TUYO PARA SIEMPRE

Emily descorrió las cortinas de la alcoba con cuidado. El día estaba nublado, y una tenue luz grisácea se filtró por los crisAndrew, inundando la habitación con una atmósfera fría y melancólica.

Dorelia parpadeó al notar que la oscuridad había desaparecido, y al fin abrió los ojos.

—¿Cómo te encuentras? —le preguntó su hermana, sentada junto a ella en el borde de la cama.

—¿Qué hora es? —respondió Dorelia.

—Casi mediodía —dijo Emily con una sonrisa—. Has dormido doce horas seguidas, hermanita. Aunque después de lo ocurrido, no me extraña. Todos estábamos muy preocupados por ti, incluso tía Ágatha. No ha dejado de meter la nariz en nuestro dormitorio y en su frasco de sales —concluyó con una risita nerviosa.

Dorelia apoyó las manos en el mullido colchón de plumas de ganso y se incorporó, recostándose sobre el cabecero de bronce. Alguien, probablemente, Maud, la había despojado de su vestido de gala y le había puesto el camisón que ahora llevaba. «Después de lo ocurrido», había dicho Em
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo