La mañana siguiente llega rápido, aún Stacy está medio dormida cuando Xavier la saca de la mansión.―Tenemos que tomar un avión ―le dice él de la nada.― ¿Cómo? ¿Por qué no me lo dijiste antes? Ni siquiera accediste a decirme qué tipo de ropa tenía que guardar, por eso he tenido que cargar con más de la que probablemente necesite ―le responde ella fingiendo molestia a la vez que cruza los brazos sobre su pecho.―Eso no me resulta un problema en lo absoluto ―le responde él sonriendo divertido.― ¿Al menos piensas decirme ya a dónde vamos?Xavier le sonríe con toda su confianza y fanfarronería y luego le guiña un ojo.―Si quieres saberlo, vas a tener que adivinarlo.― ¿En serio? Estás más divertido que nunca esta mañana ―le dice ella porque, en efecto nunca antes lo había visto tan ligero, tan feliz, tan divertido, es como si hubiese vuelto a su niñez― De acuerdo, puedo jugar este juego ¿Me estás llevando a la playa? Para relajarnos quizás. Arena blanca, paisajes hermosos, frutos fresco
Stacy se queda dudando un poco antes de decidirse por completo. Nunca antes había estado en una lancha, así que conducir una, no entraba en sus planes cercanos, ni futuros, pero, Dios le estaba brindando la oportunidad de conocer cosas nuevas, de experimentar y ¿quién era ella para rechazarla?―Por supuesto, nací lista para enfrentar cualquier cosa. Enséñamelo todo ―dejando atrás su asiento de cuero, se levanta y se coloca al lado de Xavier.―Es parecido a conducir un auto, pero hay que tener en cuenta algunas cosas de más. En primer lugar, el volante es sensible, muy sensible, para girar, basta con moverlo lo más mínimo ―le indica él y procede a demostrárselo mientras la rubia guarda toda la información en su cabeza― En segundo lugar, cuando estés atracando la lancha, querrás ponerla en neutro, de lo contrario, te estrellarás.―De acuerdo, puedes dar por hecho que entre todo, ese detalle no se me olvidará nunca ―dice ella con los ojos bien abiertos.Él la mira y se queda observándola
La situación en la que ambos se encontraban era muy difícil, tanto para el uno, como para el otro. Xavier se sentía solo, pensaba que la única que lo comprendía y le creía en el mundo era Stacy, pero con sus preguntas, acababa de demostrar que no era así. Por el otro lado, estaba ella intentando descifrar todos los secretos que le impedían ver la claridad del sol. Ella amaba a Xavier, pero necesitaba que él fue transparente con ella, algo que él no podía hacer.—Lo siento, pero sí, tengo más preguntas, muchas más, pero comencemos por una a la vez. El cuerpo de Emy fue encontrado en el mismo estado de Ali, descuartizado ¿no te parece eso demasiado extraño? ¿quizás demasiado coincidencia? —Tal vez haya un asesino en serie suelto —le responde él sin poder creer todas las preguntas que Stacy le está haciendo.—¿Con qué modus operandi? No hay absolutamente nada parecido entre ellas. No se conocían, no trabajan juntas, no había nada que las conectara, nada más allá que yo, el asesino de A
La mente de Stacy comenzó a trabajar a toda velocidad. Todavía no era una enfermera certificada, pero había aprendido unas cuantas cosas por su cuenta y estaba decidida a ponerlas en prácticas para ayudar a Xavier.Con mucho cuidado para no hacer ruidos fuertes, ella se mueve a su lado. El objetivo principal es no sobresaltarlo.—¿Xavier? Soy Stace, estoy aquí contigo —con ternura, ella lo agarra del hombro, un suave roce, no más que eso y, de pronto, el cuerpo de él se detiene y el grito se apaga.—Esto no está bien. Esto no está bien. Esto no está bien —continúa pronunciando él, pero esta vez, en un tono de voz bajo, uno que hace que su voz se quiebre.—No tengo ni idea de lo que estás hablando, pero no me iré a ningún lado, Xavi. Estoy aquí para ayudarte —con la mano libre, ella acaricia suavemente el rostro de él, pasándole las uñas por la línea de la barbilla donde la barba incipiente le hace cosquillas.El cuerpo de Xavier se estremece y suspira ante el tacto de ella. La rigidez
La respiración de Stacy se dispara, su estómago parece que está llevando una revolución, las piernas le tiemblan, todo su cuerpo está entrando en pánico y, por más que lo intenta, no lo puede evitar.Está enamorada de Xavier y se juró a sí misma que nunca más dudaría de él, pero era muy difícil hacerlo cuando cada vez, encontraba más y más pruebas que lo señalaban como el asesino de su mejor amiga.Una parte de ella quería gritar, gritar de terror, de ira, de confusión, pero sabía que eso no le aportaría nada positivo. De tanto resistir, su cuerpo se reveló contra ella misma. Las arcadas comienzan a apoderarse de ella y hace todo lo posible por tragarse la bilis mientras respira profunda y temblorosamente.El collar le pesa en la mano, recordándole que está ahí poniendo de cabeza su vida nuevamente. La rubia siente la garganta amarga. De pronto, escucha cómo el chorro de la ducha se cierra y la puerta cruje al abrirse.A pesar de que todo dentro de ella le gritaba que se apresurara, q
Parecía que las cosas no se podían complicar más para la pareja, pero, al parecer, eso estaba lejos de ser cierto. Mientras más tiempo pasaba Stacy con Xavier, más cosas extrañas y turbias salían a relucir.Primero fue la nota en el funeral de su mejor amiga que coincidió con la letra de él; después, Luca apareció acusando a Xavier de la desaparición de Emy; luego el propio Luca desaparece y todos apuntan hacia Xavier de nuevo; la rubia encuentra esa cuerda, la pistola; y, ahora sabe cosas de su pasado que ella ni siquiera le había contado nunca antes ¿Qué más le faltaba por descubrir?La rubia se queda observando a Xavier con el temor reflejado en su rostro y con su boca abierta negándose a cerrarse.—No me des esa mirada, Stacy, si quieres llamarme celoso hazlo, pero no estoy dispuesto a permitir que un hombre que fue tu pareja te toque como si yo no estuviese justo aquí —le dice Xavier malinterpretando la expresión de ella.—Xavier ¿cómo demonios sabes que Mason es mi ex? —la voz d
Tanto Stacy como Xavier se sentían traicionados el uno con el otro. Stacy porque pensaba que él le ocultaba información y le guardaba secretos; y Xavier porque pensaba que ella no confiaba en él lo suficiente.Sin darse cuenta, estaban transformando su relación en una muy tóxica y complicada situación. Se estaban causando mucho daño y eso les comenzaba a cobrar factura.—Xavier, estoy esperando por tu respuesta —le recordó ella.—Las personas suelen entrar en mi vida buscando dinero, solo se acercan a mí porque están interesados en lo que pueda ofrecerles mi estatus, mi nombre y apellido, no porque me quieran en verdad, no porque disfruten de mi compañía, a pesar de que fingen lo contrario para conseguir lo que desean. Tenía que asegurarme que tú eras de fiar e investigar tu pasado era la forma más fácil de hacerlo.La conversación se detiene de pronto cuando Stacy se tambalea hacia delante e, inmediatamente sale corriendo hasta el baño. Como era de esperar, Xavier la sigue. Cuando St
Stacy repasa las líneas que tiene frente a ella una y otra vez y, mientras más las lee, más se asombra.“La asenapina se utiliza para la esquizofrenia, el trastorno bipolar y para disminuir las alucinaciones. Puede reducir los síntomas de la manía y la ansiedad. También es buena para ayudar al paciente a pensar con más claridad, sentirse menos nervioso y prevenir los cambios de humor graves.”Esta última frase le brindó un poco más de consuelo, al fin y al cabo, la noche anterior ella había descubierto que Xavier padecía de sonambulismo. La rubia vuelve a comprobar todas las fuentes, obteniendo toda la información posible. Explora algunas páginas más, pero todas dicen lo mismo.Stacy exhala un suspiro y luego vuelve a meter el frasco vacío en el bolso de Xavier y se va a la cama. Un momento después, él entra en el dormitorio con el almuerzo en la mano.—No pensé que ya estarías en la cama ¿Qué estás haciendo? —le pregunta él.—Estoy… investigando.—¿Investigando sobre qué?—Un medicam