con la decisión que había tomado.Las últimas semanas había estado bajo una constante tensión, intentando que Dante cambiará de actitud, preocupada por que cambiará y aceptara a ese hijo. Hoy se daba cuenta de que no debía ser así. Nadie debía ser forzado a amar a un hijo, ella se había equivocado.Al regresar a la casa preparo café para los empleados y algo de comer.— No debió molestarse señora le dijo el custodio algo avergonzado.— No es ninguna molestia, estaré caminando por el bosque no iré lejos dijo Allegra y salió de la casa, siempre le había gustado caminar por ahí, estaba saliendo de los límites de la propiedad cuando su teléfono comenzó a sonar, aunque dudo Allegra respondió la llamada, para sorpresa de ella era Chris.El parecía preocupado por ella, Allegra
Allegra y Dante esperaban en la sala de espera del consultorio de la Dra. Patel. Las doce semanas de embarazo habían pasado rápidamente, y ahora era el momento de conocer el estado del corazón del bebé.Allegra estaba nerviosa, recordando su anterior embarazo y la pérdida que había sufrido. Ahora, la ansiedad por conocer el resultado de esta ecografía era casi insoportable.Dante, sintiendo su tensión, tomó su mano y la apretó suavemente.—Tranquila, ma belle le dijo, sonriendo tratando de que se calmara.La Dra. Patel los llamó y los acompañó a la sala de ecografía. Allegra se acostó en la camilla y la enfermera aplicó el gel en su abdomen.La Dra. Patel comenzó la ecografía, y pronto apareció en la pantalla la imagen del bebé. Allegra giro la cabeza y Dante se inclino hacia adelante, ambos estaban ansiosos por ver.La dra Patel estaba con el ceño fruncido, Suavizo su expresión. —Todo está dentro de lo que esperábamos , dijo sonriendo. —El corazón del bebé late con normalidad y no hay
Allegra estaba acostada, de pronto, sintió un fuerte golpe y una rigidez que se extendía a través de todo su cuerpo, tan intensa que casi no podía respirar; pero no le dolía.Siguió tendida tranquilamente durante un rato; entonces sintió otra rigidez y luego otra. En plena madrugada las contracciones venían con regularidad, así que finalmente, después de darse vueltas hacia uno y otro lado, Dante se despertó y le preguntó qué pasaba.—Nada —murmuró ella—. Son esas estúpidas contracciones. Él abrió un ojo en la oscuridad y la miró allí acostada junto a él.—¿Llamare a la doctora?—No. Le causaban molestias, pero ella no creía fuera el momento, aun faltaba—¿Cuánto tiempo llevas con contracciones? —murmuró Dante dándose la vuelta hacia su lado de la cama.— No lo sé... unas horas.De pronto notó que se ponía rígida y hacía un sonido extraño. Esto le despertó completamente; se incorporó para mirarla y vio que tenía el rostro tenso, que todo el cuerpo se le ponía rígido y se aferraba a él
El cementerio estaba envuelto en un silencio sepulcral, como si el propio tiempo se hubiera detenido para rendir homenaje. La luz del sol se filtraba a través de los árboles, proyectando sombras largas y oscuras sobre las lápidas y el césped. El aire estaba cargado del aroma a incienso y flores frescas, que parecían flotar en el aire como un velo de respeto.La multitud reunida era un mar de rostros sombríos, vestidos de luto. Los líderes más importante del mundo empresarial estaban presentes, junto a familiares, y amigos.Vestido impecablemente, con sus gafas de sol puesta, Dante miró a su alrededor, vio a sus familiares, su primo Christopher acompañado por su suegro y varios rostros conocidos. Cesare se acercó a él.— Hay que reconocer que la viuda está muy linda. Dante sonrió era un comentario que el hubiera hecho muchos años atrás, pero era cierto la viuda era una mujer muy linda...Dante descendió del avion regresaba de Grecia, abordo al helicóptero, se dirigía a Manor Hall, su vi
>, ese era el lema que regia su vida.Dante Beaumont sonrio mientras miraba a su alrededor llamando la atención de un grupo de mujeres,él tiene una complexión atlética, pero no exageradamente musculosa. Su torso está definido, con hombros anchos y una cintura ligeramente estrecha. Lleva un traje de negro, zapatos italianos. Su cabello es oscuro y sus ojos son negros como la noche, tiene una sonrisa relajada que sugiere una actitud tranquila y segura. Su postura es confiada. Dante sonrió, era el baile anual de los Beaumont, miro a su alrededor y vio a sus primos. ¿ En qué cabeza cabía que un hombre quisiera estar con única mujer?, se preguntó.Christopher había perdido la cabeza por una modelo, llevaba dos años casados con Anastasia, Sharif había perdido la cabeza a manos de una odalisca y Rashad estaba comprometido con una princesa.Al menos aún contaba con el apoyo de Cesare,
Londres 1 de septiembre.¡ESCÁNDALO!"El CEO de Hielo: Dante Beaumont, desenmascarado por su última conquista"La alta sociedad se estremece ante la revelación de la última aventura de Dante Beaumont, el CEO de Beaumont Enterprises, conocido por su corazón de hielo y su ambición despiadada.Fuentes cercanas a la bailarina clasica, Ana Scott, han revelado que Beaumont ha estado manipulando y utilizando a la joven artista para sus propios fines, aprovechándose de su talento y su vulnerabilidad."Él me prometió el mundo, pero solo quería utilizarme", reveló Ana en una entrevista exclusiva. "Me mintió, me engañó y me utilizó. Pero lo peor es que sabe que estoy esperando un hijo suyo y no le importa".La relación entre Beaumont y Scott ha sido marcada por la opulencia y el lujo, pero detrás de la fachada de glamour y sofisticación, se escondía una historia de manipulación y abuso."Él es un monstruo", declaró una fuente cercana a la familia Beaumont. "Siempre ha sido así, pero esta vez ha
Llovía en Londres, las manos le sudaban sentada en esa blanca y fría sala de espera Allegra aguardaba a que fuera su turno para ser atendida, una mujer salió por una puerta y grito su nombre. Allegra se puso de pie y avanzó un mes antes había comenzado a sentirse mal.El médico la miró en cuanto ingreso, era uno de esos días donde le hubiera gustado dedicarse a otra cosa, su paciente era tan joven apenas estaba comenzando a vivir, a veces la vida no era justa.— Siéntese señorita Murphy.— Gracias Doctor,¿ ya sabe lo que tengo?.— Lo siento pero no tengo buenas noticias, el médico dudo.—usted padece Erebozia... es una enfermedad genética rara y mortal... no hay cura conocida.— ¿Cuánto tiempo me queda?... Con las manos entrelazadas y los ojos fijos en el suelo, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con brotar en cualquier momento, Allegra salio del consultorio. La noticia del diagnóstico aún resonaba en su mente como un eco doloroso.Allegra pensó en las ironías de la vida,
Allegra observó a Andrew caminar hacia ella.— Te estaba esperando, podríamos ir a tomar algo exclamó Andrew.Allegra sonrió, no consideraba que Andrew tuviera que seguir bebiendo.— Estoy algo cansada tal vez en otra oportunidad.— No estabas muy cansada para beber con ese idiota dentro del bar.— No bebí con él y no tengo por qué excusarme dijo ella pasando a su lado pero alargó su mano y la tomo con fuerza del brazo, Allegra comenzó a forcejear en ese momento dos custodios del bar salieron en su defensa. Advirtiéndole a Andrew que no debía regresar.Al día siguiente bien temprano Allegra salió a correr, lo último que quería era apartarse de su rutina. El médico le había advertido que si bien su enfermedad no tenía cura de momento, ya que solían haber constantes ensayos si ella mantenía una alimentación sana y ciertas conductas sería más llevadero. Así que corrió hacia el Tamessis. A su regreso paso por el mercado, iba caminando cuando la portada de una revista llamó su atención.Er