02.- Yernimo.

Olivia estaba dentro de una camioneta blindada, sentada con otros chicos y chicas jóvenes, notó que debían tener entre 20 y 30 años, más o menos, había buena ventilación.

Solo llevaba un pantalón, una blusa y una sudadera muy abrigada con botas y su mochila, el baúl que le había regalado su tío, decidió dejarlo a cargo de Luis, ya que no sabía si volvería a ver a su tío una vez que saliera de Yernimo.

—Hola, me llamo Victoria.

—Hola Victoria, me llamo Olivia.

Ambas comienzan a hablar entre ellos, mientras continúan dentro de aquel auto una vez que sienten que se detiene y abre ambas puertas.

Anuncian bajarse apresuradamente, con voz seria y a veces provocada por la ira, la frustración o el miedo. Se bajan y salen de donde estaban y ante sus ojos, un gran campo donde los reunieron a todos, ella se da cuenta que son demasiados y nuevos.

En eso los dividieron separándolos de hombres a mujeres, llevándolos guiados por los agentes, entraron por un pasillo algo grande, llevándolos a sus respectivas celdas de mujeres, para darles unos breves avisos importantes, que de alguna manera Olivia sabía de memoria.

Tratando de evitar algunas zonas de la prisión y dando la oportunidad de ayudar, ofreciendo algunos trabajos para mantenerse con vida, mientras cumplen su condena o tal vez a través del buen comportamiento y el trabajo.

Consiguiendo algo de dinero para ser libres, disponiendo a cada sujeto a trabajar en los diferentes puestos que la agente dice enseguida.

Mencionando el bar Yerco y los trabajos que ofrecen entre otras cosas, sin olvidar que puedes unirte a los diferentes clanes que hay en Yernimo o convertirte, en luchador, gerente o entrenador que aún hay disponibles, estando todo dicho y hecho, los agentes se retiraron.

—Olivia, ¿a dónde piensas ir? —preguntó Victoria, la chica alta, delgada, rubia y de 21 años.

Niega con la cabeza al decir:

—Quiero comer algo.

—Piensas pedir trabajo en Cocían.

—No, sólo quiero comer algo, ¿quieres ir?

Victoria asiente y ambas salen, siendo que la celda en la que estaban era compartida, caminaban hablando, entrando por una puerta grande, era como si Olivia supiera bien donde estaba, en el pequeño mercado que ha existido hace mucho tiempo en Yernimo, mientras escuchaba a su compañera hablar.

—A mí y a unos amigos nos pillaron cuando nos encontraron robando dinero.

—Es tu primera vez en Yernimo.

—Sí, pero creo que no es la tuya, veo que has estado aquí antes.

—Sí.

—Y ¿cuál fue tu delito?

—Bueno, soy un Trotamundos de nivel 8, y el tiempo que estuve aquí descubrí como escapar y ahora tengo que hacer parte de ser acusado como Trotamundos y escapar de este lugar.

—Caramba, seguro que tardas mucho en salir de aquí.

Olivia asiente mientras se adentran un poco más, viendo a la mayoría de los nuevos habitantes mezclados con los que llevan tiempo viviendo en Yernimo, ambos mezclándose entre la gente.

—Así que, si encuentras una forma de salir de aquí, cuenta conmigo.

—Por supuesto Victoria.

Mientras las dos caminan, pasan al lado de dos hombres que las miran, mientras Olivia dice algo más, es cuando se da cuenta de lo que Kerr le había dicho, cuando ambas se despidieron la noche que le mencionó y aún piensa en las palabras, "Salazar sigue en Yernimo".

Olivia lo odia y sabía quién era, quien lastimo a su hermana por su ridícula marca en la cara, decide no recordar las palabras de aquella vez que vio a su hermana con moretones y lo que le dijo, solo sacude la cabeza, tratando de no pensar.

En eso se limita a ir a recoger su plato preparado, siendo judías fritas con chorizo y un bolillo, al verlos la gente de allí reconoció que era Olivia, e inmediatamente la saludaron, algunos querían charlar con ella, pero era cortante.

Victoria se dio cuenta de que, aunque no sabe mucho de su amiga, reconoce que es alguien, digamos de fama en un sitio como Yernimo, consiguiendo una buena reputación, ambas se sientan a comer y hablan de otras cosas.

—Ya has pensado lo que vas a hacer. —Victoria le dice.                               —Pienso presentarme para ser gerente y entrenadora.

Victoria traga saliva sorprendida.

—No crees que será difícil.

—No lo sé, pero creo que lo que va a ser difícil es encontrar y elegir buenos luchadores, y hablar con Isabel, ella es la que tiene el archivo, bueno toda la información de los luchadores que son candidatos a conseguir un mánager, pero dime, ¿en qué piensas meterte?

—Tal vez en un clan de las chicas.

—Te recomiendo que no entres en el Fancy.

—Porque, tú estuviste allí.

—No, conocí a alguien que estuvo, lo que pasa es que se dedican a estar presentes en las peleas y eligen a algún ganador para que esté en su cama.

Mientras Victoria escuchaba a Olivia sobre lo que decía, se dio cuenta de que tanto estar fuera como dentro no era tan diferente, siendo que Yernimo le parecía un pueblo pequeño con sus pros y sus contras.

—Entonces me lo pensaré.

—Lo que quiero decir, es que mires otras opciones, los otros clanes de mujeres son diferentes, también puedes presentarte en el bar, cuando estuve aquí trabajé allí.

—Ahí te enteraste de cómo escapar.

—Sí, pero a lo mejor ya lo han cubierto, igual puedes solicitarlo en Cocían.

—No sé.

—Te acabas de apurar, a veces pasa que se acaban las plazas.

—Entiendo, cuando lo tenga te aviso.

—Claro, bueno me tengo que ir, no se cuanta gente quiere ser directiva o entrenadora, nos vemos luego.

—Sí Olivia.

Se levantó, cogió su plato y lo metió en la caja azul, salió del mercado y fue directa a ver a la señora Isabela.

Isabela es una mujer alta y robusta con el pelo no muy largo que la encuentra en una especie de oficina.

Olivia entra y ve a varios hombres, siendo ella la única mujer, algunos ya estaban saliendo cargando papeles, otros estaban firmando.

—Olivia has vuelto.

—Hola Isabel ahí vas.

—Sé que no has venido a saludarme, ¿ya te has decidido?

—Así es, quiero ser gerente y entrenadora, solo dame los papeles para firmar.

—Serás la única mujer. —le dice Isabel, mientras alcanza una carpeta que deja sobre la mesa, abriéndosela a Olivia que comienza a leer y a firmar donde tiene que hacerlo, aunque antes le hace algunas preguntas.

—Espera, antes no había nada de eso, porque ahora tiene esa cantidad.

—Sabía que te darías cuenta, las cosas han cambiado, ahora no se trata sólo de reunir cierta cantidad para poder salir, tú y tu luchador debéis multiplicar las ganancias para poder salir, no, en fin.

—¿De qué estás hablando? Isabel.

—Una vez que has cumplido con la cantidad de ser mánager, entrenador y quizás, también tu luchador, debes pasar y cumplir con la cantidad que debes cumplir en Errarás.

—¿Errarás? —pregunta Olivia.

—Se han dividido parte de Yernimo.

—¿Quiénes? —pregunta, sin revelar que sabe qué nombre le dirá Isabel.

—El nuevo director, Richard Butler, es el que ha hecho los cambios que has notado.

Y es él.

—Y Isabel ¿qué está pasando en Errarás?

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