La frustración me atraviesa y reacciono chocando mi boca contra la suya, ya sea para callarlo o porque he estado necesitando esto desde que lo vi en aquella camilla de hospital cuando sus ojos rogaban por mi atención.Necesito que no hable, no puedo escuchar si voz por mucho mas tiempo, de lo contrario no podré detener esto, no podré coger si diario a escondidas porque sí, por esa razón he cedido a hacer esto. Bien Stacy, síguete mintiendo a ti misma si eso te da tranquilidad. Cuando un gemido de satisfacción sale de mis labios, él reacciona rápidamente y siento el húmedo deslizamiento de su lengua como si estuviera entre mis piernas. La presión extiende un dolor febril hasta mi centro.Agarro su cabello cuando él toma mi trasero. Estoy acostumbrada a que sea él quien tenga el control en la cama, pero estar aquí, encima de él liderando, me hace sentir poderosa. Mi torso se inclina hacia delante buscando más de él mientras nos devoramos el uno al otro, sus caderas bajo las mías y
Mira manos tiemblan mientras arrastro sus bragas por sus muslos muslos. El dolor en mis costillas hace que me quede sin aire ante el mínimo movimiento brusco, así que correrme hace poco fue una mezcla interesante entre placer y tortura, algo que estoy dispuesto a repetir. Stacy se retuerce cuando mi mirada calienta su piel y con la misma rapidez, mi mano desaparece entre sus piernas piernas. Sus dedos se clavan en mi carne, inclinando sus caderas hacia mi mano, moviéndose y restregándose contra ella, pidiendo más. Como sus deseos son órdenes para mí, agarro su cabello mientras torturo su clítoris con mi dedo índice de una manera dolorosamente buena.—Te sientes tan jodidamente bien —ella gime en respuesta. Las tetas sin sujetador están tan cerca de mi boca que tengo que moverla sobre mi regazo sacando mis manos de su interior y dejándola vacía para mantener una apariencia de control. Le empujo el cabello detrás de los hombros desnudos, tocando cada extensión de piel excepto don
Después de la noche tan densa que habían tenido, Xavier se queda sumido en un profundo sueño, entre el cansancio, el estrés y el dolor que tenía después de haber tenido sexo con Stacy, no demoró mucho en cerrar sus ojos.La rubia aprovecha su momento y se levanta sigilosa, toma el diario de la mesita de al lado y, con él en la mano, vuelve corriendo a la seguridad de su propia habitación.Las páginas revolotean cuando las hojea, La caligrafía que tienen en ellas le resulta más que familiar ahora. Lo que tenía ne manos era prácticamente una ventana a todos los pensamientos de Xavier.A la rubia no le quedaba ni la más mínima duda de que las respuestas que estaba pasando por alto debían estar ahí.Sin demoras, abre la tapa y echa un vistazo a la primera página. Esta sería la última oportunidad que tendría de entrar así en la mente de Xavier.“1 de enero de 2024. Poco más de dos meses antes de conocernos en el restaurante” Pensó ella inmediatamente.“Año nuevo, un yo nuevo, al menos así
Stacy se dispone a encender el auto cuando un golpe en su ventanilla la toma completamente por sorpresa haciendo que se sobresalte en gran medida.Al girar su cabeza hacia el lugar procedente del golpe, se encuentra a Xavier haciéndole señales para que bajara el cristal. Ella se queda pensativa por unos segundos, si continuaba molesto, no sabía lo que le haría. En estos momentos no sabía qué esperar de él, pero, finalmente, por el amor que le tenía, la bajó.—¿Qué quieres? —le pregunta con la voz más neutral que puede poner cuando todo lo que desea es explotar y preguntarle por qué tenía que ser un maldito loco. —No me dejes, Stace, no lo hagas corazón. Podemos hablar sobre esto, podemos discutirlo, Antes hemos tenido problemas y los hemos solucionado, esta vez no tiene que ser diferente —la voz de Xavier es casi una súplica y su rostro solo refleja el dolor que está sintiendo en medio de su pecho. El dolor físico se ha borrado por completo del cuerpo de él, ahora todo lo que sient
Stacy tiene los nudillos blancos de tanto apretar el volante cuando llega a la mansión. Entra sigilosamente por dónde mismo se había ido. Le había prometido a Xavier que regresaría y, aunque en verdad no tenía planeado hacerlo, no le había quedado otro remedio. Lo que menos necesitaba ahora era lidiar con él.Cada conversación, cada intercambio que ambos tenían, le resultaba a ella extremadamente doloroso. Lo amaba como no había amado a nadie y saber que no podía hacerlo, y que no podían estar juntos la mañana lentamente. Sin perder el tiempo, dije a toda prisa hacia su habitación donde no pierde ni un solo segundo. Agarra un bolso y mete ropa dentro de él mientras todo su cuerpo tiembla de pies a cabeza. Ella está decidida y quiera o no Javier irse con ella y ayudarla en ese momento, ella lo haría, no podía quedarse ahí por mucho más tiempo. Estaba corriendo contra el reloj, en una lucha contra el tiempo. Stacy mete un poco más de cosas dentro del bolso y cierra la cremallera, mie
Una sonrisa suave y triste se dibuja en el rostro de Ava cuando comienza a recordar.—Yo amaba a Xavier más de lo que nunca había amado a nadie ¿qué digo? Más de lo que nunca he amado o amararé a alguien, pero, para mi desgracia, no estaba hecha para él. simplemente no sabía cómo manejarlo. Los cambios de humor, las alucinaciones, todo fue demasiado para mí. Incluso después de casarnos, nunca lo entendí.Una sensación sombría se instala en el pecho de Stacy cuando escucha las palabras de Ava.—Javier siempre estaba allí para ayudar —continuó Ava—, era mi mejor amigo, así que le conté cada una de las peleas que tuve con su hermano. Digamos que él utilizó esa información a su favor y él y yo empezamos una relación.—Espera, ¿qué? —los ojos de Stacy se abren de par en par a causa de la sorpresa.Ava agacha la cabeza, no antes de que Stacy pudiera fijarse en cómo sus mejillas se sonrojan de la vergüenza. Evidentemente, no era un tema del que se sintiera orgullosa.—Javier tuvo la idea de
La calidez del calor corporal de Xavier envuelve a Stacy y siente su olor a cuero antes de girarse. Ella inclina la cabeza e inhala profundamente antes de darse la vuelta hacia él.—Pensé que estabas descansando.—Eso no responde a mi pregunta ¿Me estás evitando?—Sí, voy a salir ¿necesito permiso? —le dice con una voz que para nada proviene de su sentido común.—Ya hemos hablado de este tema antes.—Por si no te has dado cuenta, han cambiado muchas cosas desde ese entonces, Xavier.Él la mira fijamente mientras se acerca a ella, haciéndola retroceder contra la puerta todavía cerrada.—¿Sabes qué? No estoy contento contigo, Stacy.—¿Lo estás en algún momento? —lo continúa confrontando.La mandíbula de Xavier tiembla y se le ensanchan los orificios nasales. La vena de su frente palpita sin cesar, está muy molesto.—¿Por qué robaste mi diario?A esas alturas ya no tenía sentido que ella continuara mintiendo, era evidente que él acababa de atraparla con las manos en la masa y no se iba a
Antes que tenga tiempo de esconderse, Xavier sale a la vista. Continúa caminando, pero cuando pasa por el lado de ella, no se detiene, ni siquiera la reconoce. Está sonámbulo.Xavier se detiene un momento en el vestíbulo, mirando a la derecha y luego a la izquierda. Tiene puesta otra ropa y no lleva el vendaje en el brazo. Tiene los ojos vidriosos y desenfocados. Un marcado contraste con la versión de él que Stacy vio en el sótano.—¿Qué está haciendo? —pregunta ella en un susurro.—No lo sé, pero ven conmigo —le responde Javier.Él la acompaña a la sala y se asoman por los grandes ventanales del fondo. Juntos ven como Xavier forcejea con la cerradura del granero y luego desaparece en su interior.—¿Qué está haciendo? —vuelve a preguntar ella.—No tengo idea, pero solo hay una manera de averiguarlo. Los episodios maniacos de mi hermano son cada vez más frecuentes. He estado vigilándolo, pero no quería alertarlo.Unos pocos minutos después, Xavier sale cojeando del granero con la ropa