Sintió un peso en el pecho y lentamente se fue despertando del sueño. Sus párpados pesaban y la luz le fastidió demasiado. La cabeza de Colin estaba sobre uno de sus senos y tenía una pierna cruzada sobre las de ella. Se le hacía muy tierno que fuera así, parecía un gatito indefenso. La actitud del Colin autoritario y severo se quedaba en el trabajo definitivamente.
De repente, Colin se movió y su rostro quedó en dirección al de Gema. Se preguntó cómo podía ser tan hermoso. Su cabello negro estaba desordenado y sus labios de color rosa lucían perfectos en su pálido rostro, el cual había perdido su bronceado. Acarició un poco esas pestañas y cejas arqueadas, la incipiente barba creciendo en su barbilla...
—Siempre supe que me
El rostro de Giselle ensombreció de nuevo al mirar las fotografías sobre la mesa.—Gema, cariño… —Intentó acercarse de nuevo—. Puedo explicar las cosas, pero necesito que me des un tiempo…—Explícamelo ya mismo —inquirió.Sin más remedio se vio obligada a decir la verdad, no podía seguir mintiendo tan descaradamente.—Cuando tu padre y yo éramos jóvenes, nosotros… —Tomó una gran bocanada de aire—, nosotros teníamos un pequeño negocio y nos iba muy bien, hasta que tu padre nos hizo perder todo por las apuestas y me abandonó.—¿¡Mi padre!? &mdas
—Eres preciosa. —Acarició la suave mejilla y suspiró.—Creo que hay alguien suspirando de amor por aquí… —Se incorporó canturreando.Sin mediar palabra la besó con pasión y ella soltó una carcajada por la sorpresa, pero al cabo de unos segundos terminó contagiándose de toda esa pasión reprimida y se prendió de su cabello azabache. Se levantaron a tropezones mientras que él guiaba las manos féminas hacia su pecho para sentir las caricias. Se apoderó de su cuello y cintura. Lentamente fue perdiendo la claridad mental y solo pensaba en él. De un jalón la pegó a su cuerpo de nuevo y al sentir su masculinidad, Gema se tensó. ¿Estoy lista para esto?, se preguntó
Se giró para ver de quién se trataba.—Gema, querida...—Katherine... —Su prima se abalanzó sobre ella y le dio un beso muy cariñoso en la mejilla, después saludó a Colin de forma coqueta. Gema se sintió un poco incómoda por ese comportamiento—. ¿Qué te trae por aquí?—Prima, te recuerdo que mis padres, o sea tus tíos, tienen una joyería exitosa. No es extraño que frecuente estos lugares. —Acarició su collar y observó de reojo a Colin, al mismo tiempo que esbozó una sonrisa irónica—. A excepción de ti, que nunca salías de casa.—Cariño, discúlpanos un momento. —Depos
Vieron la majestuosa puesta de sol y fue simplemente mágico. Quisieron que esa fuera la primera de muchas veces más estando juntos y siendo tan felices. —Ya que el sol se ha ido, ¿te parece bien ir a cenar? —Observó a Colin muy concentrado en el agua, y como no le prestó atención de nuevo movió su brazo. —Está bien linda, vamos a cenar, pequeña tragona —susurró juguetón. —¡Oye! —gritó indignada y se lanzó sobre su ancha espalda. —Tan pequeña... —Acarició su cabeza desde lo alto, ya que era un gigante delante de ella. Refunfuñó algo molesta. No lo vio venir, cuando reaccionó Colin ya la había levantado y puesto sobre su hombro cual costal de papas. Suspiró rendida y cerró los ojos dejándose llevar.
Suspiró al llegar a una casa bastante peculiar. Era un poco modesta por fuera, pero por dentro se notaban los lujos. Tocó el timbre y su tía abrió la puerta, al ver a Gema sonrió espléndidamente. Helen era la hermana menor de Giselle.—¡Sobrina! ¡Qué bien que has venido a visitarnos!—¡Hola tía! ¿Cómo estás?—Estoy muy bien, ¿y tú? Pero pasa, pasa… —La llevó hacia la sala de estar.Tomaron asiento en el gran sofá blanco.—Estoy bien, tía. Y, ¿Katherine dónde está? La última vez que la vi me pareció que andaba alterada.
Se paró de la mesa y corrió hacia él, llenó toda su cara de besos y le repitió tantas veces que lo amaba. Él se encontró sonriendo con ternura y viéndola con adoración.—¿¡Qué!? ¿Bromeas? ¡Ese es el restaurante del famoso Samuel Village!—Te va a encantar apenas lleguemos.—Cuando estemos ahí, tómame fuerte para no caer.Tomó asiento sobre sus piernas y lo llenó de besos otra vez.—Lo haré, mi preciosa… —rió a carcajadas.La noche llegó, así que eligió ponerse un vestido ajustado de color
Ya estaba anocheciendo y no veía a Colin desde el mediodía, ya que se encontraba en una reunión amical junto a algunos socios chinos. Le envió un mensaje al móvil, diciéndole que se iba enseguida porque tenía algo importante que hacer. Agarró el bolso y salió de la oficina rápidamente. Media hora después, se detuvo frente a la puerta y tocó el timbre. Su tía Helen abrió con emoción y la guió hacia la habitación de Katherine, para que Gema acomodara la caja de regalo sobre la cama, haciéndolo ver como una gran sorpresa. —¡Ya vuelvo, se me van a quemar las galletas! —La señora salió corriendo hacia la cocina. No sabía si estaba haciendo lo correcto, pero comenzó a buscar lo que fuera en los cajones: revisó el closet, el cual tenía almacenada una caja en el fondo, la tomó con prisa y quitó la tapa; había hojas y tod
Un sollozo desgarrador salió de su garganta, no pudo contener el llanto, nunca imaginó verlo morir así. Nadie tenía por qué morir así, ni siquiera el más malo.—¿Papá…? —Lo sacudió un poco, pero ya no reaccionó. Se levantó conmocionada y le dio una bofetada a Katherine. —¡Eres una maldita perra loca! ¡Te odio! ¡Te odio! —gritó desconsolada.La rubia le devolvió el golpe el doble de fuerte y la pelirroja se fue de bruces contra el piso.—¡No la toques! —Colin reaccionó violento y empujó a Karol, por lo que el revólver trastabilló hasta llegar cerca del brazo de Gema y ella lo agarró sin pensarlo dos veces.