Ethan despertó y abrió los ojos dándose cuenta de que era un sueño, entonces vio a la rubia encima de él, la detuvo antes de que sus dedos tocaran parte de su cara.—Pamela, lo sabes, no puedes tocar mi cicatriz. —dijo molesto.Todavía sorprendido por haber impedido que sus dedos le tocaran, la sujeta por las muñecas y sin ningún descuido, la rubia no se explica cómo ahora está encima de ella.Al girar tan rápido sobre la cama, que no es tan grande, ambos se miran, él la suelta, levantándose y poniéndose los bóxers y los pantalones.—Lo, lo sé, lo siento, cariño. —dice dudando un poco.Él sólo sacude la cabeza.—Solo vete, no quiero pelear ahora. —le dice.—Lo siento. —le dice mientras lo dice con cariño.Ethan asiente, es un chico atlético de pelo corto castaño oscuro, es alto y tiene los ojos grises oscuros.—Pamela solo quiero que entiendas y respetes lo único que te pido, por eso eres la única de Fancy que veo, y si lo vuelves a intentar, ya sabes lo que pasará. —le dice Ethan.Pa
Olivia estaba dentro de una camioneta blindada, sentada con otros chicos y chicas jóvenes, notó que debían tener entre 20 y 30 años, más o menos, había buena ventilación.Solo llevaba un pantalón, una blusa y una sudadera muy abrigada con botas y su mochila, el baúl que le había regalado su tío, decidió dejarlo a cargo de Luis, ya que no sabía si volvería a ver a su tío una vez que saliera de Yernimo.—Hola, me llamo Victoria.—Hola Victoria, me llamo Olivia.Ambas comienzan a hablar entre ellos, mientras continúan dentro de aquel auto una vez que sienten que se detiene y abre ambas puertas.Anuncian bajarse apresuradamente, con voz seria y a veces provocada por la ira, la frustración o el miedo. Se bajan y salen de donde estaban y ante sus ojos, un gran campo donde los reunieron a todos, ella se da cuenta que son demasiados y nuevos.En eso los dividieron separándolos de hombres a mujeres, llevándolos guiados por los agentes, entraron por un pasillo algo grande, llevándolos a sus res
—En esa parte, sólo se especializan en carreras de coches.—Y que pasa con los otros, los clanes, los del bar y los de la cocina.—Lo mismo tienen que cumplir, pero es peor con los mánagers, entrenadores y luchadores, es la causa de que los luchadores sigan esperando un buen mánager que a veces se niegan a aceptar, cuando ven la situación y prefieren quedarse estancados aquí.—Isabel, hay una forma de evitar no cumplir y no pasar a Errarás.Isabel negó y dijo:—No hay manera Olivia, se te tendrá que ocurrir otra idea, si no quieres ser gerente y entrenadora.Sabía y conocía a Isabel, al verla contestar tan rápido a lo que le había dicho, porque había una posibilidad de no pisar a Errarás, Olivia se limitó a sonreír y firmó los papeles.Isabel asintió, sacó la carpeta con los papeles firmados y le entregó una pequeña torre de carpetas con papeles, que empezó a revisar uno a uno, donde tenía una foto del luchador, nombre, edad, procedencia, ciudad y cuantos combates había ganado o perdi
Es cuando Olivia sale a buscar a Elmo, quizás él la ayude imaginando que Isabel ya les ha dado la noticia a los luchadores, siendo que ella misma le pidió que se lo dijera.—Primero debo hablar con Elmo.Se dice a sí misma fingiendo ser la primera persona en la que confía mientras salen de la celda y se encuentran con Victoria.Ambas caminan por el mercado, parte del bar, donde ahora trabajará su compañera, saluda a algunas personas que se sorprenden de que sigan en Yernimo, pregunta por Elmo quien le dice que está en su celda.—Hasta luego Victoria.—Sí, nos vemos en la celda.Entonces Olivia va a la celda de Elmo y grita su nombre.—¡Elmo estás aquí! —dice en voz alta.Sigue buscándolo, pero decide salir de allí, mientras camina por unos pasillos.—Estás buscando a Elmo.Ella se detiene antes de voltear hacia el chico, solo para verlo con cabello castaño corto hasta los hombros, barba y bigote de candado sonriéndole, ella tiene su nombre en la punta de la lengua.—Hola Gastón Alley.
—Sabes que conozco a Ethan y te conozco a ti, ¿qué hiciste?—Nada. —repite Pamela insistiendo en lo mismo.—Sé que nada tiene una razón o me harás adivinar.—Berenice esa es la verdad no pasó nada solo nos divertimos los dos.Ella asiente mientras dice:—Y no tenías intenciones de tocarle la cara.Se aclaró la garganta y con toda serenidad respondió:—No y sabes que todavía no entiendo por qué esta necesidad de tocar.Berenice se reía por un momento.—No mientas, hiciste lo que Ethan te hizo cuando lo hiciste.—No lo hice. —respondió lo más segura que pudo, pero en realidad ya se había dado cuenta de la verdad.—Pamela, no me mientas, solo cuéntame cómo pasó.Pamela solo empezó a disculparse y a contarle lo sucedido, Berenice solo la escuchó y luego dijo:—Ahora ve a su celda quédate con él no dejes que te aleje de él porque sabes muy bien lo que pasó con Eunice, Gina y yo no se debe volver a repetir y no vuelvas a perder su confianza.Pamela obedece, simplemente se levanta, se alista
Ella se limita a mirarle, comprobando que ha entrado en razón al decirle:—No digas su nombre.—Salazar no tienes elección, sé muy bien que solicitaste ser también mánager y entrenador que te denegaron, sé mi entrenador y yo seré el mánager.No sabe que había pasado, hace unos momentos cuando tomaba a Olivia del brazo, pero después de escucharla decir eso, idea un plan, es como ella lo mira con una singular sonrisa que provoca en ella confusión e inquietud, mientras lo mira frunciendo el ceño.Ethan sabía lo que diría ya se sentía mejor, siendo que después de que Olivia se separara de él, le provocó un mareo que terminó es como ya podía verla tener esa sonrisa traviesa, pero alegre.—Cierto Olivia, lo hice y como dices si tal vez no tengo opción, pero sé que tú y Kerr tuvieron algo y quiero preguntarte ¿en qué andan?—Sólo para salir de Yernimo.Responde ella, que no entiende por qué él sigue con esa sonrisa suya.Salazar se ríe y contesta:—Pero no sería más fácil sólo escapar. —No
Teniendo la facilidad de cubrir el cupo, y así pasar con éxito aceptando correr autos, solo que ahora ninguno de los ocho incluyendo a Salazar sabían que plan es el que Olivia Rotten tiene en mente.Eso no quita que ya quisieran volver al ruedo, pero tienen en mente que una vez que empiecen a ganar, es posible que tengan que superar el último gran obstáculo, quedar libres y cumplir la condena más fácil.Para no quedarse más en Yernimo, uniéndose a las carreras de coches con el miedo que da la muerte, otro camino es solo confiar en que la chica que es su manager y entrenadora sea la que tenga la última palabra.Observa que mantiene la boca cerrada, claro que le gustaría decir algo enseñando como sería mejor, pero respetará al entrenador y su forma de enseñar.—Hola Olivia.—Agatha.Las dos se dan un abrazo.—Veo que las dos hemos vuelto. —le dice Agatha.—Sí, y veo que te has cortado el pelo.—Sí, deberías hacerlo, es muy cómodo.—Puede ser. —responde Olivia.Mirando un momento su prop
Frankie es uno de los vigilantes de la decisión en la lista de luchadores.Olivia camina en busca de Frankie cuando lo encuentra hablando con otras personas.—Olivia, has vuelto.—Erick hola y sigues aquí o solo regresaste.—Sigo aquí.Olivia asiente mientras habla con Erick, un chico delgado, alto, de ojos grises y cabello platinado.—¿Y a qué te dedicas?—Bueno, soy el asistente y secretario de Frankie.—No querías entrar como luchador.—No, lo hice una vez, con eso me basta, pero dime ¿a quién buscas?—Vengo a hablar con Frankie, está hablando con esa gente.—Si solo espera un poco.—Y de qué están hablando con él.—Vinieron a hablar de las fichas blancas y negras.—También están en desacuerdo sobre la lista.—Tal vez vinieron a hablar con él sobre eso.—Sí.Nota enseguida Olivia que ese tema es parte de la conversación, en realidad para ella tocaría otros temas con Frankie en cuanto ven los dos la conversación que notan que empieza a aclimatarse con discusiones.Erick y Olivia sig