El horror se comienza a dibujar en el rostro de Stacy. Sus ojos se abren de par en par al darse cuenta de la connotación que tiene esa noticia. Si todavía albergaba esperanzas para Xavier, para el hombre al que amaba, acababan de caer, acababan de esfumarse de la faz de la tierra. Al final, los comentarios de las personas eran ciertos.—Javier, dime por favor que eso no es cierto —pide ella desesperada.—Lo siento Stacy, pero no puedo hacer eso. Acaban de informar la noticia, y no tengo muchos detalles.EL celular de Javier suena de nuevo y él contesta y sale de la habitación para poder atender la llamada.Si la noticia había salido a la luz, eso significaba que había información rondando por ahí afuera. Una parte de ella quiso buscar en internet la noticia, pero, la otra, le impidió hacerlo.Necesitaba mantenerse imparcial, neutral si quería conversarlo con Xavier y escuchar su versión de la historia. Si se predisponía y leía toda la basura que se encontrara, no iba a lograrlo.Ya l
Stacy estaba devastada. La persona en la que había depositado su confianza durante un buen tiempo, la persona que se supone la cuidaría, la persona de la que se había enamorado perdida e irrevocablemente, la persona que se convertiría en el futuro padre de su hijo, al parecer era un asesino serial.El dolor que sentía en medio de su pecho era incomparable con nada de lo que había sentido anteriormente. Cuando se trataba de su padre, sabía a lo que atenerse porque lo conocía, sabía que era un borracho agresivo y sabía también lo que esperar de él, pero con Xavier había sido completamente diferente.NO podía engañarse, sí había desconfiado de él varias veces, porque tuvo las pruebas delante de sus propias narices, pero, al final, había terminado confiando, descansando en él, creyendo que él cuidaría su espalda.Descubrir ahora que todo lo que había contado había sido una vil mentira, la estaba destrozando por dentro y ni siquiera quería pensar en lo que sería de su hijo cuando naciera.
Si Stacy pensaba que no podía estar más aterrorizada después de descubrir lo que había en el cajón cerrado y en la caja fuerte de Xavier, estaba equivocada. La única persona que le quedaba, su único familiar, su madre estaba en peligro.Su vida peligraba en ese hospital y estaba al borde de la muerte. Tal y como estaban las cosas, parecía que Stacy había llegado al mundo para sufrir una y otra vez, al menos así se sentía ella.Todo su mundo da vueltas. Se sujeta al asa de seguridad del coche mientras Javier conduce por la carretera a toda velocidad.—¿Por qué estaba mi madre en un auto con Xavier? ¿Por qué estaban juntos? Se suponía que él a un viaje de negocios, mi madre no pintaba nada en todo eso.La cabeza de Stacy no para de trabajar mientras imagina cientos de escenarios en los que se pudo ver involucrada su madre ¿Acaso la había secuestrado? ¿Planeaba hacerle algo? ¿La utilizaría para chantajearla a ella misma y evitar que se fuera de la mansión, de su lado?—No lo sé, Stace. N
Lo que más deseaba Xavier en esos momentos era abrazarla, primero porque él lo necesitaba y, segundo, porque ella también lo necesitaba, pero después de la reacción que había tenido cuando lo vio, era mejor que se contuviera y esperar a que se sincerara con él y le explicara lo que estaba sucediendo en verdad.—No tiraré la toalla, he visto milagros en la escuela de enfermería, milagros que solo Dios pudiera hacer y Él está conmigo, lo sé, no va a permitir que nada malo le suceda a mi mamá. Ella es una luchadora, puede superar esto, solo necesita un poco de ánimo.—¿Cuál es tu plan? —le pregunta Xavier.—Cuando salga de la UCI la buscaré, no importa si está despierta o no, hablaré con ella, le contaré que está a punto de convertirse en abuela, que tenemos un bebé al que cuidar y asegurarnos que nunca sufra lo que sufrimos nosotras y sé que me escuchará y luchará. —Sé que será así.Stacy decide quedarse en la habitación de Xavier. Estaba horrorizada por lo que pudo haber hecho, pero
—¿De verdad mi madre te llamó? —le pregunta Stacy directamente, después de lo que ha acontecido y, sobre todo del estado de salud de su madre, no puede permitirse andar por las ramas.—¿En serio crees que te mentiría sobre eso? —le pregunta él de vuelta levantando su ceja izquierda.—Si te digo la verdad, ya yo no sé qué es cierto o falso cuando a ti se refiere.—¿Es por lo que te conté sobre mi pasado? ¿Por eso estás tan extraña conmigo?—Es una mezcla de cosas, Xavier. Estoy intentando comprender toda la situación y créeme, no está siendo nada fácil para mí.Las manos de Stacy tiemblan de manera visible. Está tan nerviosa que no es capaz de controlarlo.—Tu madre me llamó, así que contesté. Estaba asustada, muy asustada.—¿No te das cuenta de que no tiene sentido? ¿Qué motivo tendría alguien para perseguir a mi madre? Ella no es nadie, no tiene nada ¿qué podrían querer de ella?Xavier vacila por unos segundos y luego suspira suavemente para evitar el dolor agudo en sus costillas.—¿
—¿Tienes alguna idea de lo que me haces? —le pregunto a Stacy.—Esa pregunta debería estártela haciendo yo a ti. —me reprocha ella como si yo pudiera incidir en ella de la manera en la que ella lo hace en mí.No tiene ni la más mínima idea, pero, siempre que estoy con ella, tengo que hacer mi mayor esfuerzo, recurrir a todas mis fuerzas para evitar parecer un cachorro necesitado. A esta chica yo le daría el maldito mundo si me lo pidiera. Lo único que deseo es que todas estas pesadillas acaben de una vez para poder comenzar a crear y cuidar de nuestra familia.Le palmeo la cara con la mano que me queda libre. Los hermosos labios carnosos que han atormentado cada uno de mis pensamientos están tan cerca que se me hace la boca agua. Desde el momento en que salí de la mansión, he estado pensando en sus labios. Mi otra mano todavía está recorriendo su interior y demonios, vaya si está lista para mí. Me encanta lo receptiva que se muestra siempre conmigo. Nunca he tenido duda sobre lo mu
La frustración me atraviesa y reacciono chocando mi boca contra la suya, ya sea para callarlo o porque he estado necesitando esto desde que lo vi en aquella camilla de hospital cuando sus ojos rogaban por mi atención.Necesito que no hable, no puedo escuchar si voz por mucho mas tiempo, de lo contrario no podré detener esto, no podré coger si diario a escondidas porque sí, por esa razón he cedido a hacer esto. Bien Stacy, síguete mintiendo a ti misma si eso te da tranquilidad. Cuando un gemido de satisfacción sale de mis labios, él reacciona rápidamente y siento el húmedo deslizamiento de su lengua como si estuviera entre mis piernas. La presión extiende un dolor febril hasta mi centro.Agarro su cabello cuando él toma mi trasero. Estoy acostumbrada a que sea él quien tenga el control en la cama, pero estar aquí, encima de él liderando, me hace sentir poderosa. Mi torso se inclina hacia delante buscando más de él mientras nos devoramos el uno al otro, sus caderas bajo las mías y
Mira manos tiemblan mientras arrastro sus bragas por sus muslos muslos. El dolor en mis costillas hace que me quede sin aire ante el mínimo movimiento brusco, así que correrme hace poco fue una mezcla interesante entre placer y tortura, algo que estoy dispuesto a repetir. Stacy se retuerce cuando mi mirada calienta su piel y con la misma rapidez, mi mano desaparece entre sus piernas piernas. Sus dedos se clavan en mi carne, inclinando sus caderas hacia mi mano, moviéndose y restregándose contra ella, pidiendo más. Como sus deseos son órdenes para mí, agarro su cabello mientras torturo su clítoris con mi dedo índice de una manera dolorosamente buena.—Te sientes tan jodidamente bien —ella gime en respuesta. Las tetas sin sujetador están tan cerca de mi boca que tengo que moverla sobre mi regazo sacando mis manos de su interior y dejándola vacía para mantener una apariencia de control. Le empujo el cabello detrás de los hombros desnudos, tocando cada extensión de piel excepto don