—En esa parte, sólo se especializan en carreras de coches.
—Y que pasa con los otros, los clanes, los del bar y los de la cocina.
—Lo mismo tienen que cumplir, pero es peor con los mánagers, entrenadores y luchadores, es la causa de que los luchadores sigan esperando un buen mánager que a veces se niegan a aceptar, cuando ven la situación y prefieren quedarse estancados aquí.
—Isabel, hay una forma de evitar no cumplir y no pasar a Errarás.
Isabel negó y dijo:
—No hay manera Olivia, se te tendrá que ocurrir otra idea, si no quieres ser gerente y entrenadora.
Sabía y conocía a Isabel, al verla contestar tan rápido a lo que le había dicho, porque había una posibilidad de no pisar a Errarás, Olivia se limitó a sonreír y firmó los papeles.
Isabel asintió, sacó la carpeta con los papeles firmados y le entregó una pequeña torre de carpetas con papeles, que empezó a revisar uno a uno, donde tenía una foto del luchador, nombre, edad, procedencia, ciudad y cuantos combates había ganado o perdido.
Isabel se da cuenta de que mientras Olivia abre, lee y aparta la carpeta haciendo dos torres diferentes, que calcula que la primera tiene ocho y la segunda sólo una, a lo que Olivia pone la mano en la primera torre mientras dice:
—Me quedo con estos ocho luchadores.
—¿Y esa no?
Ella solo asiente, Isabel toma la carpeta, la abre y lee el nombre.
—Ethan Salazar no.
Olivia vuelve a negar.
—Lo siento, si quieres los ocho luchadores debes tener también el noveno.
Isabela sigue hablando, dando por hecho que Salazar por fin tiene mánager y que es Olivia, siendo la única prioridad que tiene.
—Es la única manera Olivia, no sé qué planes tienes de quedarte con los ocho, pero sería mucho mejor que te quedaras también con el noveno.
—Isabela, tú sabes quién es Ethan y yo no quiero, ni pienso involucrarme con él, y mucho menos tomarlo como mi luchador.
—Es un buen luchador, y, puede ayudarte a entrenar a los otros luchadores.
Ella niega con la cabeza.
—No, no me voy a meter con él idiota, mira su historial.
—Entiendo, pero ha ganado la mayoría de sus peleas y sé que tiene algunas derrotas, desde Kerr, no puede seguir sin un mánager, debe tenerte a ti.
Olivia frunce el ceño, está a punto de decir algo, pero decide cambiar sus palabras haciéndole una pregunta:
—Isabel ¿Qué pasa con Salazar?
—Hace tiempo que Richard Butler empezó a odiar a Salazar, los dos no se conocen de nada, tampoco sé por qué lo odia, lo ha tenido aislado mucho tiempo sin conseguir un representante.
Iba a decir algo más Isabela, cuando le dice:
—Salazar lo sabe.
—No lo sé Olivia, pero él no puede seguir sin mánager, la única forma que veo es que lo elijas y empiece a luchar.
—Desde cuándo no tiene representante.
—Desde que pasó lo de Kerr, no ha aceptado a nadie para que sea su mánager, luego quiso ser mánager, pero se lo han negado por órdenes de Richard Butler, no sé qué piensa hacerle a Salazar, Olivia debe aceptarte como su mánager.
—No sé, no pensaba tener un noveno luchador, además ya sabes lo que le hizo a Deb.
—Lo sé, a veces el amor duele, pero esto es diferente, tiene que luchar.
—Tengo que pensarlo, no es fácil.
—Olivia debes hacerlo o no te daré los ocho luchadores, debes tener el noveno.
Ella sacude la cabeza, piensa en algo y lo dice a continuación.
—No hay otra manera de que no tenga que tener a Salazar.
Isabel se da cuenta de que Olivia se niega a tenerlo, como noveno luchador, a lo que ella debe negar moviendo la cabeza.
—Habla con él, debes convencerle.
Olivia estaba decidida a no aceptar tener un noveno luchador, pero si funcionaría mejor el plan que tenía entre manos, teniendo a Salazar a su lado.
Añadiendo lo que Isabel acababa de decir, porque le gustaría saber qué fue lo que hizo que Richard Butler ordenara a Salazar no ser mánager.
Tal vez tengan historia, porque es cierto, sabe poco de Salazar, solo lo que sabe que le contó su hermana hace mucho tiempo, voltea a ver a Isabel.
—Sí, acepto.
Al ser él su noveno luchador, lo único difícil es convencerlo siendo que será la primera vez que lo verá cara a cara, lleva algunas de las carpetas cargándolas hasta su celda, a planear pensará las cosas y lo que hará antes de ir a ver a Ethan.
Vuelve a leer cada nombre de los diferentes luchadores que ha elegido para formar un grupo que, según ella, revisando las carpetas.
Cuando Isabel se los entrega, en forma de torre y ella empieza a elegir y rechazar, pensando al mismo tiempo en elegir ocho y rechazar uno.
Está sentada en su cama apoyando la espalda y la cabeza en la pared mientras en su mano lee una hoja de papel, leyendo el nombre de Elmo Gideon, 32 años, del pueblo de Ube Frost, de la manada Gideon con 500 peleas ganadas y ninguna perdida.
Recuerda que Deb le contó que Elmo y Salazar eran muy buenos amigos, eso le hizo pensar algo para leer los siguientes nombres.
Isaac Everardo.
Lorenzo Rosman.
Jorge Callejón.
Ender Emyr.
Logan Trainor.
En eso continúa con la siguiente y mira la fotografía, viendo que el sujeto tiene el pelo blanco, algo que le causó impresión y curiosidad cuando volvió a leer su nombre.
Seven Wilson.
Aunque también se da cuenta de que tiene gemelos, cuando vuelve a leer el mismo apellido con un nombre diferente.
Gaston Alley.
Esos eran sus ocho luchadores, ellos confiarían en ella y ella en ellos, toma la hoja donde estaba pegada la fotografía de su noveno luchador.
Ethan Salazar.
Mirando sus ojos grises serios, cabello castaño corto y piel clara, lo mira por unos momentos más, hasta que escucha llegar a Victoria, de pronto guarda todo rápidamente.
—Victoria, estas aquí.
—Sí, vengo del bar.
—Lo tienes.
—Sí, ¿y tú? —preguntó Victoria.
—Bueno, tengo nueve luchadores.
—Nueve.
—Sólo tengo un pequeño problema, si se le puede llamar pequeño.
—¿Con quién?
—Mi noveno luchador.
—¿De qué se trata?
—Debo hablar con él, debo irme, te veré más tarde.
Es cuando Olivia sale a buscar a Elmo, quizás él la ayude imaginando que Isabel ya les ha dado la noticia a los luchadores, siendo que ella misma le pidió que se lo dijera.—Primero debo hablar con Elmo.Se dice a sí misma fingiendo ser la primera persona en la que confía mientras salen de la celda y se encuentran con Victoria.Ambas caminan por el mercado, parte del bar, donde ahora trabajará su compañera, saluda a algunas personas que se sorprenden de que sigan en Yernimo, pregunta por Elmo quien le dice que está en su celda.—Hasta luego Victoria.—Sí, nos vemos en la celda.Entonces Olivia va a la celda de Elmo y grita su nombre.—¡Elmo estás aquí! —dice en voz alta.Sigue buscándolo, pero decide salir de allí, mientras camina por unos pasillos.—Estás buscando a Elmo.Ella se detiene antes de voltear hacia el chico, solo para verlo con cabello castaño corto hasta los hombros, barba y bigote de candado sonriéndole, ella tiene su nombre en la punta de la lengua.—Hola Gastón Alley.
—Sabes que conozco a Ethan y te conozco a ti, ¿qué hiciste?—Nada. —repite Pamela insistiendo en lo mismo.—Sé que nada tiene una razón o me harás adivinar.—Berenice esa es la verdad no pasó nada solo nos divertimos los dos.Ella asiente mientras dice:—Y no tenías intenciones de tocarle la cara.Se aclaró la garganta y con toda serenidad respondió:—No y sabes que todavía no entiendo por qué esta necesidad de tocar.Berenice se reía por un momento.—No mientas, hiciste lo que Ethan te hizo cuando lo hiciste.—No lo hice. —respondió lo más segura que pudo, pero en realidad ya se había dado cuenta de la verdad.—Pamela, no me mientas, solo cuéntame cómo pasó.Pamela solo empezó a disculparse y a contarle lo sucedido, Berenice solo la escuchó y luego dijo:—Ahora ve a su celda quédate con él no dejes que te aleje de él porque sabes muy bien lo que pasó con Eunice, Gina y yo no se debe volver a repetir y no vuelvas a perder su confianza.Pamela obedece, simplemente se levanta, se alista
Ella se limita a mirarle, comprobando que ha entrado en razón al decirle:—No digas su nombre.—Salazar no tienes elección, sé muy bien que solicitaste ser también mánager y entrenador que te denegaron, sé mi entrenador y yo seré el mánager.No sabe que había pasado, hace unos momentos cuando tomaba a Olivia del brazo, pero después de escucharla decir eso, idea un plan, es como ella lo mira con una singular sonrisa que provoca en ella confusión e inquietud, mientras lo mira frunciendo el ceño.Ethan sabía lo que diría ya se sentía mejor, siendo que después de que Olivia se separara de él, le provocó un mareo que terminó es como ya podía verla tener esa sonrisa traviesa, pero alegre.—Cierto Olivia, lo hice y como dices si tal vez no tengo opción, pero sé que tú y Kerr tuvieron algo y quiero preguntarte ¿en qué andan?—Sólo para salir de Yernimo.Responde ella, que no entiende por qué él sigue con esa sonrisa suya.Salazar se ríe y contesta:—Pero no sería más fácil sólo escapar. —No
Teniendo la facilidad de cubrir el cupo, y así pasar con éxito aceptando correr autos, solo que ahora ninguno de los ocho incluyendo a Salazar sabían que plan es el que Olivia Rotten tiene en mente.Eso no quita que ya quisieran volver al ruedo, pero tienen en mente que una vez que empiecen a ganar, es posible que tengan que superar el último gran obstáculo, quedar libres y cumplir la condena más fácil.Para no quedarse más en Yernimo, uniéndose a las carreras de coches con el miedo que da la muerte, otro camino es solo confiar en que la chica que es su manager y entrenadora sea la que tenga la última palabra.Observa que mantiene la boca cerrada, claro que le gustaría decir algo enseñando como sería mejor, pero respetará al entrenador y su forma de enseñar.—Hola Olivia.—Agatha.Las dos se dan un abrazo.—Veo que las dos hemos vuelto. —le dice Agatha.—Sí, y veo que te has cortado el pelo.—Sí, deberías hacerlo, es muy cómodo.—Puede ser. —responde Olivia.Mirando un momento su prop
Frankie es uno de los vigilantes de la decisión en la lista de luchadores.Olivia camina en busca de Frankie cuando lo encuentra hablando con otras personas.—Olivia, has vuelto.—Erick hola y sigues aquí o solo regresaste.—Sigo aquí.Olivia asiente mientras habla con Erick, un chico delgado, alto, de ojos grises y cabello platinado.—¿Y a qué te dedicas?—Bueno, soy el asistente y secretario de Frankie.—No querías entrar como luchador.—No, lo hice una vez, con eso me basta, pero dime ¿a quién buscas?—Vengo a hablar con Frankie, está hablando con esa gente.—Si solo espera un poco.—Y de qué están hablando con él.—Vinieron a hablar de las fichas blancas y negras.—También están en desacuerdo sobre la lista.—Tal vez vinieron a hablar con él sobre eso.—Sí.Nota enseguida Olivia que ese tema es parte de la conversación, en realidad para ella tocaría otros temas con Frankie en cuanto ven los dos la conversación que notan que empieza a aclimatarse con discusiones.Erick y Olivia sig
Olivia bebía de su bebida, decidió ir a sentarse dejando la barra a una de las mesas de la esquina con poca luz para quedarse sola en sus propios pensamientos para intentar entender por qué el miedo a las carreras de carros.Muchas preguntas sin ninguna respuesta de ello solo era llegar a la raíz.—Hola preciosa.En cuanto escucha esa voz masculina, Olivia bebe y voltea a mira a esta persona.—Charlie.—Puedo sentarme.—Claro.—¿Por qué Salazar es tu entrenador si tú lo eres?—Yo lo decidí, así que imagino que tu entrenador no está tan mal o igual, es un novato.—Todo bien, tú debes saberlo mejor.Olivia no dice nada, solo bebe de su vaso.—¿Por qué elegir a Salazar? Olivia, él es hombre perdido.—A ¿qué te refieres? Charlie hay algo que deba saber sobre Salazar.—Ten cuidado con lo que planeas.—Sé cuidarme solo, pero podrías ayudarme en algo.—Ayudarte.Charlie se ríe.—Sobre ese miedo a las carreras de carros, ¿por qué? Charlie Yernimo era la cárcel que te daba las posibilidades de
—No, esa forma de gancho no es efectiva, observa. —les decía Salazar esa mañana en la sala de entrenamiento.Olivia se encuentra observando sin dar reacciones mantenerse seria y ocupada en el papeleo, ella había vuelto hace unos minutos del lugar donde será el combate con los diferentes luchadores que se presentaran al gran show del rival más débil.—Necesito tu firma aquí.Olivia se da cuenta de que es Erick.—Hola.—Perdón hola.—Día estresante.—Sí.—¿Qué debo firmar?—Solo firma y ya.—No espera. —dijo Olivia al leer el papel y no creérselo, al igual los demás se detienen con la llegada de otros individuos peleadores con su entrenador y manager.Todos se encuentran mirando nada a gustos de lo que ven dándose cuenta, entre esas caras está Bruno Acosta con el entrenador Dalton Astin un hombre corpulento cabello rubio castaño y el novato Víctor León el manager.Es Seven quien se acerca a Olivia.—¿Qué sucede?—Bueno, se trata de compartir la sala de entrenamiento con León y su equipo
Todos saben que en la cárcel Yernimo es para cumplir su condena con posibilidades de ganar su libertad teniendo viva una de las reglas más viejas y antiguas que lleva esta cárcel para cada una de estas personas sobrenaturales como la ley de los hombres lobos que mantienen en su vida diaria fuera de la cárcel.Que involucra a su diosa luna para encontrar a su luna, su mate de vida no tiene cabida en una cárcel, no se respeta menos en crear un amor verdadero entre rejas, es por eso que los embarazos de cachorros son prohibidos en Yernimo o serán castigados.Es por eso que sus citas médicas para cada mujer son esenciales ahora que vuelven lo que se deseaba el rival más débil.Las Fancy, Mesuré, Nin y también las Insolaban están presentes en el gran comedor en diferentes mesas, observando a los respectivos contrincantes con mayores apuestas para ganar.—No deberían decir eso, Olivia eligió a buenos peleadores, aparte imaginan que ella rodeada de ellos debe estar disfrutando la vista.Escu