Después de que se aseguran de que su respiración vuelve a normalidad y se acomodan sus ropas, Xavier acompaña a Stacy hasta su habitación. En el pasillo, justo antes de que ella entrara, él le toma la cara entre sus manos y le roza el labio inferior con su pulgar.—Refréscate y nos vemos abajo dentro de diez minutos para cenar —le dice él sonriendo.Haciendo lo que le dice, la rubia se da un rápido baño de agua fresca y se asoma a su armario. Xavier ha hecho tanto énfasis en esa cena que tiene la impresión de que es importante, así que se decanta por un vestido rojo que marca su figura y deja ver su escote.Vestida y preparada, se reúne con Xavier abajo. Está usando la mezcla perfecta de ropa entre informal y formal.—Stace, te ves impresionante, como siempre —la elogia él.—Gracias, pero creo que has sido el ganador esta noche.Ambos se observan por unos segundos sin poder de quitarse la sonrisa tonta de sus rostros. Finalmente, es él quien rompe el silencio.—Por favor, siéntate. Ha
El trayecto hasta el evento benéfico es corto. Las personas vestidas de etiqueta se arremolinan dentro del salón de baile.—¿Quieres tomar algo? —le pregunta Xavier.De tan solo escucharlo e imaginar el sabor del alcohol en su garganta, a Stacy se le revuelve el estómago. Desde hacía unos días venía sintiéndose bastante mal. Tendría que agendar una cita con el doctor luego.—No, gracias, pero sí quiero saber más sobre esta organización benéfica —responde ella sonriendo. Necesitaba distraerse de la idea de su malestar de estómago.—Nuestra empresa familiar siempre ha donado dinero a obras benéficas. Para mi padre no era más que una desgravación fiscal. Cuando me hice cargo, decidí destinar ese dinero a una causa, una que en verdad significara algo para mí. No quería donar solo por hacerlo como mi padre, quería hacerlo porque me importara —le explica Xavier.La sinceridad en sus palabras asombra a la rubia. Había muy pocas ocasiones en las que él se abría de esa manera con ella, sobre t
De pronto, los ojos de Stacy se abren de par en par, al igual que su boca, por más que lo intenta, no puede controlar su expresión. No podían estar hablando de otra Emy que de la esposa de Luca. Sin demoras, la rubia se acerca y finge una sonrisa.—¿De qué hablan? —preguntan directamente como quien no quiere la cosa.—¿Quién demonios er...? —una de las chicas comienza a preguntar hasta que se da cuenta— Ahhh, eres Stacy Neelson ¿cierto? Estabas en la fiesta de cumpleaños de Luca. Vaya, sí que armaste buen revuelo en todas las noticias.Stacy se sintió un poco pequeña, pero, no podía permitir que comentarios como ese la amilanaran, no cuando estaba convencida de que ese no sería el único que recibiría de ese momento en adelante.—El revuelo lo armó la propia policía. Si hubiese creído la palabra de una mujer víctima de violencia doméstica en lugar de a un ex oficial, no se hubiese armado revuelo ninguno —la seguridad y firmeza en sus palabras hacen que la chica se sonroje— ¿Acaso las e
Las chicas no eran muy despiertas que se digan y solo se necesitó un pequeño empujón de Stacy para que las ganas de cotillear se adueñaran de ellas.—Básicamente, Luca desapareció. Nadie lo ha visto ni ha sabido nada de él desde que publicó en redes la desaparición de Emy. Escuché que uno de sus amigos fue a su casa para una sesión de juegos y la encontró oscura y vacía —le dice una de las mujeres.La voz de Luca vuelve a repetirse en la cabeza de Stace como si estuviese frente a él aquel día en la mansión: “Xavier está detrás de todo esto. Si desaparezco, Lightwood será el culpable”.La rubia se obliga a tragar en seco. Una pesadez incómoda se implanta en medio de su pecho. Definitivamente algo muy oscuro está sucediendo y siempre está ella en medio de todo.—¿Esa es toda la información que tienen? —le pregunta a las chicas.—En su mayor parte sí. La policía está atrás de él porque el sospechoso siempre es el esposo ¿sabes?—Ya, ya veo. Bueno, chicas, muchas gracias por el informe, m
Stacy da unos torpes pasos hacia atrás y Xavier la agarra de los brazos para estabilizarla.—No, no es necesario, esto seguramente solo es un virus estomacal —le dice ella con el terror reflejándose en su tono de voz.—Hay una forma fácil de averiguar si estás en lo correcto, corazón —ante el silencio de la rubia, Xavier suspira frotándose la mandíbula— Si te haces una prueba, te explicaré por qué mi hermano y yo somos como somos.Una pizca de intriga hace que los ojos de Stacy vuelvan a brillar solo un poco más allá de la neblina que se estaba formando en ellos. Xavier la conoce ya demasiado bien como para saber que ella siempre está hambrienta de información y que le encanta conocer más detalles sobre su vida y su pasado, así que ha jugado la carta necesaria para que ambos salgan de dudas.—¿No escatimarás en detalles? —le pregunta ella en un hilo de voz.—Ni uno solo.Stacy tiene la cabeza como loca, por un lado se está muriendo de miedo al pensar que podría estar embarazada, pero
Stacy apenas escucha las palabras que Xavier le dice. Se queda mirando las dos líneas que hay dibujadas claramente en la prueba que él sostiene en sus manos, las mira sin cesar como si eso las hiciera desaparecer, pero, ahí están, devolviéndole la mirada, desafiándola.—Quizás sea un falso positivo —dice ella aferrándose a sus últimas esperanzas.—Acabas de decirme que has estado sintiéndote mal durante una semana, así que dudo que esto se trate de un falso positivo.—No importa, creo que lo mejor es hacer más de una prueba ¿cierto?Xavier se queda mirándola durante un rato antes de salir del baño, dejándola sola sin pronunciar una sola palabra. Stacy se mira fijamente en el espejo, a pesar del agotamiento y las náuseas, se ve radiante. No es que deteste la idea de ser madre, es solo que no está en el momento adecuado de su vida para hacerlo. No tiene un trabajo estable, su madre se está recuperando del daño que su padre le había causado, recién acaba de formalizar su relación con X
A pesar de lo mucho que Stacy quiere darle una respuesta a Xavier, no puede hacerlo. No tiene idea de cómo hacer funcionar su vida.― ¿Puedo pensármelo un poco? No creo que debamos tomar una decisión precipitada. Para un gran cambio de vida como este, necesitamos un plan ―le dice ella con timidez en su mirada.― Por mí, no hay problema ―la toma de la barbilla con su dedo índice y pulgar y la obliga a levantar la mirada hacia la de él― Stace, te dije que me gustaría que tengamos un bebé, pero también te dije que cualquier decisión que tomaras tenías mi completo apoyo. Es tu cuerpo, es tu decisión. Estaré encantado de hablar sobre cualquier plan. Yo solo quiero hacer lo que sea más fácil para ti.Las palabras de Xavier hacen que el estrés de la rubia se calme un poco y, a la vez, consigue que las lágrimas comiencen a aflorar en sus ojos. Se siente más vulnerable que nunca porque un embarazo no estaba en el plan de su vida, al menos, no en los próximos años.Saber que cuenta con el apoyo
La mañana siguiente llega rápido, aún Stacy está medio dormida cuando Xavier la saca de la mansión.―Tenemos que tomar un avión ―le dice él de la nada.― ¿Cómo? ¿Por qué no me lo dijiste antes? Ni siquiera accediste a decirme qué tipo de ropa tenía que guardar, por eso he tenido que cargar con más de la que probablemente necesite ―le responde ella fingiendo molestia a la vez que cruza los brazos sobre su pecho.―Eso no me resulta un problema en lo absoluto ―le responde él sonriendo divertido.― ¿Al menos piensas decirme ya a dónde vamos?Xavier le sonríe con toda su confianza y fanfarronería y luego le guiña un ojo.―Si quieres saberlo, vas a tener que adivinarlo.― ¿En serio? Estás más divertido que nunca esta mañana ―le dice ella porque, en efecto nunca antes lo había visto tan ligero, tan feliz, tan divertido, es como si hubiese vuelto a su niñez― De acuerdo, puedo jugar este juego ¿Me estás llevando a la playa? Para relajarnos quizás. Arena blanca, paisajes hermosos, frutos fresco