Pobre Carissa. Lo que fue un bien, también ocasionó efectos secundarios.
CARISSA BRITOS En el foro encontré muchas respuestas. Las mujeres me daban su apoyo y me contaban abiertamente sus experiencias. Una mujer me hizo llorar cuando leí su extensa historia y comprendí que tal vez lo que yo viví no fue lo peor. No sé como puede una mujer vivir sabiendo que después de tan difícil proceso para concebir, había perdido a su hijo para siempre. Aún así ella había podido seguir adelante y adoptó un niño. Su testimonio me hizo pensar en la posibilidad de adoptar un bebé más adelante. Creo que sería difícil que me consideraran apta para la adopción, pero la esperanza no debo perderla. Fui a mi trabajo con muchas cosas en mi mente. Se que toda mi vida adulta fue una catástrofe, pero ahora veo la luz al final del túnel y no como en el pasado. Mi antigua yo estaría considerando el suicidio, pero contrario a eso yo estoy buscando una solución. Pienso en el chico desconocido y se que los cambios positivos en mi vida se deben a él. Se que debo acercarme más a é
CARISSA BRITOS Me sudan las manos y siento un gran nudo en el estómago debido a la ansiedad. No sé cuáles serán los consejos de Marina, pero creo que necesito ver algunas películas para adultos para saber más sobre lo que mi amiga me diga. Comenzamos a cenar Marina y yo. Ella me ve con una sonrisa traviesa en los labios porque sabe que estoy ansiosa. Mi nivel de vergüenza comienza a aumentar a medida que nuestros platos comienzan a vaciarse. -La comida orgánica no está mal, aunque sigo prefiriendo las papas congeladas y varias cosas para no aficionados a la cocina como yo- Me río porque se que a ella se le podría quemar el agua Tiempo atrás de que la relación suya fuera seria, Marina, intentó cocinar para su prometido y se que esa noche ellos debieron ir al hospital. Aún no se cómo él pudo pensar en matrimonio porque ella podría matarlo accidentalmente intentando tener un detalle romántico en la cocina. -No se si estoy lista para recibir tus consejos, pero se que no pued
CARISSA BRITOS Veo a este hombre increíble que me acelera los latidos del corazón y lo noto más guapo como está vestido hoy. Está usando una camisa de color verde agua, un pantalón blanco que marca sus piernas y deja ver un trasero muy atractivo. ¿Desde cuándo observo el cuerpo de un hombre de esta forma? Sonríe levemente cuando me reconoce en la barra bebiendo lo mismo que cada semana. Su sonrisa solo hace que mi corazón se acelere aún más. Comienzo a preguntarme que hará cuando estemos a solas en un cuarto. No sé si me pedirá que no haga lo que planeo o si aclamará por más atención. Mi deseo por él solo ha crecido. Quiero besarlo en este momento, pero tengo miedo de ser rechazada. Me vuelvo una cobarde, ¿Cómo seré capaz de someterlo a este experimento? -Es una noche más tranquila- Le hablo para romper el silencio. Quiero escuchar su voz -Aún es temprano. Nunca se sabe que pareja pueda asistir- Responde dirigiendo su atención a la bebida que tiene en sus manos -Tienes
NARRADOR Dustin esperaba ansioso la llegada de Mireya, la había echado de menos. Necesitaba sentir su cuerpo cálido al dormir y también hacerle el amor desesperadamente. Cada noche que regresaba de Tentaciones daba vueltas en la cama que lo recibía demasiado fría para su gusto. No estaba acostumbrado a dormir solo después de tanto tiempo de relación. Dustin sabía que Mireya estaba estudiando y cuánta dedicación y esfuerzo dedicaba a su carrera. Le encantaba ella, la amaba, pero también la necesitaba a su lado aunque eso fuera egoísta en esas circunstancias. Los recuerdos de su intento por tener sexo telefónico se sintieron como un golpe en la cara, así como también las veces que intentó ampliar su sexualidad. Aún sabiendo que sus deseos y fantasías podían crear una brecha en su relación, eso no hacía que desaparecieran de su mente. Los sueños calientes que empezó a sentir en ausencia de Mireya lo hacían sentir más que necesitado y odiaba eso. Sabía que las fantasías podía
CARISSA BRITOS Volví a probar las gotas con distintas bebidas. La última fue el whisky por si el chico del club decide tomar eso cuando yo deje de ser una cobarde. Ir al club se volvió mi rutina, lo que más espero cuando es lunes o martes y se que está cerrado. Entrar allí con mi antifaz me hace olvidar hasta de como visto. Nada más importa cuando atravieso sus puertas y olvido quien soy. Entrar a Tentaciones es como abrir las puertas a una dimensión desconocida, pero que cada vez se vuelve más atractiva. Veo las parejas bailar simulando tener sexo y dejan de parecerme tan lascivas y desubicadas. También yo deseo poder ser una de esas mujeres y no por el baile precisamente. Quiero romper las cadenas que me atan a un doloroso pasado, ser feliz, disfrutar mi vida sin pensar en lo que podría pasar después. Decido un nuevo atuendo mientras el día de la apertura del club se acerca. Mis manos sudan y mi interior está temblando de miedo. Voy al mismo lugar donde compré los vestidos
DUSTIN ULIBARRI Intenté comunicarme con Mireya pero huyó de la conversación que sentía que nos debíamos. Siento que por culpa de mis fantasías acabé arruinando mi relación. Había bebido y perdí el control de mi mismo, de mis impulsos y de mi lengua porque acabé diciéndole lo que deseaba y tal vez no en el mejor momento ni condición. Me siento culpable pero también aliviado por decirle lo que deseaba. Agradezco no haber sido más explícito, porque si unas pocas palabras la asustador, de haber llegado más lejos con mi explicación como mínimo la dejaba en shock una temporada. Jamás fui un hombre en exceso apasionado o tal vez imaginativo. No sé por qué en este momento de mi vida siento la imperiosa necesidad de ser tan honesto y abierto como jamás lo fui. M*****a sea, ¿Esto se deberá a estar en un club fetichista tanto tiempo? Allí hay tantas mujeres hermosas que sin dudar serían mucho más atrevidas de lo que puedo imaginar, ¿Por qué Mireya cree que estoy enloqueciendo? Finalmen
DUSTIN ULIBARRI Me siento mareado y creo que no seré capaz de sostenerme por mucho tiempo. La hermosa mujer de rojo se pone de pie y me abraza, poniendo mi brazo sobre sus hombros para que pudiera apoyarme. -Ayúdame hermoso por favor. Te llevaré para que puedas descansar hasta que se te pase el mareo- Solo consigo murmurar sin comprender claramente donde me está dirigiendo Llegamos a lo que creo que es un cuarto y siento que ella me deja caer sobre una superficie blanda que comprendo que es una cama. Me culpo por haber bebido más de lo que acostumbro. El tequila seguramente fue el causante de mi penoso estado. La hermosa dama no se va de mi lado, sino que se sienta a mi costado y toma uno de mis brazos para ponerlo hacia atrás y luego se arrodilla para hacer lo mismo con mi otro brazo. La miro a los ojos y luego inevitablemente vuelvo a mirar su escote. Soy incapaz de hablar cuando noto que debido al esfuerzo de traerme, probablemente se le desacomodó el vestido en esa zona.
CARISSA BRITOS Veo que el hombre que deseo viste diferente y solo acabo deseándolo más que antes. Apenas si escuché su voz y eso me causo un agradable cosquilleo en mi entrepierna. Mi cuerpo lo desea y yo no soy capaz de seguir dilatando más este momento. En un descuido suyo, vierto las gotas en su bebida cuando está por terminarla. Cuando él termina su copa yo me aseguro de estar alerta para ayudarlo cuando sienta el efecto máximo de mi preparado. Hago que me abrace y camino con él en dirección a los cuartos. Él obedece a mi voz, pero está muy mareado y no logra articular las palabras. Se que tenemos poco tiempo para llegar al cuarto y que no tendré muchos minutos para desnudarlo. Soy una cobarde en privado, una mujer asustada de todo, pero hoy la cobardía la dejé en mi penthouse. Lo dejo sobre la cama y solo siento su mirada confundida. Él parece inconsciente de lo lindo que se ve así, de lo tentador que se ve para alguien tan inexperta como yo. Inmovilizo sus manos y