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04.- Berenice.

Es cuando Olivia sale a buscar a Elmo, quizás él la ayude imaginando que Isabel ya les ha dado la noticia a los luchadores, siendo que ella misma le pidió que se lo dijera.

—Primero debo hablar con Elmo.

Se dice a sí misma fingiendo ser la primera persona en la que confía mientras salen de la celda y se encuentran con Victoria.

Ambas caminan por el mercado, parte del bar, donde ahora trabajará su compañera, saluda a algunas personas que se sorprenden de que sigan en Yernimo, pregunta por Elmo quien le dice que está en su celda.

—Hasta luego Victoria.

—Sí, nos vemos en la celda.

Entonces Olivia va a la celda de Elmo y grita su nombre.

—¡Elmo estás aquí! —dice en voz alta.

Sigue buscándolo, pero decide salir de allí, mientras camina por unos pasillos.

—Estás buscando a Elmo.

Ella se detiene antes de voltear hacia el chico, solo para verlo con cabello castaño corto hasta los hombros, barba y bigote de candado sonriéndole, ella tiene su nombre en la punta de la lengua.

—Hola Gastón Alley.

—Sí, y usted es Olivia Rotten, mi mánager y entrenadora.

—Sí —responde ella.

Ambos se dan la mano, él ve a esa joven pelirroja no muy alta y delgada de 19, casi 20 años, y que demuestra ser muy intrépida de carácter y extrovertida.

—Sé que has estado antes en Yernimo y en algunos sitios, ha cambiado de dirección.

—Me he dado cuenta.

—Te llevaré con Elmo, trabaja en mensajería.

—No sabía que trabajaba en mensajería.

—Sí, desde que pasó lo de Kerr, decidió trabajar allí.

Mientras se dirigían hacia el haya, siguieron hablando de Yermino y de cada luchador que había elegido.

—Gastón, Olivia. —dice Elmo al verlos a ambos.

Ambos saludan con la mano.

—Podemos hablar un momento. —dice Olivia.

—Claro. —responde Elmo.

A lo que Gastón se marcha.

—Nos vemos mañana.

Ambos lo ven marcharse.

—Bueno Elmo, como sabes soy manager y entrenador.

—Sí, las tarjetas fueron entregadas y ganaste parte del pabellón deportivo.

—Sí, tuve que hablar con otros mánagers y llegamos a un acuerdo, bueno ese no es el punto, te busco a ti porque sé que eres muy amigo de Salazar y él todavía no sabe que soy su entrenador, por algunas cosas que me dijo Isa.

—No espera, siguió en la lista Salazar y lo elegiste.

—No exactamente, te diré que tenía la idea de elegir sólo a ocho luchadores, pero Isabel dijo que no dejaría que me quedara con los ocho.

—Los ocho.

—Sé que es una sorpresa para ti, pero ella me insistió mucho en tener al noveno, y sabe lo que le hizo a mi hermana.

—Por eso te niegas a incluirlo.

—Sí, sé que Salazar es bueno en ese campo de ser buen luchador, pero en realidad no lo conozco de nada, y ahora debo buscarlo, saber dónde está para que podamos hablar, siendo que Isabel me dice que ha rechazado a ciertos directivos.

—Cierto, desde lo que pasó con Kerr, pero ¿qué pasará si no te acepta?

—Elmo, Salazar debe hacerlo porque Isabel no quiere que siga en la lista.

—¿Por qué? Olivia.

—Bueno por lo poco que me dijo, es que Richard Butler tiene algo en su contra, tal vez odio, no lo sé y me gustaría saberlo, pero necesito que me des algunos consejos para hacer que Salazar acepte. ser el noveno luchador, ¿qué debo hacer? —pregunta Olivia.

—Bueno él está en las celdas del nivel inferior.

—Lo había olvidado, ¿por qué está ahí? —ella pregunta.

—No te imaginas cómo se tomó las cosas cuando se enteró de lo que hizo Kerr, intenté que estuviera conmigo en el servicio de mensajería, pero se negó, imagino que te ayudaría diciéndole que no solo sea tu luchador también puede ayudarte como un entrenador, no sé si lo sabes, pero quiere ser manager, pero por alguna razón se lo negaron.

—Algo así me dijo Isabel, pero eso es lo que tengo que hacer para que acepte, lo haré.

—Olivia ¿y qué piensas hacer?

—Primero no sé si funcionará lo que propongo, solo espero que los nueve confíen en mí.

—Lo harán, después de todo has vuelto.

—Tengo que irme.

Ambos se despidieron y Olivia se dirigió directamente a las celdas de abajo.

Mientras tanto Pamela estaba almorzando con algunos de sus compañeros de Fancy cuando vieron a Berenice venir hacia ellos y se sentó y les dio una pequeña mirada a los demás.

Las chicas saben que hablará con una de ellas y la mayoría reacciona cuando se dan cuenta de que Pamela es con quien pretende hablar a solas.

—Estabas con Ethan.

—Sí.

—¿Qué pasó? —preguntó a Berenice.

Desde que regresó después de estar con Ethan no ha dicho nada si los dos discutieron ni sobre alguna noticia importante o si se verán más tarde porque Pamela sabe muy bien que el silencio no es un buen consejero, más si Berenice se dio cuenta.

—Nada. —responde mientras bebe de su vaso de jugo.

—Entonces debo ignorar el silencio.

—No, porque no pasó nada.

Berenice hablaba seria, ambas se miraron con un silencio incómodo, Pamela y ella se conocían ya que ambas llegaron al mismo tiempo y en la misma camioneta, fueron de las primeras en unirse al clan Fancy.

Las dos descienden de una peculiar familia de brujas muy diferentes, ambas se hicieron amigas, pero una quería más recorrer más territorio disfrutando un poco más de victorias y lujos que se le han concedido en Yernimo.

Que si no saben aprovechar y conservar vuelves a estar abajo algo que a Berenice le ha impedido volver al principio siendo consciente de que podría ser libre pronto.

A algunas de las chicas Fancy como Pamela les resulta extraño que Berenice siga siendo una chica Fancy, ya que muchas de ellas se han dado cuenta de que ya debería haber dejado Yernimo.

Esto provoca preguntas que todos evitan hacer y simplemente deciden mantener el partido en paz con Berenice.

—Si no pasó nada, deberías ir a verlo ahora.

—Por supuesto.

—Espera mi permiso. —le dice Berenice al verla todavía sentada sin obedecer.

Pamela la mira, no quiere sentir ni moverse y solo responde:

—Ethan y yo acordamos encontrarnos más tarde.

Esto hace que Pamela arquee la ceja viendo a Berenice y se dé cuenta de que siente algo.

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