Arturo.Me sentía tontamente nervioso y muy ansioso, le había dejado la clara indicación a Vanesa, la recepcionista, de que me avisara cuando Ángela llegara, así que desde que llegué a mi oficina no he quitado mis ojos del teléfono.Cuando sonó, mi corazón empezó a correr a mil.—Bueno—dije tratando de sonar calmado.—Buenos días, señor, la señora Martínez va subiendo —me informó—. Pero con ella va la señorita Tatiana.Sentí mi sangre hervir, ya no sabía de qué manera hacerle entender que ya no la quiero cerca.—Lo siento, señor— se disculpó.—No te preocupes, yo me encargo—le dije antes de colgar.Tome nuevamente el teléfono y llame a los de seguridad.—Por favor, suban a mi oficina— ordené.Me levanté de mi silla y luego salí de mi oficina, unos segundo después el timbre del elevador sonó y este se abrió, mis ojos se centraron en la espectacular mujer de vestido azul, se veía tan hermosa.Pero una voz chillona, me sacó de mi sueño.—¡Cariño!—gritó Tatiana, al tiempo que hacía a un l
La química que había entre los dos era más que evidente y era algo que Ángela estaba empezando a notar, pues sentía esa electricidad que le provocaba, el solo toque de Arturo.—Pues como ves no eres el único—dijo ella con una sonrisa.Él sonrió de igual forma haciendo que el corazón de Ángela se aclara aún más e incluso sus mejillas se ruborizan.…Ángela.¿Qué clase de mujer era?, fue la pregunta que me surgió en ese momento.Cómo era posible que mi corazón se descontrola de esa manera, debía estar loca, Mauro solo tenía un poco más de un mes de haber muerto y yo ya estaba sintiendo cosas por otro. Al notarlo, me apresuré a despedirme de Arturo.— Muchas gracias por traerme—le dije—Te veo mañana.Me giro y subo corriendo a mi apartamento sin esperar a que él dijera algo, una vez adentro trato de calmar mi acelerado corazón.—Debe ser por él, sube y baja de emociones de las últimas semanas —traté de mentirme.Cuando la realidad es que desde que lo vi en aquel lugar al cual no espero v
Más de uno de los presentes pudieron notar la manera en la que Arturo miraba a Ángela, no era una mirada cualquiera, esta mirada estaba cargada de mucho interés.—Buenos días—inicio Arturo—El día de hoy he pedido su presencia para tratar varios asuntos de suma importancia, el primero es presentarles a Ángela Martínez, quien se unirá a nuestro equipo contable desde el día de hoy.Las miradas nuevamente se dirigieron a Ángela, quien se puso de pie, dejando que todos la apreciaran, ese elegante traje, no solo la hacía lucir profesional, sino que se veía muy hermosa.—Buenos días, es un placer, mi nombre es Ángela Martínez y espero que hagamos un excelente trabajo junto—se presentó.—Bienvenida—dijo David—Mi nombre es David Villegas, vicepresidente de la compañía y hermano de Arturo.—Muchas gracias David, es un placer—le dijo Ángela con una hermosa sonrisa que cautivo a más de uno de los presentes.…Arturo.Estuve bastante molesto durante la reunión, el ver como todos miraban a Ángela d
Las palabras de Arturo, eran firme y sinceras, cosa que le causaba más dolor a Tatiana, quien no estaba dispuesta a dejarlo ir.— ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me lo dijiste antes? —reprocho ella.—Tatiana, puedo entender que estés dolida, pero no tenía por qué hablarte de un asunto que no te compete y si lo hago ahora es para que de una vez por toda dejemos este asunto atrás—le dijo él.—Como puedes ser tan cruel—el sollozo de Tatiana se podía escuchar con claridad—Te he amado por años y tú simplemente me haces a un lado.— Y qué quieres, que me obligue a sentir algo que no siento y que sé que nunca sentiré—dijo ya irritado.Arturo se levantó del sofá con la idea de irse, pero Tatiana lo sujeto por el brazo.—Por favor, no te vayas—suplico ella.—Tatiana no te hagas esto—dijo él, soltándose de su agarre—Eres una mujer hermosa, cualquier hombre sería feliz de tenerte a su lado.—Pero el hombre que yo quiero eres tú—grito fuera de sí.—Pues eso ya es tu problema, ahora te pido que te mar
Damián respiró profundo para controlar su enojo, quien se creía esa mujer para hacer tal escándalo en su casa.—Yo lo arreglaré—le dijo a Alfredo y este sintió.Damián caminó a la entrada, en donde dos de sus hombres de seguridad sostenían a Tatiana de los brazos.—Pueden soltarla—ordenó.Los hombres obedecieron de inmediato.—¿Qué te trae a mi casa?—preguntó el hombre con evidente enojo.—Lamento llegar de esta forma, solo deseo hablar con usted y la señora Emilia—contestó Tatiana con dificultad.—No sé si es que no te has dado cuenta de la hora que es, mi esposa aún duerme, así que te pido que te marches y vuelvas en otro momento—Damián se dispuso a ingresar de nuevo a la casa, pero Tatiana lo detuvo.—Sé que es un mal momento, pero lo que debo decirles es de suma importancia—Tatiana sostenía la parte trasera de la bata de Damián.—Sea lo que sea, tendrá que esperar, si hay algo que molesta a Emilia es que la despierten, ahora suéltame—dijo el hombre caminando al interior de casa.T
Ángela.Estaba en shock, era un sueño o de verdad había pasado.Lleve mis manos a mis labios, mientras se reproducen una y otra vez la imagen en mi mente.Mi corazón aún estaba latiendo a toda velocidad, reaccione al ver que la puerta del elevador se cerraba, así que me apresure a salir.Caminé hacia mi oficina ignorando a todos los que en el camino me encontraban.Cuando entré a mi oficina solté todo el aire que tenía retenido en los pulmones.¿Qué debía hacer? ¿Qué significaba esto? ¿Por qué me había besado? ¿Qué pasaría después de esto?Eran muchas preguntas de las cuales no tenía respuesta y si a eso le sumo toda la emoción que sentía por lo que había pasado.Él me gustaba y más de lo que me podía imaginar.Era una batalla entre mi corazón y mi conciencia.La puerta fue tocada haciendo brincar del susto, respire profundo para recuperar la compostura.—Adelante—respondí.David entró a mi oficina sonriendo como si hubiese visto a su persona favorita.—Buenos días, Ángela, espero no
Ángela y Arturo estaban teniendo un momento muy apasionado, era obvio lo que sentían el uno por el otro.David entró a la oficina como de costumbre, los vio, pero ellos estaban tan metidos en lo suyo que no lo notaron.David volvió a salir con una sonrisa en su rostro sin ser notado.—Debo asegurarme de que nadie los interrumpa—se dijo así mismo.David observó todo el piso, por suerte yodos estaban concentrados en sus trabajos, pero de igual forma se quedó cerca para asegurarse que nadie interrumpiera el idilio de su hermano.En la oficina Ángela se sentía muy deseosa de seguir, pero en su mente llegó la imagen de Mauro, por lo que rompió el beso abruptamente.—Esto no está bien Arturo—dijo llena de culpa.—¿Por qué no?, somos dos personas adultas y no tenemos compromiso con nadie—Arturo la tomó del rostro para que lo mirara a los ojos—Lo que siento por ti, es demasiado fuerte, así que no pienses que es algo pasajero, deseo todo contigo.—Arturo, soy una mujer que acaba de quedar viud
Damián había llegado con esa excusa para conocer a Ángela, cuando la verdad era que estaba bastante intrigado, él quería conocer a la mujer que había enamorado a su hijo.Pues no solo había escuchado de ella por boca de Tatiana, sino que David también había hablado maravillas de ella.—No me queda más que darte la bienvenida, Ángela—dijo Damián.—Muchas gracias, señor Villegas—Ángela sonrió llena de emoción.—Bueno, no te interrumpo más—dijo el encaminado sé a la puerta—Cuídate Ángela.—Cuídese, señor y muchas gracias— Damián salió contento, pues pudo percibir que Ángela era una excelente mujer.A ocho horas de diferencia, Gloria se encontraba feliz, había viajado a los Ángeles con la pequeña victoria con el fin de que su hijo, la pudiera ver.Pero qué había pasado, como que para que su hijo la pudiera ver, no era su hijo el que según había muerto hacía un mes.…Mauro.Llevaba una vida tranquila y feliz al lado de la mujer que más he amado en esta vida, esa misma que me había dado la