Un grito de espanto salió de lo profundo de la garganta de Stacy y, sin pensarlo dos veces, agarra la lámpara de la mesa más cercana y la arranca de la pared en búsqueda de algún arma para protegerse.—Sea quien seas ¡Retrocede! No tengo miedo de usar esto —dice firmemente.Sus ojos se abren de par en par y el color se le escapa de su rostro cuando se da cuenta de quién es la mujer que le había hablado.—¡Detente! No estoy aquí para hacerte daño.Verónica, la antigua ama de llaves, está parada firmemente y con semblante pasivo justo en frente de ella. La lámpara cae de la mano de Stacy y va a parar al suelo.—¿Verónica? ¿por qué siempre tienes que aparecer de manera tan silenciosa? Juro que lo haces adrede.—Le expliqué una vez que mantenerse silencioso en este lugar era un punto a su favor. Después de años en esta casa, aprendí algunos trucos. Disculpe por haberla asustado, no fue mi intención. Quería asegurarme de que podía llegar a su habitación sin que el personal de la casa se di
Una vez solos en la habitación, los ojos de Javier revolotean hacia el papel hecho una bola que sostiene Stacy en la mano todavía. El movimiento de la cabeza de él capta la atención de la rubia sacándola de sus pensamientos y haciéndola enfocarse en el hombre que tiene delante.—Veo que encontraste una manera de revisar el cajón que te dije.El ceño de Stacy se frunce de inmediato ¿Tan bien conocía él ese papel que con solo una mirada de lejos supo de lo que se trataba? Algo no estaba bien y, después de lo que Verónica le había intentado decir, la rubia no confiaba en él.¿Acaso existía alguien en esa familia en el que pudiera confiar por completo? ¿Por qué Javier habría puesto tanto esmero en amenazarla con ese espejo? ¿Qué se traía en manos?NO hacía mucho acababa de sugerirle que dejara a Xavier y se marchara con él. le había insinuado que podía ser su pareja y que haría un mejor trabajo que su hermano. Si la quería cerca de él ¿con qué motivo pretendía asustarla para que se march
El horror se comienza a dibujar en el rostro de Stacy. Sus ojos se abren de par en par al darse cuenta de la connotación que tiene esa noticia. Si todavía albergaba esperanzas para Xavier, para el hombre al que amaba, acababan de caer, acababan de esfumarse de la faz de la tierra. Al final, los comentarios de las personas eran ciertos.—Javier, dime por favor que eso no es cierto —pide ella desesperada.—Lo siento Stacy, pero no puedo hacer eso. Acaban de informar la noticia, y no tengo muchos detalles.EL celular de Javier suena de nuevo y él contesta y sale de la habitación para poder atender la llamada.Si la noticia había salido a la luz, eso significaba que había información rondando por ahí afuera. Una parte de ella quiso buscar en internet la noticia, pero, la otra, le impidió hacerlo.Necesitaba mantenerse imparcial, neutral si quería conversarlo con Xavier y escuchar su versión de la historia. Si se predisponía y leía toda la basura que se encontrara, no iba a lograrlo.Ya l
Stacy estaba devastada. La persona en la que había depositado su confianza durante un buen tiempo, la persona que se supone la cuidaría, la persona de la que se había enamorado perdida e irrevocablemente, la persona que se convertiría en el futuro padre de su hijo, al parecer era un asesino serial.El dolor que sentía en medio de su pecho era incomparable con nada de lo que había sentido anteriormente. Cuando se trataba de su padre, sabía a lo que atenerse porque lo conocía, sabía que era un borracho agresivo y sabía también lo que esperar de él, pero con Xavier había sido completamente diferente.NO podía engañarse, sí había desconfiado de él varias veces, porque tuvo las pruebas delante de sus propias narices, pero, al final, había terminado confiando, descansando en él, creyendo que él cuidaría su espalda.Descubrir ahora que todo lo que había contado había sido una vil mentira, la estaba destrozando por dentro y ni siquiera quería pensar en lo que sería de su hijo cuando naciera.
Si Stacy pensaba que no podía estar más aterrorizada después de descubrir lo que había en el cajón cerrado y en la caja fuerte de Xavier, estaba equivocada. La única persona que le quedaba, su único familiar, su madre estaba en peligro.Su vida peligraba en ese hospital y estaba al borde de la muerte. Tal y como estaban las cosas, parecía que Stacy había llegado al mundo para sufrir una y otra vez, al menos así se sentía ella.Todo su mundo da vueltas. Se sujeta al asa de seguridad del coche mientras Javier conduce por la carretera a toda velocidad.—¿Por qué estaba mi madre en un auto con Xavier? ¿Por qué estaban juntos? Se suponía que él a un viaje de negocios, mi madre no pintaba nada en todo eso.La cabeza de Stacy no para de trabajar mientras imagina cientos de escenarios en los que se pudo ver involucrada su madre ¿Acaso la había secuestrado? ¿Planeaba hacerle algo? ¿La utilizaría para chantajearla a ella misma y evitar que se fuera de la mansión, de su lado?—No lo sé, Stace. N
Lo que más deseaba Xavier en esos momentos era abrazarla, primero porque él lo necesitaba y, segundo, porque ella también lo necesitaba, pero después de la reacción que había tenido cuando lo vio, era mejor que se contuviera y esperar a que se sincerara con él y le explicara lo que estaba sucediendo en verdad.—No tiraré la toalla, he visto milagros en la escuela de enfermería, milagros que solo Dios pudiera hacer y Él está conmigo, lo sé, no va a permitir que nada malo le suceda a mi mamá. Ella es una luchadora, puede superar esto, solo necesita un poco de ánimo.—¿Cuál es tu plan? —le pregunta Xavier.—Cuando salga de la UCI la buscaré, no importa si está despierta o no, hablaré con ella, le contaré que está a punto de convertirse en abuela, que tenemos un bebé al que cuidar y asegurarnos que nunca sufra lo que sufrimos nosotras y sé que me escuchará y luchará. —Sé que será así.Stacy decide quedarse en la habitación de Xavier. Estaba horrorizada por lo que pudo haber hecho, pero
—¿De verdad mi madre te llamó? —le pregunta Stacy directamente, después de lo que ha acontecido y, sobre todo del estado de salud de su madre, no puede permitirse andar por las ramas.—¿En serio crees que te mentiría sobre eso? —le pregunta él de vuelta levantando su ceja izquierda.—Si te digo la verdad, ya yo no sé qué es cierto o falso cuando a ti se refiere.—¿Es por lo que te conté sobre mi pasado? ¿Por eso estás tan extraña conmigo?—Es una mezcla de cosas, Xavier. Estoy intentando comprender toda la situación y créeme, no está siendo nada fácil para mí.Las manos de Stacy tiemblan de manera visible. Está tan nerviosa que no es capaz de controlarlo.—Tu madre me llamó, así que contesté. Estaba asustada, muy asustada.—¿No te das cuenta de que no tiene sentido? ¿Qué motivo tendría alguien para perseguir a mi madre? Ella no es nadie, no tiene nada ¿qué podrían querer de ella?Xavier vacila por unos segundos y luego suspira suavemente para evitar el dolor agudo en sus costillas.—¿
—¿Tienes alguna idea de lo que me haces? —le pregunto a Stacy.—Esa pregunta debería estártela haciendo yo a ti. —me reprocha ella como si yo pudiera incidir en ella de la manera en la que ella lo hace en mí.No tiene ni la más mínima idea, pero, siempre que estoy con ella, tengo que hacer mi mayor esfuerzo, recurrir a todas mis fuerzas para evitar parecer un cachorro necesitado. A esta chica yo le daría el maldito mundo si me lo pidiera. Lo único que deseo es que todas estas pesadillas acaben de una vez para poder comenzar a crear y cuidar de nuestra familia.Le palmeo la cara con la mano que me queda libre. Los hermosos labios carnosos que han atormentado cada uno de mis pensamientos están tan cerca que se me hace la boca agua. Desde el momento en que salí de la mansión, he estado pensando en sus labios. Mi otra mano todavía está recorriendo su interior y demonios, vaya si está lista para mí. Me encanta lo receptiva que se muestra siempre conmigo. Nunca he tenido duda sobre lo mu